Partida Rol por web

¡¡12.416.- kilómetros!! Exclamé sorprendida. Gracias Gato. Si descubres algo de aquella zona, avísame.

Me senté en el suelo, casi rendida. No quería meter a Aven en esto.. más de lo que estaba metido ya. Todos a los que quería les ocurría algo malo... Zug... ahora forma parte de este planeta... Yezbel, ha perdido a su padre... y le di por muerto hasta hace poco... No quería lo mismo para Aven. No quería cogerle más cariño ni encapricharme más de él. No quería perderle como perdí a Zug. Ni ser otra muesca en su vida de aventurero... Y como explicarle que estoy embarazada... y es un mestizaje con un aslan... ¿Cómo se lo tomaría? Sentí que mis ojos se empañaban de lágrimas de nuevo, pero esta vez no era Zug el motivo... curiosamente lloraba por Aven.

Capitán, los "pasajeros" quieren hablar con usted.

Además, hay comunicaciones contradictorias en la Ciudad Capital, o los escombros que quedan de ella. Dicen que hay fantasmas de Zug.

En silencio escuchaba a Zhiva hablar por el intercomunicador.

¿12.000 Km? ¿No estaréis hablando del Palacio no?

Pensé en voz alta.

Zhiva se sentó en el suelo, derrotada.

Pero, ¿tanto nos habíamos alejado del Palacio desde nuestra pequeña expedición a las Tiendas?
me senté a su lado, apoyé los brazos en mis rodillas y sencillamente guardé silencio mientras ambos observábamos el horizonte pensativos.

Entonces lo supe. No podía verla, pero podía sentir las lagrimas cayendo por sus mejillas. Una vez más el mundo se hacia pedazos...no en forma de meteorito gigante, sino de corazón resquebrajado.

Escuché a Aven decir algo mientras Gato me hablaba por el intercomunicador. Todo era demasiado... extraño... El arqueólogo se sentó a mi lado, pude sentir el roce de su brazo con el mío. Contuve las lágrimas lo que pude y apoyé mi cabeza sobre su hombro, acomodando mi cuerpo a la nueva postura.

Gato.. pásamelos y... rastrea y analiza esas comunicaciones mientras hablo con nuestros invitados. respondí a mi nave con un tono sereno y apagado a la vez. Mira a ver que más encuentras sobre ese... fantasma en el palacio..

=^.^=

- Son comunicaciones inconexas. Trozos que no terminan de ser conversaciones completas, incluso partes de frases quebradas. Pero si que se ha dicho un puñado de veces que Zug está aquí, que está allá, que está en el otro lado, incluso algunas veces en varios sitios a la vez.

¿12 mil Kmtros? ¿Un fantasma?

Aquello resultaba cada vez más increíble.
Necesitaríamos un transporte para llegar, y la nave del equipo de investigación ya no estaba disponible.
Tendríamos que esperar por gato. Las imagenes de la pesadilla de la noche anterior, volvieron a cruzar por mi cabeza fugazmente.

¿que es eso de un fantasma? le pregunté volviéndome hacia ella.
Sus ojos seguían vidriosos y el verde esmeralda en su fondo se distorsionaba en una marea oscilante, hipnótica. Si continuaba mirándolos por más tiempo, me perdería en ellos para siempre sin remedio. Eso lo sabia...y lo peor era que no me importaba.
Haciendo un considerable esfuerzo, volví a mirar hacia el horizonte y esperé su respuesta con templanza.

Como investigador, te das cuenta que es otro misterio que podrías desvelar, pero en primera instancia lo que ves es que la pinaza que habéis usado está sola, sin nadie que la guarezca, y si estáis debanándoos los sesos para buscar un trasporte, hacéis el bobo con uno delante preparadito para despegar.

No lo se Aven... Quizás sean Aslan jugando a asustar a los habitantes de la ciudad. Respondí a Gato tras escuchar la última transmisión de mi nave. Pero sea lo que sea nos servirá de distracción...

Me llevé la mano al oído. Gato, pásame con nuestros invitados. Volví a insistirle. No se que hace que nos me los ha pasado ya. Y busca un hueco libre para aterrizar en nuestra posición... el trasto de Aven no nos podrá llevar tan lejos ni tan rápido como tu. Miré de soslayo a Aven al decir eso.

No me refería a ti.. sino a tu nave... Le aclaré levantando la cabeza de su hombro y volviendo a mantener una postura más normal.

No tengo espacio en su posición para aterrizar con seguridad.

Le paso.

¿Capitán?

Habla como en un gran espacio pero cerrado. Lo primero que piensas es que están encima de su tanquichuelo, hablando hacia arriba, como si hablasen con su dios.

El tanquichuelo está reparado. No está como nuevo, pero funciona todo.

Mi nave...¡¡Claro!!

Gundre y los chicos habían respondido diligentemente a la llamada, pero no se habían ido con la nave.

Por desgracia, mis conocimientos para pilotar aquel tipo de pinazas eran casi inexistentes. Pero tal vez...

