Partida Rol por web

Miré a Ceara

"No demuestra lo que siente por haber ganado, no esperaba menos de ella"

-¿Quién es el siguiente en pelear contra el Nara?-

Al parecer yo era el último, aunque eso me daría tiempo para meditar, y si veía que el Nara era un rival duro intentaría analizar y aprender sus movimientos

Lambo habia observado todo el momento aquella batalla, incorporandose con una sonrisa al saber que le tocaba termina dando unos pasos firmes al frente.

Creo que ahora si es mi turno

Adelantandose mas espera que Shikamaru todavia tubiera energias luego d eun encuentro tan intenso, pero antes de empesar simplemente espera a que su sensei diera inicio a la nueva confrontacion. En cierta forma LAmbo se sentia algo precionado, pero todas las preocupaciones se esfuman cuando su estomago "gruñe", sonriendo sabia que no estaba solo.

Iruka se acerca a Ceara, y se arrodilla a su lado.

-Lo mejor será que vayas a la enfermería, tienes la pierna malherida-. Se gira y se dirige a Lambo-. Puedes empezar, no te preocupes por Shikamaru, con la píldora que le he dado está como antes de luchar.

No habia recordado el dolor de la pierna hasta que Iruka.sensei me lo recordo. Hice una mueca reprimida y asenti sin decir nada mas, pero le mire a los ojos agradecida, mis ojos pocas veces mostraban mis expresiones pero estaba segura de que Iruka me habia entendido. 

Mire a lambo, preparandose para la batalla - termina con el - le dije sin venir a cuento. Cualquier persona abria identificado un claro odio hacia Shikamaru, pero ya no sabia que pensaba la gente de mi.

Miré a iruka y me levanté

-Sensei, acompañaré a Ceara a la enfermería y volveré cuando terminen de vendarla-

Miré a la chica

-Espero que no te parezca mal-

Dije mientras enfocaba a Lambo con mi mirada

"Odiaría ver pelear a los Inuzuka"

 - Como quieras - le digo a Raika comenzando a caminar hacia la enfermeria. Como durante el combate habia estado en caliente y con la adrenalina atope, la herida solo habia sido una pequeña molestia, pero ahora era bastante desagradable y dolorsa. Suspire tratando de controlar la sensacion de dolor, el dolor era psicologico ... asi que empece a andar cogeando. -Pense que te agradaba mas ver batallitas que salvar damiselas - dije a Raika cuando estuvimos a la misma altura 

Miré a Ceara, viéndola cojear

-No soporto a los Inuzuka, en particular a Hibari-

La adelanté y me arrodillé ante ella, dándole la espalda

-Sube a mi espalda, de lo contrario tu herida puede empeorar, y podrías no estar en condiciones para nuestra pelea-

Como siempre, estaba usando mi particular análisis de la situación.

De pronto Lambo sonrie dispuesto a empesar con la confrontacion contra shikamaru, su actitud una vez mas habia sufrido un cambio drastico mostrando una exprecion completamente agresiva como asilvestrada, a la hora de un combate su corazon latia fuerte y sentia su cuerpo arder con deseos de una lucha violenta como si fuera un animal salfaje hambriento.

 Apenas se siente en el estado perfecto para empesar hace un simbolo de manos  logrando crear dos clones de sombras, estaba claro que por su forma de ser preferia llevar el combate a una confrontacion cuerpo a cuerpo sabiendo que no usara su sombra en un examen o al menos eso esperaba.

Una vez conseguido sacar dos clones de si mismo se lasa junto a ellos a una carga contra Shikamaru para tratar de acortar lo maximo posible la distancia entre ellos, siempre cambiando de pociciones con sus clones erraticamente para tratar de depistarlo.

 Me sorprendi cuando Raika se arrodillo. Nos conociamos desde hacia tiempo y pese a que era una persona "soportable" para mi, nunca le habia tratado como para que me hiciera ese favor - No me gusta que la gente piense que la necesito - dije con dureza en la voz, ¿acaso creia que era debil? - asi que espera a que pasemos detras de esos arboles - pase delargo delante de el hasta que pasamos los arboles que nos ocultaban de los demas alumnos. 

Unas frias gotas de sudor caian por mis sienes y me sentia algo mareada, me apoye contra el tronco de un arbol y mire a Raika - porque me acompañas, porque me das tu espalda como apoyo, no soy mas que una loca psicotica que no ha echo nada por ti como para merecer tu ayuda, cualquier otra persona disfrutaria viendome debil - no comprendia a ese chico 

Miré a la pelirroja y me acerqué, cogiéndola en brazos mientras caminaba

-No necesito ningún motivo para ayudar a alguien, simplemente lo hago y ya está-

La miré de reojo

-Yo no disfruto causando dolor, o viendo débiles a los demás, me gusta ayudar a la gente, simplemente porque el hecho de hacerlo me hace sentirme un poco mejor-

Mi mano izquierda parecía ser mucho más dura que la derecha, y a pesar de estar cubierta por tela y vendajes se notaba algo debajo de estos, cómo si fueran pequeñas escamas.

Dirigí mi vista al frente de nuevo

Cita:

-¿Tanto te importa lo que los demás piensen de ti?-.

