Partida Rol por web

¡Ya está la taaaaartaaaaa!

Ada y Aida salieron de una de las dos casas de las ruinas, mientras Ida quedaba dentro, cortando más raciones. Cada una de ellas llevaba, en cada mano, una escudilla de madera con un trozo rectangular y humeante de tarta de manzana. El poco tiempo transcurrido, desde que llegaron con las manzanas hasta que salieron con la tarta, hacía pensar que en la cocción había mediado algún tipo de magia: manos ardientes, hierbas de levadura lunar, un cucharón de Murlynd...

No había cubiertos, la tarta de manzana se debía comer con las manos, que es como mejor sabe. Las chicas sirvieron primero a Irina, Elyzabeth, Ashlyn y Babá Zelenna. Hicieron dos viajes más, dejando a los chicos en último lugar, quizás para justificar que al terminar de servir se quedasen sentadas junto a ellos.

Aida arrancó un trozo de tarta y se lo ofreció a Jack.

Jack, di "aaaaaah".

Ueeeegh...

Aida metió con los dedos el trozo en la boca de Jack, que no masticó. La tarta quedó sobre la lengua. Al cabo de un rato, el trozo de comida rodó hasta el labio y cayó al suelo.

Jijijiji... ¡qué bromista eres, Jack! Tú siempre con tus cosas...

Ida también salió, con las últimas escudillas con tarta. Una era para ella, la otra para la compañera que vigilaba en lo alto del otro edificio.

Ida, releva a Ina en el puesto de vigilancia.

Ida gruñó, farfulló, pero a pesar de todo obedeció. Los forasteros pudieron intuír que había una escalera de mano en el lateral del edificio. La mano de Ida se asomó por encima de la cornisa, dejando su escudilla en el techo. Cuando Ida subió, Ina bajó para recoger su trozo de tarta y unirse a la comitiva.

Babá Zelenna prosiguió con la lección de Historia.

La leyenda cuenta que las dos reliquias de la Orden del Cuervo son remotas, y su origen se pierde en el tiempo. Es un modo de desdibujar su procedencia, y no reconocer a los otros legítimos propietarios.

El Icono del Cuervo fue robado por Strahd a los druidas de la colina de Lysaga, antes de echarlos a patadas de sus tierras, a finales de la primera mitad del siglo IV.

El Símbolo Sagrado de Andral fue creado por el Obispo Kir, líder de la Iglesia de Andral, en el 350. No fue renombrado a Símbolo Sagrado del Cuervo hasta tiempo después, cuando la Orden del Cuervo decidió llamarlo así para reclamarlo para sí.

En cuanto a Lugdana... el personaje histórico difiere un poco de la leyenda. Fue de las últimas paladinas de Andral y una de las primeras de la Orden del Cuervo. Recibió el Símbolo Sagrado no de las garras de un cuervo celestial, eso es una metáfora religiosa, sino de las manos de Sergei Von Zarovich, hermano de Strahd, que de aquella era miembro de la Iglesia de Andral.

Las dos victorias que hicieron famosa a Lugdana fueron, primera, un enfrentamiento contra un nido de vampiros, y segunda, contra un demonio invocado por las brujas de la colina de Lysaga. La lucha contra el demonio duró varios días, y tuvo lugar en distintos puntos del valle, lo que es lo mismo que decir que hubo una persecución. Era Lugdana la que huía, como se puede intuír de que Lugdana no matase a las brujas, y que muriese desangrada tras lograr devolver al demonio a su plano-y se explicó-. Cabría esperar que si el demonio huyese, Lugdana habría matado a las brujas y no sería la que se llevase la peor parte de la batalla con Chernovog.

Tanto el Símbolo Sagrado del Cuervo como el Icono del Cuervo estuvieron desaparecidos desde el 354 al 740, año de la Gran Conjunción. Es decir, ambas reliquias no pudieron estar en manos de la Orden del Cuervo más de tres años, desde la creación de la Orden en el 351 hasta el 354, si es que no estuvieron en manos de los Guardianes de la Pluma Negra en algún momento de ese trienio.

