Partida Rol por web

Firefly: El Vuelo del Orfeo

Chap. 3: De Camino a la Perdición

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27/04/2011, 01:19
Wladimir Mehêtabêl Zeev

Había sido inútil cualquier intento de entablar conversación, especialmente cuando había oído el nombre del tipo que se encargaba de velar por la seguridad del Orpheus, ya decía que le sonaba de algo, y aunque la gran mayoría de las veces los rumores siempre eran infundados, no era un buen momento para comprobar la certeza de los mismos. Así que cuando un tipo de la mala reputación de Syn tachaba de loco a alguien, era mejor apartarse de la persona agraciada.

Y eso fue lo que hizo Zeev, quien no había llegado a los cincuenta y tres años para irrumpir en una pelea en la cocina de una nave en la cual su capitán no parecía tener demasiado control. Era demasiado joven, casi como el resto de la tripulación, lo que le llevó a preguntarse como Syn había terminado con aquella pandilla que inspiraba poca confianza.

Quizás él fuera ahora mismo su mejor opción si finalmente cumplía su amenaza de dejar aquello que estuviera haciendo en la nave, pero claro, tras su amenaza no era cuestión de tantear ahora su futuro laboral, así que optó por seguir a una de las pocas conocidas que tenía en la nave, seguramente la pequeña Eileen era capaz de mantener conversaciones más civilizadas que la gran mayoría de la tripulación.

Bajó las escaleras tras ella, sin decirle nada, y observó una vez más su comportamiento, sin duda aquella niña sabía bien cómo comportarse, y por primera vez se preguntó si realmente era así, y no usaba su encanto únicamente para su propio beneficio, aunque lo más probable es que lo hiciera sin intención, simplemente le salía de forma natural.

Se fijó a continuación en la escena en general, y por un momento se sintió mal, había mucha gente herida y él no había hecho nada por ayudar. El aspecto cansado del soldado le devolvió a tiempos lejanos, unos que le quedaban demasiado atrás en su memoria, pero que le hicieron convertirse en la persona que era hoy en día, una que prefería no juzgarse. Así que decidió quedarse con la cansada silueta en la que apenas se había fijado durante el viaje.

La había visto moverse entre los heridos al llegar, ayudar a aquellos que no podían valerse por sí mismos e intentar poner algo de orden el caos, y le prestó atención por primera vez. Le pareció guapa a pesar de tener el rostro algo demacrado, seguramente por la falta de sueño, y tenía un cierto aire extraño que no acertaba a identificar. Sonrió al observar las acciones de Eileen y se acercó a las tres personas que se encontraban frente a la enfermería.

-Es difícil negarle algo cuando pone esa cara- intervino, dejando claro que él también había sucumbido a los encantos de la jovencita, y esbozando una sonrisa amable hacia los desconocidos, y sobre todo, hacia la pequeña.

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27/04/2011, 23:45
Thornfinn
Sólo para el director

   Hacía tiempo que no me reía tanto en silencio. Me ha costado no soltar una carcajada. El animalito tiene razón y la mujer, Helena, es la perdición de cualquier grupo. El único fallo de esa lógica es que no hay grupo ya que el líder no hace su trabajo. Hay pasotas, acopados que son el verdadero poder pero que no se mojan y algunos gritones. Lo comparo con el recuerdo que tengo de mis camaradas y no  siento las mismas sensaciones. En la nave cada uno sabe su puesto y el trabajo que tiene pero juntos pueden ser más que la suma de los presentes. No hay objetivo común que ahogue los egoísmos.  Además hay otra cosa que me llama la atención. Wladimir está en la nave.

   Ese maldito traidor está a varios metros de mí. Tan cerca y tan lejos. Es a la vez, una bendición y un problema. Él no puede escapar de la nave ni yo tampoco puedo huir del resto.  Tampoco puedo olvidar que tengo diez días para solucionar su problema antes que aterricemos y pueda escaparse. Es mas presión para lograrlo y salir vivo pero se que puedo hacerlo si lo planifico bien.

 Tras escuchar los resúmenes de la situación de cada uno, sigo sigilosamente a Wlad. Este parece seguir a la cría con apariencia inofensiva. Se acercan hasta la enfermería. Allí la cria saluda al Fed de guardia y pasa adentro. Como la cosa más natural del mundo, se presenta como Eilen a la mujer que esta de guardia para los enfermos.  Hay tantos convalecientes como recordaba, aunque en mejor aspecto.

 Oculto en el tubo de ventilación, espío la conversación.

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28/04/2011, 18:28
Dariel M. Lefay

La reunión había sido un completo desastre a mi entender, aunque al menos conseguimos exponer los puntos principales: que no hay dinero, no hay comida ni agua suficiente y que de algún lado lo vamos a tener que sacar. Kratos se había marchado de malas maneras y me va a tocar a mi (como siempre) ir a apaciguarle y establecer la tregua Kratos-el resto del Verso si no quiero que acabe volándonos a todos por los aires. Y más tras apoderarse de las armas pesadas que Gordon dió a cambio de su pasaje en la nave. Nada está yendo como debería, pero cuando realmente lo hace?

"Y mi hermana parece una zombie, no ha dicho ni una sola palabra, más allá de su breve exposición acerca del estado de suministros, no sé qué le pasa, está totalmente ausente, otra más que necesita una charla privada con "moi". Mierda, tenía menos faena cuando no estaba herido, joder!"

Me levanto de la mesa del comedor, con la petaca vacia en la mano y me acerco a la zona donde están jugando la partida de póker.

-Hay sitio para uno más?- les pregunto a los tres hombres. Me aposento en uno de los cómodos sofás y le tiendo la petaca al tipo que me la había ofrecido, Jack.

-Lo siento, el doctorcito es avaricioso, es peor que una esponja de mar, aunque con menos aguante...- bromeo, levemente -A cuanto la partida?

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28/04/2011, 18:50
Joseph "Pinky" Rousseau

Hago un gesto a Dariel invitandole a sentarse

-claro, cuantos mas seamos mas nos divertiremos-

No he podido evitar escuchar la reunión "privada" no parece que las cosas vayan demasiado bien en esta nave, normal con tanto refugiado viajando de gorra. Que yo este en ese grupo no me afecta en lo mas mínimo

-te vi en la enfermería ¿no?, soy Joseph Rosseau, encantado-

Empiezo a repartir cartas rápidamente, decido que mejor dejar un poco de lado la cara de poker de jugador profesional, suele ir bien para relacionarse con la gente

-las cosas parecían algo tensas antes. ¿es siempre así?-

Notas de juego

no estoy seguro de como va el dinero aquí, así que apostamos ago razonable pero no muy elevado

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28/04/2011, 19:40
Director

Notas de juego

xDDDD 1 crédito son 25 dolares, para que te hagas una idea ^^

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28/04/2011, 23:13
Jack Wolf

Jack sonríe al recién llegado, y le dedica una leve inclinación de la cabeza cuando recoge la petaca para guardarla en uno de los bolsos interiores de la chaqueta.

- No se preocupe, la ventaja de las petacas es que siempre se pueden volver a llenar. - Cuando Dariel pregunta para sentarse en la mesa, Jack hace un gesto hacia las sillas vacías invitándolo a sentarse. - Siempre es de agradecer la presencia de otro jugador.

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29/04/2011, 10:21
Wladimir Mehêtabêl Zeev

 

[ANGEL Y WLADIMIR]

 

Angel: Comprobé por costumbre que el armario de los medicamentos tenía echada la llave. Era algo inconsciente, aprendido para evitar que los yonkis aprovechasen una distracción para robar. Al final lo hacía sin pensar.

 

Luego estudié al soldado, si sabía qué era alergia  ¿por qué no me había dicho que le había provocado la reacción?

 

Pero antes de que pudiera preguntarle apareció una niña y se presentó. Por extraño que pueda parecer, lo primero en que me fijé fue en que iba descalza, quien quiera que fuese responsable de ella, estaba siendo descuidado.

 

Y justo cuando iba a presentarme apareció otro hombre más. Esbocé una sonrisa tranquilizadora, lo primero era establecer prioridades.

 

- Por aquí me llaman Angel Drake, es un nombre tan bueno como cualquier otro. ¿Te encuentras mal? Deberías calzarte, cogerás frío. - Miré al soldado - Espere unos minutos, llamaré al doctor

 

Wladimir: Lo primero que Zeev pensó fue en que Angel era un nombre masculino, seguramente se trataba de un apodo, pero al antiguo soldado no le terminaba de gustar que alguien sustituyera su nombre, era como si se arrepintiera de quien era. Pero no era el momento de hacer reflexiones, a no ser que quisiera parecer un completo idiota allí plantado.

