Partida Rol por web

Julián se quedó pasmado, con la boca abierta al ver salir tan tranquila a Fidela, bota de vino en mano. Como si segundos antes no se estuviera oyendo un griterío que echaría para atrás a cualquiera. 

Tardó unos segundos en reaccionar. 

-Justo lo que hará falta paamenizar la noche- Pasarla en vela en una ruina no sería tan rápida como en la cama durmiendo a pierna suelta. Y quien sabe, puede que el vino ayudara en ese mismo cometido. 

-Hemos estao preguntando por la torre- Contestó, algo incómodo, pues había olvidado la parte de pregonar. -El anciano nos ha mandao aquí-

Y poco más tenía que contar

- Puedo entender que os mandase aquí cualquiera de Bullas, más teniendo en cuenta que el jornalero supuestamente enloqueció en las tierras del molino por ver precisamente fantasmas... - explicó Fidela sus descubrimientos, claramente orgullosa -... Más no era una criatura espectral lo que vio, si no a un muchacho disfrazado que pretendía a su hija y que éste se negó darle en matrimonio... Así que le engañaron y creyó haber perdido el juicio... Pero los gritos que ha dado tras saber la verdad ha demostrado que rápidamente recuperó la sesera... En esta familia, todos hablarán de lo que vamos a hacer... Más aparte lo he estado jaleando por la calle a los cuatro vientos, quien no se entere de la novedad de nuestra hazaña es que vive encerrado en una cueva... Así que... ¿vamos donde las tierras de Don Manuel?...

Fidela comenzaría a caminar, esperando que el resto del grupo la siguiese. Aquel trabajo iba a ser sencillo, tan solo dormir en el campo para conseguir unos buenos dineros, si todo en la vida fuera así de fácil...

Julián negó con resignación al escuchar la historia de Fidela. Como venía suponiendo el barbero, eran demencias de la gente. Aunque no era algo completamente malo. 

-Vamo'- Conestó.

Un trabajo fácil y bien pagado