Partida Rol por web

Pues de momento es todo lo que tenemos, y visto el tipo de puto enfermo al que nos enfrentamos, es probable que eso sea todo lo que vamos a tener una temporada- replicó Andrew, levantando la vista del informe y lanzándole una mirada a Leiber. Cazar a estos cabrones es una carrera de resistencia, ya lo sabes. No nos hace ningún bien salir ya cansados, y creo que todos las vamos a pasar ya los bastante putas con las cintas y los dossieres para empezar ya desde antes a comernos la cabeza. De eso tendremos tiempo de sobra. De momento hagamos nuestro trabajo, y que cada uno se las componga como pueda para hacerlo. ¿Al final no se reduce siempre todo a eso?

Empezamos bien- piensa Andrew. Bastian ya lleva puesta esa cara. Cara de "Estoy metido en esto hasta el cuello". Tarde o temprano iba a pasar, era su compañero y Leiber era de esos que se tomaban las cosas muy a pecho. Demasiado como para que ese trabajo fuese bueno para el. Lo que no esperaba es que fuese ya desde tan pronto. Thuling ya ha visto demasiados buenos polis quemados, y este caso tiene pinta de ser que los que quemas a los responsables más que una lámpara violeta a las polillas. Va a tener que echarle un ojo y confiar en que Berling sepa manejar a Murray también. O sea, que a él le toca mantener la calma y la cohesión...

Estamos jodidos.

Tras las palabras de Medina me había amntenido abtracto en mis pensamientos y en sus palabras "Papeleo...yo soy un hombre de acción lo mio no es el papeleo... me decia para mi mismo mientras miraba distaido como mis dedos toqueteaban la mesa con ritmo, gire mi cabeza para mirar a mis compañeros los cuales habían comenzado a debatir sobre el caso, yo siempre había actuado según las ordenes creo que no sabría actuar sin unas ordenes dadas por un superior, seguramente en este area me sentiria perdidisimo en este caso sin nadie que me las diese...pero bueno tiempo al tiempo ya veriamos como iban las cosas.

Me levante de la silla estirando la espalda haciendola crujir con fuerza y me acerque al resto mirandoles serio y cruzando mis brazos dando un porte más robusto de mi figura y separando un poco las piernas para dar más consistencia

-Bueno, yo soy un tio de acción asique dejaré la parte de pensar para vosotros

Les miro unos segundos encogiendome de hombros

-¿Alguna orden inmediata?

Nuevamente me asaltaba la duda me sentía perdido ante esta situación era metodico dan una orden y yo la acato, si tenia que actuar por mi cuenta estaba jodido

Después de estar un pequeño espacio de tiempo ojeando los informes, Alanis se levantó de la silla y se dirigió a la percha que había en uno de los extremos de la sala de reuniones, en la que colgó la corta cazadora marrón, volviendo inmediatamente a su sitio tomando una actitud concentrada en los informes que la esperaban. Iban a estar un buen rato en la comisaria, más valía hacerse pronto a la idea. Vestía un jersey de lana negro que estilizaba su figura y, tenía el cuello cortado desigualmente, mientras que uno se los extremos tapaba parte de la palida garganta, el otro bajaba y dejaba ver su blanco hombro y uno de los tirantes del sujetador, tan negro cómo el jersey. Vista así, la agente parecía una jovencita estudiando en una biblioteca de la universidad, algo que Alanis nunca había experimentado ya que durante ese tiempo había estado trabajando cómo camarera. Con delicadeza, aparto uno de los lados de su melena y lo coloco detras de su oreja para ver mejor, con lo que la visión se desvaneció, dejando ver el experimentado rostro de la agente.
El enfrentamiento de Thuling y Leiber sobre la moral de la tropa le daba igual, Tampoco hizo demasiado caso al comentario de Murray, quería acabar cuanto antes de revisar los papeles ya que era una tarea que no le agradaba para nada.

Andrew estudió los archivos del caso con atención, pero quedándose sólo con fragmentos sueltos de información que le pareció relevante. Esto no era lo que realmente le interesaba. Esto era papeleo, datos,  investigación policial pura y dura. Había que hacerlo, naturalmente, pero esto poco le diría acerca de las profundidades de la mente del asesino, que al fin y al cabo era su campo y era para lo que le pagaban aquí. Leiber era el hacha en este tipo de cosas, y probablemente Berling también hubiese hecho toneladas de papeleo de este tipo... los de encubiertas solían ir bastante dados por culo con papeleo para justificar sus métodos, que a menudo ponían nerviosos a los responsables de prensa. A nadie le parecía importar una mierda que funcionasen, ni que esos tíos (o tías) se estuviesen jugando la piel de una manera que el resto ni se imaginaba.

