Partida Rol por web

Habitación 3:

Al llegar a la habitación, no os dio mucho tiempo de dejar las maletas en su sitio, ni siquiera para ojear si la limpieza había sido pulcra, pues...

Una mujer joven se estaba precipitando al vacío. Fue tal el impacto contra el suelo, que su cuerpo frágil quedó reventado contra el asfalto. Los sesos estaban esparcidos, se le había salido los ojos y la boca se encontraba abierta.

Menudas vacaciones...

Ni siquiera llegasteis a vuestra planta, cuando el triciclo de un niño pasó por delante de ustedes.

Os miró con desinterés y prosiguió con su camino.

Sin embargo, al mirar el crío hacia el frente, emitió un grito tan estridente que sentíais como os rebotaba en el tímpano.

El niño se apresuró a correr hacia la esquina del pasillo y desapareció tan rápido como alma que llevaba el diablo. 

- Demonio de niño, el susto que me ha dado. ¿Estás bien Gabrielle? No se que hace un niño tan pequeño solo por aquí, debería estar con sus padres.

Tras el incidente con el pequeño cojo de nuevo el equipaje y prosigo con mi ex hacia nuestra la habitación a ver si por fin me daba esa ducha y me relajaba un poco antes de volver con el resto.

Al abrir la puerta nos recibe una habitación bastante sencilla, limpia y algo pequeña en comparación a lo que solemos ocupar cuando viajamos.

Luego iré a recepción y pediré una nueva, algo más grande y con más lujos. También pediré que nos traigan una buena botella de champagne y algunas fresas esto no me arruinará las vacaciones con mi mujer.

Lanzo un rápido vistazo al baño, parece que hay bañera y está bastante limpia, algo es algo. Caroline está repasando la habitación con la vista, seguro que piensa como yo, un cambio de cámara será lo mejor. Tiro las maletas a un lado agarrando por sorpresa a mi mujer y nos lanzamos a la cama, nos besamos y revolcamos perdiendo algunas piezas de ropa por el camino.

- ¿Preparo un buen baño caliente y seguimos? – le lanzo una sonrisa pícara y le muerdo la oreja.

Me levanto sin la camiseta pensando en que sales de baño utilizaré para el primer baño de las vacaciones, pero algo hace que dirija la mirada hacia la ventana.

- Car…ca… cariño, – balbuceo – eso, eso, ¿es una niña? ¿está en una repisa? NO ME JODAS ESTÁ EN LA REPISA.

Me lanzo a la ventana y la abro de par en par, busco mi teléfono, no lo encuentro.

- ¡Busca el teléfono vida, llama a recepción y sino llama a urgencias!

Algo me dice que no es lo mejor, pero chillo, chillo a esa niña para que vuelva a la ventana, deseando que Caroline venga y me diga que es una alucinación, que volvamos a la cama…

- ¡NIÑA, REGRESA, REGRESA A CASA, VA!

Gabrielle estaba lo suficientemente molesta para gritar, pero conseguía disimularlo, internamente juro que si volvía a ver a la pareja les pediría que no fumaran, no importaba lo que pensaran, ellos eran los clientes y el cenicero andante le había dado migraña... Era incluso peor que cuando debía estar con algún inversor de peliculas u obras de teatro, por lo menos entonces había un beneficio añadido para soportar todo. 

Tal vez fuera por eso que no tomó verdadera atención al resto en cuanto llegamos al hotel y no se le ocurrió saludar a quien había reconocido; para el caso, tampoco la había mirado... podría arreglarse con decir que estaba agotada cuando se reunieran con el resto más tarde.

Había asentido, agotada, cuando Robert había sugerido ir a su habitación, y allí se dirigieron cuando un crió se cruzo en su camino, montada en un monociclo, casi provocándole un paro cardiaco al soltar un grito segundos más tarde. 

Se cubrió los oídos ante el chillido, para luego volverse a ver a Robert, le dolía la cabeza, no podía preocuparse porque había asustado al niño, o más bien no quería, pero ya que. 

-Estoy bien, aunque tiene unos pulmones demasiado fuertes -se quejo -Probablemente esta tan en vacaciones como nosotros, y sus padres han querido perderlo de vista un tiempo - termino tratando de darle gracia al asunto, relajándose inadvertidamente al hablar, para luego mirar hacía atrás a lo que sea que hubiera asustado al niño mientras continuaba hablando. 

-Vayamos a la habitación, me muero por un baño y cambiarme... Traje algunos analgesicos por si quieres algo con ese grito no me sorprendería si te duelen los timpanos. -Finalizo. 

-Me gusta este lugar - Comente, mientras íbamos a nuestra habitación, lo que no era mentira, el hotel tenía una buena fachada y aunque no estaban los recepcionistas, el resto de parejas no parecía desagradable, por lo que estaba seguro de que lo pasaríamos bien, tenía la llave en una mano, junto a la maleta con ruedas que llevaba -Por cierto, ¿me dirás cuál es el plan de estas vacaciones? sé que dijiste que era una sorpresa, pero no me molestaría una pista -mantuve el tono alegre al hablar, abriendo la puerta de la habitación y haciéndome a un lado para que Mike pasara primero, antes de seguirlo al interior. 

