Partida Rol por web

Fate/Sea of Sorrows [+18]

Acto II: La guerra

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09/01/2019, 13:06
Director

La noche podría parecer tranquila para cualquiera: el viento corre por las calles, albortando el pelo de Josh, y la luna cuelga del cielo iluminando la calle con su luz pálida y suave todos los edificios. No hay nadie en las calles, y podría resultar una fotografía agradable la de la ciudad iluminada por la noche, un lugar tranquilizador. 

Pero no. Para cualquier mago, esa noche es de todo menos tranquilizadora. El maná crepita junto con el viento, poderoso y temible, y bajo sus pies la Línea Ley se revuelve como una antigua sierpe atrapada que luchara por romper las cadenas de su encierro. La luna parece un ojo pálido que les escrutara con velada amenaza, y Josh puede notar sus Circuitos Mágicos ardiendo, quemando en sus nervios al contacto con el Maná del aire. Es una noche de magia, una noche de poder. 

Una noche de sangre.

Shun, tú lo notas también, ¿verdad? Sea quien sea, se está preparando. -Dice Mayuri. 

Aún no ha terminado de decir estas palabras cuando de pronto, por un brevísimo instante, nota una ráfaga de aire frío que recorre su espinazo. No es el frío propio de marzo, ni el frío del hielo, ni el frío de las llanuras heladas. No tiene nada que ver con el frío normal y corriente, el frío que los mortales notan cuando la temperatura desciende. 

No: es el frío brutal y cruel, despiadado y sin alma de la mismísima muerte. Es el frío de las criptas, de los huesos pelados que se pudren eternidades enteras en cámaras subterráneas, es la fría piedra de las tumbas, de los cementerios. Es la imponente presencia de los mausoleos, enormes, rotundos, poderosos, vacíos y yertos. La oscuridad, no la de la noche que les rodea, sino la de la no existencia, la de las cuevas en las que jamás ha dado la luz, les abraza en un instante y se lo traga todo. Josh nota que de pronto una niebla terrible, viscosa como un animal viviente, se pega a su piel, a su cuerpo, y se introduce en su garganta, quemando como un hierro al rojo. 

-¡Master!-gritan las dos Servants al unísono. Josh nota una mano que le agarra y le aplasta contra un cuerpo frío, tan frío que quema: es Lancer, que le ha cogido con una mano y le ha apretado contra su armadura plateada. Aunque Josh no ve nada, puede notar perfectamente la brutal explosión de maná que supone la invocación de la lanza de la valkiria en su otra mano, así como el arco de Archer. Josh tose, con la garganta al rojo, pero se mantiene consciente, aunque no puede ver nada. 

-Master, no puedo salir de la niebla...-dice Lancer, aún agarrándole. En ese momento, un sonido terrible, un chasquido húmedo y un chirrido como de metal contra hueso suena en algún punto indeterminado, e inmediatamente un grito desgarrador, de dolor y frustración escapa de la garganta de Archer, mientras ambos notan la explosión de maná que causa Tauropolos al ser disparado, una, dos, tres veces. 

Como si una ráfaga de aire la deshiciera, la niebla se disipa en gruesos retazos que recuerdan a gusanos negros, y Josh puede ver por fin. Aunque el dolor de su garganta remite y ya puede volver a respirar, la escena hace que se le corte la bocanada de aire que iba a tomar. 

Ante él, Mayuri yace en un charco de sangre, con el cuello abierto hasta el mismo hueso. Sus hermosos labios están manchados de rojo, y su mirada se clava en el cielo, vacía y sin vida. Todo a su alrededor está salpicado de carmesí en aleatorios diseños sobre los adoquines. A su lado, lo que parece una niña vestida con cuero y retales de harapos ha recibido toda la ira de Tauropolos: un brazo le ha sido arrancado de cuajo, otro disparo ha arrancado la mitad de su vientre y el tercero ha cortado su cuello como si fuese un hacha, separando la cabeza del cuerpo. Mientras Josh mira, nubecillas doradas comienzan a arremolinarse alrededor de los restos de la niña, como si se evaporase, y finalmente desaparece en un breve fogonazo de luz dorada. Era sin duda un Servant, y acaba de desaparecer. 

Pero antes de poder procesar esa información, un grito animal rasga la noche, y Josh dirige de nuevo su mirada hacia Atalanta. La normalmente tranquila y estoica arquera tiene el rostro desfigurado en una expresión de ira animal, primaria, y una acumulación de poder negro y púrpura comienza a acumularse en torno a sus brazos, sus piernas, su pecho. Ruge, grita, mientras el poder purpúreo la envuelve más y más, cae de rodillas, sin dejar de chillar, de rugir, un sonido que atruena los tímpanos de Josh y hace que la cabeza le dé vueltas. La energía que le rodea se transforma, la desfigura, quema su ropa verde, hace aparecer terribles garras negras, alarga sus dientes hasta que son colmillos de león, de cocodrilo, y su cuerpo queda cubierto solo por escamas negras que cubren su pecho y su entrepierna, con la monstruosa cabeza de un jabalí negro en su hombro. 

-¡LE HABÉIS ROBADO SU FUTURO! ¡HABÉIS MATADO A LA NIÑA! ¡A LOS NIÑOS! ¡NO HABÉIS PROTEGIDO SU FUTURO!

Sus palabras dejan de ser inteligibles, se convierten en meros gruñidos. Se gira hacia ellos y grita a través de sus temibles colmillos, mientras el maná bulle y late a su alrededor como un tornado. No es el maná normal de un Servant, sino el brutal despliege de un Tesoro Heroico. Sin embargo, no tiene nada en las manos, y Shun comprende que ahora ella es el Tesoro Heroico.

Mira a Josh y a su Servant con ira homicida, y da un paso hacia ellos, pero es como si una forma invisible se lo impidiera. Lancer alza su arma, pero no es necesario: aunque Atalanta ruge y grita, no puede atacarles. Es el Geas, sin duda, que se lo impide, y finalmente, frustrada, Atalanta da un salto digno del mayor de los tigres y se sube a la azotea del edificio que tienen detrás en menos tiempo del que tarda Josh en parpadear. El pájaro que les seguía cae inmediatamente bajo sus garras, y es destrozado en un instante. El monstruo en el que se ha convertido Atalanta olfatea el aire como en busca de una presa, y finalmente fija la mirada en algo al otro lado del puente y sale a toda velocidad, tan rápido que parece desaparecer, corriendo sobre sus cuatro patas como un león. Oyen su rugido al otro lado del río, y una voz femenina que grita un instante antes de detenerse súbitamente. 

Lancer, con Josh aún agarrado, da una zancada, y Josh nota cómo su estómago se vuelve del revés al experimentar la aceleración brutal de su Servant sin previo aviso. Como un niño que salta entre charcos, Lancer cruza el puente de una sola zancada, y aterriza en el lugar del que ha salido la voz. No hay rastro de Atalanta, de la que lo único que han podido ver es que se dirigía en dirección a la mansión Einzbern. Bajo ellos, está la causante del grito: una chica de unos diecinueve años, aunque parece mucho menor por sus facciones infantiles, completamente destrozada, con las tripas derramadas por la acera y el pecho abierto, las costillas partidas como ramitas sobre un corazón desgarrado. Lancer le da la vuelta a la mano izquierda del cadáver con la punta de la lanza, y pueden ver las tres marcas rojas que señalan los Conjuros de Comando en el dorso de su mano. 