Volviendo a la Historia de la Colina de Lysaga, la Santa Ecaterina estaba viajando por el mundo construyendo monasterios, tras haberse alzado victoriosa sobre los orcos. Encontró a las brujas y las hizo huír por la fuerza, donde Lugdana fracasó. Y tras conquistar la Colina de Lysaga, ordenó levantar el Cascarón de Santa Ecaterina. Se movieron y se usaron los menhires del Santuario de la Montaña en la construcción, con lo que la ubicación exacta del Santuario en la colina se perdió con el tiempo.

La Santa Ecaterina siguió su camino. La siguiente vez que volvió a pasar por aquí, enloqueció al ver el convento destruído y sus hermanas religiosas muertas. Los cronistas desconocen si este acto impío se debió a la venganza de las brujas sobre Santa Ecaterina o a un acto de Strahd, que pretendía destruír todo foco de Bien en sus dominios.

Las ruinas fueron centro de peregrinaje durante años, pero poco a poco fue cayendo al olvido. Mi Orden, las Siervas del Señor del Verdor, se instaló aquí hace algunos años, recogiendo a huérfanas y recopilando conocimiento que traspasar a futuras generaciones. ¡Alabado sea el Verdor!

Las novicias corearon:

¡Alabado sea el Verdor y sus frutos rojos!

Aún faltaba la explicación de los rituales de la Orden del Cuervo, pero Babá Zelenna hizo una pausa por si correspondían preguntas. Sus informaciones históricas no dejaban en muy buen lugar a la sociedad a la que pertenecía Urik, pero le convenía morderse la lengua si quería recuperar los conocimientos perdidos.

¿Alguien caballeroso puede llevarnos los cestos de manzanas?

-El valeroso Jack está deseando ayudaros- La clériga quiso chasquear los dedos, pero el tepestaní fue más rápido.

El grupo alcanzó el monte y los aventureros descubrieron al fin el santuario. La pálida Elizabeth estaba enamorada de la mansión de Irina, pero las ruinas de aquel templo tenían un encanto especial para ella. –Que bien le quedarían unos tapices- Rezongó en voz baja, pero lo suficiente para que Walterly pudiese oírla.

Don Urik había conectado con las monjas, ya fuese por su historia personal, o por su físico. Ely se limitó durante todo el relato de Babá Zelana a tomar nota de forma munuciosa

-¡Un momento!, me he quedado sin papel- Se limitó a interrumpir mientras sacaba otro pergamino. Tras el enorme esfuerzo de transcribir aquello, alargó su propio manuscrito y se preguntó algo de aquello era relevante.

Aida sacó la tarta. Ely y su guardaespaldas tenían problemas con la comida. Resultaba extraño como una joven tan delgada podía desenvolverse con semejante armadura. Y en cuanto a Jack…

-Jack ¡Cómete la tarta!- Le ordenó como si fuera una madre hastiada de los remilgos de su retoño. –Él es mas de carne, casquería…sesitos- Explicó recogiendo el trozo de tarta y metiéndoselo en la boca sin contemplaciones.

Babá continuó con su crónica y cuando se detuvo, Ely la instó a continuar con los rituales.

-Estoy lista. ¡Quien necesita una biblioteca con semejante maestra!-

Aún no había conocido a nadie que no le aflojase la lengua un elogio.

Estuvo a punto de corregir a Baba cuando dijo la palabra "siervos", pero como nadie dijo nada, prefirió utilizar dicha confusión en su favor, pues la lógica le decía que la gente tiende a asimilar como más beneficioso o amable algo con lo que está relacionado, y sin duda, aquella mujer le confundía con un noble, quizá eso ayudaría a que les revelara más información o les prestara su ayuda. 