Y entonces todo se arruino. 

Las ventanas estaban abiertas, los mismo que las cortinas dando una buena vista de no ser por... 

la mujer que acababa de pasar cayendo frente a nuestros ojos por aquella misma ventana. 

-¡Mike! -no pude evitarlo y grite el nombre de Mike antes de verlo a él, con los ojos abiertos de par en par, y luego ir a la ventana para ver claramente y asegurarme de que no lo había imaginado todo, por estúpido que pareciera, era la primera vez que veía algo tan horrible como aquello.

Me estremecí, una mezcla de asco y horror antes de volver a ver a mi esposo... tal vez el lugar no me gustaba tanto como antes... cerré las cortinas en un reflejo apresurado.

-¿Deberíamos llamar a la policía? -no tenía ni idea de cuál era el número aquí o si alguien más ya lo había hecho, quería coger nuestras maletas y cambiar de hotel lo antes posible.

Aunque, antes de todo eso, fui y me abrace a él, no sabía si en busca de apoyo moral o por dárselo a él. 

 -Por cierto, ¿me dirás cuál es el plan de estas vacaciones? sé que dijiste que era una sorpresa, pero no me molestaría una pista -

- Mierda... ¿cuál es el plan? -

Yo sólo reservé las vacaciones y luego, como me pasa siempre, lo deje todo al buen azar, al "verlas venir" como dicen en este país. Como siempre, mi poca capacidad para planear el futuro e invertir y preparar acordemente me va a pasar factura. Si hubiese sido él quien reservase las vacaciones, seguro que tenía ya un plan hecho de cabo a rabo. ¿Yo en cambio?

- Joder, joder, joder... piensa Mike, piensa... -

Pero poco hay que pensar. Mientras mis orejas se ponen rojas del esfuerzo, y fuerzo una sonrisa de puro amor preocupado y avergonzado cuando William me abre la puerta a la habitación, el tiempo parece detenerse.

Una sombra, una figura, cae a toda prisa por la ventana.

-¡Mike! -

Mi sonrisa desaparece, al igual que todas mis preocupaciones, al tiempo que mis ojos se abren como platos, incrédulos ante lo que ven pasar por delante.

- ¿Deberíamos llamar a la policía? -

Abrazo a William de vuelta pero por alguna razón no puedo apartar la mirada de la ventana, ahora tapada. Pasados unos segundos de angustia.

Separándome medio paso de William, saco el teléfono y me acerco a la ventana.

- No... no lo se... - Le digo honestamente. - S... Sí... llama... llama por si acaso... -

Aún me cuesta creer lo que han visto mis ojos, así que decido asomarme a la ventana con el teléfono por delante mientras saco un vídeo de la situación en el suelo y, al sacar la cabeza, vuelvo la mirada hacia la fachada y escaneo el hotel, tratando de ver desde dónde ha caído la mujer.

De alguna manera, mi cabeza no es capáz de procesarlo y piensa que todo debe ser una broma de mal gusto, con lo que intento pillarla con el teléfono para que luego podamos reirnos todos al recordar tamaña inocentada que nos han gastado...

- ¿Hola? - Anuncio por la ventana hacia la fachada del hotel en todas las direcciones - ¿Hay alguien ahí? ¿Punk'd crew? - 

- Si  gracias, dame un analgésico que me calme porque me puso de los nervios. Gritando así no me extraña que sus padres le den rienda suelta para relajarse.

Estamos en la habitación, y mi cara de decepción, hubiera sido la portada principal de una revista de paparazzi e incluso hasta un meme sacarían de ella. En si no lo puedo creer, como nos puede tocar una habitación tan cutre y pequeña, acaso no tienen algo mejor. Pero como es de esperar, mi esposo me despeja cuando comenzamos a besarnos con dulzura y mucha pasión. 

Esos besos me matan, no voy a negar que me pone cachonda en cuestión de minutos y que va, nos lanzamos a la cama para quitarnos la ropa y ser nosotros mismos. En ese instante me olvido de todo, hasta de la cama que cruje al subirse a ella. Luego cuando se separa, muerdo mi labio inferior y asiento, dispuesta a todo con él en un aquí g ahora único. 

Pero como se queda de parado a mitad de camino, alzo una ceja y bajo de la cama solo con la ropa interior puesta. Al ver de qué se trata aquello, que mi esposo lo inquieta, compruebo que se trata de una niña pequeña caminando por el borde. 

- ¿Pero... Qué? - pregunto y salgo corriendo por el móvil. - Llamo a la policía, esa niña no puede estar ahí. 

Marco el número y cuando me atiende digo:

-​​​​​ Soy Caroline Jones, estoy en el hotel* y hay una niña en peligro. Venir por favor. - digo en un tono serio, nerviosa. - Necesita ayuda, y no se ve unos Padres ahí. ¡Vengan por favor. 

