Partida Rol por web

Se rescatan varias cápsutas antes de llegar a llenar la tener la bodega llena. Las pinazas te comenta Gato Amarillo que no se llenan, bajan a tierra, desembarcan y suben otra vez a seguir revisando. Hay una comunicación que dice que ha muerto o desaparecido cerca del 75% o más de los habitantes de la nave.

Todo un desastre.

Gato te avisa de que acaba de llegar al sistema una nave. Un pequeño crucero militar del T.I. Enseguida se pone a maniobrar para ponerse a ayudar, pero tardará aún unas horas en llegar.

Pues vaya ayuda... para cuando llegue no tendrá mucho que recoger.. respondí al aviso de Gato. Supongo que tendremos que descender en breve a descargar antes de continuar con esto.

Gato, memoriza las coordenadas de las cápsulas que sigan alejándose del planeta, para venir a buscarlas cuando descarguemos la bodega y a sus gentes.

Una más y descendemos.

Para cuando hacéis la descarga y regresáis a seguir con las operaciones de rescate, ya está al alcance de comunicaciones. La nave piede novedades.

Un meteorito se estrello contracls nava de guerra ybla hizo pedazos. Estamos rescatando las capsulas suervivirntes explico a la nave mientras me preparo para atrapar mas capsulas.

- Buenos días capitán. Dice el responsable de guardia de la nave. Ayudaremos en la misión. Además, trasportamos un equipo médico y un quirófano de campaña.

Tras 16 intensas horas de trabajo os reunís en tierra con todas las cápsulas rescatadas.

Descendemos con la nave y siguiendo las indicaciones del T.I. aterrizamos en las coordenadas que nos indican. Salvo por el ir y venir de militares, la zona esta relativamente en calma. Espero que no nos asalten ahora. Durante el descenso y aterrizaje me quito el traje de vacio y miro la cama con añoranza.

Bajo a la bodega de carga y la abro, permitiendo así que los militares accedan a ella y recojan a sus hombres y sus pertenencias. Mi cuerpo está fatigado, quiere una ducha, a ser posible un baño... un buen masaje y descansar. Pero quiero saber si han sobrevivido aquellos que puedo llamar amigos.

Al primer militar que veo, le pregunto por sus superiores, debo hablar con ellos.

Eran un grupo de soldados. Estaban formando un perímetro de seguridad. Estáis a pocos kilómetros de donde rescataste al arqueólogo.

- No le puedo indicar gran cosa, dice el jefe del grupo, un cabo primero ya con unos cuantos años de más de servicio, pero la Comandante murió en el puente y la Almirante ha desaparecido. Luego añadió. Todos los presentes en el puente y en la Sala de Conferencias murieron en el primer instante. Se puso algo triste. Y lo mismo pasó con el personal de Ingeniería y bodega. Los únicos que se repuso por orgullo más que otra cosa, parecía que no se permitía doblar la rodilla, pero no tenías claro por qué . Los únicos que salieron fueron o los que estaban muy cerca de cápsulas de escape o en naves que salían o estaban a punto de salir. Miró a sus chicos y dijo: Nosotros éramos parte del Trozo de Visita y Registro que había justo en ese momento de guardia. He perdido a 12 hombres.

No eran las noticias que esperaba oir. Lamento lo de sus hombres. Le dije dolida por la pérdida de las personas que yo si conocía en aquella nave. Yo también tenía personas muy apreciadas para mi allí y por sus noticias, ya me está confirmando que las he perdido para siempre. Una sombra de tristeza se apoderó de mi rostro.

Miré al cielo unos instantes. Me daba miedo la respuesta a mi siguiente pregunta, pero debía hacerla. Estando en aquel puesto, quizás pueda indicarme si sabe algo de Aven Frost. Estaba en la nave cuando ocurrió el... accidente.

El hombre entiende tu preocupación pero no puede ayudarte gran cosa: - Señora, sabemos que estaba en el puente unos minutos antes del impacto, pero no le puedo decir más. Se despide con un gesto amable y marcha corriendo para alcanzar a sus hombres y cuando llega a su altura empieza a darles instrucciones a voces.

Mi corazón parece que vuelve a fragmentarse nuevamente. Regreso a mi nave, dolorida por las noticias, con la cabeza baja y arrastrando los pies. Solo la levanto para ver como va el proceso de vaciado de la nave. Accedo a ella y me encamino a mi cabina. Dieciseis horas de rescate, más lo que ya llevaba encima y estas noticias. Sólo tenía ganas de acostarme y que todo volviese a la normalidad al despertar.

Nada más entrar en mi cabina, me desvestí y me metí en la ducha. Allí mis lágrimas se fundirían con el agua y no se notaría que estaba llorando. Tras esto me sequé con una toalla, la cual lancé al suelo al terminar y me acosté en la cama.