Partida Rol por web

-Tendréis que ir a Ciudad Verde. Para competir en la liga pokemon, todo entrenador debe haber conseguido las ocho medallas de gimnasio que dan acceso a la misma. En esta ciudad que os menciono está el primer de los gimnasios-Acaricia al pequeño Shinx recién salido de la pokeball. Este se muestra receloso con el profesor.- Qué gracioso es-Sonríe. No va a ser nada fácil, pero seguro que disfrutaréis.

Issei tomó su mochila y se aseguró que todo estaba en orden. -Bien, creo que no queda más por hacer. Muchas gracias por todo, profesor! Me dirigiré hacia Ciudad Verde- Hizo un gesto hacía Totodile -Vamos amigo, hay mucho que recorrer!- Luego de dirigió a Cody y Dorian. -Vamos juntos? Podría hacer mas ameno el viaje.-

Dorian observa a su nuevo compañero Shinx, parecía bastante agitado, muy lleno de vida, y Dorian supo que tendría momentos más que curiosos junto a ese Pokémon. Cuando se acerca a el, lo acaricia levemente y a continuación lo levanta en peso, teniendo una sensación hartamente curiosa de electricidad estática que le hizo poner los vellos de punta.

Hmmm, interesante, me recuerda a cuando estuve trabajando con celdas galvánicas, hmm...Hmm!

Dorian baja al suelo al Shinx y se agacha hasta ponerse a su altura:

-Pequeña Shinx, te daré un nombre para que seas aún más única, un nombre que te hará diferenciarte del resto de Shinx y hará que jamás nos confundamos, te llamaré....Galvanyan. Es mas, a mí se me ha dado una oportunidad de elección extraordinaria, y de esa manera nos hemos conocido, así que qué menos que tengas tu también una oportunidad de elección extraordinaria. Dicha elección consistirá en que tu elegirás cuándo quieres volver al Pokéball, aunque te lo recomiendo, ya que he estudiado que allí se está fuera de todo peligro, no te obligaré a nada.

Dorian dejó unos momentos de pausa sin dejar de mirar a su nueva compañera, para volverse a mirar a ambos jóvenes, parecían bastante enérgicos, aunque esperaba que no pasaran del entusiasmo a la temeridad.

-Issei, Cody, podéis contar conmigo y con Galvanyan, ambos tenemos mucho que aprender y mucho que ofrecer al mundo, y nos resta un arduo camino por delante, que racionalmente de momento será mejor pasarlo en compañía, ya que nos cubriremos las espaldas mutuamente. Eso sí, yo me embarco tanto en un viaje Pokémon como en una investigación personal, que no debería interferir en nada, pero no me dejaré nada sin observar debidamente por muchas medallas que haya en la siguiente localización, espero que lo comprendáis, pues ese es mi método de estudio y próximamente, de entrenamiento.

Dorian se puso de pie mientras dejaba junto a Galvanyan su Pokéball:

-Aun así, he de pasar por casa antes de comenzar con nuestro viaje, para recoger diversos efectos personales y notificar a mis progenitores de mis planes a seguir, así que...¿qué os parece si quedamos en la puerta norte del pueblo en 30 o 40 minutos?

-Pues a mi me parece bien! Yo también tengo que hacer unas cuantas cosas en casa.- Issei salió corriendo hacia la puerta y se fue, luego de unos segundo volvió.-Hasta luego profesor. Chicos, nos vemos en 30 minutos en la salida del pueblo!-

El profesor se despide de ti, deseándote mucha suerte y mucho cuidado. Te pide que le informes de todos los acontecimientos extraños que presencies, que no dudes en llamarlo. Sales del laboratorio con tu pequeña Shynx acompañándote, y ves el pueblo en calma. Aun es temprano, es lo normal. La verdulería está abriendo sus puertas, y algunos ancianos están paseando por el pueblo. Llega hasta a tí el sonido de un pokemon cantando, realmente agradable a los sentidos.

Por lo visto Galvanyan prefiere ir afuera de momento, cosa que Dorian entiende perfectamente. Así que tras guardarse la Pokéball toma dirección a su casa a buen paso con su Shinx siguiéndole alegremente..

-Recuerda avisarme si te cansas de andar, ya me gustaría poder a mí entrar dentro de una Pokéball para descansar y que me llevasen-le dice sonriente a Galvanyan-hmmm, qué hará a los Pokémon tan especiales que se ha conseguido atraparlos y a los humanos no?Sería una corriente de investigación curiosa, blablablablabla, acabar con los problemas de vivienda, blablabla...atrapar a los criminales, blablabla..

Dorian seguía hablando sin parar camino a su casa, sin darse cuenta que a lo mejor estaba aburriendo a la pobre Shinx, que seguía atenta a su entrenador.

Una vez en la puerta, tomó a Galvanyan en los brazos y entró en su casa.

-Madre, observe a mi nueva compañera Pokémon, y Galvanyan, observa a mi progenitora-Dorian acerca a su madre el Pokémon, y continúa- te dije que no tendrías que preocuparte demasiado, con ella a mi lado podremos protegernos mutuamente, y de todos modos no me marcharé sólo, he conocido a un par de especímenes bastante interesantes en el laboratorio, y sus entrenadores me acompañarán...

