Partida Rol por web

Me acerqué a mirar por la ventana de la casa de Kim para analizar lo que estaba pasando y así proceder.

A través de la ventana puedes ver a Kim apuntando con un cuchillo a Nozomu y a Jun. Estos están a los pies de la cama, sin ningún arma en las manos, de hecho parecen estar intentando calmarla. Por otra parte en la entrada están Yona, Shizuka y Lev, aunque parecen estar todos de brazos cruzados. No ves a Saigo dentro.

Me pongo en posición defensiva dejo la pala y cojo la cuchilla. Estoy preparado para cuando entre Yona al baño. Directamente la atravesaré la garganta con la cuchilla en cuanto ponga un pie dentro de la manera más sigilosa que pueda.

- es cierto Nozomu podría decir que fui manipulada, unirme al bando ganador, fingir que todo este tiempo Saigo me ha amenazado. Pero no quiero, ya no quiero jugar más estos juegos mentales

Me reí un poco cuando me amenazó, no podía evitarlo. La tensión me estaba empezando a poner nerviosa.

- Lo admito nozomu me ganaste, eres mucho más listo que yo. Aunque no tan adorable. Pero cometes un error al pensar que valoro demasiado mi vida sin un mundo al que volver ni fans que me amen, honestamente no tengo razones para vivir. De mi no van a conseguir nada

La alternativa de las luces no era válido ahora. Tenía que ser algo más directo. Cogí una piedra y directamente lo lancé contra la ventana para luego ocultarme.

Nozomu viendo que Yona sigue empanada, decide hacer el trabajo el mismo, eso sí llevándose a la enfermera consigo; no vaya a ser que le ataquen y este no tenga la ventaja estratégica de tener a alguien consigo a todas partes signifique su muerte próxima. - Usando los elementos que había por casa para bloquear las puertas y tapar las ventanas de la vivienda con las cortinas -y persianas- eso sí, sin pasar por delante de ellas, no vaya a ser...

Al terminar volvió a la habitación esperando que todo se solucionara de forma pacífica.

-Y guapo. -Añadió a una conversación que había terminado... y tuvo que hacer todo eso para tener una respuesta a ello.

¡Una piedra entra a través de la ventana!

-Jun. Tu decides, yo te sigo... pero hazlo antes de que prendan fuego a la casa... Dejarlos sin atar nos atacarán por la espalda...

- No me arrepiento de nada

Corro a esconderme al baño en cuando veo la piedra cruzar la ventana jalando a Lev conmigo y la cierro usando todo mi peso para que nadie entre.

- ¡IDIOTA! - Jun grito. Los ojos los tenia cerrados, los dientes rechinaban y su respiración se entrecortaba. - ¿Como puedes ser tan... idiota? - El chico con la mirada en el suelo dio un paso hacia ella. Apenas abrió los ojos, solo para saber donde pisaba. Los trozos de la PDA crujieron por la cabaña reverberando la tensión que se había generado en la habitación. Otro paso mas le separo del grupo, quedándose frente a Kim. - ¡IDIOTAAAA! - Levanto la mirada para ver a Kim con sus propios ojos. Una lagrima se deslizo por su mejilla

- idiota... ¿Piensas de verdad que fingí nuestra amistad? ¿Que soy un mounstro? ¿Que no has sido siempre la única en la que he confiado? Sospechaba que querías a Saigo pero eso no hacia que lo que yo sintiera por ti no fuera real - Jun dio otro paso, esta vez las fuerzas le fallaron y cayo con una rodilla en el suelo, la madera crujió haciendo un agujero en el suelo. Se quedo un segundo haciendo chirriar sus dientes. - Eres la única que sabia sobre esto - La mano del chico alcanzo la pistola que tenia escondida. Agarrandola con fuerza y apuntando al suelo se puso en pie. Sus lagrimas resbalaban por el arma. Cada vez mas cerca de Kim. 

- Me da igual que Saigo sea sangre azul. Yo solo quería sacaros de aquí. Evitar mas muertes. - Jun volvió a mirar a Kim. - Salve a Saigo justo cuando le habáa clavado un cuchillo a Shizuka en la muñeca y parecía el mas sospechoso, Salve a Nozomu cuando estabas a punto de matarlo. - El bufido de Kim sobre esa acción fue sonoro. - ¿Sabes porque cuando dices que ya no confías en mi ni en nadie puedo decir que te entiendo? ¡Llevo tres dias sintiéndome así! Lo sabes mejor que nadie - 

Jun dio un ultimo paso para frente a Kim. Levanto su mano izquierda mientras mantenía su arma hacia abajo con la derecha. Acaricio la mejilla de la chica. Su voz se torno cálida como si nada mas importara. Quizás la fantasía de la cena era contagiosa. - De nada idiota, ¿Acaso un lugar así no es el paraíso?