No había línea, por lo que, no pudisteis realizar la llamada.

Pero la llamada no era respondida porque... ¡No había línea! Así pues, cuando volvisteis a asomaros en el balcón, el cuerpo seguía ahí abajo. ¿Y si pedíais ayuda a alguno de vuestros compañeros? Tal vez, se encontrase algún médico en la sala.

Nadie responde.

Ni a mis preguntas desde la ventana, ni por lo que parece a la llamada de William.

Me aparto de la ventana y por poco dejo caer mi móvil al vacío habiéndome olvidado que estaba grabando con él. Termino el vídeo y tiro el móvil sobre la cama.

Me llevo las manos a la cabeza y comienzo a respirar más fuerte de lo normal.

- Nonononononono... esto no puede estar pasando. -

Miro a mi marido con un claro gesto de pánico en mis ojos.

- ¡¿Qué hacemos?! -

-Ay, como si no supiera de Greta por Insta!- Le respondí, lo quería mucho, pero ya no aguantaba más. Así que le tomé la mano y para irnos a la habitación 1. ¿Tendríamos balcón, terraza? Ya quería llegar y relajarme en la ducha. Al entrar, quedé algo sorprendida, si era una de las habitaciones que aparecían ofrecidas, pero era algo... Decepcionante, por decir lo menos. Nada parecido a las habitaciones del resort donde trabajo.

-Bueno, no estaba esperando algo cinco estrellas, pero... Algo de limpieza no podría estar mal, ¿no lo crees, amor?- Le dije mientras entraba y me daba vueltas mirando a los detalles de la habitación, y ese ruido raro en la ventana, en definitiva me descolocaba.

Yo no pierdo el control

Normalmente no lo hago, mi estilo de vida exige que todo este controlado, incluido yo el 99% del tiempo... porque sino me volvería loco... 

Y es lo que esta pasando ahora...

¡y no debería estar pasando!

No debería porque, de verdad, no puedo recordar la última vez que sentí tanta ansiedad en mi vida, y mi madre muriendo ni siquiera es algo que recuerde porque solo recibí la llamada y nuestro padre no habría permitido que viera el cuerpo si es que quedaba algo después del accidente... así que, en realidad no debería perder el control. 

El teléfono cae de mis manos y me siento mal, enfermo, y no se porqué, porque, yo.no.pierdo.el.control 

Y la policía no contesta, solo escucho el pitido sin fondo que anuncia que no hay linea y sé que Mike me esta diciendo algo, pero... 

Realmente no puedo ocuparme de él en este momento. 

Mi celular cae de mis manos hasta el suelo de la habitación en cuanto escucho el pitido anunciante de falta de cobertura, y podría querer comenzar a gritar de no ser porque, realmente... no tengo ni idea de que poder hacer en este momento. 

Me siento enfermo de forma inmediata y ver a Mike en esa ventana es realmente enfermo... debería ser capaz de... bueno, realmente debería ser capaz de no ver esto. 

Quiero pedirle que vuelva acá.

En cambio corro a la puerta del baño privado que tenemos en la habitación y entro sin más ceremonias, vaciando el contenido de mi estomago en el inodoro, tomando en cuenta que no he comido casi nada desde la mañana... todo se resume a bilis amargándome la vida. 

Realmente no puedo contestarte ahora mismo, Mike... 

Gabrielle abrio su bolso de mano y de el saco un frasco de pastillas y una botella de agua sin abrir, que le entrego a Robert con un gesto confiado. 

-ten, ahora... Creo que esa habitación es la nuestra -comentó caminando en direccion a una puerta con el número en sus llaves. 

Tomo la pastilla y me dirijo a nuestra habitación. Abro la puerta y la dejo pasar a ella primero.

- Pasa Gabrielle, veamos que tal está este hotel. Y miremos si tenemos buenas vistas.

Una vez ella entra, paso tras ella y cierro la puerta llevando la maleta hacia la cama para colocar el equipaje. Antes de eso salgo al balcón para observar las vistas.

Observo la habitación con cierta cara de decepción, desde luego no es lo prometido y todo está bastante sucio pero bueno, al final las comodidades no es algo que tenga como objetivo vital.

- La verdad es que algo de limpieza no vendría mal... Pero tampoco esperaba mucho de esa gente ¿has visto lo descerebrados que parecen? Y además no tienen ni idea de lo que es ventilar. - entre el olor del coche y el del cuarto, vaya día, casi prefiero el abono natural.

- Igualmente lo importante es que estés tú, mi amor. - la agarro por la cintura y doy un apasionado beso. - ¿Deshacemos las maletas? - se tuerce mi gesto ante el ruido de la ventana y me dirijo allí. No hay nadie, que extraño, pero bueno no le doy mayor importancia y miro de nuevo a mi esposa. - ¿Se te ocurre algún plan?