Partida Rol por web

Sonrio a Elena y a An tras escucharlas, se ponen hablar de matrimonio y me centro en el trabajo de colocar los sacos, tras un rato...

-Bien, esto va a buen ritmo.... Vais a ser vosotros los que organicen las guardias, podeis elegir a quien querais, os aconsejo elegir a algún veterano para que os instruya y aconseje. Hareis grupos de dos o tres, según veais.- Les comento el siguiente paso, puesto que asi nos organizamos mejor....

Fernando iba y veníacon los sacos de arena, no pudo evitar oir las conversaciones y reirse con cada uno de los comentarios.

-Dejadla que ya se quedara prendada de un sapo- dice entre risas, luego mira a Julia, su reacción su comentario, parecía incomoda- Compañera, no te aflijas que ya no hay matrimonios, ahora cada cual puede elegir con quién quiere estar y es responsabilidad de cada uno que eso dure lo que tenga que durar. ¿O acaso vas  a dejar que un cura te diga con quien puedes estar?¿O que un anillo te ate a una persona a la que no quieres? Es normal que todavía pienses con las reglas de ayer, pero ¿Ves eso?- dice señalando los edificios derruidos- Son ruinas, cuando acabe esta guerra asquerosa vamos a levantar un mundo nuevo y se van a acabar los señores y señoras y las leyes absurdas y todo eso que no hace más que encadenarnos y hacernos desgraciados. No será un mundo perfecto, lo sé. Pero será mejor que este.

Miro a José encogiéndome de hombros:

- Me da igual el turno... si quieres lo echamos a suertes a ver cómo nos emparejamos, o mira a ver quienes saben disparar para que estén con los que no...

-A mi de ma igual con quien me enparejeis- Me encojo de hombros - Pero si somos pares podríamos ser hombre y mujer, aunque si no os gusta la idea, solo lo comento por que así la cosa estaría pareja en mitad de un ataque.

Les sonrío y presto atencion a José, que parece tener cosas importantes que contarnos.

 Acarreando sacos en silencio, concentrado en algo que siempre se me dio bien, escucho la soltura con la que hablan esta gente de ciudad. Por menos el cura del pueblo nos hubiera puesto las palmas de las manos llena de cardenales si se nos ocurre hablarle así a las mozas y sobre todo si a ellas se les ocurre seguirnos la corriente. Menos mal que a la era no llegaba el cura. Recuerdo los años antes de que todo se viniera abajo y tuviera que salir huyendo de Paradas para acarrear sacos tras los que disparar.

- Yo como me digais - me encoji de hombros - pero... no se disparar asi que aconsejaria que conmigo se pusiera algo que si supiera, por si las moscas - adverti, vi al andaluz cargando con un saco en silencio, casi no habia dicho palabra alguna - ¿te ayudo? - le pregunte

 - Gracia'. Nunca viene mal una ayudita. Aunque en el pueblo estaba acoztumbra'o a cargar zaco' azí de peza'o' dezpué' de la cozecha.- 

Me agacho a coger un nuevo saco pero me paro con él en el hombro para volverme de nuevo a Ana María.

- No zé zi te zerviré pero podríamo' ponerno' junto' en la barricá. Azí no' podremo' ayudá' cuando vengan lo' facha'. Mientra' aprenda' a dizpará' me puede' carga' la ezcopeta. Y cuando quiera' dizpará' me lo dize y te pazo la ezcopeta.-

- Bueno, yo no entiendo de estrategias y esas cosas asi que no tengo ningun inconveniente en que seas mi compañero de turno - aunque tiene el saco colgado al hombro, intento sostener algo del peso para que no recaiga todo sobre el pero me da que tampoco es que sea demasaida ayuda - ¿Cuando aprendiste a disparar? yo tenia un primo que sabia disparar desde pequeño, en el pueblo le enseñaron a cazar, pero hace mucho que no se de el - le comente

Fernando continúa con las labores de construcción durante un rato antes de pararse, en ese momento observa la barricada y mira a Ana mientras se acaricia la barbilla.

-¿Y por qué no disparas ahora a algún saco? Así podremos ver si la barricada sireve pa algo- se gira hacia José- Quizá no lleguen a ser expertos tiradores en 5 minutos pero podrían aprender lo básico. Recargar, mantener al arma limpia, apuntar...

 Acompañado por Ana María llevo el saco hasta la barricada para colocarlo en ella.

- Ten cuida'o, que vamo' a zortarlo. Aquí.-

- Yo también aprendí con mi padre y mi tío. Cuando íbamo' a la faena ziempre llevábamo' la ezcopeta por zi zalía arguna liebre en el camino. Y no ze me daba ma'. Aunque en el pueblo tiraba con perdigone' y aquí tenemo' bala'. Hay que apuntá' mejo'. ¿Quiere' probá'?.-

Fernando y Ramón pensaron que seria una buena ida enseñarme lo basico y a la vez probar la barricada - Bueno yo ... - dije con temor - Vale - afirme, tenia que aprender y ser util - ¿que tengo que hacer? - pregunte a ambos chicos a ver que indicaciones me daban

-La verdad es que si podríamos hacer practicas de tiro, pero después de terminar las barricadas.