_-_-_-_-_-_-_-_-_

Después Jun se giro dando la espalda a Kim y encarando al resto de gente. Su mirada había cambiado, sus ojos seguían rojos y se podía ver el rastro de lagrimas por sus mejilllas. - Esta claro que a ella le enviaron mensajes desde tu PDA, viejo. Ha sido tan engañada como todos nosotros. Esta libre de culpa. - Después cogió su arma con ambas manos. Aun apuntado al suelo. Este arma solo tiene una bala. Sera para la persona que intente poner un dedo encima de Kim ¿Ha quedado claro? - Jun permaneció impasible de espaldas a Kim, frente al resto de personas.

Lev no dijo nada, siempre supo que eran unos asesinos...si habían entrado en oasis, adelante. Él consideraba que eso formaba parte del pasado y que no tenía nada que ver con quien era ahora. 

Por supuesto, no enseñó su PDA* pero si contestó:

-Saigo no está aquí, ni sé donde está ni voy a colaborar en asesinarlo... -dijo molesto.

Cuando entró la piedra y Kim tiró de él la siguió hasta el baño.

- ¡IDIOTA! - Jun grito. Los ojos los tenia cerrados, los dientes rechinaban y su respiración se entrecortaba. - ¿Como puedes ser tan... idiota? - El chico con la mirada en el suelo dio un paso hacia ella. Apenas abrió los ojos, solo para saber donde pisaba. Los trozos de la PDA crujieron por la cabaña reverberando la tensión que se había generado en la habitación. Otro paso mas le separo del grupo, quedándose frente a Kim. - ¡IDIOTAAAA! - Levanto la mirada para ver a Kim con sus propios ojos. Una lagrima se deslizo por su mejilla

- idiota... ¿Piensas de verdad que fingí nuestra amistad? ¿Que soy un mounstro? ¿Que no has sido siempre la única en la que he confiado? Sospechaba que querías a Saigo pero eso no hacia que lo que yo sintiera por ti no fuera real - Jun dio otro paso, esta vez las fuerzas le fallaron y cayo con una rodilla en el suelo, la madera crujió haciendo un agujero en el suelo. Se quedo un segundo haciendo chirriar sus dientes. - Eres la única que sabia sobre esto - La mano del chico alcanzo la pistola que tenia escondida. Agarrandola con fuerza y apuntando al suelo se puso en pie. Sus lagrimas resbalaban por el arma. Cada vez mas cerca de Kim. 

- Me da igual que Saigo sea sangre azul. Yo solo quería sacaros de aquí. Evitar mas muertes. - Jun volvió a mirar a Kim. - Salve a Saigo justo cuando le habáa clavado un cuchillo a Shizuka en la muñeca y parecía el mas sospechoso, Salve a Nozomu cuando estabas a punto de matarlo. - El bufido de Kim sobre esa acción fue sonoro. - ¿Sabes porque cuando dices que ya no confías en mi ni en nadie puedo decir que te entiendo? ¡Llevo tres dias sintiéndome así! Lo sabes mejor que nadie - 

Jun dio un ultimo paso para frente a Kim. Levanto su mano izquierda mientras mantenía su arma hacia abajo con la derecha. Acaricio la mejilla de la chica. Su voz se torno cálida como si nada mas importara. Quizás la fantasía de la cena era contagiosa. - De nada idiota, ¿Acaso un lugar así no es el paraíso?

Jun miro a Kim. Se inclino hacia ella. Entrecerró los ojos como si fuera a hacer un salto de fe. Nada mas importaba, la vorágine de estos últimos, nada. Sus labios se juntaron. el calor surco el cuerpo de jun, un sentimiento de paz le invadió. Tras uno segundos se separaron, mirandose. Jun sonrió con una sonrisa de verdad como nunca había visto nadie en esta isla.

Después Jun se giro dando la espalda a Kim y encarando al resto de gente. Su mirada había cambiado, sus ojos seguían rojos y se podía ver el rastro de lagrimas por sus mejilllas. - Esta claro que a ella le enviaron mensajes desde tu PDA, viejo. Ha sido tan engañada como todos nosotros. Esta libre de culpa. - Después cogió su arma con ambas manos. Aun apuntado al suelo. Este arma solo tiene una bala. Sera para la persona que intente poner un dedo encima de Kim ¿Ha quedado claro? - Jun permaneció impasible de espaldas a Kim, frente al resto de personas

Un piedra reventó una ventana. Jun salto hacia la ventana con el arma levantada. 