 

Así que se ajustó la chaqueta de su traje color marfil, el atuendo probablemente pasaría las más selectas pruebas de los mejores clubs de Londinum, y a pesar del ajetreo, había sobrevivido bien durante las últimas horas.

 

-Me llamó Wladimir, y no se preocupe por la pequeña, creo que no le pasará nada por ir descalza por la nave- miró de nuevo a la mujer que tenía delante – Pensaba que usted era médico-

 

Angel: Tenía mis dudas al respecto, pero por la forma de hablar y por la edad, di por hecho que debía ser su padre o su abuelo. Decidí que lo mejor era no entrometerme, aunque esperaba que, dadas las circunstancias, no se pusiera enferma. Sonreí de nuevo.

 

- Me temo que no. Mi educación formal se orientó más a las ciencias y la obligatoria formación en administración y gestión. Dígame, ¿qué le trae por la enfermería? ¿Todo en orden?

 

 

Wladimir: -Si, agradezco su preocupación – devolvió la sonrisa a Angel, afable y tranquilizándola, pero sus claros ojos azules la miraron fijamente, tratando de descifrar como de sincera era su actitud.

 

Desvió la mirada unos instantes hacia el soldado, que parecía empezar a poner nervioso, y luego hacia Eileen, inesperadamente le habían interesado las palabras de la chica.  

 

-Por favor, espera aquí unos instantes mientras acompaño a la señorita Drake a buscar al doctor, no tardaremos – ladeó la cabeza un poco esperando la confirmación de Eileen y la aprobación de Angel a su auto invitación.

 

 

Angel: Les indiqué dónde podían esperar y me aseguré de que estuvieran cómodos. Luego me acerqué a Wladimir y baje un poco la voz.

 

- ¿Seguro que considera apropiado dejar a su hija con los enfermos? No son la compañía más entretenida. - esbocé una sonrisa conciliadora - ¿Qué les h llevado a salir del núcleo?

 

Wladimir: -No es mi hija, la conocí cuando buscaba un nave que para salir de la estación, en principio creía que trabajaba junto a la señorita Shen como reclutadora de viajeros en las terminales – había bajado el tono de voz, imitando a Angel  - pero ahora no estoy tan seguro, de todas formas creo que conoce perfectamente la nave y está acostumbrada a vagar por ella-

 

-Trabajo- contestó retomando su pregunta- aunque reconozco que siempre me ha gustado viajar- sonrió una vez más, ahora le tocaba a él preguntar, aquella chica hablaba sin rodeos, y no supo decir si eso le gustaba.

 

-Antes ha mencionado algo sobre una formación obligatoria… -

 

Angel: Por un instante miré de reojo a Eileen, probablemente era huérfana, pero trabajar en una nave no era lo peor que podía sucederle. Al menos no parecía muy desatendida... si no contábamos lo e ir descalza.

 

Me dirigí hacia uno de los pasajes que llevaban al centro de la nave. No tenía mucha idea de donde estaba Ian, pero imaginé que el compartimento de carga central, la estancia más amplia de la nave, era un buen sitio para empezar.

 

Consideré la pregunta, por su aspecto habría imaginado que entendería el comentario.

- No literalmente, por supuesto. Es más una exigencia social - aclaré - pero nada de eso tiene mucho sentido aquí - me reí un poco.

 

Wladimir: Le sorprendía la facilidad con la que parecía capaz de reírse, a pesar de lo comedido de la misma, le resultó una vez más desconcertante, ahora le resultaba obvia su clase de procedencia.

 

-Usted no es tripulante de la nave ¿verdad?- contestó a la pregunta sin darle tiempo a ella a hacerlo – la vi subir organizando a todos los heridos.

 

Angel: Por un segundo le miré desconcertada. No acertaba a saber qué podía llevar a confundirme con una tripulante, para mí era evidente que no. Con todo, supuse que aquella pregunta era el preludio de lo que realmente rondaba la cabeza a Wladimir.

 

- Esta en lo cierto, sólo soy una pasajera, lo que no es motivo para no ayudar con los heridos. Ian y Bob están desbordados y el resto de la tripulación, creo que algunos se encontraban entre los heridos.

 

Le miré a los ojos y callé, no estaba diciendo nada que no fuera de dominio público, no obstante quería saber lo que tuviera que añadir, era obvio que había tenido más tiempo para observar lo que pasaba que yo.

 

Wladimir: Había entendido con claridad meridiana el reproche que Angel acababa de dedicarle, nuevamente sin miramientos, y para colmo lo miraba sin titubear, algo a lo que Zeev no estaba acostumbrado, ese tipo de mujer no solía traer, uhm, no lo llamaría problemas, dejémoslo en “inconvenientes”.

 

-De acuerdo, no hace falta que me miré así, echaré una mano con los heridos – se encogió de hombros, pero había sido una propuesta sincera, lo había hecho sentir culpable.

-¿Y hacia dónde se dirige?- camufló de inocencia la pregunta.

 

Angel: Esboce una sonrisa cálida cuando dijo que ayudaría, entre varios resultaría mucho más sencillo. Gire una esquina y eché un vistazo en la cocina. Olía bien, pero fuera lo que fuera lo que habían cocinado, ya se había terminado.

 

- Me alegra contar con su colaboración, aunque imagino que el viaje será más tranquilo una vez lleguemos a Athens. - luego recordé su pregunta - Mi destino es Whitefall. ¿Y el suyo?

 

Wladimir: Ya le habían liado, y no era su estilo echarse atrás, bueno, por lo menos no en estas circunstancias ciertamente excepcionales, se consoló pensando que así el viaje sería más entretenido.

 

-Casualmente el mismo- esta vez decidió guardarse la sonrisa, no quería que quedase falsa al lado de la que ella había brindado –y perdone mi indiscreción, pero me resulta difícil imaginar una razón para que alguien como usted vaya a ese desolado lugar, aunque, antes ha mencionado que ha estudiado ciencias, ¿qué rama concretamente?-

 

Angel: Tenía sentido, aquellos que no habíamos subido a la nave debido a las explosiones en la Skyplex, debíamos compartir destino. Contesté con calma, parecía que el objetivo de Wladimir era socializar.

 

- Astrofísica y matemáticas. Un doble doctorado, si bien de momento he optado por posponer mi carrera en la universidad.

 

Wladimir: -Impresionante- la halagó, por fin un signo de debilidad, uno muy parecido al suyo, el orgullo, le alegraba conocerlo, aunque había esquivado la primera cuestión con habilidad –sobre todo tratándose de alguien tan joven-

 

No quería precipitarse, pero tras los incidentes, dudaba de si llegaría a tiempo, y sobre todo de si Klaus lo esperaría, tenía que empezar a manejar otras opciones.

 

-Y le ruego que perdone mi insistencia sobre las causas de su viaje, pero he estado allí en varias ocasiones y no se trata precisamente de un planeta acogedor- la miró despacio, erguido, mostrando el casi metro noventa que medía, y recorrió primero el rostro de la chica, para a continuación fijarse en sus manos.

 

Angel: Me estaba estudiando, evaluándome, como hacía mi madre antes de cualquier evento social. Pero, por supuesto, igual que se aprendía las normas de cortesía, se aprendía a controlar el lenguaje corporal. En cierto modo, era extraño encontrar espontaneidad en el núcleo salvo en los círculos más íntimos. Estando tan lejos casi había llegado a olvidarlo. También tomé nota de su interés en conocer las causas de mi viaje

.

Mi posición era relajada, la espalda estirada pero los hombros sueltos. Levanté la barbilla para poder sostener su mirada, conocía de sobra la influencia de la altura como forma para obtener autoridad. En cierto modo, marcaba territorio y, por un momento, recordé el pay sho. Mis manos, de dedos largos y ágiles, estaban limpias por necesidad.

- ¿En serio? ¿Ha estado en más ocasiones? - pregunté con un tono agradablemente sorprendido. Luego adopté una expresión divertida - No es tan extraño viajar una vez se finalizan los estudios. - Era una verdad a medias, pero me servía para tantear y, de todos modos, las últimas horas cuidando de los enfermos habían sido my aburridas,

 

Wladimir: Angel dos, Wladimir cero, siempre había preferido remontar, y la conversación se estaba tornando cada vez más entretenida, aunque era  hora de darle un pequeño giro.

