Partida Rol por web

La sensación de que alguien nos seguía era acertada. ¡Allí estaban!

Ziba, nos siguen. ¿Te has dado cuenta? Preparate, no sabemos qué puede ocurrir susurré a mi compañera mientras me llevaba la mano a la espalda, sacando el arco y una flecha.

¿Quién sois y qué queréis? ¡Hablad ya!

Justo cuando nos estabamos acercando a ellos el chico se gira y nos apunta con un arco.

- Ponte a cubierto. - susurro a Coren.

Instintivamente mi mano aferra la Ballesta de Repetición que llevo colgada e hinco rodilla al suelo mientras les apunto.

- Vaya. - digo. Yo iba a preguntar lo mismo.

- Puedes llamarme Storm. - añado. Creo que todos vamos buscando lo mismo mas no creo que sea necesario luchar. ¿No crees?

- Podemos trabajar juntos y repartir beneficios.

Asiento en silencio mientras retrocedo hasta colocarme tras ella y observo a los otros dos sin decir ni una palabra. Trato de no mostrar ninguna emoción aunque por dentro  siento el impulso de lanzarme sobre el libro y apartar a los dos desconocidos que se interponen en mi camino.

---....

Ziba se mantuvo tras Cerion al ver a dos personas ademas de ellos, ¿eran enemigos?, la muchacha se preparó para defender desde su posición a su compañero mientras mantenía una mirada atenta a aquellos que tenían en frente. La mujer se presentó  y dijo que podían trabajar juntos... ¿pero podía fiarse de ellos?, echó una rápida mirada al chico al que cubría pero éste no dijo nada.

- ¿Repartir beneficios?, nosotros no hemos venido a saquear nada. - con sus ojos puestos en la chica señaló con el mentón el libro. - Solo íbamos por lo que esconde ese libro. ¿Buscáis lo mismo? - Volvió a preguntar.

- Mostradme vuestros cristales - Dijo alzando un poco mas la voz para que la escucharan mejor y mostrando algo de fuerza. Con aquello sabría con seguridad si de verdad buscaban lo mismo.

Como bien dice mi compañera, no queremos saquear nada. Aquí venimos buscando respuesta a muchas preguntas.

Miré de reojo a Ziba. ¿Cómo podía saber que ellos portaban también cristales? Ellos parecían saqueadores, ladrones o algo por el estilo. Si quería robar algo, que lo hicieran, pero después de que tuvieramos respuestas.

- ¿Y quién ha hablado nada de saquear? - digo bajando la ballesta y poniéndome en pie.

- No tengo intención de pelear con vosotros. - añado. No sé quienes sois ni que haceis aquí. - añado.

Luego miro a la chica y le digo.

- Me temo que no tenemos ningún cristal como ese. - le comento. Mas, ¿que habría de diferente si lo tuvieramos?

- ¿Acaso el hecho de tener uno de esos cristales implicaría que no fueramos "saqueadores"? - prosigo haciendo especial énfasis en la palabra usada por el chico. ¿Desde cuano el tener o dejar de tener un cristal o cualquier objeto te cataloga en un Grupo o en otro?

Tras un breve lapso de tiempo prosigo.

- Por cierto, yo ya me he presentado y sin embargo todavía no sé vuestros nombres. Pensaba que los Erúditos teníais mejor educación. - añado soltando la pulla. Pero veo que no siempre es así.

--- No parecen eruditos- digo  rompiendo mi silencio-...al igual que mi compañera, no sé de que cristal hablais¿ acaso es el simbolo de alguna orden o algo por el estilo?

Me muevo un poco quedandome al lado de mi compañera, no llevo armas a la vista. Observo a los dos indivíduos 

---Pareceis demasiado jovenes para estar purulando por estos lugares....

La muchacha pestañeó con sorpresa al ver y oir de la boca de los individuos que no tenían ningún cristal. Pensaba que allí tan solo acudirían aquellos que necesitaban una respuestas a no ser que fuesen aventureros que habían venido a ese lugar a saber el porque. Ziba se iba calmando un poco escuchando a la que se había presentado como Storm aunque sus palabras fueron rudas y algo insultantes pero supuso que se lo merecía después de todo, pero no pudo evitar haber reaccionado tan a la defensiva.

- Nos habían enviado aquí a hallar respuestas de nuestros orígenes, de aquellos que desde su nacimiento portaban un cristal. - La muchacha no sacó el suyo pero posó una mano sobre su pecho. - Por eso os he preguntado porque desconozco a razón de qué pudierais estar aquí si no fuese por el mismo motivo. - Dijo dando un resoplido pasando el dorso de su mano por la frente con apuro.

- Os pido disculpas, no hemos parado de tener dificultades hasta llegar aquí y no he sabido reaccionar ante vuestra presencia.- Miró a uno y a otro. - Mi nombre es Ziba.

Al ver cómo la mujer bajaba su ballesta, bajé yo mi arco. Pero no le dejé de tensar. Ella sólo tenía que disparar para atacar, así estábamos en igualdad de condiciones. Y que el hombre no hubiera sacado ningún arma, no me daba confianza.

Maldije a Ziba por hablar tanto. ¿Por qué tenía que decir todo aquello? No sabíamos si eran enemigos, si era otra trampa del lugar o qué ocurría con ellos. Pero Ziba ya les había relatado nuestra misión.

Guardé silencio, no quería decir nada.

- ¿Y que se supone que sois los que portais ese cristal desde vuestro nacimiento? - pregunto con curiosidad mientras avanzo lentamente hacia el libro con la ballesta apuntando al suelo. ¿Acaso sois magos? ¿Algún tipo de erúditos, quizas?

- ¿Que tiene este libro que tanto os interesa? - añado mientras sigo avanzando hacia el mismo.

---No tienen pinta de ninguna de las dos cosas...- digo mientras observo a los dos desconocidos-No sé que quereis,ni me importa, pero creo que este no es el mejor lugar ni el mejor momento para discutir estos temas, asi que si no os importa, recojamos el libro y salgamos de aqui.En las afueras de las ruinas podremos hablar con mas tranquilidad.

Comienzo a avanzar hacia el libro y lo cojo si nadie me lo impide.

Ziba se encontraba confundida, tenía una vaga esperanza de que ellos fueran parte de todo aquello pero no era así, miró a la mujer fijamente escuchando sus preguntas y no sabía como responderle, tan solo suspiraba.

- No tiene nada que ver con que seamos magos o eruditos, olvidarlo. Tan solo hemos venido a comprobar que contiene ese libro nada mas. - Dijo mirando luego a Coren, que hablaba de una manera ruda, incluso rozaba lo hostil y a Ziba aquello la incomodaba, pero eso no fue lo que mas la inquietó, sino que se adelantó para tomar el libro, por lo que ella respondió de igual modo tomando el libro entre sus manos y entregandoselo a su compañero Cerion.

- No te molestes, ya lo cogemos nosotros. Podemos irnos cuando queráis.