Don Urik se sentó en una piedra similar y escuchó pacientemente la historia que esa mujer les contaba. El aura que había detectado no era concluyente, pero debía estar alerta....y sólo provenía de aquella mujer. Poco a poco fue desgranando la historia y Don Urik se sorprendía cada vez más. - No sé si me está tomando el pelo, dice la verdad o está intentando enfurecerme. - pensó, controlando las ansias de gritarle hereje. Reflexionó que realmente no conocía mucho* de la historia documentada de la orden, por lo que había una pequeña posibilidad de que estuviera diciendo la verdad, pero debía estar atento a descubrir cualquier indicio de mentiras**. Se percató de que Elyzabet estaba tomando notas, y agradeció interiormente que fuera tan meticulosa. Podrían investigar luego para saber cual era la verdad. 

Conforme avanzaba en su explicación, comenzó a enfurecerse de lo que aquella mujer estaba diciendo, que su orden provenía de una religión de unos llamados Andralitas, que odiaban a Stradh por despojarles de honores, oro y privilegios, que su primera paladina había sido una desertora y cobarde, que su sagrado símbolo no era originariamente suyo y que les había llegado gracias a la familia del maldito, que además era miembro del clero, que las brujas fueron derrotadas por una mujer llamada Santa Ecaterina que fundo el templo actual y que se volvió loca cuando fue destruido y arrasado....

Cerró los ojos y se llevó dos dedos al puente de la nariz, controlando su ira y aguantando el dolor de cabeza que le estaba entrando. Si querían información, si querían tener posibilidad de derrotar al Oscuro, no podía dejarse llevar por sus sentimientos, y menos caer en alguna trampa, ya fuera dialéctica o no. - ¿Y qué más dará de dónde provenga o cómo haya llegado yo aquí? Lo que importan son los actos, la intención, el motivo y la finalidad. Yo sé quién soy, porqué estoy aquí, lo que estoy haciendo y cual es mi objetivo. Todo lo hago por liberar a las buenas gentes de ésa lacra llamada Stradh, vampiros, no-muertos...criaturas malignas que destruyen todo, como en ésta historia hemos podido comprobar. - pensó una parte de su mente. 

La mujer hizo una pausa como esperando preguntas. Algo le había llamado la atención, y esperaba que el resto también tuvieran cosas que preguntar. - Decís que existe otra orden relacionada con la mía...Los Guardianes de la Pluma Negra. ¿Sabéis dónde puedo encontrarlos o de alguien que pueda decírmelo? - preguntó, con voz calmada y paciente.

Si había alguien más, es posible que pudieran unir fuerzas para luchar contra el mal. 

La mujer también había dicho que pertenecía a una orden...Las Siervas del Señor del Verdor.***

Cuando Babá Zelena empieza a relatar su historia, me fijo en Don Urik. A él más que a nadie puede afectarle la historia, y realmente casi parece un libro abierto. Me siento a su lado, cuando nos traen la tarta y, mientras como un poco, veo como la continuación de la historia es aún peor que lo anterior.

Cuando veo que Don Urik se lleva la mano al puente de la nariz, como intentando controlarse, le pongo una mano en el hombro. No tiene nada que demostrar, incluso si esa historia fuera cierta. Él es un cazador de muertos, como yo misma. Y eso es lo que importa y lo que necesita esta maldita tierra.

Entonces, ¿es imposible saber la ubicación original del Santuario de la colina? Y, ¿dice que los menhires que originariamente lo componían está en esta torre? pregunto, manteniendo mi mano en el hombro de mi compañero.

Mientras espero que Babá Zelenna acabe con su clase magistral de historia baroviana, aprovecho para hacer algunas reflexiones. Recuerdo las palabras del Tomo de Strhad:

He hecho míos los santuarios y me he convertido en la Tierra. Y también he hecho míos a los guardianes de las capillas, por lo que ahora me sirven como antaño sirvieron a los santos.

La presencia de los menhires en el viejo cascarón le dan bastantes posibilidades a éste de funcionar como Santuario de la Montaña, aunque no sea su ubicación original. Si no, a menos que esta particular madre superiora responda a la pregunta de Ashlyn de forma alentadora, va a ser como buscar una aguja en un pedregal.

Pero a mí lo que me mosquea, es lo de los guardianes.

