Partida Rol por web

 Marina se acerca un momento a Elena. Hasta hacía un instante ella estaba con Ernesto.

- Disculpe un momento, puedo secuestrale unos instantes, Sra Espinosa?

Su voz refleja aparente calma. Se retira un poco y apoyando suavemente la mano en el hombro de Elena, le susurra muy cerca:

- Elena, me gustaría hablar contigo a solas. Quiero comentarte algo.Te veo en el camarote en unos 10 minutos, si te parece bien? 

Después se separa un poco de ella, manteniendo una actitud tranquila. La Marina de esos instantes es muy diferente a la de hace media hora atrás, en el camarote de Julia. Ha vuelto a ser la misma dulce Marina, buena jugadora del saber estar, con lugares y personas.

- Comprendo que en estas extrañas circunstancias es difícil saber a qué atenerse, pero sabe que para cualquier cosa para la que se requiera mi ayuda puede contar conmigo.

Estas últimas palabras han sido dichas en el mismo tono suave y perfectamente audible. Después Marina dedica una dulce sonrisa a Elena y se aleja.

Entro en el camarote y me encuentro allí a Marina, esperándome.

- Menudo situación- niego con pena - Esa mujer, se la veía tan triunfadora, no sé qué ha podido pasar... Bueno, ¿qué es lo que me querías comentar?

Me siento en mi cama e invito a Marina a que se siento a mi lado.

 Marina acepta la oferta y se sienta al lado de Elena. Cruza las piernas encima de la cama. Su camiseta blanca delata la huella solar de sus traviesas pecas.

Observada de cerca Elena es una mujer hermosa en su madurez, con cierto desapego por la vanidad y el excesivo cuidado femenino. Eso, en cierta forma tiene mucho encanto para Marina, más acostumbrada a la societé de personalidades como Julia o Ana.

- Hola Elena, gracias por venir. Créeme que en estos momentos realmente me alegro de tenerte de compañera. Te quería comentar dos cosas que me inquietan...

Marina hace una pausa. Apoya su mano derecha en la barbilla, recogida y pensativa. La miradaque le dedica a Elena es de absoluta franqueza.

-Es extraño todo esto. Resulta muy extraño que alguien de la posición y perspicacia de la Sra Vidal, tan cuidadosa consigo misma, fallezca en un viaje de recreo. Por ello la primera cosa que quería preguntarte cuáles son tus conclusiones al examinar a la fallecida.-

Hace otra pausa y se recuesta un poco, dejando caer ladeada su rubia cabellera hacia atrás. Sonríe dulcemente a Elena. Parecería que está empleando ciertas dotes adolescentes de seducción con Elena.

- …Y la segunda cosa que quisiera preguntarte es qué relación tienes con el Sr. Carneiro, el capitán de nuestra Flor de Azahar…-

Marina me mira con franqueza y yo le devuelvo la mirada, con la misma franqueza.

- Estoy de acuerdo contigo en que todo esto es muy extraño. Sin embargo, lo siento mucho, pero no debería informarte sobre sus condiciones, pues esos detalles solo deben conocerlos los familiares o los policías, así que sin el permiso de Ernesto no creo que sea adecuado decírtelo. Marina realmente me caía bien, pero no mantenía ninguna relación de parentesco con Julia y no era apropiado darle esa información - Lo que te puedo decir es que lleva muerta mínimo 3 horas. Miré a Marina con gesto triste, tanto por la muerte de Julia, como por no poder informale.

La otra pregunta me sorprendió bastante. Su sonrisa adolescente y su picardía le hacían rejuvenecer.

- Bu..bueno... no hay nada entre nosotros. Hice una pequeña pausa. Nos conocemos desde hace tiempo. Fue mi paciente y el me presentó a Enrique, nada más. Hacía bastante que no nos veíamos y me alegró bastante volver a verle, es un gran hombre. Sonreí con dulzura. Tenía ganas de verle, después de todo este jaleo.

 - Comprendo. Gracias de todas maneras por contestar.-

A Marina le agradó comprobar la profesionalidad de Elena. Estaba actuando correctamente, y eso confirmó la buena impresión que le causaba su compañera de camarote. Profesional y sincera.

Además, sabiendo ya que algo extraño había en la muerte de Julia le bastaba.

