Partida Rol por web

Me alegré sobremanera de haber usado la cuerda, pues por un momento también me temí lo peor. Imágenes de ahogados venían a mi mente, y no era plato de gusto... Mucho más tratándose de un amigo. 

Las cuerdas atadas presentaban ahora un problema, pero por los gestos de Mut y Musgoverde entendí que me las quedaba yo, que Mut me las tiraría. 

-Visto lo visto, fue una suerte haber colaborado a que pasasen... Recojo las cuerdas e iremos los dos entonces por este lado, con los uncas.

Les hice un gesto de despedida, pues el plan estaba ya hablado. No creía que gritarlo fuese la mejor de las ideas, pues no sabíamos quién podía estar escuchándonos.

Con una inclinación de cabeza a ambos y a su valiente sabueso, tras recoger las cuerdas me pongo en marcha con Nienna, atento a lo que pudiésemos ver.

A través: Hay 7,5 Km // Andar Cauteloso-Bosque= 4h - 6km // Andar Cauteloso-Despejado 4h - 10,5km

Camino: Hay 13.75Km // Andar Cauteloso-Camino= 4h - 12Km

2h

Grupo1 : 3Km

Grupo 2: 5,25Km

4h

Ataque a Musgo: 90-5= 85 = 10A

Ataque a huesos: 98-30= 68 = 6T

Ataque a Mut: 23-25=0 

...

Musgo (42/32 PV) Enfermedad

Huesos (30/24 PV)

...

Enfermedades:

Angurrth(1-2):

Shutinis (3-4):

Venaak (5-8): Nivel 7 pérdida del oído. A superar: 76-30=46

Fiebres fuerte(9-30):

Fiebre suave (31-100):

Huesos por su tamaño no tuvo problemas para cruzar. Las dos cuerdas se las quedó definitivamente Axe y ambos grupos se despidieron.

El can olisqueaba afanosamente aquí y allá y luego miraba a su amo con cara interrogante. Mut por su parte encontró señales de paso, pero viejas. Al fin y al cabo estando tan cerca del pueblo, seguramente algún chiquillo se habría hecho el valiente a ver quien se atrevía a cruzar la presa.

Pero en cuanto iniciasteis el campo a través, todo posible signo de paso desapareció. Como bien señaló el hobbit, vuestro paso iba en ascenso. Pero menos de lo que se pensaba. Mayor problema fue el ir sorteando árboles y matorrales y dar un pequeño rodeo incluso al inicio, donde la vegetación era más densa. Pero llevar pantalones largos os libró de algunos arañazos. Huesos gimoteó en alguna ocasión al verse rodeado de zarzas y Musgoverde acudió en su rescate.

Eso en cuanto a las dos primeras horas, las dos siguientes prosiguieron parecidas, hasta que empezasteis a escuchar un sonido extraño, algo bajo, agujo, ni identificado. Hasta que Musgo verde sintió el primer pinchazo. Casi al mismo tiempo huesos gimoteó. Estabais rodeados de un enjambre de mosquitos enormes y sedientos de sangre. Había decenas, lugar o demorarse en hacer un fuego era someterse a ser acribillado, lo mejor era correr. Y así lo hicisteis. Trescientos metros más adelante el peligro había pasado y era momento de hacer balance.

Musgoverde de había llevado cuatro picotazos que escocían un horror. El pobre huesos se llevó dos, uno en el hocico y otro en una pata. Milagrosamente Mut salió indemne.

Es momento de hacer balance de daños, aunque no os podéis entretener mucho, la tarde está avanzada y a este paso llagaréis a la granja hacia el anochecer. Tampoco habéis dado ningún rastro hasta ahora.

Huesos por su tamaño no tuvo problemas para cruzar. Las dos cuerdas se las quedó definitivamente Axe y ambos grupos se despidieron.

Volvéis unos metros atrás, y pasáis por las calles del pueblo que os separan de la salida este. Y de allí por el camino. Vuestro trayecto es más largo, pero caminar por un camino es más rápido que ir campo a través, así que a bote pronto es difícil estimar cual de los dos grupos llegará primero a la granja. 