-Debía de ser el master de esa niña de la niebla-dice Lancer-Sin su Servant, nada podía hacer contra Atalanta. 

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09/01/2019, 16:19
Director

La noche podría parecer tranquila para cualquiera: el viento corre por las calles, albortando el pelo de los Masters, y la luna cuelga del cielo iluminando la calle con su luz pálida y suave todos los edificios. No hay nadie en las calles, y podría resultar una fotografía agradable la de la ciudad iluminada por la noche, un lugar tranquilizador. 

Pero no. Para cualquier mago, esa noche es de todo menos tranquilizadora. El maná crepita junto con el viento, poderoso y temible, y bajo sus pies la Línea Ley se revuelve como una antigua sierpe atrapada que luchara por romper las cadenas de su encierro. La luna parece un ojo pálido que les escrutara con velada amenaza, y Jard puede notar que Sirin se remueve incómodo. Es una noche de magia, una noche de poder. 

Una noche de sangre.

-Shun, tú lo notas también, ¿verdad? Sea quien sea, se está preparando. -Dice la master de Archer. 

Aún no ha terminado de decir estas palabras cuando de pronto, por un brevísimo instante, Jard nota a través de Sirin una ráfaga de aire frío que recorre su pequeño cuerpo emplumado. No es el frío propio de marzo, ni el frío del hielo, ni el frío de las llanuras heladas. No tiene nada que ver con el frío normal y corriente, el frío que los mortales notan cuando la temperatura desciende. 

No: es el frío brutal y cruel, despiadado y sin alma de la mismísima muerte. Es el frío de las criptas, de los huesos pelados que se pudren eternidades enteras en cámaras subterráneas, es la fría piedra de las tumbas, de los cementerios. Es la imponente presencia de los mausoleos, enormes, rotundos, poderosos, vacíos y yertos. La oscuridad, no la de la noche que les rodea, sino la de la no existencia, la de las cuevas en las que jamás ha dado la luz, les abraza en un instante y se lo traga todo. En un instante, Sirin se halla mirando un mar de niebla negra que se ha tragado la calle bajo él y que por poco no llega hasta la azotea en la que se halla subido. La oscuridad es más negra que la de la propia noche, y resulta impenetrable para los ojos de Sirin. Jard puede notar en la acumulación de maná que se trata de un Tesoro Heroico, que esa niebla es un arma, y una poderosa. 

-¡Master!-gritan las dos Servants al unísono, desde el interior de la niebla. Inmediatamente puede sentir las ondulaciones del maná que sin duda se deben a que Lancer y Archer han invocado sus respectivas armas. 

-Master, no puedo salir de la niebla...-dice la voz de Lancer. En ese momento, un sonido terrible, un chasquido húmedo y un chirrido como de metal contra hueso suena en algún punto indeterminado, e inmediatamente un grito desgarrador, de dolor y frustración escapa de la garganta de Archer, mientras nota la explosión de maná que causa un arma de Servant al ser usada. 

Como si una ráfaga de aire la deshiciera, la niebla se disipa en gruesos retazos que recuerdan a gusanos negros, y Sirin puede ver por fin. La escena hace que el pájaro se revuelva y quiera escapar del control que ejerce Jard sobre él. 

Bajo el pequeño familiar, la master de Archer yace en un charco de sangre, con el cuello abierto hasta el mismo hueso. Sus hermosos labios están manchados de rojo, y su mirada se clava en el cielo, vacía y sin vida. Todo a su alrededor está salpicado de carmesí en aleatorios diseños sobre los adoquines. A su lado, lo que parece una niña vestida con cuero y retales de harapos ha recibido toda la ira del arco de su Servant: un brazo le ha sido arrancado de cuajo, otro disparo ha arrancado la mitad de su vientre y el tercero ha cortado su cuello como si fuese un hacha, separando la cabeza del cuerpo. Mientras Sirin mira, nubecillas doradas comienzan a arremolinarse alrededor de los restos de la niña, como si se evaporase, y finalmente desaparece en un breve fogonazo de luz dorada. Era sin duda un Servant, y acaba de desaparecer. 

Pero antes de poder procesar esa información, un grito animal rasga la noche, y Sirin dirige de nuevo su mirada hacia Archer. La normalmente tranquila y estoica arquera tiene el rostro desfigurado en una expresión de ira animal, primaria, y una acumulación de poder negro y púrpura comienza a acumularse en torno a sus brazos, sus piernas, su pecho. Ruge, grita, mientras el poder purpúreo la envuelve más y más, cae de rodillas, sin dejar de chillar, de rugir, un sonido que atruena los tímpanos del pequeño pájaro y hace que la cabeza le dé vueltas. La energía que le rodea se transforma, la desfigura, quema su ropa verde, hace aparecer terribles garras negras, alarga sus dientes hasta que son colmillos de león, de cocodrilo, y su cuerpo queda cubierto solo por escamas negras que cubren su pecho y su entrepierna, con la monstruosa cabeza de un jabalí negro en su hombro. 

-¡LE HABÉIS ROBADO SU FUTURO! ¡HABÉIS MATADO A LA NIÑA! ¡A LOS NIÑOS! ¡NO HABÉIS PROTEGIDO SU FUTURO!

Sus palabras dejan de ser inteligibles, se convierten en meros gruñidos. Se gira hacia los otros dos y grita a través de sus temibles colmillos, mientras el maná bulle y late a su alrededor como un tornado. No es el maná normal de un Servant, sino el brutal despliege de un Tesoro Heroico. Sin embargo, no tiene nada en las manos, y Jard comprende que ahora ella es el Tesoro Heroico.

Mira al Master y a su Servant con ira homicida, y da un paso hacia ellos, pero es como si una forma invisible se lo impidiera. Lancer alza su arma, pero no es necesario: aunque Atalanta ruge y grita, no puede atacarles. Jard no sabe por qué, pero algo se lo impide, y finalmente, frustrada, Atalanta da un salto digno del mayor de los tigres y se sube a la azotea en la que está Sirin en menos tiempo del que el pájaro puede batir las alas. Inmediatamente las garras del monstruo en el que se ha convertido el Servant se lanzan sobre Sirin antes de que pueda alzar el vuelo, y es destrozado en un instante. Jard nota un dolor terrible, un dolor de muerte, hasta que por fin el conjuro de Transferencia termina y vuelve a verse en su propia casa, sentado en una silla. Se agarra el pecho y el vientre frenético, pero ahí no hay nada, está sano. Ha sentido las garras del Servant como si fueran en su propia carne, y el corazón le late desbocado mientras suda incontrolablemente. 

Jeanne se levanta de inmediato de su silla, y se acerca a él con preocupación. 

-Master, ¿estás bien?

 

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09/01/2019, 16:44
Director

La noche podría parecer tranquila para cualquiera: el viento corre por las calles, albortando el pelo de los Masters, y la luna cuelga del cielo iluminando la calle con su luz pálida y suave todos los edificios. No hay nadie en las calles, y podría resultar una fotografía agradable la de la ciudad iluminada por la noche, un lugar tranquilizador. 