En fin, el a lo suyo. Y lo suyo era, precisamente, lo que menos querían ver en este momento. Las cintas. Y las poesías. Andy decidió darles a sus compañeros algo de tregua no poniéndose a ver las cintas ahora mismo, aunque lógicamente era lo que más le llamaba. De momento prefirió centrarse en las poesías. Se volvió hacia Murray.

No creo que tengamos nada para usted de momento, Murray, pero me gustaría que se quedase un rato. En cuanto le haya echado un ojo a esos poemas de ahí me gustaría hacerle unas cuantas preguntas sobre su hermano y Rose. Verá, parece estar bastante claro que el asesino siente algún tipo de conexión con la gente a la que mata. Se molesta en seguirles, grabarles, grabar su muerte e incluso componerle un poema. Muchas molestias para ser víctimas escogidas al azar. Tiene algún método de escoger víctimas, algo que les llama de ellas, y me gustaría ver si entre lo que me cuenta de su hermano y Rose hay algo que me de alguna idea de por qué escogió matarla precisamente a ella. Es una línea de investigación bastante tangencial, pero uno no enchirona a cabrones retorcidos como este yendo recto, y de ese modo tampoco le dejamos de brazos cruzados sin nada que hacer. Vaya pensando, quiero saber todo lo que me pueda decir sobre ellos. Escríbalo si lo cree conveniente. Yo estaré con vd. en un minuto- dijo, alargando la mano y cogiendo las poesías.

Después de ojear toda la información y descubrir que no era demasiado concluyente, Alanis se recostó en el respaldo de la silla y escucho a su compañero Andrew, quería hacerle unas preguntas al agente Murray después de leer las malditas poesias, a ella le parecía bien, pero dudaba mucho que él pudiera darles información util sobre el caso.

A lo que no estaba dispuesta de ninguna de las maneras era a ver aquellas cintas que esperanban pacientemente a que llegara su turno encima de la mesa, con los escasos minutos que había visto en el piso de Rose tenía bastante. Al pensar en eso, se encogió en la silla, tuvo que girar la cabeza y no mirar a nadie para que no vieran su rostro, desde que vió las imagenes estaba aterrada y se sentía ligeramente desprotegida, lo que no era normal en una mujer valiente cómo ella, definitivamente el mundo era un asco y una vez más la vida se encargó de mostrarle que había mucho hijo de puta sin ningún escrupulo suelto ... Esos pensamientos la llevaron directamente a recordar su problema e hicieron que se sintiera determinada a tomar una solución, que aunque seguramente era la que menos problemas le traería no iba a resultar nada facil.

-Los informes no son demasiado reveladores, diferentes sexos, razas, edades, profesiones ... vosotros sois los expertos -afirmó mirando a Andrew y a Bastian -pero yo no veo ninguna similitud ...- La agente se puso de nuevo en linea con la mesa y cogió dos de las fichas, comparandolas -lo que esta claro es que ese tipo de aspecto desaliñado que entrego el CD en el caso de la mujer guapa debía ser un vagabundo o algo por el estilo, así que no nos será facil encontralo, lo que me lleva a pensar que el nombre del albaran no nos llevará a ningún sitio, el asesino se está tomando demasidas molestias cómo para dejar un rastro tan claro- acabó resignada dejando los papeles de nuevo encima de la mesa y se quedo pensativa  un momento antes de volver a hablar -Ahora que lo pienso ... hay algo que si que puede que coincida...todas las victimas estaban solas en ese momento ... no física, sino sentimentalmente ... -

... y dos habían tenido algún tipo de desencuentro con sus familias o seres queridos, el tercero por confirmar- añadió Andrew. Susan había discutido con su marido, Carla no se hablaba con sus padres y Matthew tenía antecedentes penales, lo cual en una familia "católica np" probablemente crearía al menos alguna tirantez, por poco practicantes que sean. Supongo que podría decirse que todos estaban solos a causa de algún conflicto con sus allegados, si nos enteramos de su naturaleza exacta puede que descubramos algo más. O no, pero  es una posible línea.