 - Según Madame Eva, una vieja vidente que seguramente conozcáis, los santuarios están protegidos por un  guardián. Nada sabemos acerca de su naturaleza, pero quizás vos tengáis idea de quién puede ser, o de quién fue, el guardián del Santuario de la Montaña. -Recuerdo como la vieja vidente nos tranquilizó diciendo que el guardián del Bosque no nos iba a molestar y eso me hace caer en la cuenta de que no ha hecho lo mismo en esta ocasión.

Soy una historiadora, estudio el pasado. No puedo daros datos del presente, ni deciros cómo encontrar a los Guardianes de la Pluma Negra. Ni siquiera puedo aseguraros que esa sociedad no esté ya extinta. Suponiendo que todavía existan, seguirán en la clandestinidad y no serán fáciles de encontrar, pero el lugar más probable para encontrarles es en el pueblo. Hablad con la gente, reunid información. Puede que incluso sean ellos los que os busquen a vosotros si saben que preguntáis por los Guardianes de la Pluma Negra, y lleváis el Símbolo Sagrado que ellos consideran suyo.

Los conocimientos de Urik sobre la historia de su propia orden eran ridículamente vagos. En teoría, los Caballeros del Cuervo eran antiguos y su origen se perdía en los albores de los tiempos, mientras que Babá Zelenna era capaz de especificar siglos y fechas. La cantidad de información volcada era tan abrumadora que era complicado encontrar una mentira, o un sesgo. Sin embargo, la palabra Verdor hizo recorrer un escalofrío en la espalda de Urik. El Señor del Verdor es uno de los sobrenombres de Chernovog, el príncipe demonio que mató a la paladina Lugdana.

Era difícil decir si estaban ante una demonologista que sabía perfectamente a quién rezaba... Al igual que la Orden del Cuervo había olvidado a la Iglesia de Andral, puede que la religión del Verdor hubiese degenerado tanto que desconociese su aspecto demoniaco. Una situación intermedia sería que Babá Zelenna conociese la verdad, pero las monjitas rojas estuviesen allí engañadas, sin haber aprendido los verdaderos valores de destrucción que pregonaba Chernovog.

Los menhires fueron picados por canteros, y usados como ladrillos de la mampostería de esta torre. No vais a encontrar los menhires originales. Sin embargo, son objetos pesados. Su ubicación original, cuando formaban parte del Santuario de la Montaña, aplastaba la tierra bajo ellos. Al quitar los menhires de su lugar, debieron quedar agujeros en la tierra de la colina. Con el tiempo, la hierba creció en los agujeros. Si seguís buscando el Santuario de la Montaña, deberéis buscar ondulaciones en el suelo, que formen un círculo.

En cuanto a Madame Eva... ni la mencionéis. Esa loca engaña a los incautos con supercherías y adivinaciones de dudosa credibilidad. Aunque... puede que en lo del guardián tenga razón. Por las noches, con el ulular del viento, El que Llama en la Oscuridad gime buscando almas que devorar. Por eso he prohibido que mis niñas salgan por la noche, y por eso he protegido las puertas de los edificios con agua bendita, ajos y laurel-era gracioso ver que había supercherías en las que Babá Zelenna sí creía-. El que Llama en la Oscuridad es un ser incorpóreo, la amalgama de las almas de las monjas mártires que Santa Ecaterina encontró muertas en este convento. Si hay algo parecido a un guardián, es ese ser corrupto.

Si queréis enfrentaros a esa cosa, lo encontraréis cualquier noche que paséis en la colina de Lysaga. No os quedéis dormidos, guardad vigilia: El que Llama en la Oscuridad absorve con más facilidad las almas de los que sueñan. A los que están despiertos, los azota con una descarga psíquica, o se mete en sus mentes y las aplasta para que pierdan la consciencia. Vuela rápido. Las espadas mágicas no podrán alcanzarle, pues no descenderá hasta el nivel del suelo si ve que se enfrenta a muchos y solo algunos podréis huir de él si se entretiene devorando las mentes de los rezagados.

Bueno, bueno... Todo eso está muy bien, pero yo también tengo una pregunta. ¿Por casualidad no habréis visto a un hombre con mi acento, de más o menos esta altura y con el pelo castaño?