¿Ah no? respondí a la cuestionable afirmación de Zhiva...ni siquiera si es la temeraria Zhiva quien la conduce? Continué con una sonrisa.

Se que no es Gato...le concedí, pero esta recién equipada y solo necesitamos 2 manos hábiles que la manejen para que nos llevé hasta el Palacio.
Entonces, cogí su mano y recorrí el perfil de sus dedos con mi pulgar.

Que dices... ¿vamos a cazar Fantasmas?

Recibido agentes. Os veo en un momento. respondí por el intercomunicador, cerrando la transmisión.

Mejor que no pilote yo y que lo haga la nave.. respondí a Aven a su pregunta algo distraida. Creo que en mi estado lo más sencillo sería que la estrellase... es más seguro ir en Gato. Noté como Aven me cogía la mano y me acariciaba los dedos. Le correspondí apretándola con fuerza. Era tanto lo que cargaba dentro de mi... yo sóla no podría con todo. Miré a Aven a sus hermosos ojos verdes y noté como empezaba a bajar la guardia frente a él. Sólo espero no pagarlo demasiado caro, pero no puedo tener tantos frentes abiertos. Pensé antes de llevarme su mano junto a mis labios y besarla.

Gato no está lejos y me vendrá bien el paseo.

Esta bien, respondí mientras la envolvía contra mi pecho.

Podía sentir su angustia, su indecisión. Yo solo quería consolarla, calmar su dolor. Pero sabia que eso era imposible. El duelo era un proceso inevitable, uno que debía afrontar por si misma. Pero no le faltaría un hombro en el que apoyarse, eso era algo que me había propuesto.

La arropé con mi cazadora y nos encaminamos hacia el gato amarillo envueltos en una neblina de incertidumbres.
Lo único que teníamos claro, era que hiciéramos lo que hiciésemos, lo haríamos Juntos.

No tardáis ni dos minutos en llegar. El mayor problema son los tropezones ya que hay tiradas por el suela demasiadas cosas, y algunas son cuerpos o miembros sin vida.

En la rampa que da acceso al hangar están los dos agentes mirando como si esperasen a alguien para salir escopetados. Nada más subir a la rampa, sin que nadie diga ni ordene nada, esta se empieza a cerrar.

No me sorprendió que las puertas se cerrasen según entramos, pero si que los dos hombres continuasen en mi nave.

Gato, debemos ir a Palacio. Indiqué a la nave antes de acercarme a hablar con ellos.

Les miraba extrañada y confusa a la vez. Dijeron que arreglaban su trasto y se marchaban... pero.. ¿por qué siguen aquí?

Caballeros. Le dije a modo de saludo, mi voz sonaba solemne y un tanto apagada. Diganme donde quieren que les deje y allí les llevaremos. Les indiqué. No estaba para mucho más en ese momento.

Pues nos gustaría salir del sistema. Dicen ambos a la vez, mientras se miraron cómplicemente. Pero algo nos ha ordenado quedarnos y ayudar. El que habla es el más veterano. Y se explicó: - Era una voz programada en nuestro vehículo. Lo decía muy extrañado. - Pero lo más raro, es que se ve que era un archivo ya antiguo. De mucho antes de nosotros embarcar con usted. Y era una voz de un veterano K'Kree.

Cuando vi de nuevo a los agentes, los saludé con un movimiento de cabeza.

¿que hacían ellos allí todavía?

Si, nosotros también oímos esa voz...mi tripulación se fue de improviso para atender una llamada de emergencia...pero ¿un veterano K´Kree?
¿Cual es su implicación en este asunto?

Me encontraba algo perdido. No entendía porque todo el mundo hacia caso a aquella voz, si no se trataba de un superior suyo.

Vamos Zhiva, no tenemos tiempo que perder... Le dije ala Capitana, dando por buena la decisión de Esmirriao y Gorrino.
...pongamos esto en marcha y encontremos a tu amigo Yezbel, tal vez el pueda arrojar algo de luz en todo esto.

Esperé a que ambos agentes respondiesen a la duda de Aven. Volver a preguntarles lo mismo no serviría de mucho. Pero el silencio se apoderó de la bodega de carga. Resignada a quedarme con las ganas de saber si los agentes podían darnos algo más de información, hablé a mi nave.

Gato... ¿Hemos llegado a Palacio? pregunté seria. No sabía que pasaba, le daba las instrucciones pero no parecía responder a mis órdenes... estaba como.. distraida. Y la que está rota por dentro soy yo... Puse mi mano sobre mi vientre. Debíamos recoger aquello y salir de ese planeta. Irnos lejos de allí.

De no ser así, no despegues aún. Miré a Aven. ¿Crees que podrías meter tu nave aquí dentro? La idea es recoger lo que me dijo Yezbel de Palacio y salir de aquí disparados. Creo que sería mejor cargar tu nave ahora... pues luego sólo podremos huir. Sugerí a Aven.