Partida Rol por web

Otros dos nuevos clones avanzan por separado, mientras que el verdadero Bijô se mantenía oculto observándolos.Uno de ellos se pierde por un bosque próximo, en busca de esos guardias, mientras tanto que el otro se había quedado por la zona, rastreámdola de arriba a abajo.Bijô no se detendría ante nada, y por ellos los encontraría aunque fuese lo última que haga.

El clon enviado en la búsqueda de los guardias los encuentra en muy poco tiempo. Éstos se encuentran muy cerca de la salida, por lo que no tendrás que buscarla después. El problema es que podrían escapársete si corren hacia la ciudad... Pero podrías evitarlo si consigues encontrar otra salida, con la que dar un rodeo. No obstante, si confías en tus habilidades, puedes ir directamente a por ellos, sin preocuparte si se pueden escapar o no.

El clon se acerca a esos guardias con una actitud tranquila y una sonrisa radiante, típica de un niño inocente.

-Hola amigos, estoy buscando a un grupo de jóvenes que pasaron por aquí.Había una chica de cabellos rosas y un tipo con una cicatriz en la cara....- les informa fijándose en el armamento que llevaban.

-Pero.. ¿Se puede saber qué hace el niñato este aquí? Tú, niño, ¿qué haces ahí dentro y cómo has entrado? Contestanos o..-. Realiza un gesto amenazador.

-¿Yo?.....- dice algo sorprendido autoseñalándose-...pues entrando.No había nadie, y fui a buscar a mis amigos, que llevo siguiédoles el rastro todo el día....- dice en tono de cansancio.

-¿Y ahora, respondeis a mi pregunta?

Los guardias se miran entre ellos, y dan por buena tu historia, ya que bien podría ser cierta. (No se dan cuenta de que eres un ninja, son un poco lerdos). El que tiene cara de pobre, deja hablar al otro, ya que parece un poco asustadizo.

-Bien, entonces ya puedes irte-. Decide responder tu pregunta, al ver que tienes la pinta de un niño, y el color de tu pelo le hace gracia. Al parecer, cree que eres un pobre tonto-. Pues mira, no he visto tus amiguitos. Aunque seguro que aquí no están, porque no les habríamos dejado pasar. Si son amigos tuyos, prueba a buscar en la guardería...-. Se ríe con rebuznos de su propios chiste. El otro le ríe las gracias, como si tuviese miedo de él, a pesar de ser del mismo tamaño.

-¿Mmm?.....¿guardería?...no no.Son un poco mayores que yo, son ninjas saben.Esos tipos que van saltando por ahí, se ocultan en las sombras y tienen la cara tapada con trajes negros y katanas en la contura...y y y...cuchillas voladoras y agujas de coser....- dice en un tono emocionado, como si le apasionara el tema pero sin embargo no tuviese ni idea.De pronto se pone de cunclillas mirando al suelo algo triste.

-Entonces no los vieron ¿no?- dice pasando su dedo por la tierra haciendo dibujos sin sentido.

Los guardias ríen al oír tus inocentes palabras. En realidad no creen que tengas amigos ninjas, ya que te toman por un niño tonto. Pero les interesa saber por qué crees que han pasado ninjas por aquí.

-Pelirrojo, ¿has visto a unos ninjas saliendo de la mina, o cerca de aquí?-. Se acercan a ti amenazadoramente para que les contestes sinceramente. Se miran entre ellos, sin saber si deben avisar a su jefe, pensando que aún está dentro.

De pronto el chico se queda en silencio ante las preguntas de los ninjas.Va elevando la cabeza poco a poco aún acunclillado en el suelo.

-¿Teneis miedo a la muerte?- les pregunta con una sonrisa macabra.De pronto cuatro shuriken atraviesan al chico, sorprendiendo a los ninjas mientras que la imagen desaparecía ante sus ojos.

Los guardias se quedan atónitos al ver que del pecho del clon salen disparados cuatro shurikens hacia ellos, a la vez que desaparece. Pero no tienen tiempo de ver al verdadero Bijo, ya que los shurikens impactan en ellos, tirándolos al suelo.

De proto, el suelo bajo los guardias, comenzó a tonarse de una textura líquida, o eso parecía cuando la roja cabeza de Bijô comenzaba a asomarse, con una mirada fija y vacía, y en general su rostro serio.

-¿Había dicho si temeis a la muerte...?- dice con el cuerpo ya fuera del suelo y sobre tierra firme mirando a los guardias heridos y tirados en el suelo.

El guardia de la maza se levanta jadeando.

-La muerte no es nada comparado con lo que te voy a hacer, maldito niñato... Entonces eres un ninja, o al menos usas armas de tal. Me vas a pagar cada herida recibida...

El que tiene cara famélica se pone de pie con dificultad. El brazo izquierdo le sangra. Es incapaz de moverlo debido al dolor, pero aun así empuña su arma, dirigida hacia ti. Tiene la cara blanca por la pérdida de la sangre, pero aun así aguanta de pie.