Pero no. Para cualquier mago, esa noche es de todo menos tranquilizadora. El maná crepita junto con el viento, poderoso y temible, y bajo sus pies la Línea Ley se revuelve como una antigua sierpe atrapada que luchara por romper las cadenas de su encierro. La luna parece un ojo pálido que les escrutara con velada amenaza, y Audrina puede notar sus Circuitos Mágicos ardiendo, quemando en sus nervios al contacto con el Maná del aire cuando invoca el conjuro de aumento de los sentidos, que le permite ver y oír lo que ocurre al otro lado del puente. Es una noche de magia, una noche de poder. 

Una noche de sangre.

-Shun, tú lo notas también, ¿verdad? Sea quien sea, se está preparando. -Dice la master de Archer. 

Aún no ha terminado de decir estas palabras cuando de pronto, Audrina nota cómo el maná le es extraído súbitamente, y el Tesoro Heroico de su Servant se activa. La oscuridad, no la de la noche que les rodea, sino la de la no existencia, la de las cuevas en las que jamás ha dado la luz, les abraza en un instante y se lo traga todo. Audrina ya no puede ver nada de lo que ocurre, pues toda la manzana que hay tras el puente ha quedado engullida por la niebla, oscura y viscosa como un animal vivo.

-¡Master!-gritan las dos Servants al unísono, desde el interior de la niebla. Inmediatamente puede sentir las ondulaciones del maná que sin duda se deben a que Lancer y Archer han invocado sus respectivas armas. 

-Master, no puedo salir de la niebla...-dice la voz de Lancer. En ese momento, un sonido terrible, un chasquido húmedo y un chirrido como de metal contra hueso suena en algún punto indeterminado, e inmediatamente un grito desgarrador, de dolor y frustración escapa de la garganta de Archer, mientras nota la explosión de maná que causa un arma de Servant al ser usada. 

De pronto, a través del canal telepático, le llega un torrente de sensaciones tan fuerte que la maga cae de rodillas, agarrándose el brazo, el pecho, luchando por respirar. Primero, euforia, triunfo desquiciado, y luego dolor, dolor terrible, desgarrador. Dolor de muerte. Nota como si el brazo le hubiera sido arrancado de cuajo, y luego como si un hierro al rojo se revolviera en sus entrañas. La mano de los conjuros de comando pulsa y duele, y Audrina se da cuenta, con pánico, que su conexión está desvaneciéndose. Assassin, Jack el Destripador, su Servant, está muriendo. 

-Mamá... me han dado... mamá... Ha sido... Ha sido divertido, mamá. -escucha por el canal telepático antes de que se corte definitivamente y solo quede un inmenso, inabarcable vacío donde antes estaba la siempre tranquilizadora presencia de su Servant. 

Como si una ráfaga de aire la deshiciera, la niebla se disipa en gruesos retazos que recuerdan a gusanos negros, y Audrina puede ver por fin. A través de las lágrimas, Audrina puede ver la grotesca escena que la niebla va revelando. 

En el suelo, sobre los adoquines, la master de Lancer yace en un charco de sangre, con el cuello abierto hasta el mismo hueso. Sus hermosos labios están manchados de rojo, y su mirada se clava en el cielo, vacía y sin vida. Todo a su alrededor está salpicado de carmesí en aleatorios diseños sobre la acera. A su lado, su niña, su preciosa niña, vestida con cuero y retales de harapos, yace destrozada. Ha recibido toda la ira del arco de Archer: un brazo le ha sido arrancado de cuajo, otro disparo ha arrancado la mitad de su vientre y el tercero ha cortado su cuello como si fuese un hacha, separando la cabeza del cuerpo. Mientras Audrina mira, nubecillas doradas comienzan a arremolinarse alrededor de los restos de la niña, como si se evaporase, y finalmente desaparece en un breve fogonazo de luz dorada. Su Servant ha desaparecido. 

Pero antes de poder procesar el dolor de esa imagen, un grito animal rasga la noche, y Audrina dirige de nuevo su mirada hacia Archer. La normalmente tranquila y estoica arquera tiene el rostro desfigurado en una expresión de ira animal, primaria, y una acumulación de poder negro y púrpura comienza a acumularse en torno a sus brazos, sus piernas, su pecho. Ruge, grita, mientras el poder purpúreo la envuelve más y más, cae de rodillas, sin dejar de chillar, de rugir, un sonido que atruena los tímpanos de Audrina y hace que la cabeza le dé vueltas. La energía que le rodea se transforma, la desfigura, quema su ropa verde, hace aparecer terribles garras negras, alarga sus dientes hasta que son colmillos de león, de cocodrilo, y su cuerpo queda cubierto solo por escamas negras que cubren su pecho y su entrepierna, con la monstruosa cabeza de un jabalí negro en su hombro. 

-¡LE HABÉIS ROBADO SU FUTURO! ¡HABÉIS MATADO A LA NIÑA! ¡A LOS NIÑOS! ¡NO HABÉIS PROTEGIDO SU FUTURO!

Sus palabras dejan de ser inteligibles, se convierten en meros gruñidos. Se gira hacia los otros dos y grita a través de sus temibles colmillos, mientras el maná bulle y late a su alrededor como un tornado. No es el maná normal de un Servant, sino el brutal despliege de un Tesoro Heroico. Sin embargo, no tiene nada en las manos, y Audrina comprende que ahora ella es el Tesoro Heroico.

Mira al Master y a su Servant con ira homicida, y da un paso hacia ellos, pero es como si una forma invisible se lo impidiera. Lancer alza su arma, pero no es necesario: aunque Atalanta ruge y grita, no puede atacarles. Audrina no sabe el qué, pero algo se lo impide, y finalmente, frustrada, Archer da un salto digno del mayor de los tigres y se sube a una azotea en un parpadeo. Inmediatamente las garras del monstruo en el que se ha convertido el Servant se lanzan sobre algo que no ve bien (¿un pájaro?), y es destrozado en un instante. Archer se alza sobre cuatro patas, como un león, y olfatea el aire como en busca de una presa. Con un respingo, Audrina se da cuenta de que la presa es ella, e intenta huir, esconderse, hacer algo para evitar al bestial depredador que se le viene encima. Aún está lejos, al otro lado del río, y podrá sacarle ventaja si corre deprisa. Corre hacia un callejón, mientras Archer, sobre la azotea lejana, gira la cabeza y clava sus ojos en ella, a través de toda la distancia y los muros que las separan, y ruge como un león furioso. 

Audrina entra tropezando en el callejón, mientras oye los rugidos del Servant y el sonido del acero del puente bajo sus garras, y ve varias salidas posibles: una tapa de alcantarilla, una puerta de servicio, un recodo hacia otro callejón. Se dispone a avanzar, pero, en ese momento, algo la detiene. Es como si sus piernas hubieran dejado de responder, y al mirar hacia abajo, ve por qué. 

De su vientre sobresale una garra negra, afilada y llena de aristas como un cristal roto en mil pedazos. La garra ha atravesado su columna, sus riñones y su vientre,  e impotente puede ver cómo los intestinos, rojos y brillantes, se derraman sobre el suelo como un puñado de grotescas serpientes que trataran de escapar de su cuerpo. La garra es extraída violentamente, y Audrina cae hacia atrás, donde ve por un segundo el furioso rostro de Archer sobre ella, con esos ojos enajenados que solo buscan sangre. La bestia se lanza sobre ella una vez más, y entonces llega el dolor, terrible, intenso como una estrella naciente, anulando toda sensación y toda razón. El mundo se cubre de rojo mientras sus costillas saltan una a una, quebradas como ramitas secas. 