Las dos mujeres procedían de familia católica, y la del hombre no se menciona. Puede no querer decir nada, pero me gustaría comprobar de que credo es la familia de Matthew. La religión es un calvo de cultivo cojonudo para pirados de toda índole, y los católicos parecen ser especialmente buenos en crear chalados. De momento y a bote pronto, sin saber más, son las únicas conexiones que encuentro.

 -Me mosquea especialmente- dice Bastian casi interrumpiendo a Andy mientras lee los informes sin prestar atención -no tener idea todavía de los criterios de selección de las victimas. Creo que deberíamos intentar resolverlo en primer término. Para ello, después de comentar poesías y el resto de los vídeos, deberíamos ir a volver a interrogar a algunos familiares. Los informes de Wilson son demasiado escuetos. Además, el recibo del paquete, aunque puede no ser nada, es algo que hay que comporbar y a no mucho tardar. - Añade, para despues levantar su vista de los informes. -¿No creeis?-

Mientras los demás charlaban sobre el caso yo me mantuve en silencio pensando en las preguntas que Thuling quería hacerme, esperaba que no fuese demasiado intensivo ya que mi moral estaba por los suelos, frotandome los ojos con una mano volví a sentarme mirando hacía la dirección donde todos estaban aunque en realidad estaba demasiado abstraido nuevamente en mis pensamientos, ahora comprendía porque mi hermano había intentado suicidarse no llegaba alcazar porque alguien podía haberle querido quitar la vida a una chica como Rose, era una buen chica y nunca se buscaba problemas y mi hermano era un pedazo de pan tenía que haber algún motivo para que hubieran hecho aquello...pero el que...necesitaba saberlo o acabaria por volverme loco, desperte de mis pensamientos y volví a mirar al resto fijamente mientras debatian "Espero que Thuling se de prisa con las preguntas, me gustaria ir a ver que tal esta mi hermano"

La agente se quedó pensando en todo aquello mientras sus compañeros hablablan, empezaba a estar impaciente por salir de aquellas cuatro paredes y seguir alguna pista, pero hasta que no acabaran de revisar la información no podían lanzarse a la calle. Levantandose de la silla y dejando algunos folios que llevaba en la mano sobre la mesa, se encaminó a la puerta -Voy a revisar los archivos informáticos sobre el caso y a comprobar cuantos Whaterhouse hay en este estado y si tienen antecedentes ... no costará demasiado, si os quedaís podeís ir visionando esos videos, yo no me veo con fuerzas para hacerlo así que me hariaís un favor...- Alanis se quedó en la puerta esperando una respuesta o si alguién se decidia a acompañarla.

Bueno, disculpe que le haya hecho esperar, agente Murray. Quería ver si las poesías me daban alguna pista de por donde tirar, pero me parece que de momento no tengo nada sólido, ni siquiera conjeturas... así que mientras tanto solo quería intentar establecer un posible perfil de Rose, como víctima... y de su hermano. Sospecho que este cabrón tiene como motivación principal el que otros, los allegados de las victimas, vean su obra. Los datos oficiales que haya en censos o resgistros no tardaremos en tenerlos, pero de momento hay unas pocas cosas que me gustaría saber. Si no le importa, querría saber qué religiones profesaban Rose y su hermano, si había tenido noticias recientes de alguna discusión o algún conflicto entre ellos, no necesariamente una crisis, simplemente que hubiesen discutido por cualquier cosa, por nimia que parezca. Y también me gustaría saber a qué se dedicaban ambos y si habían tenido algún atecedente.

Observo unos momentos a Thuling asintiendo ante sus palabras me dolía bastante tener que hurgar en la herida teniendo que recordarlo todo y encima contarlo, mi mente no se encontraba en buen estado para hacelro pero sabía de sobra que el trabajo era el trabajo y si esto nos iba a ayudar a capturar a aquel tipo lo haría sin vacilar, miro a Thuling fijamente a los ojos y cojo are por la nariz con fuerza mientras me cruzo de brazos y enderezo mi espalda.

-Bueno...mi hermano y Rose eran Catolicos protestantes al igual que yo y el resto de nuestra familia, en cuanto a las discusiónes, que yo sepa nunca han tenido ningun clase de discusión ni de problema eran una pareja muy unida, se querian y se respetaban mucho mutuamente asique dudo bastante que tuviesen algun problema de hecho hace un par de días mi hermano me llamo con la noticia de que se casaban.