Hay un tramo que os separan varios kilómetros y en caso de apuro hay serias dudas de si os vais a enterar, probablemente no. Pero dudar ahora no sirve de mucho, ahora la suerte ya está echada.

De vez en cuando miráis aquí y allá, pero es difícil apreciar cualquier rastro significativo, al fin y al cabo es un camino. 

Lleváis casi dos horas cuando el camino se separa en dos, tal y como os mostró el viejo en el mapa, sabéis que hay que tomar el camino de la izquierda en dirección norte. Un poco más allá un puente de piedra cruza el afluente, el que vuestros compañeros atravesaron sobre la presa. 

Tras esto os espera un trecho bastante empinado, luego el camino prosigue anodino en dirección noroeste. A la izquierda se intuye el gran Anduin. La tarde está avanzada, debe de faltar poco para llegar al camino de tierra, el que hay que tomar para llegar hasta la granja. 

No habéis percibido ningún rastro, del que pudo dejar el trovador, de vuestros compañeros, ni nada reseñable. Ni cosas positivas ni encuentros desagradables. Os deben de quedar solo, unos tres kilómetros para llegar hasta la granja.

Una vez hubo cruzado Huesos, nos despedimos y ambos grupos tomamos caminos diferentes. Sabíamos que no había tiempo que perder y que seguramente no encontraríamos nada, pero había que intentarlo y dar por hecho que el tiempo jugaba en nuestra contra o más precisamente, en contra del hombre a quien buscábamos.

A medida que avanzábamos, sentía que la tensión inicial disminuía, mientras aumentaba mi certeza de que no íbamos a encontrar nada. No parecía que por allí hubiese algún rastro o huella que nos ayudase en nuestra tarea.

-Bueno, parece que estamos perdiendo el tiempo. Ojalá los demás hayan tenido más suerte que nosotros -le dije a Axe -. En fin, dirijámonos hacia la granja.

Por una parte, no haber visto nada era un fracaso, pero también nos daba alguna información. Parecía evidente suponer, aunque no podíamos estar completamente seguros, que por allí no había venido y que nada había sucedido. De haber habido pelea quizás hubiésemos visto algo, alguna huella de dicha pelea, algún fragmento de ropa o lo que fuera. Quizás nunca llegó a coger el camino.

O a lo mejor simplemente no habíamos visto nada porque no había nada que encontrar, pero tampoco significaba que alguien no lo hubiese interceptado sin dejar rastro.

Pero estaríamos más seguros acerca de lo que podría haber ocurrido cuando nos reuniésemos con los demás.

Conforme iban avanzando campo a través, Musgoverse se fue dando cuenta de que su idea de que Farahail hubiese atravesado aquel lugar era improbable. El terrero se volvía tan dificultoso por culpa de la vegetación que nadie lo cruzaría para atajar, ya que te haría perder el mismo tiempo que dar la vuelta completa. A veces, se recordó el animista, el camino más corto entre dos puntos no es la línea recta. Para colmo, unos mosquitos molestos se lanzaron sobre ellos y les picotearon horriblemente dándose un banquete con su sangre. Tuvieron que echar a correr hasta estar bien lejos de aquella zona.

-Por los Valar, jamas vi unos mosquitos tan molestos. - Comentó el animista en cuanto salieron del lugar. Notaba que los picotazos que le habían dado le picaban horriblemente, especialmente uno que se estaba hinchando considerablemente y se puso muy rojo. Intentaba no rascárselo, pero le era imposible.

-Bueno, Huesos, toca seguir buscando. Parece que nadie ha pasado por aquí, pero quien sabe, ahora que nos acercamos a la granja igual Farahail se desvió del camino cerca.

Por suerte los mosquitos no quisieron la sangre de un hobbit, aunque picaron a Musgoverde y a Huesos. 