Las luces se apagan. Una a una, una a una. La oscuridad lo invade todo. Su cuerpo exánime está cortado en pedazos, y su alma se pierde ya, la vida desaparece de sus ojos, como cuando la luna se ve cubierta por una repentina nube. 

Y solo queda la oscuridad. La oscuridad y el silencio. 

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09/01/2019, 19:25
Jard Frain
Sólo para el director

Jard estaba cansado de espiar a los dos Masters, sin obtener nada de utilidad en todo ese momento. Incluso, había llegado a pensar de que le habían descubierto, que sabían que los estaba espiando, ya que no habían pronunciado una sola palabra en un buen tiempo. No sería demasiado extraño, teniendo en cuenta que no conocía cada una de las habilidades de los Servants, así como tampoco la de los Masters en sí. Sin embargo, había pensado que un ave tan simple como Sirin sería difícil de sospechar... bueno, a menos que prestaran mucha atención a sus movimientos... lo cual no sería una sorpresa si los Servants hubieran sido quienes le habían descubierto. No obstante, de ser así, ¿no tendrían que haber destruido al familiar al instante? Habría sido una tontería dejarle con vida. Sea lo que fuese... el joven magi estaba bastante frustrado con el hecho de no haber podido obtener algo de utilidad.

No obstante, sus pensamientos se vieron interrumpidos en el instante en el que sintió aquella rafaga de aire frío que despertó cierto terror en Jard. No era normal, para nada. Algo así no podía sentirse en ese lugar, estando claro que aquello era producto de algo más, algo siniestro que despertaba todas las alarmas en el magi. Las palabras de la Master de Archer sirvieron para describir lo que a Jard le había sido difícil definir. Ciertamente, se trataba de alguien preparándose, posiblemente para atacarles... y eso fue lo que sucedió. Entonces, tanto su familiar como él pudieron notar cómo una niebla oscura se tragaba todo debajo de ellos, sumergiendo en la oscuridad la calle y quienes había estado observando hasta ese momento. Por la intensa acumulación de maná, no había duda de que aquello se trataba de un tesoro heroico, posiblemente algo que sirviera para mantener oculto al Servant que poseía bajo su control aquella niebla. En otras palabras... si era algo así... debía de tratarse de Assassin.

Hasta ese momento, jamás había llegado a enfrentarse ni ver a dicho Servant. Estaba claro que su Master había actuado con cierta cautela, esperando el tiempo ideal para atacar, aunque a Jard le costaba mucho pensar que fuera una idea atacar a dos Servants a la vez, en especial cuando se trataba de la clase Assassin. No era más que un acto suicida de su parte, si realmente era ese Servant en particular. ¿Era aquello lo que había temido hasta ese momento? ¿La gran amenaza de la cual había hablado y que Jeanne le había advertido? No tenía respuestas a esas preguntas, aunque recordaba que el Master de Berserker había hablado de una extraña niebla... ahora sabía a lo que se refería. De cualquier modo, nada de eso importó, no cuando pudo escuchar los gritos de los Servants, y aquel horrible sonido en la oscuridad de la niebla, para luego presenciar la muerte de la Master de Archer. Había muerto con tanta facilidad, posiblemente sin saber lo que había sucedido. No se podía negar que aquello era una especie de alivio para el magi, ya que significaba que la alianza se había arruinado por completo, por lo que esos dos ya no serían una amenaza para él. Al menos... no una tan peligrosa como lo era cuando la Master estaba viva.

Lamentablemente, parecía que el Master de Lancer, y su respectivo Servant, continuaban con vida, aunque aquello era de esperar, teniendo en cuenta que Jard había incluso dudado de que un Servant pudiera contra alguno de los dos Servants cuando estuvieran juntos. Sin embargo, le había sorprendido, y el Servant en cuestión había obtenido algo a cambio de aquel acto suicida. Si bien, estaba claro que dicho Servant, quien parecía ser una niña, había muerto también, al no poder contra el poder de sus dos oponentes. No obstante, por más que aquello hubiera sido una mala decisión por parte de la niña, que ahora desaparecía en un fogonazo de luz dorada, no había duda de que había sido un evento de buena suerte para Jard. Habían muertos dos de sus enemigos, en particular alguien tan molesto como Assassin, si es que su suposición era correcta, así como visto la destrucción de una alianza que habría sido un incordio para él. Por desgracia... todo tenía su precio, uno que al magi no le habría gustado aceptar, no cuando, lo que debía de sacrificar, habría sido de mayor utilidad para él en el futuro.

Aquel grito animal había llamado la atención de su familiar, así como del magi, pudiendo ver a una Archer absolutamente encolerizada, gritando sobre una niña, así como unos niños, algo que Jard no llegaba a comprender demasiado. ¿Se refería al Servant que había muerto? ¿Por qué estaría enojada por la muerte de su enemigo? Era como si... hubiese enloquecido, y, por aquel estado en el que se encontraba, parecía como si fuera de la clase Berserker aunque el magi sabía que era Archer. El maná a su alrededor dejaba en claro que se trataba de un Tesoro Heroico... ¿ella era un Tesoro Heroico?  Pero... ¿no había usado su Tesoro Heroico contra Berserker en su momento? Había sido completamente diferente. A menos que tuviera dos. De cualquier modo, estaba claro que Archer estaba fuera de sí misma, ya que incluso parecía considerar la posibilidad de atacar a Lancer y a su Master, quienes habían sido sus aliados hasta hacía muy poco. No obstante, no lo hizo, y en vez de atacarles, optó por marcharse, no sin antes matar a Sirin, rompiendo aquel vinculo que el magi mantenía con su familiar, y forzando a éste a "despertar" de manera abrupta y con la sensación de que había sido él quien había sentido las garras del Servant sobre su carne.

En shock ante lo que había experimentado, y sintiéndose mal por la muerte del pobre Sirin, se llevó las manos al pecho y al vientre, al mismo tiempo que intentaba calmarse, luego de todo lo que había presenciado. A pesar de todo, una sonrisa se dibujó en su rostro, una sonrisa de satisfacción, por la muerte de un Servant enemigo, así como de uno de los Masters que habían sido una molestia para él. Todavía podía sentir aquel dolor fantasma sobre su cuerpo, a pesar de que no había sido él quien había recibido la ira de Archer, lo que la dificultaba la respiración, a pesar de saber de que estaba bien y de que no moriría por un mero vinculo con su familiar. Incluso el sudor que cubría su cuerpo era señal de que estaba vivo, aunque parecía que su mente se negaba a aceptar los hechos. Por fortuna, la voz de Jeanne sirvió para sacarle de aquel estado de shock, al menos lo suficiente como para poder responder a su pregunta. - E-Estoy bien... aunque... Sirin está muerto. A-Archer le mató. - Respondió con cierta dificultad, mientras continuaba llevando aire a sus pulmones, intentando asegurar a su cerebro que estaba bien.