Vuelvo a tomar aire para continuar aunque mientras lo iba contando me venia de nuevo aquellas miradas la desencajada mirada de mi hermano y la horrorizada cara de Rose al ser torturaba cerre los ojos por unos instantes y los volví a abrir

-Bien continuo mi hermano trabaja como administrativo en unas instituciones publicas, es un hombre muy dedicado a su trabajo de hecho antes de conocer a Rose salvo para ver a su familia apenas salia de casa sino era para trabajar, menos mal que conocio a Rose y le hizo conocer un poco de mundo pues se había vuelto demasiado introvertido, en cuanto a Rose -Digo soltando un suspiro - Rose trabajaba es una agencia de seguros, Seguros Golden creo que se llamaba al menos eso ponía el cartel que decir de Rose una mujer tierna cariñosa antenta, no se pocas chicas hay como esa era la mujer ideal para mi hermano Fynn

Después tuerzo la boca en una mueca sin quitarle la vista de encima

-En cuanto a los antecedentes penales ninguno estan limpios, eran una pareja muy tranquila y sencilla, aunque creo que le gustaría saber algo, Fynn se marcho unos días de casa por temas de trabajo lo recuerdo bien porque la noche anterior cenamos en casa de mis padres y nos lo contó se marcho el 25 de Noviembre tengo constancia de que la llamo varias veces y no consiguio localizarla, me llamo a mi para ver si sabía algo pero yo tambien llevaba dias sin verla y con mi trabajo apenas si tenia tiempo de ir a visitar a mis padres asique bastante tenia, tambien llamo a mis padres los cuales le dijeron que tampoco habían sabido nada de ella llevaba dias sin pasarse por casa, supusieron que s etrataba de asuntos de trabajo a veces tiene mucho lio en la oficina y bueno justo cuando volvío del viaje el 6 de Diciembre ya ve el panorama, llaman a mi equipo y nos encontramos con...aquello...

Digo bajando la cabeza y soltando un largo suspiro recordando la escena con gran dolor

-Creo que eso es todo, sino me necesitan para nada más me gustaría bajar a la cafetería a tomar un refresco

 Bien, una iniciativa acertada. Bastian se pone en pie cuando la agente Berling comenta su siguiente paso. -Yo la acompañaré.- Dice fingiendo desgana, para a continuación salir aliviado de aquella sala y conducirla frente al antiguo ordenador de su compañero. -Tampoco tengo ganas todavía de ver los vídeos.- Comenta con los dientes apretados y sin mirar a la mujer. Al llegar al todavía sin ocupar escritorio de Wilson, completamente limpio y en orden, Bastian ofrece tomar asiento a Alanis en la butaca frente al ordenador. Mientras tanto, a su alrededor, la comisaria continúa en constante actividad.

Supongo que eso me deja a mi para verlos- comentó Thuling. Me haría más gracia frotarme el escroto con un erizo de mar, pero al fin y al cabo el modus operandi es lo que nos da un perfil, y es a mi al que pagan por hacer precisamente esas cosas. Me pregunto... - Thuling se golpeó la barbilla con el dedo, pensativo. Tiene que haber un patrón, un hilo conductor. El asesino conocía a las víctimas, conocía su situación personal antes de su muerte. En el poema que le dedicó a Susan Brown está más que claro, y algo se ve en el otro. La cuestión es cómo, pero prefiero tener todos los datos antes de empezar disparar hipótesis. Suerte en lo vuestro. La mía os la podeis quedar, creo que se me acabó desde que me levanté hoy- dice con un suspiro mientras se dirige al teléfono pensando en que será lo más guarro y saturado de claorías que puede ordenar que le suben al despacho. La comida basura le levanta la moral, y va a necesitar hasta la jodida última gota de moral que pueda sacar para vérselas con esto.

La agente Alanis se acomodó frente al ordenador del experimentado policia tras el ofrecimiento de su compañero, husmeando también entre los papales de la mesa mientras este acababa de encenderse. Después de una larga espera, Bastian se había decidido a acompañarla, parecía un hombre bastante tímido y de momento no había intervenido demasiado en la investigación, justo al contrario que su compañero Andrew, tenía la impresión de que ambos eran bastante inteligentes.