 

-Dos veces, para ser más exactos, preparar una estafa lleva su tiempo, no se crea que es algo que se realiza de la noche a la mañana, y la mayor parte del tiempo es aburrido- el tono de voz seguía siendo el mismo, pausado, aunque hizo aparición un ligero acento –aunque suele compensar cuando todo sale bien- soltó un suspiro de resignación –

 

– Supongo que un viaje a Whitefall es el sueño de toda una doble doctorada-

 

Angel: No alteré mi expresión cuando mencionó lo de la estafa, fuera cierto o no, era la típica información que se "dejaba escapar" para provocar una reacción y, de todos modos, no era creíble. No del todo en cualquier caso.

 

- Discúlpeme por la franqueza pero me resulta altamente increíble de creer que hable abiertamente de una estafa que le ha llevado dos viajes preparar con alguien a quien acaba de conocer. Sería un descuido inconsistente con la preparación previa - esbocé una sonrisa conciliadora - Me encantaría creer que inspiro esa confianza pero ambos sabemos que no es cierto. - Dicho esto me tomé mi tiempo para estudiar a mi vez su reacción. Si definitivamente, me recordaba a las cenas que organizaban mis padres.

 

Wladimir: Zeev rió, una risotada breve con un tono de voz más elevado que el que estaban utilizando. – No es a usted a la que quiero estafar, y tampoco creo que vaya a ir corriendo a contárselo a los Feds, perdería a alguien dispuesto a ayudar en la nave – bromeó, sonriendo abiertamente, y el acento se marcó aún más.

 

-Además, no hay nada malo en quitarle algo a los que tienen demasiado, ya sabe, eso es lo que siempre se dice- se le veía relajado, más suelto, es lo que tenían los repentinos ataques de sinceridad. Mesó su barba, ya casi completamente cana.

 

-Usted rehúye a mis preguntas y yo en cambio le habló con sinceridad, con la sinceridad que a veces suele dar la desesperación-

 

Angel: Mantuve mi expresión calmada, la que hacía que Lucy insistiera en que tenía que aprender a jugar al póker, como si fuera un juego que pudiera captar mi atención más allá del conteo de cartas. Luego levanté un poco las cejas.

 

- ¿En Whitefall? ¿Quién puede haber que tenga demasiado? - sostuve su mirada - ¿Y a qué se debe su desesperación? - Sonreí de forma amistosa - Tendrá que entender mi comportamiento, son muchos años de conversación cortés - mi sonrisa se torno divertida, dar vueltas a la conversación sin llegar a ninguna parte era típico del núcleo.

 

Wladimir: - Las conversaciones corteses son aburridas, por desgracia muchas veces necesarias, pero creo que coincidimos sin afirmo que son la máxima expresión de lo anodino- movió ligeramente ambas manos, refrendando lo que para él era una evidencia.

 

-¿Me pide que le revele el nombre de la persona a la que deseo despojar de parte de su fortuna siendo usted una viajera bien educada y probablemente rica? – se hizo el ofendido, esperaba que ella lo asignara algo más de inteligencia.

 

-A lo mejor su destino es precisamente visitarla, y en ese caso podría advertirle de que un turbio asunto planea sobre su cabeza- alzó un dedo, que agitó con cierto aire reprobatorio – o a lo mejor, su destino puede variar, las cosas a veces dan muchas vueltas, y yo no estoy lo que se dice entusiasmado con la ausencia de unos de mis amigos que supuestamente debería haberse reunido conmigo en la Skyplex-

 

Angel: Me encogí de hombros como quién no le da importancia, después de todo era él quién había marcado inicialmente el tono de la conversación.

 

- Si fuera como dice, volvemos a mi comentario inicial sobre que no tenía sentido contarme lo de la estafa. En el hipotético caso de que fuese a Whitefall de visita o de que socializase, por el motivo que fuera, con las personas ricas de Whitefall, cuya existencia aún está en cuestión, por cierto. Dada la economía y población del planeta, el círculo social de personas ricas sería reducido, por lo que terminarían enterándose. - Eché un vistazo al otro lado del pasillo, casi habíamos llegado - Como ejercicio mental es entretenido, no obstante sigo sin ver cómo encajo en su escenario. 

 

Wladimir: Sabía de las condiciones económicas y sociales del planeta, algo que no solía preocupar a la gran mayoría de las personas que viajaban a ese lugar, y eso la hacía aún mejor candidata, siempre y cuando las cosas no se pusiera violentas, claro está, pero eso era lo último que deseaba Wladimir.

 

-Celebro entretenerla señorita Drake, algo que no aventuro sencillo- seguí su mirada hasta el final del pasillo, tenía que decidirse, las opciones en una nave espacial eran reducidas, y ninguna iba a satisfacerle plenamente.

 

-Pero lo que le estoy proponiendo es todo lo obvio que parece, necesito a alguien que me pueda ayudar a realizar el trabajo- la miró de nuevo a los ojos, más serio, podía contar con los dedos de una mano los posibles

Sería una pena tener que renunciar estando tan lejos – y tenga por seguro de que sé lo descabellado de mi proposición, pero he invertido demasiado tiempo y dinero como para no intentarlo-

Notas de juego

Falta el cierre de la escena, que al final no se que pasó pero no se ha grabado, si Angel es tan amable de ponerlo de nuevo...

 

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29/04/2011, 18:38
Angel Drake

Miré hacia la mesa donde se sentaba Ian con más gente. Mi expresión no se había alterado, seguía sonriendo de forma tranquila, de modo que no había nada que indicase que hablabamos de algo distinto a la habitual conversación educada y sin sustancia que caracterizaba los encuentros casuales.

- Coincidirá conmigo en que tomar decisiones precipitadas no suele conducir a resultados afortunados - respondí - tal vez podamos tratar este asunto más adelante. - A continuación adopté una expresión pensativa - Si bien espero que no piense mal de mi si le solicito que me releve en la guardia. Hemos estado trabajando duro desde que estabamos en la skyplex y me vendría bien desconectar un rato. - esbocé una sonrida agradecida. - Si esta conforme hablaré con Ian para comunicarselo.

Notas de juego

Creo que dije algo más o menos en esa línea, pero he tenido que volver a escribirlo XDD

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29/04/2011, 20:41
Angel Drake

Wladimir y yo entramos en la sala común. El ambiente ahí estaba… animado. Bueno, si excluíamos la partida de póker. Los cuatro que estaban jugando parecían más interesados en lo que pudiera estar pasando en la mesa de al lado y en cómo conseguir más alcohol que en la partida en sí. Lo peor era que dos de los heridos estaban poniéndose ciegos. Levanté una ceja pero no dije nada, si preferían el alcohol a los analgésicos, esta sería una de las pocas ocasiones en las que podría llegar a venir bien.

Crucé hasta la mesa donde discutían. Discutían y se miraban mal. Ian estaba comiendo, con la mirada agachada, como si quisiera que todos se olvidasen de que estaba ahí. Me detuve a un par de metros de distancia para que me vieran y pudieran callarse antes de que me acercase y le hice una señal a Ian. Luego me acerqué.

-          Hay un guardia que dice tener una reacción alérgica, pero pensé que sería mejor si le echas un vistazo, sólo por si es otra cosa. También he hablado con el seño Wladimir y se ha ofrecido a ayudarnos. Va a sustituirme en la guardia.

Una vez le di el mensaje me alejé de la mesa, no quería inmiscuirme en sus asuntos. Además, necesitaba descansar un poco y algo de tiempo para mí…

 

 

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30/04/2011, 00:47
Noah Gordon

Espectáculo finalizado, con victoria aplastante de la cocinera y su gran fatality sobre Kratos. ¿A este shiong-mung duh kwong-run* le he dado yo un lanzagranadas? Ufff...

Lo que estaba claro era que la idea de ser el nuevo mecánico en funciones de la Orpheus no era algo que le atrajese demasiado. No tenía demasiada prisa en coincidir con Dariel y que le llevase de tour de inspección por la chatarra volante. Había muchas cosas que hacer: limpiar la lanzadera, montar su pequeño taller de trabajo, ordenar sus pertenencias y lo más importante, revisar la armería.

No estaba seguro si la reunión había acabado, pero al ver que Dariel se desentendía de todo y que nadie estaba dispuesto a aportar más al asunto, decidió que era el momento de escabullirse.

-Si me perdonáis, tengo mucho que hacer- y dirigiéndose al capitán, concluyó -mi sincero agradecimiento por permitirme viajar a bordo, capitán.