- Vi al Servant de la ni-niebla. Creo que e-era Assassin. Murió, no sin antes matar a la Master de Archer. - Explicó, no pudiendo eliminar la alegría en su mente en ese momento, sabiendo muy bien que aquello había sido algo afortunado de su parte. Lamentablemente, también estaba triste por la muerte del ave, ya que le había tomado cariño luego de un tiempo, como uno más del grupo, incluso si le había tratado como un esclavo al explorar de un lado de la ciudad al otro. No se merecía esa clase de final. - Archer... entró en un estado de locura... como si fuera Berserker y mató a Sirin antes de desaparecer. Lancer y su Master están vivos. - Aquello era lo más lamentaba, teniendo en cuenta que habría preferido que mataran a ambos Masters, si bien estaba claro que aquello habría sido toda una proeza para la supuesta Assassin. Aún así, había hecho un gran trabajo antes de morir, por lo que estaba bastante agradecido. - Tenemos algo menos de qué preocuparnos. Creo que Assassin era la amenaza de la que hablabas. - Supuso, aunque no estuviera muy seguro de aquello, antes de levantarse, con la intención de buscar la comodidad de su cama. Estaba agotado. Había sido una larga noche y su cuerpo necesitaba del descanso necesario. Además de que... la pérdida de su familiar, y el dolor ilusorio que le había acompañado, le habían agotado en demasía. - ¿El Señor te ha dicho algo? ¿Puedes sentir si la amenaza ha sido eliminada? - Preguntó con cierta curiosidad por lo que pudiera saber su bella compañera, a medida que se sentaba sobre su cama. No había duda de que no podría mantenerse despierto por mucho tiempo, no luego de todo lo que había experimentado. Había visto la muerte de cerca, a pesar del hecho de que no había sido su propia muerte.

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14/01/2019, 17:46
Shun Nachimaru
Sólo para el director

Tras la niebla todo ocurrió muy rápido. Demasiado rápido como para que su cerebro fuera capaz de seguir el ritmo de los acontecimientos, demasiado que procesar, que pensar, que sentir. Apenas fue consciente de la amenaza que Atalanta representaba para él y que el Geas le había, si no salvado la vida, evitado una cruenta batalla. Las últimas palabras de Lancer le devolvieron al mundo real. Josh cayó de rodillas y no pudo evitar que unas lágrimas recorriesen su rostro. Mayuri había muerto. No podía decir que era su amiga, pero había llegado a caerle todo lo bien que alguien que casi te mata puede caerte. Sabía que se enfrentaría a ella llegado el momento, pero desde luego no así.

Y luego el otro cadaver. La master de assassin, sin duda. Josh observó el cuerpo inerte, destrozado por la furia de Atalanta. Notó como su estómago quería salir por su boca y, sin poder evitarlo, vomitó. Tardó un par de minutos en poder limpiarse y volver a ser el mismo. Respiró lentamente para tratar de recuperar el control.

-Se dirige a la mansión Einzbern, ¿verdad? -preguntó con un hilo de voz. Carraspeó- Vamos, Lancer. Nosotros estamos a salvo de Atalanta, pero el último servant y su master no. Es el mejor momento para acabar con la guerra. Sigámosla. Seguro que nos lleva hasta ellos.

Notas de juego

Tengo algunas dudas ahora sobre el final, que ya queda poco.

1. ¿La guerra acaba cuando mueren 6 servants o 6 equipos? Es decir, para ganar, ¿con quién tendría que acabar?

2. ¿Podría unirme en un pacto con Atalanta y tener 2 servants? ¿Cómo acabaría la guerra entonces?

3. Finalmente, me suena haber visto que el último servant vivo se convertía en una especie de cuerpo donde se alojaba el grial. ¿Qué ocurre exactamente?

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16/01/2019, 19:03
Director

Lancer observó con preocupación a su master caer de rodillas y llorar durante unos minutos antes de recomponerse. 

-Tranquilo, master. Eran enemigos, su muerte debe alegrarnos. 

Lancer podía ser casi una diosa en batalla, pero desde luego no era la mejor consolando. Su voz era fría como el hielo, en apariencia desprovista de emociones más allá de aquella tristeza latente que inundaba todo lo que hacía. 

-Se dirige a la mansión Einzbern, ¿verdad? -preguntó con un hilo de voz. Carraspeó- Vamos, Lancer. Nosotros estamos a salvo de Atalanta, pero el último servant y su master no. Es el mejor momento para acabar con la guerra. Sigámosla. Seguro que nos lleva hasta ellos.

-Sí, eso parece. Pero no sé si es la mejor idea. ¿Recuerdas esa cosa, la que os hacía sentiros mal por dentro? ¿Crees que podrías resistirla? La última vez salimos de allí prácticamente a la carrera, huyendo de esa sensación. No tengo claro que ahí haya un Servant. No sentimos ninguno, y Assassin acaba de morir, por lo que no es él. Todo esto... me da una mala sensación. 

Notas de juego

1. ¿La guerra acaba cuando mueren 6 servants o 6 equipos? Es decir, para ganar, ¿con quién tendría que acabar?

Según la teoría de la Guerra, que tú conoces, solo puede quedar uno, es decir, tiene que haber muerto 6 Servants para que el Santo Grial se llene y aparezca. Los masters no es necesario que mueran. Pero claro, esa es la teoría...

2. ¿Podría unirme en un pacto con Atalanta y tener 2 servants? ¿Cómo acabaría la guerra entonces?

No. Cada master solo puede tener un Servant. Puedes formar alianzas, pero el pacto como tal, el que vincula los Conjuros de Comando, solo puede ser con uno. 

3. Finalmente, me suena haber visto que el último servant vivo se convertía en una especie de cuerpo donde se alojaba el grial. ¿Qué ocurre exactamente?

Qué ocurre exactamente es la gran pregunta que nadie sabe responder. ¿Qué es el Grial? ¿Qué ocurre cuando mueren todos los Servants? Tendrás que descubrirlo por ti mismo...

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16/01/2019, 19:11
Director

Jeanne puso cara de preocupación y se santiguó ante todas las noticias de muertes de las que Jard le hablaba. 

-No debemos sentirnos felices por la muerte. Solo es un deber amargo pero necesario, pues quien se regocija en la muerte ha dejado atrás su humanidad. Como le ha ocurrido a Archer. Ahora es una bestia irracional, y por lo tanto, inocente en realidad, pues no es dueña de sus actos. Son terribles noticias. 

Sí, Assassin era una amenaza. Pero lo que leíste... la desesperación... se hace más fuerte. Puedo sentirlo. ¿Qué podría pasar si Archer, ahora enloquecida, se fundiese con ello? La locura y la tristeza combinadas... Sería terrible. 

Esta guerra es un error. Nunca debió haber ocurrido. Siento, en mi corazón, que debemos acabar con ella de una vez por todas. Master... te pregunto yo a ti. ¿Qué debemos hacer ahora?

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16/01/2019, 19:46
Jard Frain
Sólo para el director

No había esperado menos de su compañera, en cuanto ésta simpatizó con las muertes, en vez de alegrarse por las mismas, como lo había hecho Jard. Era de esperar, teniendo en cuenta que ella era toda la pureza que él habría deseado en la humanidad, e incluso el magi reconocía que no podía alcanzar semejante bondad como lo demostraba su Servant. No obstante, aquellos seguían siendo sus oponentes, y no podía mostrar piedad, ni mucho menos simpatizar con sus muertes, no cuando le habían generado tantos problemas, e incluso habían eliminado una de sus hijas y herido a la mujer que se había ganado su afecto. No podía perdonar a alguien así, por más que la santa pudiera hacerlo. Por eso mismo, negó con la cabeza ante las palabras de Jeanne. - Si fueran otras muertes, pensaría lo mismo que tú, Jeanne... pero esos dos causaron la muerte de una de mis hijas, e incluso te hirieron. Tal vez sea algo malo de mi parte pero no puedo perdonar ni simpatizar con esa clase de cobardes, que forjan una alianza para atacar a quien se encuentra en inferioridad de números, ni atienden a la petición de una tregua. - Se explicó con claro desdén por aquellos Masters que habían sido una verdadera molestia para él. Ahora, al menos, no serían un problema mayor, ya que el Master de Lancer estaría sólo con su Servant, en igualdad de condiciones, o incluso peor.