Jun

- ¡IDIOTA! - Jun grito. Los ojos los tenia cerrados, los dientes rechinaban y su respiración se entrecortaba. - ¿Como puedes ser tan... idiota? - El chico con la mirada en el suelo dio un paso hacia ella. Apenas abrió los ojos, solo para saber donde pisaba. Los trozos de la PDA crujieron por la cabaña reverberando la tensión que se había generado en la habitación. Otro paso mas le separo del grupo, quedándose frente a Kim. - ¡IDIOTAAAA! - Levanto la mirada para ver a Kim con sus propios ojos. Una lagrima se deslizo por su mejilla

- idiota... ¿Piensas de verdad que fingí nuestra amistad? ¿Que soy un mounstro? ¿Que no has sido siempre la única en la que he confiado? Sospechaba que querías a Saigo pero eso no hacia que lo que yo sintiera por ti no fuera real - Jun dio otro paso, esta vez las fuerzas le fallaron y cayo con una rodilla en el suelo, la madera crujió haciendo un agujero en el suelo. Se quedo un segundo haciendo chirriar sus dientes. - Eres la única que sabia sobre esto - La mano del chico alcanzo la pistola que tenia escondida. Agarrandola con fuerza y apuntando al suelo se puso en pie. Sus lagrimas resbalaban por el arma. Cada vez mas cerca de Kim. 

- Me da igual que Saigo sea sangre azul. Yo solo quería sacaros de aquí. Evitar mas muertes. - Jun volvió a mirar a Kim. - Salve a Saigo justo cuando le habáa clavado un cuchillo a Shizuka en la muñeca y parecía el mas sospechoso, Salve a Nozomu cuando estabas a punto de matarlo. - El bufido de Kim sobre esa acción fue sonoro. - ¿Sabes porque cuando dices que ya no confías en mi ni en nadie puedo decir que te entiendo? ¡Llevo tres dias sintiéndome así! Lo sabes mejor que nadie - 

Jun dio un ultimo paso para frente a Kim. Levanto su mano izquierda mientras mantenía su arma hacia abajo con la derecha. Acaricio la mejilla de la chica. Su voz se torno cálida como si nada mas importara. Quizás la fantasía de la cena era contagiosa. - De nada idiota, ¿Acaso un lugar así no es el paraíso?

Jun miro a Kim. Se inclino hacia ella. Entrecerró los ojos como si fuera a hacer un salto de fe. Nada mas importaba, la vorágine de estos últimos, nada. Sus labios se juntaron. el calor surco el cuerpo de jun, un sentimiento de paz le invadió. Tras uno segundos se separaron, mirandose. Jun sonrió con una sonrisa de verdad como nunca había visto nadie en esta isla.

Después Jun se giro dando la espalda a Kim y encarando al resto de gente. Su mirada había cambiado, sus ojos seguían rojos y se podía ver el rastro de lagrimas por sus mejilllas. - Esta claro que a ella le enviaron mensajes desde tu PDA, viejo. Ha sido tan engañada como todos nosotros. Esta libre de culpa. - Después cogió su arma con ambas manos. Aun apuntado al suelo. Este arma solo tiene una bala. Sera para la persona que intente poner un dedo encima de Kim ¿Ha quedado claro? - Jun permaneció impasible de espaldas a Kim, frente al resto de personas

Un piedra reventó una ventana. Jun salto hacia la ventana con el arma levantada. 

Después de eso, Kim y Lev entran en el baño. 

Ahí estáis los tres en el baño, bien encerrados.

Nozomu se encogió de hombros. A fin de cuentas, ambos coincidían en algo, "No matar a Kim", por lo que, con la dirección del periodista, mandó a Shizuka y a Yona trabajar bloqueando la puerta. Ellos no serán heridos, al menos no por su colaboración a favor de los monstruos y en contra de la humanidad... o bajo el mano de ellos.

-Así se hará... pero supongo que sabes que ella "es" de Saigo, al menos hasta que sus fero-cosas terminen de atraerla... El lado bueno es que, ella es atraída a Saigo y está obligada a obedecerle... pero contigo... eso es distinto... Cuando todo esto termine... si logramos liberar al mundo de Saigo; podrás volver con ella... al menos como era ella "antes", ¿Verdad, Yona?.

Tras decir esto, Nozomu se puso cerca de Jun, y usando un trozo de espejo, trató de que ambos vieran la situación del exterior sin arriesgarse a ser expuestos.