 

Notas de juego

*Lunático violento

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30/04/2011, 01:06
Noah Gordon

 

[Conjunta Ángel & Noah, en algún lugar de la Orpheus]

 

Ángel: Apoyé la cabeza en el frio cristal. Las estrellas tenían un aspecto diferente vistas desde una nave que cuando estabas en tierra. Cada cielo era diferente, pero allí, en mitad del espacio parecía que pudieras  perderte en la oscuridad, hundirte en ella. Y en algún lugar de ese mar oscuro salpicado de estrellas, alguien debía estar riéndose. Considerándolo todo era irónico, eso tenía que apreciarlo. Mi dedo dibujó el dragón en el cristal empañado por mi aliento. Contra toda expectativa, los feds habían terminado por ayudarme. Por mucho que aborreciera la estructura excesivamente jerárquica o, en general, toda figura de autoridad, al final, colaborar había sido la opción lógica.

El dragón se fue desdibujando a medida que el vaho se desvanecía del cristal. Había visitado a los heridos y hecho inventario de los medicamentos, estaba agotada, pero me resistía a regresar al jergón para dormir.

 

Noah: Extrañamente, todo había acabado mejor de lo que se podía esperar. Los miedos a perder esa última oportunidad para huir del Skyplex, la continuación de una búsqueda que ya había durado demasiados años. Y ahora, acababa de ser nombrado nuevo integrante de una nave llena de locos.

Sale del comedor, donde había tenido la reunión con todos los miembros de la tripulación. Antes de volver a la lanzadera que le había sido concedida, decidió recorrer la nave y ver cuanta gente habían metido en la Firefly. Los acontecimientos de la huída y la preocupación por sus mercancías no le habían permitido ni un minuto de paz. En uno de los pasillos fue donde encontró a uno de los pasajeros. Creía haberla visto fugazmente hacía unos instantes en el comedor.

Noah no era muy social. Solo era capaz de hablar bien y entablar buenos acuerdos cuando las armas y el dinero entraban en juego. Por eso era vendedor. Pero fuera de ese ambiente, le resultaba difícil. Intentaría conocer a la gente de la nave. Le costaría sí, pero todo era prueba y error.

-          ¿Te imaginas que los dragones realmente existiesen? Según los describen los cuentos, es algo físicamente imposible de concebir.

 

Ángel: Esbocé una sonrisa divertida ante la pregunta. Los dragones de las leyendas incumplían tantas leyes de la física que ni siquiera los partidarios de la ingeniería genética se atrevían a teorizar sobre ello. Miré la constelación por un segundo más y luego al hombre que había hecho la pregunta. Atractivo, fue lo primero que me vino a la cabeza. Aunque, naturalmente, no fue lo que dije.

 

-          Sería espectacular ver cómo una serpiente gigante vuela por el cielo gracias al poder de una perla mágica – solté una risa suave – A los antiguos les gustaba imaginar a los dioses en el cielo. – Soplé sobre el cristal y dibujé un tigre sobre las estrellas.

 

Los otros diez animales del zodiaco chino también tenían su constelación, pero desde aquella ventana sólo se veía el dragón y el tigre.  Volví a mirarle por un segundo.

-           Es como mirar al pasado – de hecho la luz tardaba millones de años luz en llegar a nosotros, en realidad estábamos viendo el pasado, pero tampoco iba a entrar en tecnicismos con alguien que acababa de conocer – Son las mismas estrellas, pero cada cultura ve algo distinto.

 

Noah: - Bueno, técnicamente, las estrellas son el pasado- su palabrería podía ser algo pedante, pero eso era algo que no era capaz de controlar  –Y nosotros que las vemos desde aquí somos su futuro.

Noah se acercó a la ventana a través de la que miraba la joven. -Qing Long, el único dragón que realmente vuela. Entre 17 y 20 años luz diría yo.

Dándose cuenta que quizás estaba molestando al irrumpir en el espacio personal de la desconocida, se apartó rápidamente. La chica tenía cara de no haber roto un plato en su vida. Parecía joven, a lo mejor estaba viajando con sus padres.

 

Ángel: Por un momento pude distinguir su olor, una mezcla de jabón y pólvora. Luego se apartó con rapidez, como si hubiera traspasado algún tipo de línea invisible que dictaba hasta dónde podía acercarse. Los límites del decoro, recordaba la voz de mi madre una vez más. Esbocé una sonrisa conocedora cuando empezó a hablar de años luz. Le miré de reojo, tomándome unos segundos antes de responder.

-          Por eso, durante mucho tiempo se pensaba que los viajes en el espacio eran de un solo sentido. Se creía que el tiempo transcurría de forma diferente y que, incluso aunque volvieras al mismo planeta, habría pasado tanto tiempo que todos aquellos a los que conocías habrían muerto - Me giré para mirarle de frente - Supongo que es una suerte que no sea así o jamás volveríamos a ver a quienes dejamos en tierra. - le estudié con curiosidad, buscando alguna reacción por su parte. Algún indicio de quién, si es que había alguien, estaba en tierra. - El transcurso del tiempo en el espacio es uno de los grandes campos de estudio. - añadí pensativa. Pero había dejado de lado ese estudio para ayudar a la gente de la periferia. En casa mi padre no terminaba de decidir qué era más excéntrico, si mi interés en la astrofísica o el que hubiera abandonado el núcleo para llevar medicamentos.

 

Noah: Mientras escuchaba como la joven hablaba de los viajes en el espacio, visto desde una perspectiva nueva, se apoyó contra la pared y se cruzó de brazos. Nunca había escuchado una teoría así, resultaba interesante.

-          Supongo que lo que dices tiene su parte de verdad. Para recorrer una larga distancia, se enviaban naves cargadas de humanos, de alimentos y de materiales para iniciar la vida en un sitio lejano. No siempre los que llegaban a ese destino eran aquellos que habían decidido embarcarse en la misión, sino los hijos de éstos los que se convertían en nuevos colonos- Había ido dejando que su mirada se perdiese en un punto lejano, como si estuviera abstraído. Cuando el silencio se hizo demasiado largo, volvió al presente. –Con las velocidades que manejamos ahora, no tenemos que preocuparnos de dejar a nadie atrás.

 

Ángel: Estudie su expresión y el lenguaje corporal. Brazos cruzados, era una posición defensiva, aunque el que se apoyase sobre la pared de forma relajada atenuaba ese mensaje. Mi madre me había explicado todo eso y, por un segundo, me recriminé el no ser más espontánea, como Lucy. Debía ser mucho mejor simplemente actuar por impulso.

Pensé en sus palabras. Era consciente de que nuestra velocidad evitaba que el paso del tiempo fuera tan grande como en los antiguos viajes espaciales. Pero por otra parte sus palabras no eran del todo ciertas, siempre dejábamos alguien atrás. En mi caso toda una vida atrás. Pero me resistí a ser pesimista. En lugar de eso saqué mi tableta para mostrarle los distintos modelos de nave que se habían desarrollado.

 

-          Tengo aquí los datos y las especificaciones. Eran ciudades - mis ojos brillaron por un momento - vimos los restos de una de ellas, pero por desgracia la memoria de sus computadoras estaba corrupta. ¿Te imaginas la de datos que debían contener? - luego me callé de pronto, no tenía nada claro si le interesaba el tema. Miré de nuevo mi pantalla y luego a él, dubitativa.

 

Noah: Las ansias de saber, de querer saciar su curiosidad eran mucho más grandes que las reglas de etiqueta. Esos límites que se aprendían en la escuela de jóvenes caballeros y que de tan poco le habían servido en la vida, pues tomó un rumbo completamente distinto a lo esperado por sus padres.

Se acercó a la terminal personal de la joven.  La tableta parecía más nueva, casi recién sacada de la fábrica, nada que ver con el pad prehistórico que él mismo llevaba encima.

-          Vaya, ¿y pudisteis entrar?- preguntó interesado. –La mayoría de las ciudades fueron o destruidas o acabaron desarrollándose en las colonias que hoy en día podemos encontrar en los planetas del Rim. Se dice que algunas vagan por ahí llenas de sangre tras la incursión de… - se calló antes de terminar la frase. Intentó olvidar aquello. - ¿Y donde la encontrasteis?- decía mientras se giraba para mirarla. Demasiado cerca…

 

Ángel: Me acerqué para que pudiera ver las imágenes y los datos. No había demasiadas de aquellas ciudades que hubieran sobrevivido al paso del tiempo. Esta había sido encontrada por el gobierno hacía años y aún ahora se seguía estudiando. Negué por un momento con la cabeza.

-          No, no. No fuimos nosotros. Sólo nos dejaron verla. A los de la universidad, quiero decir. Y sólo a unos pocos. - Luego reparé en lo que había empezado a decir. - ¿Llenos de sangre?- Le miré de forma interrogante y me encontré a escasos centímetros de su cara. Noté el calor subiendo por mis mejillas antes de volver a girarme, con la esperanza de que el pelo ocultase el rubor. Carraspeé un poco - Hay... hay unas fotos muy buenas. - pasé la imagen a otra en la que se veía las interfaces antiguas, destrozadas e inservibles, pero aún interesantes. Mis dedos volaron sobre la tableta

 

Noah: Al negar con la cabeza, Noah pudo captar el olor de su melena. El exquisito aroma de esos cabellos largos, sedosos, con algo parecido a flores silvestres. Hacía mucho que no olía una flor; había pasado demasiado tiempo sin respirar el aire contaminado de la superficie y más aún desde que pudiese disfrutar de la fragancia de los osmóforos de las flores.

