Partida Rol por web

-Otro Pájaro, Jiraiya. Podemos con él.

Walter animó a su pokémon, aunque este no lo necesitaba. No perdía de vista al Fearow demostrando su capacidad para seguir objetos en movimiento, de apuntar y disparar cuando llegue la orden.

-Que se llame Frío me ha dado una idea ¿estás preparado?

Fearow, siempre ha sido el pájaro más imponente que he visto. Y menuda mala leche gastan algunos. Podría ser un buen añadido al equipo, claro que también hay otros mejores.

-Rayo hielo compañero. Aseguremos el combate antes de probar cosas.

¡Oh! Gritó Tamara al ver como su pokémon caía gravemente herido entre los árboles. Sin despedirse, cogió su pokéball y se fue corriendo en busca de su compañero. Lo había derrotado de un solo golpe y con una velocidad asombrosa. No le dio tiempo a despedirse, cuando Walter se quiso dar cuenta ya había perdido de vista a su rival. Quizá había sido demasiado duro con ella.

Pero no le impidió seguir su camino y así hacerse, por fin, con su tercer pokémon.

-¡Eh! Esp...se ha ido. Tsk, quería echarle una mano a la pobre, Jiraiya. En fin, continuemos.

Walter siguió su camino, disfrutando del solysombra entre los árboles. En cierto momento de la tarde, tropezó con algo cayendo cuan largo era. Resultó ser un pokémon enfermo. Sin dudarlo lo cogió y corrió hacia el centro pokémon más cercano.

Vamos, tengo que llegar. ¡Vamos!

Una vez pasado el bosque, Walter llegó al centro Pokémon más cercano donde pudo curar a su recién adquirido compañero. Cuando ya estaba del todo recuperado, salió y de pronto alguien montado en una bicicleta se encontró con él. Llevaba en su hombro un Pikachu que no tardó en bajarse. El muchacho frenó en seco en busca de su Pikachu y cuando vio a Walter sonrió. ¡Qué guay, Pikachu! ¿Has visto? ¡Llévabamos mucho tiempo sin encontrarnos a ningún entrenador por aquí! ¿Te apetece combatir? Le preguntó a su pokémon que contestó rápidamente. 

¡Hola, mi nombre es Ash, soy de Pueblo Paleta! ¡Y estoy entrenador para ser un maestro pokémon! Y éste es mi inseparable amigo Pikachu! ¿Te apetece un combate? Yo tengo mi equipo completo, ¿qué te parece si usamos a tres de nuestros pokémon, con un posible cambio durante el combate?

[ESPACIO RESERVADO PARA INSERTAR EL EQUIPO DE ASH]

Contento con su nuevo compañero, reemprendió el camino tras asegurarse de su completa recuperación y pasar un rato juntos, conociéndose. La aparición del tal Ash y su reto es perfecta. Aunque no será con quien abra.

-Muy bien, Ash de Pueblo Paleta. Acepto el desafío. Además, es perfecto porque solo tengo tres pokémon de momento. Confío en ellos eso sí, no perderemos.

Mmm un picachu. Si es muy rápido podría ser un problema para Jiraiya...comencemos de otra manera.

Walter le asintió antes de coger la pokéball de tono verdinegro, la duskball. La coincidencia en el nombre fue sencillamente superior a sus fuerzas, era la perfecta para su Dusknoir.

-Adelante cíclope. Enseñémosles como se hace. ¡Puño incremento!

¡Vamos a comenzar mareando a nuestro rival, Pikachu! ¡Ya sabes lo que hay que hacer! Comprobemos cuán rápido es, y si no es capaz de seguirte atacaremos. ¡Usa tu agilidad y piérdele de vista! Le gritó Ash a su pokémon para que comenzara el combate. 

¡Me temo que no es suficiente, Pikachu! ¡Tendrás que correr más! ¡Hazlo antes de que logre alcanzarte ese puñetazo tan duro que tiene! ¡Antes de que sea demasiado tarde! Gritó a su compañero mientras su cuerpo no hacía más que saltar chispas por todas partes. El pokémon iba tan rápido que generaba electricidad estática allá por donde pasaba.

-Muy bien cíclope. No nos importa mucho que ese Pikachu sea más rápido de lo que es. Ya sabemos que lo es más que nosotros. Lo malo es que puede estar preparando una bola voltio a plena potencia...pero no importa. Haz l oque sabes, vendetta.

Hago girar una pokéball vacía en mi mano. Una costumbre nerviosa. Confío en ganar el combate pero quiero que el primero en el que sale cíclope como primer combatiente vaya bien. Por su moral.

Confío en que aguantes lo que te eche. Sé que puedes.

Pikachu insiste en seguir corriendo a gran velocidad, pero el movimiento ya no pilla por sorpresa al Dusknoir de su rival, por lo que éste le alcanza con otro de sus puñetazos y lo deja gravemente inconsciente. La estrategia de Ash había sido descubierta por su rival, pero no espera acabar de una forma tan rápida.

¡No pasa nada, Pikachu! Dijo corriendo para abrazarlo pero sin devolverlo a su pokéball. ¡Veamos qué haces contra él! Dijo al sacar una nueva pokéball y liberar a un pokémon mucho más grande y pesado. ¡Adelante Snorlax!

¡Vamos Snorlax! ¡Que sea un fantasma no nos va a asustar, a qué no, amigo! ¡Es hora de congelarle y hacerle que muerda el polvo! ¡Adelante, y usa puño hielo contra él!

Mmm Snorlax. Tipo normal. Debe tener algún as bajo la manga, ya que no es lo más adecuado para afrontar a un tipo fantasma. Y menos sabiendo que conoce movimientos tipo lucha. Habrá que estar atentos.