De cualquier manera, no tardó mucho en suspirar, mientras tomaba asiento sobre su cama, disfrutando de la comodidad que ésta le proveía y sintiendo cómo el cansancio se apoderaba de él poco a poco. - Aunque tienes razón... no debería de alegrarme tanto por el derramamiento de sangre, por más que sean mis enemigos. - Reconoció al final, ya que le resultaba difícil mostrarse en contra de lo que su compañera le decía. Tal vez, se debía a que estaba demasiado embelesado con su belleza, así como su forma de ser tan pura, o simplemente porque había verdad en sus palabras. Sea lo que fuese, no le alegraba demasiado la idea de parecer una persona detestable, malvada, frente a ella. Por otro lado, debía de considerar lo que la bella joven había dicho respecto a la "desesperación". Tenía razón, era algo que no debían de descuidar, y sería un problema si otro Servant se apropiaba de esa fuente de poder, ya que, por más que fueran residuos, la cantidad presente podría ser de utilidad, y, al tratarse de un fenómeno mágico, debía de ser un buen medio para obtener poder para su Servant.

El magi no estaba seguro respecto a las últimas palabras que su compañera había expresado. ¿A qué se refería con que la guerra había sido un error? ¿Acaso sabía algo más que él? De cualquier modo, no quería que Jeanne sacara conclusiones apresuradas, cuando aún había otros oponentes que considerar en aquella guerra, a pesar de la muerte de la Master de Archer. - Yo también quiero terminar con ella. Quiero que mi deseo se haga realidad, así como negarle los deseos a los que han demostrado ser malvados, haciendo uso de la vida de otros para fortalecer a sus Servants. - Le aseguró a la hermosa muchacha, dejando en claro que quería lo mismo que ella, aunque tuviera deseara revivirla, garantizarle una nueva oportunidad de vida en ese mundo, para que pudiera disfrutar de las cosas que no había podido disfrutar al morir tan joven. No obstante, ante la pregunta, el magi suspiró, considerando lo que habrían de hacer. Era verdad que no podían permitir que Archer entrara en contacto con la fuente de desesperación, aunque dudaba que fuera a acercarse allí, por el momento. Aún así, tampoco podía dejarlo al azar. - Pensaba descansar un poco pero... ¿puedes purificar esa... "desesperación" y convertirla en poder para ti? Sería útil para terminar con ésta guerra, así como para eliminar esa amenaza. ¿Qué opinas? Eres mi compañera, Jeanne, no quiero que pienses que eres mi sirvienta. - Si bien le alegraba que su Servant dependiera de él para saber lo que harían, también deseaba escuchar sus consejos, ya que no le agradaba la idea de que pensara que debía de esperar ordenes todo el tiempo de él. No la veía de esa manera.

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20/01/2019, 22:29
Shun Nachimaru
Sólo para el director

-Tienes razón, algo raro está ocurriendo. Pero me pregunto que habrá llevado a Atalanta a lanzarse en esa dirección. Tal vez lo mejor sería volver a la iglesia, tal vez el sacerdote sepa que es aquello tan extraño. Se supone que debe velar porque se "cumplan las normas" -Shun movió los dedos para hacer las comillas- y sea lo que sea eso, estoy casi seguro de que va en contra de ellas. Si es que lo ha producido un participante, claro. Estemos alerta por si detectamos al otro servant que falta.

Notas de juego

Me muevo de vuelta a la Iglesia (me lleva Lancer).

 

Otra duda: ¿Cuánto calcula mi pj que Archer puede sobrevivir sin un máster? Si no recuerdo mal, los de clase Archer tienen cierta independencia.

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21/01/2019, 11:09
Director

Lancer asiente, cogiendo a su master y empezando de nuevo la carrera desenfrenada. Se hace un poco extraño hacerlo solo y sin la presencia de Archer a su lado, llevando a Mayuri. Tras un corto y vertiginoso viaje, cruzan la ciudad a la velocidad de un avión a reacción, y se detienen por fin frente a las puertas de la Iglesia. El edificio tiene un aspecto siniestro a la luz de la luna, y cuando Josh abre la puerta, ésta chirría en sus goznes como si se quejara. 

La gran nave central está desierta y oscura, pero apenas ha dado Josh dos pasos por ella cuando el sacerdote aparece frente al altar. Ya parecía viejo antes, pero ahora parece haber envejecido diez años en pocos días. Su rostro está preocupado, surcado de profundas arrugas. Se adelanta hacia él y se detiene entre los bancos. 

-Shun, bienvenido-dice, su voz suena cansada-Veo que aún tienes a tu Servant. ¿Qué te trae entonces por aquí?

Notas de juego

Recuerdas bien. Todos los Archer tienen Acción Independiente, pero según el rango puede variar mucho en cantidad de tiempo. En los rangos más bajos son solo unas horas, subiendo luego a días, semanas o incluso indefinidamente en los rangos más altos. Sin embargo, en todos los casos, estos tiempos se acortan cuanto más maná usen, y la mayoría desaparecen si usan un Tesoro Heroico una o dos veces. 

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21/01/2019, 11:19
Director

Jeanne mira a Jard con gravedad, seria y recta en el asiento. Mientras tanto, el servicial Adif recoge las migas que había dejado en la mesa para Sirin, guardando también la comida para pájaros. 

-No es buena idea-responde Jeanne-Esa... cosa, la desesperación... es algo terrible. Es la agonía coagulada de cientos de personas, la amargura, el dolor. Si purficar el dolor fuese tan fácil, este sería un mundo más feliz, Master. No puedo hacer nada con eso, me temo. Es demasiado poderoso. Debes dejar de pensar en ello como un arma... no es más que tristeza y muerte. Nada bueno puede salir de ahí. 

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21/01/2019, 13:36
Jard Frain
Sólo para el director

Ante la mirada de su compañera, el magi pensó que ésta se había molestado con la idea de hacer uso de aquel poder para poder derrotar al resto de sus enemigos. No obstante, parecía que la mirada se debía a otra cuestión, no en sí una de molestia, sino más bien porque aquello era algo preocupante. Por otro lado, el joven observó cómo Adif limpiaba la comida de su familiar, lo que hizo que se sintiera un poco mal por la muerte de su pequeño espía. No había merecido esa muerte, menos aún cuando su única función era observar. No le había hecho daño a nadie para merecer algo así. Por sobre todo, había sido la culpa del magi que Sirin muriera, y éste se había acostumbrado demasiado a la presencia del ave, cantando mientras comía feliz. Aquella memoria no hizo más que entristecerle en cierta forma, dolido por la pérdida del pequeño.