- Cuando descansemos miraremos esas picaduras Musgoverde. Llevo algo de delrean en el zurrón que gracias a su mal olor ahuyenta a los insectos. Creo que será mejor que nos pongamos un poco si volvemos a pasar por una zona como esa donde pueda haber mosquitos de ese tamaño.

Miro el camino y aún nos queda un trecho para llegar a la granja.

- Lo mejor será que sigamos caminando y hagamos un descanso cuando tengamos la granja a la vista. Y alejémonos lo que podamos de esos mosquitos infames...eran demasiado agresivos la verdad. En La Comarca no hay insectos así...

Noto que deben picarle las picaduras a mis amigos así que le digo a Musgoverde.

- Será mejor que les echemos un vistazo y veamos si tenemos algo para que no molesten...

El camino parecía en calma, y por desgracia no había rastro del desaparecido. Ni los uncas detectaron nada, aunque ya dejasen claro que ellos no eran  rastreadores, sino cazadores. El rastreo era cosa del experimentado sabueso.

-Eso parece, Nienna. Pero bueno, aunque parezca una pérdida de tiempo, es también un descarte de cosas. Al menos no vimos nada trágico... y dentro de lo malo, esa es buena noticia. Sí, ¡ojalá los demás tengan más suerte! 

Poco a poco nos íbamos acercando a la granja, sin haber hallado rastro alguno. Frustrante, pero esperanzador.

-Podemos esperar a Mut y Musgoverde para ir a la granja todos, y diría que con prudencia. No sabemos qué o a quién podremos encontrarnos allí.

Musgoverde intentaba no rascarse, pero el picor era insoportable. Observó como el hobbit le mostraba la planta que llevaba en el zurrón y asintió a la propuesta, no solo porque conociera las propiedades de aquella corteza, sino porque debía haber funcionado estupendamente a juzgar por el estado del mediano: sin un solo picotazo.

El animista se lamentó de no llevar consigo ninguna planta o hierba que le pudiera servir ahora. Había vendido las pocas que tenía en el pueblo y con todo el asunto del fantasma no le había dado tiempo a forrajear en busca de alguna. Sintió cierta vergüenza al ver como Mut se rascaba el zurrón en busca de algo que pudiera servir para aliviar sus picores, al fin y al cabo él se dedicaba a buscar plantas curativas y venderlas.

-Gracias, amigo Mut. Echemos un vistazo mientras terminamos de llegar a la granja. Seguro que algo crece entre estos matojos. - dijo mientras se ponía a revisar el suelo en busca de algo que les fuera útil.

Negué con la cabeza sin pensarlo demasiado.

-No creo que debamos esperar. Yendo por el camino deberíamos tardar más. Es más fácil llegar a la granja y si acaso, si vemos que no llegan, ir a su encuentro desde allí. Si esperamos aquí podríamos no encontrarnos nunca u ocurrirles algo sin que pudiésemos ayudarles a tiempo.

Me estaba poniendo en lo peor de una situación que hasta el momento no había demostrado nada, pero es que la desaparición de una persona no era algo que ocurriese de manera casual. Siempre, por experiencia, suponía que había alguna clase de juego sucio y aquella no era la excepción.

Prefería terminar nuestro recorrido y entonces, valorar qué hacer, si es que al final no llegaban Mut y Musgoverde.

- Echaremos un ojo a ver si encontramos algo interesante, aunque no sean hierbas medicinales puede ser bellotas o setas que nos sirvan para comer - digo pensando en que ya hace tiempo que no como nada - Así a la noche tendremos algún producto fresco y si algo nos venden en la granja podemos darnos un pequeño festín, puede que el aroma de un buen puchero llame la atención de nuestro amigo perdido. 

Hace tiempo que no cocino para mis compañeros, normalmente cuando vivíamos en la espesura era el encargado de cocinar. Además debería usar mis reservas de sal, tomillo y perejil seco que llevo siempre encima. 

-Visto así... Es verdad que nos llevaría menos tiempo llegar. De acuerdo entonces, vayamos y veamos qué hay por allí. 