-Cíclope, no sabemos por donde va a salir así que no te preocupes. Dale con otro Puño incremento. Y si te golpea, resiste. Sé que puedes.

El combate no iba mal, y con algo de suerte sería Cíclope quien tumbaría a los tres pokémon del rival. Eso sería genial para su moral.

Ash sacó un nuevo pokémon a escena, de tipo normal, algo contra lo que Walter no podría enfrentarse con movimientos de tipo fantasma. Pero eso no era problema para él, pues con el tremendo puñetazo que le dio pareció ser suficiente para dañarle. Aunque Snorlax gozaba de una férrea defensa que apenas se inmutó tras el golpe. Después fue él quién trato de golpearle con otro duro puñetazo, esta vez helado y que a punto estuvo de congelarle tal y como esperaba su entrenador.

Es más rápido que nosotros, y no ha terminado de ser una buena elección... ¡Los movimientos de tipo lucha te hacen bastante daño, amigo! ¡Aún así, repite el movimiento, y esta vez congélale de verdad!

Respiro aliviado al ver a mi Dusknoir sacudirse el hielo que se había empezado a formar. Nada que pueda con él.

-Eso ha sido peligroso, Cíclope. Si te congela...pero es poco probable. Y tú cada vez pegas más fuerte. Haz que lo sienta. Repítelo ¡Puño incremento!

Los Snorlax pueden ser peligrosos pero creo que la situación está controlada.

El puñetazo cada vez hacía más daño a Snorlax. Y Ash negaba con la cabeza, estaba claro que ese combate no había ido tan bien como esperaba... Sin insistir mucho más, tomó se segunda pokéball e hizo que su pokémon volviera.

Tu Dusknoir es demasiado fuerte, y yo no tengo nada en condiciones que pueda hacerle frente. Dijo volviendo a negar con la cabeza. Se colocó recta su gorra y sonrió. ¡Ha sido un combate espectacular e impresionante! ¡Tu Dusknoir es muy fuerte, me ha encantado enfrentarme a ti! Pero eres muy poderoso. ¡Tú ganas!

¡Bien! ¡Así se hace compañero!

-Gracias Ash. Tus pokémon son muy poderosos Estoy seguro de que volveremos a enfrentarnos algún día. Entonces, Cíclope ya no te sorprenderá.

Walter estrechó su mano a modo de despedida antes de sacar un buen zumo de bayas para Cíclope. Se lo había ganado.

El sonido de choque ¿Metálico? Llevó a Walter a desviarse del camino, llegando a un claro en la vegetación casi oculto entre los árboles y las rocas. En él podían verse varios borrones verdes atacando a otra figura, roja y algo más grande. Era golpeada en multitud de ocasiones. En cambio sus golpes no lograban alcanzar a sus enemigos. Tras unos momentos en que la lucha se detuvo, los borrones verdes sorprendidos por el fuerte golpe con el que el rojo alcanzó a uno de ellos, Walter entendió la situación. Se trataba de Scythers atacando a un Scyzor. Sin embargo parecía uno novato. Se podía apreciar que se movía de manera extraña. Como si estuviese acostumbrado a un cuerpo más rápido. Posiblemente hubiese evolucionado muy recientemente.

Y sin embargo, aun estando en desventaja, se podía apreciar el orgullo en su mirada.

La paliza acabó siendo tremenda, a Walter le costó mucho verla sin hacer nada. Per ocuando la Scyzor, pues era una hembra, admitió su derrota y los Scyther no se detenían...sí actuó. El reflejo de Diamond protegió a la herida de recibir más golpes mientras Jiraiya demostraba el verdadero significado de la velocidad.

Pasó la noche atendiendo las heridas de la Scyzor, teniendo incluso que usar la ayuda de Cíclope para inmovilizarla por la fuerza. Cuando terminó casi amanecía. Se despidió y se marchó.

Horas más tarde, de casualidad, se dio cuenta de que alguien lo estaba siguiendo. Al mirar, vio a la Scyzor esconderse tras un árbol. Cuando se acercó a hablar parecía nerviosa. Tras unos minutos sin averigua lo que quería, fue ella misma la que cogió una de las pokéball de Walter y se golpeó con ella.

-Ya entiendo. Estupendo, te llamaré Titania.

Tras capturar a su cuarto pokémon, Walter llegó a una especie de casa que había en medio del camino. La casa estaba rodeada por un inmenso lago, y no había forma de acceder a ella. La casa, a pesar de ser pequeña, tenía en el centro de la puerta un símbolo que indicaba que se trataba de un gimnasio. Era una cabaña de madera con dibujos que representaban algas y corales. Era muy hermoso. Y seguramente fuera la primera parada para convertirse en entrenador pokémon. Ahí debía estar el primer líder del gimnasio, con la primera medalla para alcanzar la liga pokémon.

La idea estaba clara, debía acceder hasta él si quería combatir contra el líder del gimnasio y obtener así la medalla. Pero para eso tendría que buscar la forma de acceder hasta la puerta, pues no había plataforma alguna para poder cruzar.

Walter, suponiendo que la idea era que se cruzase el pequeño lago sin nadarlo, se detuvo a pensar. Decidiendo, finalmente, que intentaría un método antes de decidirse a nadar. Sacó su pokéball más lujosa e hizo aparecer a su fiel Jiraiya.

-Compañero, usa rayo hielo en el lago. Pero no lo congeles entero, solo un camino hasta el centro. Así no molestaremos mucho a quien pueda vivir en esa agua.