-          Interesantes imágenes, ¿y dices que esto lo viste cuando estabas en la universidad? ¿No os dejaron entrar?- rehuyó de esa forma la pregunta sobre las naves sangrantes. Incluso creyó captar un ligero sonrojo ¿Por qué?

 

Ángel: Cambió de tema rápidamente, lo que no hizo si no aumentar mi curiosidad. Pero no era el momento para entrometerme y menos cuando apenas le conocía. Mis dedos rozaron la pantalla mostrándole más datos de los que había conseguido recopilar con el equipo de la universidad. Pero aquel tipo de investigaciones arqueológicas estaban restringidas y muy pocos tenían acceso completo a la información. Por desgracia no era mi caso. Suspiré, por mucho que me hubiese gustado dedicarme a la investigación, era imposible entrar sin contactos y mi padre no movería los suyos para eso.

-          No esta... - busqué una forma suave de decirlo - abierto al público. La información es demasiado valiosa, ya fue bastante suerte que nos dejasen ver aquello siendo solo doctorados. Y para variar apenas hay recursos dedicados a la investigación. Consideran nuestro campo demasiado teórico. Incluso aunque los ingenieros se apoyen en nuestros avances para mejorar el viaje espacial o ampliar las zonas de exploración, es como si el gobierno no quisiera que nos dedicásemos a eso. - esbocé una sonrisa irónica - Todo lo contrario que Ciencias políticas o gestión.

 

Noah: Esta vez, se volvió a alejar, pero lo justo para encontrar un sitio donde sentarse. La chica había dicho <<solo doctorados>>  Solo había un nivel por encima del doctorado, y ese era para aquellos que hubieran actuado de manera sobresaliente, los “cum laude” y esa era otra historia.

-          Toda la financiación se despilfarra en armamento avanzado, en hacer más ricos a los ricos y en educación, para ampliar así la diferencia entre un ciudadano del Nucleo con respecto a los antiguos independentistas.  No están dispuestos a estudiar el pasado – Noah negó con la cabeza. –El pasado si importa y a falta de buenas bases de datos la investigación es necesaria y debería ser obligatoria, pero ellos no lo ven.- Miró con preocupación a la joven, cayendo de pronto en que había estado usando su tono de lector universitario. – ¿En qué universidad estudiaste? ¿A qué te dedicas? Entiendo si no puedes responderme, hoy en día mucha gente oculta su pasado y yo soy un simple armero.

 

Ángel: Le miré con curiosidad mientras se sentaba en una caja que alguien había dejado en el pasillo. Tenía la impresión de que la gestión de espacio en aquella nave era mejorable. Centrarme en asunto prácticos o técnico había atenuado mi rubor y, de todas formas, o no lo había notado o era lo suficientemente educado para no señalarlo. Me senté a su lado, con la tableta sobre el regazo.

-          Londinum, astrofísicas y matemáticas. - respondí con calma - Y algo de administración - añadí - Fue algo así como el precio que me exigió mi padre por dejarme ir a estudiar - solté una suave risa - Imagino que de no haber ido a Whitefall estaría ahora en un equipo de investigación - Por un momento mire las imágenes de mi grupo de doctorado, de entre los presentes, era la que había tenido más opciones a quedarme y formar parte del profesorado. Pero lo había dejado todo atrás cuando la cuarentena. - Ahora me dedico a llevar suministros a Whitefall, la investigación teórica puede ser fascinante, pero le sirve de poco a los muertos - sonreí con cierta tristeza - Aunque a veces lo echo de menos.

 

Noah: -La Sol League*, solo ahí se puede ser algo a los ojos de la Alianza, si estudias fuera del Nucleo te conviertes en un apestado para la alta sociedad – Noah se calló. Siempre hablaba de más, siempre expresaba aquello que pensaba, no era capaz de morderse la lengua ni mentir para conseguir que los demás se sintiesen mejor. – Pero veo que recibiste una educación bastante completa, la mayoría de los que hacen administración no son capaces de diferenciar  un cuaternión de un octonión- se inclinó un poco para volver a mirar las imágenes de la tableta y que parecían significar tanto para la joven que tenía a su lado. – Pues la investigación se ha perdido a una buena pieza y parece ser que los habitantes de Whitefall han encontrado un ángel- sonrió.

*Sol League, Liga del Sol: Universidades de Sihnon, Osiris y Londinum (Tomo Ariel como luna de Osiris, según la serie)

 

Ángel: Una sensación cálida recorrió la espalda, aunque no creía ser realmente merecedora de aquel cumplido. Había trabajado duro pero apenas había cambiado nada. De alguna forma parecía más sencillo cambiar la forma en la que veíamos el universo que cambiar las vidas de unas pocas personas. Aunque claro está, pertenecía al núcleo y el ligero tono de resentimiento en la voz de mi acompañante apuntaba a que él no. ¿Tal vez había estudiado fuera? ¿O tal vez había dado la espalda a lo que significaba el núcleo? Me mordí el labio para evitar que las preguntas salieran de mis labios, habría sido descortés preguntar. Luego le miré de reojo, tenía una expresión concentrada mientras miraba la serie de datos incompletos que habíamos logrado reunir aquel verano. Decidí optar por un cambio de tema.

-          ¿Cuál es tu área? - pregunté con cierta curiosidad. Después de todo la ciencia era ciencia no importaba de dónde procediera.

 

Noah: Agradeció la sutileza de la muchacha. Sabía que había dejado interrogantes abiertos respecto a su persona por la gran cualidad –o defecto- que tenía de no ser capaz de mentir.  Alguien más incisivo habría sido capaz de sacar toda la información que se hubiera propuesto obtener.

-          Yo también ayudo a la gente, pero de otra forma. Reparo, modifico y creo armamento ligero- contestó a la chica. - Y me parece que a partir de hoy también me tocará mantener los motores-  recordó las condiciones que tuvo que aceptar para ser incluido como miembro de la tripulación.

Se levantó, tiró de los picos del chaleco para alisarlo y sonrió a la muchacha.

-          Me tengo que marchar ya, hay cosas que aun tengo que hacer antes de disponer de un poco de tiempo libre. Ha sido un placer hablar contigo- volvió a sonreír. – Si tienes algo de tiempo libre y quieres que sigamos discutiendo sobre el pasado en el espacio, pásate por la lanzadera. Además algo de ayuda tampoco me vendría mal.

Tras lo cual, se marchó, con las manos en los bolsillos, en dirección a su nuevo hogar durante los siguientes meses.

[Continuará...?]

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30/04/2011, 12:14
Cassia Ren-Shen


|Comedor|

Creo que estuve a menos de tres segundos de preguntar en voz alta qué estaba haciendo yo sentada en esta mesa justo cuando Ivy abrió la veda diciendo lo obvio e inevitable: no hay comida para todos. Ahí supe que había sido arrancada de mi lanzadera para sufrir un poquito más con la situación, porque no estaba lo suficientemente preocupada antes...Lo único que pude hacer es escuchar y quitarme el mala del cuello (me lo había puesto cuando supe que tenía que salir de la lanzadera además de una pequeña campanilla atada al pantalón, como si eso fuera a hacer algo con el hun de la nave...) para enredarlo en mi mano derecha y mantenerlo cerca de mi boca. Realmente no estaba escuchando del todo, sólo palabras sueltas para saber cuál era el tema, mientras meditaba interiormente.

No parecía que nadie hubiera alcanzado una solución, y a mí sólo se ocurrieron dos cosas en las que podía contribuir sin que Julian me gritase (detalle que, a su falta, me estremece a la par que me alivia. Debería añadir a mis tareas el hacerle estallar antes de que colapse por implosión). Me levanté cuando consideré que nadie tenía nada más que decir para meterme en la cocina y quitar de mi cajón de provisiones el papel de "Comida de Cassia. No tocar bajo pena de mal karma." El karma apreciará que comparta lo que me queda en la situación que estamos, creo yo.