No obstante, las palabras de su Servant irrumpieron sus pensamientos respecto a su familiar. Parecía que la bella joven estaba segura de que no había posibilidad alguna de usar aquel poder a su favor, explicándole que no había manera de purificar aquel dolor, esa acumulación de tristeza y muerte de tantas personas. Según ella, nada bueno saldría de algo así, por lo que el magi debía de descartar la mera idea de desear usar aquello como un arma para su beneficio. Basta decir que, ante esa revelación, el joven no pudo evitar suspirar un poco frustrado con el hecho de no poder sacar algo de toda esa acumulación de poder, por más que se tratara de una fuente oscura. Había imaginado que su compañera podría purificarlo, pero parecía que la idea era imposible incluso para un Servant. Bueno, aquella no era la primera vez que la realidad le decepcionaba, arruinando uno de sus planes, por lo que no continuaría pensando en ello por mucho tiempo. Si no se podía, pues no se haría y ya.

Sin embargo, si no se podía purificar... ¿cómo se suponía que podrían encargarse de aquel problema? ¿Había otra forma de destruir ese residuo emocional? Él no poseía nada que pudiera permitirle destruir algo así, por lo que estaba claro que no sería él quien pudiera hacerse cargo de la situación. Para todos los males, estaba un poco cansado, y realmente necesitaba el sueño, si deseaba pensar con claridad. - Es una pena que no puedas purificarlo. Habría sido bastante útil pero... si no puedes hacerlo ¿cómo podemos acabar con eso? - Le preguntó con cierta preocupación, ya que no quería tomar riesgos innecesarios, si es que no tenían posibilidad de eliminar aquella fuente de oscuridad. Después de todo, aún debía de pensar en la guerra, en sus contrincantes, y el deseo que deseaba cumplir, teniendo en cuenta que quería ofrecerle una nueva oportunidad de vida a su compañera. - Por cierto, yo prefiero descansar un poco. Sucedieron muchas cosas pero... ¿qué quieres hacer? - Volvió a preguntarle, ya que si bien deseaba dormir, si su compañera consideraba que era mejor terminar con aquel problema con rapidez, no tendría otra opción más que ayudarla.

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24/01/2019, 16:23
Shun Nachimaru
Sólo para el director

-La mansión Einzbern -contestó Josh. La voz del párroco le sorprendió.- Hay algo raro ahí, y se que no lo está provocando un servant y diría que tampoco un máster, pero hay algo. Interferir en la guerra va contra las normas. ¿Sabe de que se trata?

Notas de juego

¿Puedo hacerme una idea aproximada del tiempo de Atalanta teniendo en cuenta la habilidad de Prometida de Héroe de Lancer?

 

Otra duda, los hechizos de comando, a parte de para obligar a tu servant a hacer algo y, creo recordar, teletransportarlo a tu lado, ¿sirven para algo más?

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26/01/2019, 12:04
Director

El rostro del párroco se ensombrece de inmediato. La arrugas de su frente se marcan más, y se frota el rostro con las manos. De pronto, parece solo un anciano muy cansado. 

-Ya lo he notado-dice, al fin-Y no es algo que esté haciendo un Servant. Por desgracia... no sé si puedo hacer algo al respecto. Estaba vigilándolo con familiares, pero hace menos de un cuarto de hora han sido todos destruidos. Temo que... se esté haciendo más fuerte. 

El hombre se sienta en uno de los bancos, y saca un libro pequeño de su sotana, dándole vueltas en las manos. 

-No sé si debería darte esto... pero qué más da ya. Esta guerra es un desastre, y destruirá esta ciudad si no tenemos cuidado. Por la relación que tuve con tus padres... y por la ciudad, te lo daré. Que Akhanta nos guarde a todos, yo no sé qué más hacer. 

Tendió el libro a Shun, un tratado de diversos artículos mágicos. 

-Consulta el artículo diez. El de William Bakery. Fue un mago investigador durante la Segunda Guerra Mundial. Creo... que tal vez tenía razón, aunque en su momento nadie le hizo mucho caso. Mira en la página doscientos veinte. 

Josh lo abre por esa página, y, a la luz trémula de la iglesia, puede leer:

Por lo tanto, creo lícito teorizar que las guerras tienen un influjo real en la magia de un lugar. No es tanto por las guerras en sí, sino por los sentimientos que generan y agrupan. Desesperación, rabia, miedo, ira, dolor, muerte: todas esas cosas afectan a la tierra. Esto no parece obra de Alaya ni de Gaia, sino un simple efecto secundario de la acumulación emocional. 

Mis experimentos en las playas de Normandía fueron positivos, y llegué a lograr sintetizar una sustancia clara y ligeramente azulada a partir de la arena, que, a falta de otro nombre mejor, llamaré "residuo emocional". Esta sustancia no parece tener ningún poder o aplicación, pero me puso en la pista de más. Al fin y al cabo, en la playa sólo había ocurrido una sola batalla, pero sin duda en los lugares de gran acumulación de las mismas podría llegar a más. Me desplacé al norte, a la Línea Sigfrido, escenario de múltiples batallas durante esta guerra, pero allí, ante mi sorpresa, los experimentos fueron innecesarios. Hallé, en los puntos en los que había habido mayor concentración de batallas y escaramuzas, esa misma sustancia, solo que esta vez era de un tono azulado, casi morado, y espesa como el alquitrán, sin duda por ser más pura que la que yo había destilado en la playa de Normandía. Esta sustancia se encontraba caída por el suelo y la vegetación como si de rocío se tratase, y ya no cabía duda de que era ese residuo emocional del que he hablado. 

El análisis de esta sustancia reveló su indudable naturaleza mágica, sin embargo, no parecía tener ningún poder o propiedad. Puedo asegurar que es totalmente inofensiva por sí misma, y que puede tocarse sin riesgo, aunque no aconsejaría beberla, ya que es desesperación coagulada y sin duda provocaría depresión en el sujeto. 

No queda esta sustancia, sin embargo, en la mera curiosidad. Tengo la teoría, tras su análisis, de que si fuese el producto de una batalla mágica, sería capaz de rasgar el velo de Akhanta brevemente y crear una especie de gólems, de criaturas fundidas y conscientes a partir de la sustancia. Por lo tanto, aunque la sustancia es inofensiva por sí misma, sí es peligroso lo que pueda crear. Si en un lugar se dieran muchas batallas mágicas a lo largo del tiempo, podría formarse esta sustancia, y, si mis análisis son correctos, crear estos seres, que, aunque conscientes, sin duda estarían desquiciados al reunir en sí toda la desesperación y dolor de las víctimas. No conozco ningún lugar en el que se den estas circunstancias, por lo que creo que se quedará de momento en mera teoría. 

Creo que es mejor así, ya que, si se produjera la suficiente, podría llegar a multiplicarse gracias a estos seres, y crear una gran agrupación que conjuraría lo que he llamado un mar de desesperación*, cuyos poderes caen fuera de lo que puedo conocer o teorizar, pero sin duda nada bueno. Podemos rezar, de momento, para que no se active tal magia en el mundo. 

Notas de juego

William Bakery y sus teorías son de mi invención, y no pertenecen al universo oficial de Type-Moon. 

*Sea of Sorrows

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26/01/2019, 12:23
Director

Jeanne se inclina con preocupación y dulzura en el rostro sobre Jard. 

-Ha sido un día y una noche duras. El que va a la batalla sin estar preparado, va a la derrota. Deberías descansar. Yo vigilaré. Tengo... cosas sobre las que meditar. ¿Has traído algún libro de historia o de sucesos mágicos contigo? Debería investigar un poco... tengo una preocupación en la mente que no me deja en paz, un presentimiento. 