Cuando por fin el aparato estuvo preparado, la agente empezó con las comprobaciones. Comenzó por mirar el escritorio y la unidad de disco C, y llegó a la conclusión de que allí no había absolutamente nada, lo único fuera de lo común era una carpeta comprimida  "Sin titulo. Zip". Esperanzada con que fuera lo que estaba buscando Alanis la abrió de inmediato, desilusionandose profundamente nada más hacerlo, necesitaba una contraseña. La primera que probó sin consultar con Bastian resultaba demasiado evidente, wilson, el resultado fue negativo ... Pronto de dió cuenta de que no conocía de nada al tal Wilson, así que le era practicamenta imposible dar con la maldita contraseña, tendría que preguntarle a Bastian, que observaba sus movimientos justo detrás de ella desde una posición privilegiada en la que con toda seguridad podía ver sus hombros y el generoso escote que gastaba la mujer y que dejaba ver el delicado sujetador negro.

-¿Se te ocurre alguna posible contraseña?- preguntó mientras pensaba en aquello y se ruborizaba ligeramente -quiero comprobar unas cosas mientras lo piensas... -

El siguiente paso que quería dar Alanis era comprobar en la base de datos de la policia si había algún whaterhouse con antecedentes penales relacionados con el caso o si tanto Rose cómo su marido tenían alguna causa pendiente con la justicia. Ambos resultados fueron también negativos cómo ya sospechaba, así que decidió dejarlo para volver a la carpeta comprimida, esperando que a Bastian se le ocurriera algo con lo que poder entrar....

-Nada, lo que yo me imaginaba...-

Como se había quedado solo, Andrew se encogió de hombros y sacó el DVD de Sussie de la funda de plástico. Lentamente encendió el equipo, abrió la caja y metió el disco en el reproductor. Inspiró un par de veces y le dio al botón. 

Cuando le dio a Play, la grabación comenzó sin preludio. La cámara ya mostraba la mirada asustada de la víctima, Sussie, en toda su crudeza. Dos brazos enfundados en látex iban a encargarse del proceso... Andrew se sentó recto en la silla, se imaginaba lo que iba a venir y estaba preparado.

Primero un bisturí comenzó a realizar cortes y laceraciones sin distinción, cortes casuales aquí y allá. Luego, las manos depositaron la herramienta ensangrentada en una bandeja y eligió otro cuchillo un poco más grande. Los mismos cortes indiscriminados se fueron extendiendo entonces por todo el cuerpo de la mujer, con lentitud, dejando que la sangre manara lenta y perezosa, resbalando sobre el cuerpo desnudo de la mujer, manchando su pálida piel de rojo carmesí.

Los cortes, por separado, no parecían excesivamente crueles, pero diez minutos después cobraron gravedad cuando se convirtieron en decenas de pequeñas hemorragias sangrantes. Los gritos de pánico de Sussie se sucedieron uno tras otro, un potente foco iluminaba su cara, presa de la histeria y el horror. A medida que la sangre brota de sus heridas, las fuerzas iban abandonándola y la mujer no pudo hacer más que llorar sin voz, viendo como se le escapaba la vida.

Veinte minutos después, Sussie se desangró por completo y la grabación no se detuvo hasta que expiró, exhalando su último aliento, momento en el cual sus ojos fueron arrancados y el video llegó a su fin, mostrando la pantalla en negro. 

Andrew se secó el sudor frío con la mano y se removió en el asiento. Aquello le había dolido en el alma. 

Mierda. Esto cada vez pinta peor. Joder. Este tío está más enfermo todavía de lo que parece, y para colmo no hay preludio, no hay un solo puto dato tangencial de mierda que me ayude a coger esta cornicería por algún sitio. Joder. Me cago en la puta.

Andrew se pasó las manos por las sienes. Las notaba frías, y las retiró húmedas. Cabeza fría y corazón caliente. Ese era el secreto. Pero por debajo del sudor frío, su cabeza estaba de todo menos fría. El cerebro le ardía mientras trataba de procesar todo lo que había visto en algún orden, buscar un patrón, una causa, una tendencia de conducta, algo que pusiese una nota de orden y metodo, porque pensar que alguien podía dedicarse a rajar a la gente por las buenas sin métido ni ton ni son, porque sí, era más jodidamente aterrador de lo que sentía preparado para afrontar ahora mismo.

Y quedan otros dos.