Lo siguiente sería hacer algo útil en lugar de encerrarme en la lanzadera; invocar algo de orden y paz sin recurrir a alterar el flujo del chi de la nave. Kratos ya había sufrido una pequeña explosión, por lo que era mejor dejarle un rato más para que el humo se disipase y volvería a estabilizarse, necesito una excusa para pinchar a Julian correctamente, Dariel parece bien (más que Ivy al menos, que también está en mi lista)...Suspiro, acercándome a la mesa en la que hace rato se está disputando una partida de póquer entre tres caras que no conozco y Dariel al unirse.

-¿Les importa que observe el juego?-les pregunto, sonriendo un poco, aún jugando con el mala en la mano.

Notas de juego

Si, he vuelto a la vida. Llevo unos cuantos días sin poder escribir nada medio decente, pero creo que ya está. Al menos me he puesto ^^U Por eso el tocho horrible y quizá algo confuso. Necesitaría a Lunita, pero está out, no? ó.ò


Hun=Caos

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01/05/2011, 19:48
Joseph "Pinky" Rousseau

Sonrio a la recién llegada, no se parece al resto de tripulación de la nave, de hecho parece totalmente fuera de lugar aquí

-por supuesto que no, de hecho puede unirse a la partida si quiere, no es que estemos apostando mucho-

Separo una silla a mi lado de la mesa ofreciéndosela

-Soy Joseph Rosseau, una víctima en todo ese caos en la estación. Su compañero estaba a punto de explicarnos algo de la vida en esta nave, después de el espectáculo en la reunión tenemos curiosidad-

De hecho ahora que la veo bien mi curiosidad se desvía en otra dirección, menuda mujer

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01/05/2011, 23:51
Ivy LeFay

Había perdido la noción del tiempo. Aunque me sentía como si llevase al menos una semana entera sin pegar ojo, la verdad. Podía notar unas enormes ojeras bajo mis ojos, y no estaban ahí únicamente por el cansancio, oh no, ojala fuese así. Todo lo que había pasado me había dejado psicológicamente hundida y los esfuerzos por tratar de ocultarlo tampoco ayudaban para nada.

Nos habían convocado a una reunión, y no dije palabra, ni tan siquiera cuando Kratos y la chica del parche estaban a punto de meterse de hostias. En otra ocasión habría soltado un "Follad de una maldita vez", pero ahora ni para eso tenía fuerzas.

Lo que aún así no se me escapó, fue la miradita que ésta le soltó a mi hermano. Aunque en un principio la tipa me había causado buena impresión, era mejor que no jugase con fuego.

Cuando llegó mi turno de hablar en la reunión, expliqué claramente lo jodidos que íbamos de suministros, cosa que ayuda a empeorar aún más el ánimo. Había demasiada gente y no sólo era molesto el hecho de encontrarse a alguien hasta en el lugar más recóndito de la nave, es que encima, teníamos que racionar aún más la comida.

Y hablando de comida, ya no recordaba cuando era la última vez que había ingerido algo que no fuese café, así que en cuanto terminó la reunión, cogí un bol de comida y volví a tomar asiento.

Sinceramente, necesitaba un abrazo de Dariel... Necesitaba sentir que aún seguía junto a mi.

Me acabé el cuenco de comida sin tan siquiera apartar un segundo la vista de su brazo malherido.

Notas de juego

Ya estoy de vuelta, Aurilla ;)

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02/05/2011, 00:31
Ivy LeFay

[Conjunta de Ian & Ivy - Comedor/Puente de Mando]

Ian: Miro a Ángel con los ojos entrecerrados, como si me acabase de despertar. "Aaah, quiero un peta. Sólo una calada. No pido más". ¿Por qué tanta prisa por un fed? ¡Es un fed! ¡Lucha contra el sistema y todo éso! Pueblo unido, jamás será blablabla. Total, no se está muriendo.
- Luego, luego. Que se rasque mucho -Me levanto y me desesperezo ligeramente-. Luego le curo.
Me dirijo hacia Ivy y me apoyo en la mesa, mirándola.
- Que las estrellas desnuden tu vista -Sonrisa.

Ivy: Dejo el bol sobre la mesa para después recostarme de nuevo en la silla.
- La falta de matuja empieza a afectarte, eh -Murmuro, aún sin apartar la vista del brazo de mi hermano.

Ian: Suspiro a la vez que asiento con la cabeza, mirando al infinito con decisión. Justa en el blanco.
- Pues ahora que lo comentas... -Murmuro, mientras me rasco la barbilla-. Estoy realizando una investigación. Sí. Sobre cómo afecta la marihuana en cada ciudad, cada planeta -La miro, sin importarme su expresión-. ¿Sabías que con marihuana se pueden hacer los mejores calmantes? Pero necesitas un laboratorio y todo éso, aquí no puedo quemar sustancia. Ya sabes. En definitiva, ¿me acompañas?

Ivy: Enarco una ceja sin llegar a comprender del todo a dónde quiere llegar.
- Acompañarte... ¿A dónde? -Esta vez le miro- ¿Vas a quemar maria en la nave? ¿Más concretamente en la enfermería? -Estás loco.

Ian: Me ofendo, abriendo los ojos y exagerando una profunda herida en mi corazón.
- No, mujer, nooo -Le hago gestos con la cabeza, indicando la puerta. Me levanto, voy hacia ella y salgo. Gesto de seguir-.

Ivy: Aún sorprendida y tras un encogimiento de hombros me levanto para seguirle. No voy a negar que sentía cierta curiosidad por lo que sea que Ian quisiese mostrarme.

Ian: Camino con tranquilidad por la Orpheus, como si fuese mi casa. Nos llevo hacia los controles de la nave. Doy un par de palmadas en la silla para que se siente.
- No puedes dormir -Afirmo, no pregunto-. En ocasiones como éstas, yo me fumaría un happy hippo así de grande, pero como estamos en el espacio y todo ése lío por el oxígeno, yo lo que hago es cerrar los ojos y pensar. Va, cierra los ojos -Sonrisa. Sonrío y me siento en el suelo, a lo indio.

Ivy: Le sigo por la nave de forma prácticamente automática, hasta llegar a mi puesto de trabajo. Aún sin comprender nada, hice lo que me dijo; tomé asiento y cerré los ojos.
- ¿Qué te propones? -Una sonrisa fugaz se asomó en mis labios.

Ian: Cierro los ojos.
- Te voy a ayudar a dormir con la mente -Bromeo. Ahora, en susurros: -Imagínate un claro. El suelo es casi completamente verde, todo hierba. Realmente cómodo y agradable. Hay árboles alrededor del claro, hay cierta intimidad. La temperatura es cálida pero agradable -comienzo a esbozar una sonrisa-, estás desnuda y en la cabeza llevas una corona de flores. También hay alguien. Alguien con quien te gustaría unirte en la maravillosa fusión natural, follar vamos.

Ivy: Sonrío ante la visión de un paraje tan vivo y cálido como el que describe Ian. Puedo sentir la suave brisa y el calor que desprenden los rayos del sol contra mi cuerpo, el cual yace sobre la hierba. Todo está en calma. Me concentro en los latidos de mi corazón, rítmicos, sin alteración alguna.

Es entonces cuando a través del rabillo del ojo me doy cuenta de que hay alguien tumbado junto a mi, aparentemente desnudo también. Ahora sí, mi corazón altera su ritmo, dándome un vuelco cuando ladeo la cabeza para ver de quién se trata.

Sonrío más ampliamente al ver cómo unos ojos azules ligeramente escondidos entre mechones de cabello negro me miran fijamente.

Ian: Tras una larga pausa, en la que fantaseo con ir a la Fiesta de la Hoguera con Metho y muuucha, mucha gente. Todos desconocidos. Se está tan bien, alrededor de la hoguera en ése claro. Hombres y mujeres, sin importar religión, ideología ni estatus. Todos unidos en un graaan abrazo kármico y reposo espiritual.
- Imagínate sus besos por tu cuerpo, sus caricias, su... -Me callo, abriendo los ojos y comprobando lo que era evidente-. ¿Crees que ahora serás capaz de dormir? Pues yo tampoco.

Ivy: Imagino sus labios recorriendo mi cuerpo desde mi cuello hasta mi bajo vientre, mientras me llena de suaves y delicadas caricias que me hacen sentir la persona más querida en el mundo. Busco sus ojos azules, los cuales nunca me canso de mirar y a los que con mi propia mirada, siempre suplico que sólo se fijen en mi.
Entrelazo mis piernas a su cintura cuando noto el peso de su cuerpo contra el mío, y es justo entonces cuando Ian cambia radicalmente de tema, haciendo que abra los ojos de repente y que a su vez, el chico de mis sueños desaparezca de mi imaginación.

Tras unos segundos, reacciono.
- Eres de lo peor -Clavo mi mirada en la de él.- Mala zorra.