Babá Zelenna negó con la cabeza. Ya tardaba mucho Walt en preguntar por su desaparecido padre.

Todavía no os he hablado de los rituales del Símbolo Sagrado del Cuervo...

Para realizar el ritual de ligadura, debes destruir por completo a un vampiro o engendro vampírico mientras lleves puesto el símbolo sagrado. Es decir, no basta con vencer al vampiro: se transformará en gas, huirá y se replegará hasta su ataúd. Deberás clavarle una estaca en el corazón, llenarle la boca de ajos y cortarle la cabeza. Después reza durante ocho horas mientras sujetas el símbolo sagrado, con una ofrenda por valor de 1.500 monedas de oro.

Si has realizado el ritual de ligadura, y estás en un país extranjero, deberás descubrir un gran mal al que se enfrenten los lugareños y ayudarlos a acabar con él. Cuando hayas hecho esto, podrás realizar el ritual del peregrino. Tendrás que repetir el ritual de ligadura, pero con unas ofrendas más caras: 13.000 monedas de oro.

Si has realizado el ritual del peregrino, y derrotas a un demonio más poderoso que tú, en duelo singular o en compañía, y arrojas el corazón del demonio como alimento a los cuervos, untado con oleos y especias carísimos, puedes realizar el ritual del cuervo. Las ofrendas de este último ritual no deben ser menores a 40.000 monedas de oro.

Fin. Babá Zelenna había compartido toda la información que ellos habían requerido, y con ello su vida había perdido todo valor para Urik. Los costes de los rituales diferían un poco de lo que había dicho Ida de memoria, sobre todo con las cifras de las ofrendas, pero era básicamente lo mismo.

Don Urik agradeció el gesto de Ashlyn, poniendo su mano encima de la de ella y apretando suavemente. Tras escuchar a Babá, estaba claro lo que había que hacer. En su próxima visita al pueblo ya estudiaría el primer paso en ése sentido, pero lo más importante era encontrar el Templo de la Tierra y repetir el ritual. Desde luego todo lo dicho ponía en entredicho lo que sabía Don Urik sobre su propia orden, pero se repitió a si mismo que él tenía claro cual era su cometido. - Y al diablo lo que piensen los demás. Mis actos hablarán por mí. - 

Reluë fue previsor y le preguntó por las advertencias de Madame Eva, cosa que no gustó para nada a la mujer historiadora que tan libremente había compartido sus conocimientos con ellos, pero a pesar de eso, les reveló cómo poder encontrar el lugar que estaban buscando y quién era el guardián, así como sus habilidades y comportamiento. En verdad estaba proporcionándoles información útil. Y por lo que decía, el guardián era algo terrible. ¿Cómo iban a derrotarlo si podía volar y no bajaba? Al menos él no podría, por lo que estaba claro que quienes debían realizar el rezo eran o él o Ashlyn, pues ninguno de los dos podría atacar al guardián. ¡Y los rituales! Ése dinero era imposible de reunir para Don Urik, que lo más que había visto alguna vez eran unos pocos cientos, a excepción de la última incursión al castillo de Stradh, donde habían encontrado varios tesoros. 

De todas formas, había algo que le había hecho estremecerse, y era el nombre que le habían dado a su supuesto "Dios". Verdor. 

- Babá, gracias por la información, habéis sido muy amable de compartir vuestros conocimientos, ¿qué sabéis de Chernovog? - le preguntó. A pesar de lo que aquella mujer había revelado, a pesar de las implicaciones, Don Urik no quería ser demasiado brusco, pues la mujer había demostrado ser una fuente de conocimientos y podría ser una aliada valiosa. Quizás simplemente estuviera equivocada. ¿Sería posible ésto? 

- Y Ashlyn, ¿no quieres preguntarle sobre la espada? - le dijo a su compañera, refiriéndose a la espada solar. 

Sonrío a Urik, intentando darle fuerzas para que las palabras de Zelenna no le afecten demasiado. Parece que la mujer sabe bastante de todo, la verdad es que les está dando mucha información y muy interesante. ¿Estaría equivocada al desconfiar de ellas al principio? Quizá las palabras de Madame Eva le habían hecho eco en la mente, y creía ver enemigos donde no los hay.