El no saber de nuestros amigos hacía que esperarlos fuese incierto, y siendo urgente la búsqueda de Farahail, una pérdida de tiempo. Mi optimismo momentáneo había nublado mi sentido común.

-¡Continuemos el camino, pues!

Difícil saber que había pasado con el trovador. Pero el no encontrar pista, podía significar tanto que por allí no había pasado, como que si había pasado pero no había ocurrido nada particular, o una tercera opción, que si pasó algo pero se os pasó el rastro.

Lo que si parecía claro es la suposición de Axe, los Uncas valían para el combate, pero en cuanto a localizar un rastro, era como intentarlo con un gato.

Hubo un momento de duda sobre si esperar aquí o no, pero finalmente optasteis por proseguir. Así lo hicisteis el trecho que os quedaba. Tomasteis el camino de tierra y un poco más adelante una cerca para que no se saliera el ganado y que se podía abrir con la mano.

Otra suposición fue que vuestros compañeros llegarían antes, pero por fuera no se veía a nadie, tal vez estuvieran dentro.

Y alguien si había, pues de la chimenea salía humo, olía a leña. En los alrededores había un gallinero y otra zona con ovejas, a estas horas, ya las últimas de las tardes, los animales estaban recogidos.

No había nada extraño, así que llamasteis a la puerta. Un hombre de mediana edad, de pelo oscuro y barba abrió la puerta, estaba el pasados echado y llevaba un hacha en la mano, os miró con desconfianza - ¿Quién anda a estas horas por mi terreno?

Las picaduras de Musgoverde no tardaron en inflamarse, el picor era molesto y ante eso el anciano sabía que lo mejor era no rascarse.

Mut saca Delrean, una corteza desmigajada y os la frotáis, con eso seguro que no se os va a acercar ningún insecto en varias horas. El Aloe podría ayudar, aunque el picor no era lo peor que podía pasar. Musgoverde se lo pone y siente un ligero alivio.

El animista se siente un poco avergonzado, pero es que el Hobbit va cargado con un gran abanico de hierbas. Para quitarse un poco la espinita, se pone a buscar por los alrededores. Piensa en que hierba en una zona como esta podría ayudarle. Tiene algo en la punta de la lengua: clima frío, no muy lejos de zonas de agua dulce… ¡Melandar! Es un musgo con el que se puede hacer una infusión. Es bueno para prevenir infecciones y enfermedades. No siempre es efectivo, pero es una ayuda. Lo mejor es tomarlo cuanto antes, si no surte efecto, pues ya se verá en las próximas horas.

Ya con todas estas cosas de encender el fuego, tomarlo todo, se os está echando la noche encima. Retomáis la marcha y descubrís que estabais muy cerca del camino principal. Allí atajáis de nuevo, en poco más de un kilómetro dais con una cerca para el ganado, aquí habría que saltarla o dar un rodeo en dirección al camino de tierra que según el mapa es el que da acceso a la granja.

No tardamos demasiado en llegar a la granja y para mi sorpresa, no había rastro de nuestros compañeros. Eso podía significar que o bien nosotros habíamos ido más deprisa de lo que imaginábamos... o algo les había sucedido por el camino, no necesariamente malo, pero tampoco podíamos, ni debíamos, confiar en que no fuese así.

-No hay ni rastro del resto, pero sigamos adelante -le dije a Axe, abriendo la cerca y siguiendo por el camino. No había duda que estábamos ya en los terrenos de la granja y existía la posibilidad de que los demás hubiesen entrado.

Terminamos por llegar a la casa, que evidenciaba que en el interior había alguien. Cuando llegamos a la puerta, llamamos y pasados unos pocos segundos, el que sin duda era el dueño, nos abrió, con gesto desconfiado y un hacha en la mano.

No están aquí. ¡Maldita sea!

-Buenas noches. Mi nombre es Nienna y él es Axe. Estamos buscando al joven Nadhaim, Farahail, de parte de su padre. Nos dijo que se había dirigido hacia aquí, tres días atrás, y desde entonces nadie lo ha vuelto a ver. ¿Hablasteis con él? ¿Lo visteis?

