Partida Rol por web

No, no,  sólo estaré unas horas fuera, dije antes de salir. ¿Con quien hablo? Voy a tener que ir a que me lo miren... no solo oigo voces.. sino que ademas las contesto.

- No tengo nombre ... aún. Pero seguro que pronto se lo pondrían. - Señora, el Hombre-León visitó la nave, y no parecía un peligro en ese momento. Además de estar desarmado tenía la melena manchada de sangre y parecía ansioso o preocupado. Sonaba electrónica la voz, pero cada vez más familiar. Miraba en derredor, como escondiéndose y portaba un sobre.

-Espera... ¿Desde cuando hablas... y ves.. y piensas? ¿Quien te ha instalado? Llevo meses viajando contigo, Gato y nunca vi este software instalado en la computadora.... Ni uno similar... Pero, eso es lo de menos, debo llegar al astropuerto lo más rápido posible. La voladora ya no me parece tan buena idea.

Salgo corriendo en dirección al puente de mando. Llegaré antes con la nave.

-De camino podrias responderme a mis preguntas previas...

Pernsar, ver, ... - Señora soy operativa desde hace 6 horas, 12 minutos y 16 segundos. Todas sus preguntas contestadas.

Arranco los motores de la nave al mismo segundo de sentrarme el el asiento de pilotaje. Compruebo el estado general de la nave y comienzo a elevarla a la par que subo el tren de aterrizaje.

Marco la ruta en el ordenador, la costumbre. Y dejo puesto el piloto automático. Va siendo hora de que estrene la ropa blindada. Me levanto de la silla para ir a mi cabina a cambiarme

Cuando vas a empezar a despegar te das cuenta que ni has pedido permiso a Control de Tráfico, ni te has despedido ni te has fijado siquiera en que igual le quemas la cara a alguien con los motores. - Señora, le recuerdo el protocolo de despegue.

Estupidos protocolos. Abro la comunicación con el control del hangar. Aqui el Gato Amarillo solicitando permismo para despegar. Espero que Zug esté bien y sólo sea un tropezón.

Tras realizar todos los chequeos, análisis y preparación, avisar a todas y conseguir los permisos pertinentes, despegas. Con la nave es un momento y al llegar empiezas a pensar que te podría la cosa esa que charra de la nave, quedarse de "perrito guardián" y acercarte con la voladora a buscar a tu amigo.

Regresé al puente de mando justo a tiempo. La nave acababa de detenerse frente al astropuerto. Gato, mantente aquí mientras me acerco a tierra con la lanzadera.

La ropa blindada era comodísima. No se notaba nada en absoluto. No como el chaleco o el mono que me hacian llevar en incontables misiones. La pena era el arma. Siendo civil, no estaba bien visto llevar armas en casi ningún planeta. Claro, al estar tantos años de servicio, nunca me preocupe en mirar donde se podía o no portarlas. No quería arriesgarme a perder mi arma modificada. Asi que oculté una pistola de combate y un cargador en la voladora. Por si las cosas se ponían feas, al menos sabría donde ir a buscar algo.

Gato. Te sorprendes hablándole así a la nave.

Para empezar es un sitio muy concurrido. Aparcaste en un edificio que es un panal y parece hecho exprofeso para voladoras y cosas así. Tienes un tiquet. A partir de una hora te empezarán a cobrar. El astropuerto de Gerim es inmenso. Tanto que ahora recuerdas porqué lo evitas.

Tu nave la aterrizaste en las afueras. Al final te ha costado media hora llegar, y casi todo ha sido el paseo en la voladora.

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Odio las alomeraciones, todos van y vienen, a su bola, sin importales el de al lado. Te pisan, se cuelan, los empujones... Tengo que centrarme y encontrar a Zug. En la nota decía que estaban reparando la nave, asi pues la nave debería estar en los muelles de reparación.

Miré las señales indicativas, hacía tanto que no pisaba por aqui, que ya había olvidado algunos puntos del lugar. Y eso que me toco pasar un tiempo aqui con El Gato Amarillo, pues en la base no daban a basto con las reparaciones.

No tardé mucho en llegar. Por el camino vi algunas señales con las leyes de este planeta y me alegre de dejar el arma bien oculta en la voladora. Me hubiese metido en un buen lío si la hubiese llevado encima.

El crucero mercenario no es precisamente una nave discreta cuando ha aterrizado. La ves por los ventanales, que tendrán como 4 pisos de altura. Está lejos, en la esplanada, cerca de unos hangares bastante grandes, pero se avisa la prohibición de salir a exteriores, ya que dos naves esferoidales van a despegar. Cuando vas a salir te intercepta un policía. - Señora, serán solo dos minutos.

Perdón agente. Con la prisa no me di cuenta del aviso. Gracias. le dediqué una sonrisa. Creo que me equivoque de profesión, que bien le queda el uniforme.

Me quedo en los ventanales, mirando como despegan las naves durante dos laaaaaaaaaaargos minutos, tras los cuales, salgo del edificio y me dirijo directamente a la nave mercenaria.

No hace falta. La nave ha desaparecido. Era una de las que despegaba.

Me quedo atónita al ver partir a la nave, aún así, decido bajar al lugar donde estuvo estacionada y donde se suponía que estaría un mes. Algún trabajador de esa zona debe saber algo. Zug dijo un mes y no han pasado ni 24 horas.

LLegas a los hangares que se situaban justo a donde estaba la nave. Dentro hay unos trabajadores empaquetando, en cajas de madera, unos artefactos que te suenan como los aceleradores de cañones láser.

Me acerco a ellos. Buenos días muchachos, les sonrío. Venía a saludar a algunos aslan de la nave que estaba en este lugar... supuestamente estarían aqui un tiempo, y...  ¿sabeis porque se han ido?

Aprovecho para mirar discretamente el material que están guardando y el que les queda por guardar.