Ashlyn se pierde en sus pensamientos hasta que las palabras de Urik la sacan de ellos. Ehm... o, sí, cierto... Dígame, Babá zelenna, ¿sabe algo sobre la Espada Solar, o su localización? Pese a todo, no estoy convencida de revelar completamente la información. Si la conoce, sabrá para qué la quiero, si no la conoce le estaría dando información que solo me compete a mí, al menos por ahora.

Mientras continua la conversación alrededor de la historia de Barovia, sus religiones, rituales y demás entresijos, le doy vueltas a lo que Babá Zelenna nos ha respondido acerca de la ubicación del Santuario y de su más que posible guardián.

La verdad es que da escalofríos pensar en ese ser incorpóreo al que llaman  "El que Llama en la Oscuridad" y en lo que es capaz de hacer con tu mente y tu consciencia. Y desanima bastante saber lo difícil que será derrotarlo, siendo que planea lejos del alcance de los espadazos del bárbaro y compañía. Empiezo a pensar si no habrá sido un error el no reforzar el grupo con los héroes de Ismark: a mayor número de contendientes, menor resulta la probabilidad de ser el afortunado elegido para el azote de la descarga psíquica de ese popurri de almas desconsoladas.

Y respecto a la ubicación del lugar donde se supone que debemos pasar la noche...

- ¿Y no sabéis dónde puede haber un sitio así? Con un círculo como el que describís, me refiero. Si los menhires fueron desmenuzados para hacer ladrillos y para luego ser acarreados hasta aquí, no debería encontrarse a gran distancia, supongo. -y también supongo que si Babá Zelenna conociese la ubicación exacta del antiguo círculo de menhires ya nos la habría indicado, pero, aún con todo, prefiero insistir en el tema.- ¿No intuís dónde podría ser el lugar?

Miro al cielo; como siempre en este maldito lugar, la tenue luz que se filtra entre las densas brumas no dejan claro la hora en la que vives, pero me pregunto si podremos, en el tiempo que queda hasta el anochecer, encontrar el sitio indicado para rematar el ritual.

¿Chernovog? Sé que es el Príncipe Demonio, tiene garras afiladas, mandíbulas grandes, alas, lanza rayos por los ojos... Es un tanar'ri, así que debería ser inmune al veneno y la electricidad, y resistente al ácido, al frío y al fuego. También es resistente a las armas mundanas y mágicas-enumeró.

La primera notica histórica de la Espada Solar data del año 341, durante la guerra con los Terg. Su primer dueño fue Sergei Von Zarovich, pero se desconoce quién la forjó. Como dije, Sergei estuvo esos años en la Iglesia de Andral, lo cual relaciona y entrecruza la historia de la espada con la mitología del Símbolo Sagrado del Cuervo y el Icono del Cuervo. Según fuentes poco fiables, Strahd temía la espada, ya que su presencia le recordaba la traición a su hermano: matarle para quedarse con su prometida. Por eso Strahd mandó destruir la espada. Para ello contrató los servicios de un mago. La ayudante del mago, Gabriela, huyó con la espada para ponerla a salvo. Su cadáver fue encontrado en el bosque, y la espada fue pasando de mano en mano a lo largo de los años.

Como con el Símbolo Sagrado del Cuervo, la Espada Solar también tiene tres rituales...

El ritual de ligadura se realiza rezando ocho horas mientras empuñas la espada. Las ofrendas para el ritual tienen un coste de 2.000 monedas. Eso hace que la espada pueda ignorar las resistencias de los muertos vivientes como si fuese de plata, y que la espada queme cuando la intenta coger alguien malvado. También te permitirá invocar la luz del sol una vez al día, si dices "¡Siente los fuegos del día!". Además, es el doble de efectiva contra muertos vivientes.

Debido a las predicciones de Madame Eva, sabían que el ritual de ligadura deberían realizarlo en "la tumba del príncipe caído, su dueño, en los confines más profundos del castillo". Solo así transferirá la posesión de la espada de Sergei a su nuevo poseedor.