Ian: Estallo en sonoras carcajadas.
- Eh, no es mi culpa que te despistes tan fácilmente. Mira yo, aún sigo concentrado -Señalo mi entrepierna con aún una sonrisa-. Y tú eres mucho más zorra y arpía que nadie, así que... -Le hago un corte de mangas-. ¿Tienes alcohol? Necesito ir pedo a curar al fed.

Ivy: Le fulmino con la mirada mientras él no para de descojonarse.
- Eso -comienzo, señalando su entrepierna- no significa que sigas concentrado, además, ¿tú qué sabes cómo estoy yo? -Sacudo la cabeza, tratando de no recordar lo que había imaginado momentos atrás. Aunque no nos engañemos, no fue ni la primera, ni será la última vez que imagine tal cosa- Sí, tengo alcohol, el que le he requisado a mi hermanito. Pero no pienso darte ni una gota. Yo no puedo beber, tú tampoco -finalizo con una sonrisa profident.

Ian: La miro como si me estuviese castigando, por lo que me acerco gateando hasta estar junto a su rodilla.
- Te he visto borracha, desnuda, gritando como toooda una zorra. No te preocupes, te entiendo, a todos nos gusta un buen caramelo -Le acaricio la pierna derecha, cerca del muslo interior-. No me hagas ésto, sabes que llevo mucho tiempo sin desestrés.

Ivy: Sonrío de lado.
- No olvides que yo también te he visto gritar como toooda una zorra -Imito su tonito, finalizando la frase con una sonrisa de satisfacción a la vez que cruzo las piernas, atrapando su mano entre estas- No eres el único, nene -Le miro fijamente y tras unos segundos se me escapa la risa- Oh por dios, mírate, estás zorreando por un poco de alcohol... ¡Incluso estás a cuatro patas!

Ian:
- ¡Eh! Yo jamás negué que lo fuera. ¿Me gusta el sexo? ¡Sí, claro! No me lo pediste en las referencias, perdoona -Me levanto con la mano atrapada en sus piernas-. Creía que te gustaba estar en una posición superior -Estiro la mano, pero no puedo librarme. Puta.

Ivy:
- ¿Acaso no lo estoy ahora? -Sonrío mientras con mi mirada guío a la suya hasta la mano que aún se encuentra atrapada entre mis piernas.- No te la juegues. -Dejo el tono de mofa de lado y hablo seriamente- Será un fed y todo lo que quieras, pero si la armas delante de él pondrás en peligro a toda la tripulación. -Descruzo las piernas, dejando libre su mano.- Si vuelves a cagarla no follamos en la vida.

Ian: Hago pucheros mientras pienso qué responder.
- Si le pica la piel es por reacción alérgica o una picadura. Dudo que en una nave espacial como la Skyplex o la Orpheus contenga un ser vivo capaz de éso -Sonrío y me inclino contra ella, acercando mis labios a su cuello para oler su aroma y acercarme a su oído a susurrar: - Tú dame de beber, y luego hablamos lo de quién se quiere follar al otro -Me aparto-. Quién sabe, igual ése día estoy disfrutando de una larga y sabrosa barra de pan. O de canapés. Pan y canapés. ¿Por qué no?

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02/05/2011, 11:36
Cassia Ren-Shen

Sonrío amablemente a Rousseau cuando retira la silla para ofrecerme asiento, aunque niego con la cabeza.

-Es muy amable, señor Rousseau, pero lo que realmente busco es un momento de concentración para pensar en mis propios asuntos, y no sería bueno convertir eso en una oportunidad para que me despojen de mi dinero, aunque sea poco.-bromeo, mirando un momento hacia atrás al sentir el movimiento de una silla. Ivy se levanta y se va con el doctor Green hacia el puente.

-Lo que sea que les diga Dariel no les dará una aproximación de lo que es estar en esta nave. A propósito de eso...-me llevo una mano al pecho y me inclino ligeramente, ante las tres caras nuevas, aunque una esté algo dormida.-yo soy Cassia, y espero no ser la primera que les haya dado la bienvenida a la Orpheus. También espero poder echar mano de su invitación a jugar más adelante, señor Rousseau; creo que ya he decidido cómo ocupar mi tiempo en hacer algo de bien para esta nave.-le guiño un ojo como pequeña distracción para poder brindarle una suave caricia en el hombro a Dariel antes de retirarme.-Disfruten del juego, caballeros.

Con la campanilla atada al pantalón rebotando contra mi cadera salgo del comedor y camino la pasarela desde éste al puente, aunque me quedo al pie de las escaleras para no interrumpir.

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02/05/2011, 14:49
Julian Crautchin

Dando por finalizada la reunión, creo que aún me duele mas la cabeza que antes. No hay comida suficiente, la nave está llena de gente, tenemos hacer una parada con la que no contábamos así que debería pensar en el combustible también, Kratos se ha puesto en "modo idiota"... Creo que debería hablar con él. Pero mas tarde porque ahora aún seguirá tan cabreado que es capaz de arrearme un puñetazo o algo, y no me apetece demasiado pegarme con mi hombre de seguridad, ciertamente.

Contemplo un momento como cada uno ya se dedica a lo suyo y yo llamo la atención de Kaplan poniéndome frente a él.

- Deberíamos hablar - le digo - Pero en un sitio menos concurrido - le hago un gesto de la mano para que me siga - Si es que logramos encontrar un sitio donde no haya gente, claro...

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02/05/2011, 20:20
Dariel M. Lefay

Sonrío maliciosamente ante el comentario de Rousseau.

-No, a veces es incluso peor. Pero en el fondo nos queremos. Somos como un... matrimonio rancio- expongo finalmente como respuesta. Cassia se une a nosotros por unos momentos, con su suave voz, la misma que hace enloquecer a mi mejor amigo, mi hermano de sangre -Ya sabeis, con discusiones y gritos pero fieles hasta el final- me encojo de hombros.

-No me desplumeis muy rápido! Sólo soy un modesto piloto!- bromeo, ante el inicio de la partida y el precio de la apuesta de entrada. Dejo que me repartan cartas y las miro con calma. Vaya mierda de cartas. En fín, el juego nunca ha sido lo mío.

La caricia sutil de Cassia en mi hombro me trae viejos recuerdos, soltando una pequeña sonrisa en mis labios.

-Alguno tiene otra botella de whisky que compartir?- intento gorronear, ya que mi hermana se había apoderado de todo mi alijo.

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02/05/2011, 20:54
Joseph "Pinky" Rousseau

Sonrio y me despido de Cassia con una inclinación de cabeza, tiene una educación nada habitual muy de agradecer. Luego vuelvo mi atención a Dariel

-como una familia vamos, muy bonito-

Reparto cartas, no es mala mano, he ganado partidas con menos, de todos modos me mantengo inextresivo por pura costumbre

-ah, nuestro piloto, bueno es saberlo-

"¿debería respetarle un poco en la partida?, no, en realidad no creo que estrelle la nave si le desplumo"

-Jack suele llevar bebida encima. Yo tambien, pero con el lio de la evacuación se ha quedado todo mi equipaje en tierra. En cuanto lleguemos a tierra he de encontrar una terminar cortex a ver que puedo recuperar-

 

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03/05/2011, 11:00
Cassia Ren-Shen

|Puente-Lanzadera de Cassia|

Cassia: Cuando oigo la ausencia de voces en el puente me decido a subir las escaleras y a asomarme por la puerta. No me hubiera gustado interrumpir, claro.

-Disculpe, doctor Green. Ivy.-le sonrío un poco a la chica.-¿Tienes mucho que hacer ahora?
 
Ivy: Le devuelvo la sonrisa mientras niego suavemente con la cabeza.
- No habrías interrumpido nada. Ian solo pretendía tocarme las narices, como de costumbre -Miro hacia él y tras sacarle la lengua, me levanto del asiento- Soy toda tuya. Está puesto el piloto automático desde antes de que comenzase la reunión.
 
Cassia: -¿Por qué todo el mundo en esta nave tiene siempre tiempo y ganas para tocar las narices?-río un poco, haciéndole un gesto a Ivy para que venga conmigo.-Antes de que te asustes, vamos a mi lanzadera. No pretendo secuestrarte para darte trabajo o algo así.
 
Ivy: La sigo sin ningún problema. Realmente no me esperaba una visita de ella, suponía que estaría ocupada con sus asuntos, al fin y al cabo ser Acompañante tampoco es que sea fácil, pero la sorpresa no fue para nada desagradable.
- Lo cierto es que no podría imaginarte secuestrando a nadie... -Ni tan siquiera a Jules, pensé mientras sonreía pícaramente sin poderlo evitar.
 