Dorian hizo una pequeña pausa mientras recogía su bolsa donde llevaba las cosas que necesitaría

-Tal y como pensaba, nuestra primer destino será Ciudad Verde, así que me comunicaré con usted desde el centro Pokémon. Cuéntele a padre las novedades y no toquéis nada de lo que hay en mi habitación, puede ser peligroso.

Dorian se rió y recogió a Galvanyan, dipuesto a irse a la entrada del pueblo a comenzar su aventura.

Tu madre está contenta, sabe que lo harás bien y confía en ti. Te pregunta por los chicos que te acompañarán en el viaje y te da algunas raciones de comida que te ha preparado para el mismo. Antes de irte te da un fuerte beso, y te marchas. 

En la entrada del pueblo que da comienzo a la arboleda la cual conecta con Ciudad Verde, el punto de reunión con tus compañeros, aun no ha llegado nadie.

Sabía yo que no tenían el reloj en hora..

Dorian se sonrió, satisfecho, y se agachó para ponerse a la altura de Galvanyan:

-¿Ves allí?-Dorian señalaba a la arboleda-Allí residen muchos Pokémon, Pokémon salvajes en su hábitat, que tendremos tiempo para estudiar a la vez que al combatir nos haremos más poderosos. Pronto, añadiremos más Pokémon a nuestro equipo, y tendrás la oportunidad de entrenar con especímenes como el Cindaquil o el Totodile de nuestros nuevos compañeros, aunque tienes alguna ventaja contra el Totodile, hemos de entrenar duramente.

Dorian acaricia al Shinx y desde allí se pone a observar a ver si ve algún Pokémon salvaje desde allí.

Escuchas algo respirar junto a un árbol. Desde la distancia no puedes ver qué pokemon es. Así que te acercas unos pasos y ves a un pequeño pokemon dormir bajo la base del árbol. Parece tranquilo y plácidamente dormido, pero al acercarte, se despierta, y de un salto se pone en guardia, a la defensiva.

Dorian observa con asombro al Venonat pero mantiene la calma apuntándolo con la Pokédex y obteniendo unos rápidos datos

Hmm, bien, es una buena adquisición para el equipo, un bicho veneno..

Guarda rápidamente la Pokédex y prepara una de las Pokéball que le dio el profesor Oak.

-Atenta Galvanyan, aquí tenemos un Venonat, estate atenta, no te dejes engañar, es el momento de probarte a ti misma, se rápida actuando. ¡Galvanyan, ataque Placaje!

Tu pequeña pokemon obedece rápidamente las órdenes y placa con fuerza y mucho coraje al pokemon bicho, que sale rodando debido al tremendo golpe. A duras penas se levanta del suelo e imita el ataque de tu pokemon, produciéndole un golpe que no llega a ser demasiado efectivo. Shinx se está comportando muy bien para ser su primer combate.

Dorian esboza una sonrisa al observar la velocidad y fuerza con la que ha atacado Galvanyan, y estimó que el Venonat no resistiría otro ataque como ese, así que activó la Pokéball, que se agrandó en su mano, y la lanzó hacia el Venonat:

-Galvanyan, buen combate, da un paso atrás,¡Pokéball, atrápalo!

La pokeball dio un par de vueltas una vez había atrapado a Venonat y dejó de moverse. Un nuevo pokemon entró a formar parte de tu equipo.

Perfecto..

Dorian se acercó y recogió la Pokéball con gran ímpetu. ¡Había conseguido capturar su primer Pokémon salvaje sin problemas!

Se acercó a Galvanyan, de la cual estaba muy orgulloso:

-Galvanyan, eres estupenda-la tomó en brazos, pues sabía que el placaje del Venonat le había hecho algo de daño-Has combatido muy bien, rápida y con coraje, y ahora, tenemos un nuevo compañero que nos acompañará en nuestra aventura. Más tarde, cuando esté recuperado, lo sacaré para que os hagáis amigos, recuerda que aunque combatáis es simplemente para entrenar, después, al atraparse, todos estamos en el mismo equipo.

Dorian se apresuró en colocar su pegatina personal en la nueva Pokéball del Venonat y se puso a pensar en un nombre correcto mientras esperaba al resto de los de sus compañeros y seguía observando en busca de otro Pokémon que hubiera por los alrededores, pues no había pensado que encontraría un Venonat tan cerca de casa.

No ves ningún otro pokemon en la zona en la que te encuentras, las afueras. Miras el reloj, debe faltar poco para que tus amigos lleguen hasta la zona en la que estás y podáis partir hacia Ciudad Verde. Alguien viene silbando por el camino en sentido hacia tu pueblo. Parece un muchacho joven, de unos 20 años.

Dorian observó a lo lejos a un chaval viniendo en su dirección, y sabía por las reglas de la Liga Pokémon que si dos entrenadores se miraban a los ojos, debían combatir, y Galvanyan acababa de combatir y su nuevo Venonat estaba demasiado debilitado para ello, aun así, no tenía por qué ser un entrenador, así que, esperó a que éste se pusiese a su altura para darle el alto con un tranquilo:

-Buenas caballero

El joven te sonríe amablemente, sin pretensiones. Parece un buen chico.

-Hola amigo-un pequeño pokemon, que reconoces como un Seedot, se acerca a él. Seguramente sea uno de sus pokemon.-Estoy buscando al profesor Oak...¿tu nombre es?