 - Si, me importa - le conteste deteniendome y mirandole a los ojos fijamente, bueno, al ojo que tenia abierto - porque por culpa de eso, mi vida fue destrozada, por culpa de lo que la gente pensaba, estoy sola, por culpa de lo que la gente pensaba, soy como soy ... asi que me importa, despues de eso, mi vida depende de ello - reocorri su brazo con la mirada y luego las cicatrices de su cara - pero que me importe lo que piense, no significa que lo disfrute o me duela, no disfruto cuando la gente me aparta la mirada o cuando me llaman loca a las espaldas, ni me duele tampoco cuando dicen que soy hija del diablo o cosas peores, se que es contradictorio, pero me importa lo que piensen de mi aunque pase de ello - desvie la mirada - tambien me importa lo que pienses tu - 

Asentí, mirándola de reojo de nuevo

-Con mi clan pasó algo parecido, quizás lo hayas oído hablar a los adultos-

Me encogí levemente de hombros sin dejar de sujetarla firmemente

-No puedo detener lo que piensen los demás, pero puedo hacerme más fuerte para ayudar a que la gente no pase por cosas tan horribles como nosotros-

Sonreí mirándola

-¿Que pienso de ti? que eres una chica bastante guapa, aunque solitaria y desconfiada al extremo, guardas muchos secretos, por eso te entiendo- Abrí mi ojo izquierdo, el globo ocular era negro y el iris de color azul vivo, le guiñé el ojo para después cerrarlo -Pero no eres la única que tiene secretos-.

No me ruborice cuando me dijo lo de guapa, aunque interiormente me senti alagada - se que no soy la unica que tengo secretos - hice un pequeño silencio - pero tampoco todos los secretos son iguales, mi vida, toda entera ha sido siempre un secreto y descubrirlo fue el mayor de los errores que mi familia pudo cometer, realmente no se ni quien es mi familia, no se nada hacerca de mi vida, no se quien soy, todo lo que pensaba era una farsa, toda mi felicidad era mentira, por eso me siento... - me calle, sola no era la palabra - traicionada - corregí  

Suspiré

-Deja que tu odio se marché, mi abuelo solía decir que para tener un futuro hay que perdonar el pasado-

Sonreí, recordando

-Te contaré mi secreto…quizás hayas escuchado que el clan Tamashi ayudó a esta villa bajo el mando de tres kages, que finalmente nos extinguimos-

Dije con un tono de voz neutro

-Eramos poderosos, habíamos desarrollado técnicas muy avanzadas, y creado armas especiales- sonreí recordando -Pero eso no podía durar, el Feudal del país del fuego organizó la muerte de mi clan- ahora parecía masticar y escupir las palabras -Enviaron a los míos a una incursión contra la villa de la Arena, se suponía que ellos no estarían advertidos, pero lo estaban, cayeron por cientos, solo yo sobreviví, enterrado bajo los cuerpos de mis familiares-

La miré

-Volví aquí y me pusieron un sello especial, no sobreviviré mucho tras contarte esto, puede que 5 años o así-

Llegabamos a la enfermería

-¿Qué t parece? soy el último guardián, y defensor de un país que traicionó y condenó a los míos-.

 - No creo que fuera tu culpa, si no de quien advirtio, quien os traiciono - nunca antes habia contado esto, pero quizas fuera el momento - yo ... naci en la villa del sonido, siempre fui una niña bastante feliz, mi padre me adoraba y yo le adoraba a el, mi madre nos queria ... pero alguien vino reclamando lo que era suyo, mi padre no era mi padre, al parecer mi madre tubo un lio con un Nara - aprete los puños al pronunciar ese hombre, el brazo herido me dolio - y mi padre, cegado por los celos, el dolor y la traicion acabo matando a mi madre y despues intento matarme a mi, despues de todo no era su hija, si no una bastarda hija de algun cualquiera - el odio crecia en mi interior - mi padre tambien murio, se suicido, no podia con todo aquello y yo no pereci tambien porque me trajeron aqui, mi padre biologico destruyo mi vida y ni si quiera ha tenido el valor de decirme quien era, me cruco todos los dias con un Nara y ni si quiera se si son mi familia - mi voz temblo de la ira y el dolor 

La apreté contra mi, en un gesto inconsciente, como si estuviera abrazándola

-Lo siento mucho por ti, pero odiarles no va a solucionar nada, deberías averiguar si son tu familia, ¿no crees?-

Entramos en la enfermería, mientras la atendían yo me quedaba cruzado de brazos cerca, había vuelto a ser el Raika de antes.

 - quizas mañana tenga ganas de luchar por saber la verdad, pero hoy solo quiero estar sumida en la oscuridad - Sonrei debilmente a Raika, algo que no habia echo desde la muerte de mi madre, hacia ya años, sonreir, aunque fuera minimamente.

Mientras me vendaron, estuve pensando muchas cosas. Era cierto que me habia empeñado en odiar a todo el clan Nara por igual, pero por desgracia, yo era una de ese clan. Mi odio me habia llevado a luchar con ira contra Shikamaru y puede que por eso ganara, pero tambien sabia que mi odio me cegaba y no me dejaba pensar con claridad. 

Si tuviera la cabeza relajada, posiblemente fuera mejor estratega, o no ... era algo que me daba miedo, dejar de ser lo que era por dejar de odiar. Volverme debil y que pudieran hacerme daño.

Solo la idea me hacia temblar ... - Raika - carraspee - ¿luchas mejor cuando odias a tu contrincante? -apenas susurre

Miré a Ceara y me acerqué

-No, el odio nubla los sentidos, en mi clan se nos enseñaba que no debíamos odiar a nadie, pues ellos son como nosotros, solamente llevan otro uniforme o tienen otras ideas-

Le puse la mano derecha en su hombro

-¿En qué piensas?-.

 - pienso que no quiero ser debil - miro su mano y luego le miro a los ojos - no quiero sentir que tengo algo que perder, si todos te odian, nunca tendras nada por lo que luchar, si no tienes nada por lo que luchar, nunca te podran herir, si no tienes nada que temer, no temes morir - era la primera vez que senti que mis palabras fueron 100 % sinceras