A pesar de mi inquietud respecto al resto, lo primero era lo primero y ya que estábamos allí, al menos debíamos aclarar si había llegado hasta allí o de lo contrario, algo le había sucedido ya en el momento de ir.

Me encaramo en la cerca y miro a ver qué animales hay pastando, tengo el mal recuerdo de saltar una cerca en La Comarca y encontrarme con un toro pastando* que tenía malas pulgas y no se tomó bien que un hobbit interrumpiera su comida.

- Podemos probar a atajar por el prado, pero podría haber perros y entendería que nos tomaran por unos incursores... - comento intentando ver qué animales hay pastando - Si no creo que podemos llegar con calma por el camino, entiendo que no debe faltar mucho, puede que lleguemos cuando esté prácticamente escuro y si pasa eso podemos hacernos una idea de lo que pudo encontrarse nuestro amigo si se le hizo noche.

-Ah, mira Mut. - Dijo el animista mostrando su hallazgo. -Este musgo es melandar, creo que puede ayudar. Se toma en infusión, así que voy a calentar un poco de agua. Lo mejor es tomarla cuanto antes para prevenir enfermedades. ¿Sabías que el mosquito es el animal que más muertes causa? Uno podría pensar en los trolls o en los trasgos, pero realmente es extraño encontrarte con trolls en la mayoría de caminos, y es fácil alejarse de los trasgos si uno mantiene precauciones en sus viajes. Pero nadie se libra de un picotazo de mosquito, y muchos de ellos transmiten enfermedades muy peligrosas.

El animista usó el agua de su propia cantimplora para la infusión y dejó que el musgo soltara toda su esencia en el agua caliente antes de tomarlo. Le dio un poco a Huesos cuando la infusión enfrió un poco para evitar que el animal también enfermara por los picotazos, y después retomaron la marcha. Musgoverde no sabía si la infusión habría resultado efectiva, ni tampoco si algún mosquito le había hecho contraer alguna enfermedad, pero más valía ser previsor.

-Echa un vistazo si quieres pero no hay prisa, podemos bordearla. - Respondió el animista más tarde, cuando llegaron a aquel lugar y el mediano se encaramó a la cerca.

Con la obvia preocupación por la suerte de nuestros amigos aún presente, Nienna se aventuró a contestar por ambos al granjero, y yo le saludé también amistosamente con un gesto.

Íbamos armados y con dos fieras, y eso no da confianza alguna. Por supuesto que el granjero estaba receloso, no era para menos. Hacerle ver que no veníamos a dañar nada ni a nadie era lo primero, antes de ganarnos su confianza.

-Estos animales no atacarán -dije, refiriéndome a los uncas, que aguardaban cerca de nosotros pacientemente sentados desde que dejamos de caminar -. Decidnos, ¿habéis visto a Farahail?

Aguardé a su respuesta, esperando que fuese satisfactoria. Ojalá Farahail hubiese estado aquí, o que al menos sepan de él.

- ¡¿Quién?! ¡Ah…! - Al escuchar el nombre de la persona que estabais buscando se relajó y bajó el habla.

- Si, estuvo aquí. Y su padre también, preguntando por Farahail. Le dije que se marchó de aquí… si, eso, hace tres días. Se iría un poco tarde. Mira, más o menos a estas horas. Le ofrecí quedarse aquí a pasar la noche, pero no quiso.

La explicación cuadraba con lo que había explicado su padre. Parecía seguir el misterio en todo lo alto. Aunque… el granjero apuntó que se marchó a estas horas, eso también cuadraba. A estas horas… ¿Por qué no llegó entonces? No había signos de lucha ¿Campo a través? Eso lo tal vez lo descubran vuestros compañeros. Pero… ¿Y si no? ¿Le llamaría la atención algo? Farahail ya había dado muestras de ser curioso y meterse en fregados.