Cassia: La miro justo cuando sonríe, lo que me contagia a mí una sonrisa divertida justo cuando cruzamos el comedor.
-No vas a decirme qué acabas de imaginar al hablar de mí secuestrando a nadie, ¿a que no?-bromeo. Bajamos los escalones ahora hasta la pasarela, y de ahí a mi lanzadera.
 
Ivy: - ¿En serio hace falta que lo diga? Yo creo que lo sabes de sobra... -Comento como quien no quiere la cosa mientras doy los últimos pasos justo antes de entrar en su lanzadera- A este paso lo sabrá toda la Orpheus, y ahora mismo no es que seamos pocos precisamente...
 
Cassia: -¿Uh?-me quedo atrás para cerrar las puertas. Me ha asustado un poco su comentario.-¿A qué te refieres?
 
Ivy: Enarco una ceja, incrédula. Tenía que estar o vacilándome o tratando de evadir una respuesta comprometedora. 
- A cierta tensión sexual entre dos miembros de la tripulación... 
 
Cassia: Alzo las cejas, aunque termino riendo levemente, agachando la cabeza al pasar por su lado para encender una varilla de incienso de lavanda al lado de la cama.
-No lo llames tensión sexual; queda muy guarro.-vuelvo a reír.-¿Te echas? Tienes carilla de necesitar un buen masaje y un buen descanso, Ivy...
 
Ivy: Me quedo mirando su reacción. ¿Será posible que ni tan siquiera ella se haya dado cuenta? Menudo par de garrulos. 
- Solo porque me lo acabas de ofrecer y me lo tomo como una invitación -Me acerco y tras quitarme la camiseta, me tumbo en la cama, bocabajo. Oh joder. Qué cama...- De otra forma no podría pagar ni el más mínimo roce de tus dedos... -Comento divertida.
 
Cassia: -Hoy voy a tomarme vacaciones, me parece; con la situación de la nave, creo que todos necesitamos algo de tranquilidad y un descanso.-saco de una cajita de debajo de la cama un ünguento de aceite aromático que vierto en las manos para extenderlo por la espalda de Ivy.-Míralo mejor como un favor de amiga.-le sonrío.-Y, en serio, ¿por qué se me toma como tripulación?-pregunto respecto a su anterior comentario.
 
Ivy: Cierro los ojos y me dejo llevar. El incienso, junto a las manos de Cassia trabajando en mi espalda hacen que me relaje prácticamente al instante.
- ¿Uhmm? -Entreabro los ojos- Porque eres parte de la familia. Así de simple. ¿Por qué te cuesta tanto entenderlo?
 
Cassia: -Si, eso lo siento.-sonrío para mí, relajando los músculos de la parte alta de su espalda con mis pulgares. Hablo suave, para no interrumpir su relajación.-Es sólo que, por ejemplo, en la reunión de antes...me hace sentir algo culpable por no poder ofrecer una mejor ayuda. He...quitado el cartel de mi cajón de provisiones, por si alguien quiere echarle mano y tener que racionar un poco menos...pero no me parece suficiente.-río un poco.-Y no voy a darles masajes a todos, claro.
 
Ivy: Sonrío ante su último comentario.
- Se de alguno que estaría encantado... -Carraspeo y ladeo la cabeza, para tratar de mirarla como buenamente puedo- No es culpa tuya. Se ha acumulado demasiada gente. Más incluso de la que soporta la Orpheus... No sé cómo ha podido pasar... Ni siquiera Jules está contanto con ello y se supone que es el Capitán, ¿quién cojones dejó entonces entrar a toda esta gente? -Suelto un pequeño suspiro de resignación- Acabaremos todos locos, ya lo verás...
 
Cassia: -No, no lo estaría. No se dejaría.-le aseguro a Ivy, divertida, aunque el resto de sus palabras me dejan más incómoda. La dejo acabar de hablar mientras sigo masajeando su espalda, bajando con los pulgares hasta los lumbares.-Creo...bueno, quizá la culpa es mía.-musito, culpable.-Abrí a los feds para poder ayudar a transportar heridos, pero con lo que no contaba era con el incremento en el número de pasajeros...
 
Ivy: Fruncí los labios al darme cuenta de que quizás había hablado más de la cuenta. Parecía que con cada cosa que decía ella se culpaba más a sí misma. 
- No es culpa tuya, ¿qué ibas a hacer contra todos ellos? -Vuelvo a cerrar los ojos- Ni tan siquiera Kratos podría. No te culpes. -Hago una pequeña pausa- Sólo puedes ser culpable de una cosa y es de tener esas manos. Joder, normal que tan poca gente pueda permitirse tus servicios... 
 
Cassia: Suspiro, negando.
-Lo dices como si eso fuera bueno; si fuera así no podría permitirme viajar aquí, porque tendría un mercado muy reducido.-paso a masajearla ahora con las manos, amasando su espalda ascendentemente.-Pero no pienses en ello; ahora lo hago porque me preocupas. No has descansado nada, ¿verdad?
 
Ivy: Hundo la cabeza en la almohada y a pesar del masaje, me tenso ligeramente. No quiero responder a esa pregunta. No me gusta demostrar debilidad y mucho menos necesidad y dependencia por alguien.
- Ha sido duro... todo lo pasado en la Skyplex, ya sabes -Comento, tratando de quitarle importancia al asunto- Pero como para todos.
 
Cassia: Noto cómo se tensa levemente antes de responder, pero sigo relajando su musculatura como si mis manos no lo hubieran captado.
-Si, lo sé...-murmuro. Aunque probablemente haya pasado las horas más largas y más tensas desde hace muchos años, por lo menos podía sentirme segura dentro de la nave.-Yo tampoco he terminado de recuperarme de eso, pero ¿te cuento algo?-me inclino un poco sobre ella para susurrar.-Me he drogado para poder dormir.
 
Ivy: Noto como cada músculo de mi espalda por el que van pasando sus manos se relaja casi sin esfuerzo alguno. Suspiro. Ya podía haber asistido a una academia para Acompañantes en vez de usando mis encantos para robar en las callejuelas de Persephone.
- ¿Te has drogado? -Me giro ligeramente para mirarla, sorprendida. Mi concepto de "drogarse" era bastante concreto, al fin y al cabo, era amiga de Ian y... ¿Acaso drogarse tiene otro significado distinto?- ¿En serio?
 
Cassia: Sonrío a Ivy, divertida por su expresión incrédula.
-Bueno, algo así...-le guiño un ojo.-Ya puedes ver que se está muy bien en este espacio, pero con un par de varillas de incienso y una mezcla especial de té con melisa, pude conseguir después de varias tazas quedarme lo bastante atontada para dejar de pensar y finalmente dormir. No me queda mucho, pero quizá utilice lo último que me queda para hacer un poco para todos.
 
Ivy: Me rio tras la aclaración. No podía ser de otra forma.
- Solo una recomendación... No le des a Ian, se enganchará y después lo tendrás llorando detrás de la puerta de la lanzadera como un perrito indefenso -Vuelvo a apoyar la cabeza sobre la almohada- Dicho en voz alta suena divertido, si. Pero creeme, acabaría resultando pesado. Mucho.
 
Cassia: -Sería la primera vez que oyera de alguien adicto al té.-subo las manos a sus hombros para masajeárselos, relajando las cervicales con los pulgares al acercarme lo suficiente.-Pero no podría no hacerlo; nos vendrá bien a todos, y yo no discrimino cuando trato de hacer el bien.
 
Ivy: Me encogí ligeramente de hombros.
- Yo te he avisado... -Volví a cerrar los ojos, centrándome en el masaje- ¿Qué harás si me quedo dormida aquí? Por favor, no le digas a Kratos que me lleve a mi habitación... a Kratos no... -Murmuré de forma casi suplicante.
 
Cassia: -Oh, por el amor del cosmos, ¿por qué iba a hacer semejante crueldad?-río entre dientes.-Con el humor que tiene Kratos ahora mismo, además, probablemente me rompa unos cuantos dientes si le pido eso y no puedo permitírmelo; vivo de mi cara bonita. Pero de todas formas pensaba dejarte dormir aquí lo que necesites, nena.
 
Ivy: Froté mi cabeza contra la almohada, tratando de buscar la postura perfecta para caer dormida.
- Avisa al Capi... no vaya a ser que se estrelle la nave... -Bostecé- Y a Dariel... pero solo si muestra algún tipo de interés por mi, si pregunta si... algo -Subí uno de los brazos hasta donde mi cabeza y me aferré a la almohada- Gracias -Susurré justo antes de caer completamente dormida.

Notas de juego

Aura presenta un post relajante para calmar los ánimos~