Thuling paseó por la sala, golpeándose la palma de la mano con el puño, dando leves patadas a las patas de la mesa mientras caminaba arriba y abajo. Se estaba cabreando. Se estaba cabreando un montón y eso no era así, eso era malo. Ser objetivo es bueno, estar cabreado es malo. Salió, se acerco a la máquina expendedora de refrescos y sacó uno. Se lo pensó mejor, y sacó otro. El primero se lo metió casi de un trago nada más volver, tirandolo a la papelera. Miró al segundo.

Sabes que lo vas a tener que hacer, Andrew. Te pagan por eso, lo dijiste tú mismo. No hay sueldo que pague esta mierda, pero ese no es al asunto. Acaba ya.

Cogió otro de los vídeos. El de Carla Beckman. La otra mujer. Sonaría estúpido, pero sentía que una vez hubiese visto la muerte de las tres mujeres, lo peor del trago ya habría pasado.

Después de las preguntas me quedo un tasnto abstracto del mundo interior como si mi cerebro me hubiese encerrado en mi mundo impidiendo que me enterase de lo ocurrido, las imagenes de Rose me atormentaban uno y otra vez no podía continuar así o perderia la cabeza finalmente conseguí salir de aquel estado solte el aire de golpe mirando que todos menos el agente del FBI se habían ido alzé la cabeza hacía a el

-Si me necesita estaré en la cafetería

Tras decir esto me ire caminando lentamente hacía la salida de la sala de Briefing con rumbo a la cafetería y pensando en como estaría mi hermano en aquel momento tenía que ir a verlo seguramente mis padres estatían destrozados como yo y eso que ni siquiera habían visto la escena en directo sin duda aquel suceso había sido el suceso más doloroso e impactante que la familia Murray había vivido nunca.

Con el ceño fruncido Bastian observa a Alanis trabajar e el ordenador de Medina. Bastian y lo ordenadores eran compañeros forzosos con una relación difícil, pero necesaria. Pensó un segundo sobre su anterior compañero, Wilson, y divagó sobre posible contraseñas, a la vez que intentaba no mirar por encima del hombro de la mujer el sujetador que asomaba intrusivamente por el generoso escote. No era momento. -Bud era un tío serio. No es muy propio de él ir poniendo contraseñas a las cosas como si fuera el diario personal de una chica en la edad del pavo.- Dijo un poco para sí mismo, elevando la mirada hacia el techo. -Probemos a ver con...- Se cortó antes de terminar, alargando sus brazos dese detrás de la agente Berling hacia el teclado, dejandola completamente rodeada... Entonces probó varias contraseñas que le vinieron a la mente.

Andrew tomó aire antes de darle al botón de Play, empezaba a tener un tic nervioso en la pierna que mostraba su impaciencia y su malestar. Cuando la grabación empezó, se volvió sordo y ciego al entorno, y se centró en el vídeo. Ese era su trabajo.

La primera imagen mostraba una calle que desembocaba una gran avenida. Andrew no supo reconocerla, de hecho ni siquiera sabía si ella debía sonarle o no, el caso es que era la primera vez que veía algo del entorno que podía ser reconocible (no como el centro comercial que mostraba el vídeo de Rose, que resultaba imposible de reconocer). El que llevaba la cámara avanzó y observó el entorno hasta enfocar una entrada subterranea que permitía el paso hasta el otro lado de la avenida, justo por debajo de ella. No había gente por los alrededores y las farolas acaban de ser encendidas. La cámara se acercó a la entrada del paso y enfocó el interior: azulejos mohosos, basura tirada por el suelo, iluminación triste y mortecina y mucha suciedad. Efocó entonces una única pintada hecha con spray sobre la pared.
 

Y la grabación se cortó de forma abrupta. Unos segundos despues, la grabación continuó con un plano desde el interior del túnel, la camara debía estar en algún punto entre la basura, en el suelo, orientado el objetivo hacia una de las entradas del túnel. El pasaje tenía una curva que dejaba fuera de plano las escaleras de la entrada. El audio estaba activo y se escuchaban, de tanto en tanto, el retumbar de los coches sobre el techo, una ambulancia a lo lejos y una moto haciendo demasiado ruido. De pronto, unos pasos al fondo, unos tacones caminando. La silueta de una mujer apareció recortada con una sombra sobre la luz que arrojaba la calle hacia el interior. Caminaba distraida, como si ignorase la presencia de la cámara hasta que se percató de ella. El plano solo mostraba sus zapatos y sus vaqueros ajustados. Luego se agachó y trasteó con la cámara, tanteandola. Se enfocó a si misma, observando la cámara con extrañeza. Aquella era Carla Beckman, una hermosa joven de pelo rubio, labios carnosos y ojos azules arrebatadoramente seductores.