Si has realizado el ritual de ligadura, podrás realizar la Prueba de las Armas. Deberás derrotar a un mal no por la fuerza de la espada, sino con destreza, ingenio y estratagemas. Una vez pasada la prueba, deberás repetir la ligadura con ofrendas por 13.500 monedas. Permite invocar los fuegos del día sin ningún límite, y también permite una vez al día invocar una salvaguarda que custodie contra la muerte.

Si has superado la Prueba de las Armas, podrás realizar la Prueba de la Muerte. Deberás derrotar a un muerto viviente más poderoso que tú, aunque no tiene porqué ser en solitario. Tras eso, deberás de repetir la ligadura con 38.000 monedas de ofrendas. Vuelve la espada afilada, puede lanzar el conjuro matar a muertos vivientes una vez al día y también una vez al día, cuando dice "¡Regresa a la Oscuridad!", puedes desterrar a los muertos vivientes al plano de energía negativa.

Sobre el círculo de menhires... No, no tengo ni idea de dónde está. La colina no medirá más de tres acres de extensión. Hay un bosquecillo al sur y otra agrupación de árboles al noroeste de aquí, el resto de la colina es pradera. Además, puede que el círculo aún emita algo de magia...

-40.000 monedas de oro….- Repitió las palabras de Zelenna. –¿Y esto no afecta a la salud o la la destreza?- Preguntó recolocándose el pelo como si sólo le preocupase su físico. En realidad, las notas que había tomado de la monjita-sabelotodo diferían bastante y al oír lo que preguntaban sus compañeros, también sospechó de la madre superiora. En cualquier caso, todo apuntaba a que tendrían que recuperar las obras de arte que dejaron en la mansión. –Si, ya trataremos este tema- murmuró mientras seguía transcribiendo las últimas palabras de Zelenna. –Esto de combatir el mal sale caro- Comentó en voz alta. Sus ojos miraron al apesadumbrado Urik, aunque sin duda, la peor parte había sido para Jack… El zombi seguía masticando la tarta de manzana como le habían ordenado. Ely puso los ojos en blanco y susurró: -Traga-.

La clérigo repasó sus limitadas opciones contra un espectro volador. –Si, también trataremos este tema- Siguió murmurando mientras lanzaba una mirada a las irresistibles orejitas de Reluë y la ballesta lanzadora de agua bendita de Ashlyn.

Recordó otro tema pendiente desde hacía tiempo: -¿Babá: Serías capaz de identificar una poción?-

La colina era considerablemente grande. Claro que un rastreador enano sabría más de la piedra que cualquiera de ellos…Pero si el círculo emitía magia… La joven sonrió de forma imperceptible. –Eres de gran ayuda Babá. El Verdor estará orgulloso de ti- La aduló. De nuevo su boca decía una cosa mientras su mente maquinaba otra.

Si hemos de creer a la madre superiora en el hecho de que deconoce el paradero del antiguo Santuario, parece que nos tocará hacer una excursión por los alrededores y afinar la vista y la intuición para encontrar el sitio exacto.

Espero a que acabe la cháchara y que el grupo tome la decisión de a dónde ir. Yo puedo ofrecer un conjuro para la detección de ese posible poso mágico que podría tener aún el círculo; a ver si acertamos a la primera.

Jujujuju... Ida se confundió cuando dijo de memoria el coste de los rituales-se burló.

¡Cierra el pico! Tú no me corregiste cuando lo dije mal, así que no tienes ni idea-recriminó a Aida, desde lo alto del edificio.

Silencio. Repasaremos la lección sobre las reliquias mañana.

La discusión quedó resuelta. Tanto Ida como Aida mantuvieron la boca cerrada y agacharon la cabeza, obedientes.

Mis conocimientos no incluyen las pociones-aclaró-. Y todos los rituales exigen un sacrificio. Así que sí, efectivamente, tanto los rituales de la Espada Solar como del Símbolo Sagrado del Cuervo minoran las energías de la persona que sella el pacto.