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29/01/2019, 19:08
Jard Frain
Sólo para el director

En el momento en el que Jeanne se inclinó sobre su rostro, el magi no pudo evitar ponerse un poco nervioso, principalmente porque no estaba acostumbrado a esa clase de trato, por lo que era normal que reaccionara de esa manera. Por un instante, consideró la posibilidad de posar sus labios sobre los de su compañera, si bien ni siquiera sabía si había algún sentimiento por parte de la bella joven hacia él. Después de todo, Jeanne era muchacha muy buena, y era posible que ni siquiera sabía lo que estaba haciendo al verle de esa forma. Sin embargo, eso no eliminaba el hecho de que, en ese momento, Jard estaba completamente embelesado por su belleza y aquel trato dulce.

- Sí… tienes razón. Lo mejor será que descanse un poco. - Dijo al escuchar los consejos de su compañera. No obstante, estaba seguro que aquello sería un poco difícil, por culpa de lo que estaba sintiendo en ese instante. No podía evitar mirarla a los ojos como si estuviera completamente hipnotizado. Si bien, también tenía cierta curiosidad por lo que Jeanne necesitaba meditar. ¿Qué podría estar pensando? Era todo un misterio para él. - Tengo algunos libros sobre fenómenos mágicos pero… no creo que te sean de mucha utilidad. Deberías usar mi portátil. Y preguntarle lo que quieras saber a mi hermana. Ella podría ayudarte. - Aseguró en un tono amable mientras continuaba sumergiéndose en aquella hermosa mirada que debilitaba su voluntad.

El hecho de que su compañera tuviese un presentimiento, algo que la preocupaba, no le tranquilizaba, si bien suponía que no debía de presionarla para revelar lo que pasaba por su mente. Si no quería decirlo, suponía que tendría sus motivos. - Si necesitas ayuda, Jeanne, sólo tienes que decirlo, ¿está bien? - Le aseguró gentil mientras resistía la necesidad de besarla. No quería meter más preocupaciones en la cabeza de su Servant, si bien tampoco podía negar lo que sentía por ella. Por eso mismo, al final, alargó su mano para acariciar la mejilla de la muchacha frente a él, de manera delicada, como si estuviera atesorándola. - Eres… hermosa, Jeanne, y demasiado buena con alguien como yo. - Afirmó en un tono cálido, aún manteniendo su mirada en ella. Por más que quisiera besarla, sabía que aquello podría ser un poco atrevido de su parte.

 

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30/01/2019, 17:45
Shun Nachimaru
Sólo para el director

Josh cogió el libro y, con calma, leyó el pasaje al que se refería el cura. Una de sus cejas se levantó. Depresión, ¿eh?. Cuando terminó el libro, lo cerró y suspiró.

-Las guerras del grial en Fuyuki han dado lugar a esa cosa, imagino. Y no puede dejarse sola porque podría expandirse por todo el mundo -suspiró. ¿Dice esto -mostrando el libro- alguna manera de acabar con la sustancia o cómo protegerse de ella? No me gustaría plantearme el suicidio mientras lucho.

Un ejército de golems emos. Sublime.

Notas de juego

Me gustaría conjurar un familiar como tantos otros me han seguido, pero no se si es algo que se pueda hacer al momento. Si se puede hacer al momento, lo haré mientras le hago la pregunta al párroco. Mi intención es mandarlo en la dirección de la mansión Einzbern siguiendo el rastro de Atalanta (que, en el estado en el que estaba, imagino que no será muy difícil seguir su rastro si aún sigue viva).

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30/01/2019, 19:46
Director

El padre Issei se levanta del banco, con su rostro anciano y cansado, y su mirada deja claro a Shun que la situación es realmente grave.

-Eso imagino yo también. Ha habido muchas batallas de gran poder mágico aquí, y casi todas han acabado en tragedia. Era el único sitio del mundo en el que podían darse estas condiciones. Por desgracia, solo dice lo que has leído. Todo es pura teoría, Bakery no tenía forma de comprobar nada de lo que decía. De hecho, nadie le prestó la más mínima atención a sus teorías, más allá de la mera curiosidad. El resultado es que todo lo que sabemos está contenido en esa página que has leído. Todo. Ni yo ni nadie sabe nada más. 

-Sé que uno de los servants sigue vivo y se ha dirigido ahí. No quiero pensar en lo que podría pasar... Dime, ¿has oído hablar de los Servants Alter? Cuando un Servant es corrompido por el limo del Grial, puede generarse una versión oscura y terrible de él, una que encarna todos sus aspectos negativos, negra y poderosa como una marea nocturna. 

Si un Servant fuese corrompido por el Sea of Sorrows... -se derrumba sobre el banco-Quién sabe lo que podría ocurrir. 

Lo único que puedo decirte, es que probablemente esa cosa sea más poderosa por la noche que a la luz del día. Es lo que he observado estos días, pues parece extender su aura cuando cae la noche. Es el único consejo que puedo darte: actúa de día. 

Notas de juego

Crear un familiar es fácil... si tienes el familiar. Es decir, necesitas un animal pequeño que convertir en tu familiar. Si quieres hacerlo a partir de un objeto inanimado, es más caro y difícil, y tiene que ser una estatua o algo que represente un animal, aunque sea de forma vaga. No puedes hacer la tostadora tu familiar, vaya xD

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30/01/2019, 19:58
Director

Jeanne mira el portátil, y su habitualmente sereno y seguro rostro se ve sustituido por una ligera duda. -

-Yo...-su voz, normalmente segura y contundente como una sentencia, se ha vuelto dubitativa y vacilante-He recibido algunos conocimientos de esta época, pero... no muchos. No creo que sepa... a decir verdad, no tengo ni siquiera muy claro qué es ese... aparato. Creo que me tendrá que valer con los libros. 

Ante las palabras de Jard, Jeanne desvía la mirada, repentinamente turbada, y un ligero rubor tinta sus mejillas. Toda su habitual seguridad se ha desvanecido. 

-Gra...Gracias, Master. Yo... eh... no te preocupes. Estará bien. Descansa-añade precipitadamente, antes de dirigirse apresuradamente a por los libros, ocultando como puede el rubor de sus mejillas. 

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31/01/2019, 18:24
Shun Nachimaru
Sólo para el director

¿Servant alter? Mierda, lo que me faltaba. Una Atalanta cabreada, loca y enemiga. Solo espero que el Geas siga funcionando a pesar de lo que pase.

Josh estaba preocupado y no trataba de ocultarlo. La guerra se estaba complicando más de lo que pensaba. Esperaba que Atalanta atacara directamente al otro servant, terminar el trabajito en un dos para uno y esperar a que Atalanta se quedase sin maná. Fácil, sencillo y para toda la familia. Por desgracia, las cosas nunca son fáciles. Si alguna cosa parece fácil es que no la has entendido del todo.

-Ya veo. Gracias. Haré lo que pueda. Vámonos, Lancer.

Ya fuera, Josh se dirige a su servant.

-Movámonos lo más cerca que podamos hasta la mansión. Pararemos si notamos la presencia del otro servant o si me siento demasiado triste. Supongo que esta vez si que podríamos aceptar esa dichosa alianza, al menos para terminar con esto. Esperemos que la oferta siga en pie y que el otro máster no haya atacado a esa cosa de noche. Vamos, hay que darse prisa.