De repente unos pasos fuera de plano la hicieron sobresaltarse y observar más allá de la cámara, justo delante de ella. Su cara reflejó una mezcla de rubor y sorpresa, para luego ser sustituida rápidamente por un semblante provocador, casi sensual, aunque manteniendo un punto de nerviosismo. Se produjo un brusco corte de la imagen, pero en mitad de la oscuridad se escuchaba todavía la pista de audio. Tal vez la voz de Carla, manteniendo un tono seductor a la vez que desafiante:

- Vaya... parece que le puede la impaciencia...

Corte a negro.

Tras unos segundos, empiezan a escucharse, de fondo, las notas de una canción...

La imagen regresó y el escenario había cambiado de manera evidente: el cuerpo desnudo de la mujer ocupaba todo el plano. En este punto, Andrew sintió que se le ponían los pelos de punta al saber lo que iba a venir a continuación. Su malestar fue en aumento, su respiración empezó a volverse arritmica y de su frente volvió a bajar una gota de sudor frío que se limpió con cierta rabia. 

La chica estaba atada a una silla mediante gruesa cinta americana de color gris, su cabeza estaba encintada al reposacabezas, manteniéndola inmovilizada. Además, estaba amordazada. Como fondo, únicamente se percibía un telón negro y el suelo era simple hormigón industrial. El plano realizó un lento zoom hacia el rostro de la chica. Sus ojos grandes y azules rebosaba lágrimas, irritados. Ella no dejaba de moverse tratando de captar a la persona que había tras la cámara y sus sollozos ahogados eran apreciables. Su expresión se tornó pánico y acabó por convertirse en una mueca de repulsión, la persona que había tras la cámara se estaba acercando a ella. Andrew se removió en la silla sintiendo ganas de vomitar, tragó saliva amarga, mirar era importante, podría ayudar a averiguar más cosas sobre el asesino, pero empezaba a sentirse más afectado de lo que había esperado.

Se produjo un lento fundido a negro dando paso, segundos después, a la imagen de la chica, esta vez en una vista lateral. La cinta que une su cabeza al reposacabezas no le permite mirar hacia la cámara directamente. Lentamente, con una calma fría y precisa, unas manos aparecieron tras ella, una de ellas llevaba un navaja de afeitar, lisa, afilada, brillante... Con gestos precisos, la navaja realizó un profundo corte en una de las articulaciones de Carla. La sangre manó al instante y los tendones quedaron al descubierto. Con nuevos gestos implacables, segundo a segundo, la navaja fue cortando los tendones de la muchacha. El cuerpo de la chica empezó a sufrir estertores de dolor, se sacudía con rabia, pero apenas podía moverse debido al abrazo de la pesada silla y la cinta adhesiva. La misma operación se repitió sin descanso con cada una de sus articulaciones. La agresión revelaba un deleite tan pausado como psicópata y Andrew se veía incapaz de soportarlo. Se llevó la mano a la boca, tenía el puño cerrado y los nudillos blancos, sintiendo como un terrible odio lo carcomía por dentro. Tras el último fundido en negro el plano reveló una última imagen de Carla, como una marioneta rota y ensangrentada. El zoom se acercó de nuevo a su rostro. Sus ojos. El cuchillo los mutila, dejando dos horribles cuencas vacías. Fundido en negro final.

Alanis empezaba a sentirse frustrada, el futuro matrimonio Murray no tenía ninguna cuenta pendiente con las autoridades, ni una sola denuncia, ni siquiera una triste multa de tráfico...

Por su parte, Bastian hizo un gran esfuerzo pensando cual podría ser la contraseña de aquel extraño archivo. No lo había visto nunca (Wilson y él compartían el ordenador), quizás simplemente no le había prestado la atención debida cuando su compañero estaba investigando el caso. Ahora, aquel archivo podría ser de gran ayuda o no ser nada. Sin embargo, que estuviera protegido hacía imperativo que descubrieran lo que había en su interior.

Como Alanis ya había probado con Wilson y otras dos palabras, demasiado evidentes, Bastian probó suerte con el nombre de la hija pequeña de su compañero: Sarah

Cual fue su sorpresa cuando el archivo se abrió por sí solo...