Amontono algunos sacos mas, y me pongo a revisar el arma. La desmonto, le limpio el cerrojo, la vuelvo a montar. La cargo y la calibro, la regulo, apunto y quito el seguro.

-La mía ahora está preparada para disparar. ¿Alguien quiere probar?

- Dásela a Ana, Luis. Ella es la primera que quiere aprender. A mi me enseñó mi hermano...no os preocupeis por mi.

Miro distraidamente en la dirección de Julia, con la pregunta pintada en el rostro... ¿No quieres probar?

Me hacerque a Luis curiosa mirando el arma - ¿Como se coge? mas os vale quitaros del medio por si acaso - digo nerviosa

Les miro con la cara de: No me han entendido?

-Mmmmm... Por eso he dicho que en las guardias escojais a un veterano. Como veterano estamos, Fernando, Paloma, por ahí veo a Rocio y yo. De momento que vea....

Asi, os podrá explicar todas las dudas y preguntas. Disparar ahora, no lo veo factible, pues no sabemos cuando vendrán o tendremos suministros, creo que es mejor ahorrar munición, pero si os apetece no os lo voy a negar.

Y camaradas, un poco de compromiso. No me valen los me da igual, o como querais... Sois o no sois parte de la revolución? Pues quiero que lo sintais.... Elecciones, eso era un lujo en el pasado gobierno, y yo os lo regalo en éste que estamos creando...-

Comento apoyandome tras poner el ultimo saco en la barricada, aparte esta reforzada con escombros....

 Avergonzado por las palabras de José dudo en terminar de darle el arma a Ana María.

¿Compromiso? ¿Qué sé yo de democracia, si nunca he votado? En el pueblo siempre han mandado los mismos, los que tienen el dinero y las tierras. Da igual cómo se llamen. Y yo sólo quiero matar fachas para poder volver al pueblo y ver a mis paisanos. Si queda alguno que no sea facha...

Miro a José, de pronto tan entregado a los ideales....

- De acuerdo. Tienes toda la razón. Quiero hacer la guardia contigo, creo que podrás explicarme muchas cosas de cómo están las cosas en Madrid ahora mismo. Disparar entonces, deberíamos despalazarnos hacia la sierra a practicar, o dejarlo en manos de los que ya sabemos.

José, mi "me da igual" se refiere a que ya he hecho turnos de noche, que no necesito ningún trato de favor en ese terreno. Quiero estar en tu turno. ¿Te parece bien?

Le miro directamente, apoyada en la pala, recobrando la autoconfianza que mi padre y mi hermano me enseñaron a tener.

Iba a tomar la pistola de Luisin cuando llego Jose y dijo que no era una buena idea al menos de momento. Entrelace las manos detras de mi espalda y asenti. Elena queria hacer el turno con el, ¿seguro que era para saber todo eso que queria saber? porque eso tambien se lo podia contrar otro miliciano.

Sonrei maliciosamente

Fernando sonrió asintió a todo lo que dijo Jose.

- Está bien compañero creo que tienes razón en todo lo que has dicho, pero aún con todo, y como tenemos confianza creo que deberíamos comprobar si los sacos de arena sirven, y si por lo menos hay que dar un tiro, mejor será que lo dé la compañera Ana para que sienta el retroceso y vea como funciona el fusil. La munición es escasa pero mejor será que se tenga una experiencia de fuego y se gaste ahora una bala a que en la batalla no sepa que hacer y perdamos a una compañera-dice mirando a José.

-Por otro lado yo me ofrezco a hacer guardia con quien sea, quizá a la compañera Julia le venga bien un poco de formación militante aparte del uso del fusil, aunque yo me acojo a la compañía de quien quiera.

Devuelvo la mirada a Elena, y asiento con la cabeza. -Me parece bien. Haremos la guardia juntos.- La digo con una sonrisa calida. Luego me acerco a An.

-Fernando, tienes razón. A ver An...- La comento cogiendo su fusil y poniendoselo en las manos. La llevo a unos pasos de la barricada, y pongo mis manos sobre las suyas. La de la guarda del arma la aprieto un poco, y con la otra la guio al cerrojo. -Éste es el movimiento para cargar el arma, es de "cerrojo" porque se parece a uno...- Amartillo el arma haciendo el movimiento con su mano. *Cla-Clahh-Cla-clack!*

-Ahora apoya la culata en el hombro...- La mano del cerrojo se la pongo en el mango. -No toques aún el gatillo.- La aconsejo.

-Para apuntar, tienes que cuadrar éstas mirillas, cierra un ojo, se apunta mejor asi, ahora decide un blanco y dispara, aprieta el gatillo, no lo acaricies.- La instruyo enseñandola por dónde estan las mirillas y como mirar. Luego me separo de ella y la dejo sola.

-Echa el cuerpo un poco hacia delante, el Mauser tiene un poco de retroceso.- La termino de aconsejar esperando a que dispare.