- La verdad es que nuestro capitán parece sentir un profundo afecto por ti Elena - su sonrisa se hace más traviesa al pronunciar esta frase. Sin embargo en un momento, se torna pensativa, y con cierta sorpresa dice -Así que fue a través del Sr. Carneiro como conociste al Sr. Gozálvez, Enrique, nuestro anfitrión…Ahora que lo mencionas, ¿no debiera unírsenos aquí en Cabrera? Hmmm quizá debiéramos hablar con el resto acerca de ello. Y, desde luego, avisar al Capitán, ¿qué te parece? -

El gesto adolescente ha vuelto al rostro de Marina en estas últimas palabras.

Se levanta de la cama en un ágil movimiento, dispuesta a salir a buscar al capitán y al resto. Con aire decidido invita a Elena a seguirla.

 Acababa de hacerle la invitación a Elena para que fueran a reunirse con el resto y comentar el parecer del Capitán cuando, a lo lejos se oye una pequeña conmoción y murmullos agitados.

Marina se inquieta. Mira a Elena con el semblante serio y preocupado.

Algo ha pasado. Seguro.

- Elena, ahora sí que creo que debiéramos ir con el resto a cubierta...Parece que algo ha ocurrido.-

En ese momento de la mediterránea mañana una sombra oscurece el rostro de las dos mujeres.

Asentí a lo que Marina me dijo.

- Sí, él nos presentó. Vayamos a cubierta, tenemos que llegar a puerto cuanto antes, por Julia.

Me levanté siguiendo la invitación de la joven, cuando escuché las voces lejanas. Miré a Marina con preocupación y las dos nos salimos a paso acelerado del camarote.

Elena y marina descienden las escaleras y entran en su camarote. Una vez dentro Elena cierra el pestillo de la puerta, se gira hacia Marina y pregunta.

- Dime, ¿de que querias hablar?

Aunque he aceptado bajar, he incluso he cerrado la puerta, me quedo junto a ella. No es que desconfie de Marina, pero tampoco quiero pecar de ingenua, despues de todo aparecio con un cuchillo en el camarote de Julia, y aunque no creo que sea ella la asesina, tampoco puedo descartarla con total seguridad.

 Marina mira alrededor manteniendo una distancia prudencial. 

No obstante, para hablar se recuesta levemente en la cama, estirando el torso. Sonríe, por primera vez un poco más relajada. Nota una sensación de calma en su pecho. En cierta medida confía en Elena; su dolor genuino ante la muerte del Capitán ...genuino por la sorpresa.

- Elena, en medio de lo extraño de esta situación creo...creo que contigo estoy a salvo- Marina se yergue inclinándose hacia Elena, siempre a cierta distancia.

-También sé lo que es perder- musita estas palabras con una firmeza extraña para el aspecto delicado de Marina- tengo la sensación que me puedo confiar en ti, me gustaría que tú hicieras lo mismo...

Suspira.

-Elena, cuando examinaste el cadáver de Julia...¿qué notaste? Porque noté muy claramente que algo como médico te llamo la atención. Ese algo puede ser extraordinariamente importante para nuestra supervivencia. Sí, me has oído bien. Se trata de sobrevivir..., como dijo Benjamín, a "nuestros pecados".

Baje la cabeza apesadumbrada, casi habia creido que Marina sabia algo, pero en realidad ella pensaba que era yo quien sabia algo.

- Lo lamento, porque temo que no voy a responder lo que esperas. Lo unico que recuerdo que me llamo la atencion al examinar a Julia, fue que tenia un bote de pildoras para dormir. La parada cardio respiratoria pudo deberse a otras causas, pero esa me parecio factible. Sin embargo, ahora que sabemos que hay un... - no me atrevi a decir en voz alta la palabra - Bueno... quiero decir que ahora el suicidio parece descartado.

 Marina se incorpora.

- Así que era eso...pensé que...Bueno, nunca se me ocurrió que Julia pudiera dar el perfil de una posible suicida...Se me ocurre Elena, que ahora que estamos libres del resto, pudiéramos investigar un poco. La anterior escena con Benjamín, la situación tensa con el cocinero...Si te soy sincera, me siento aquí más a salvo contigo, de la que nada sé, que forzada a interpretar un papel que no he escogido

Un papel, una obra de teatro hmmm

-Tengo una idea Elena. Pudiéramos intentar averiguar algo de nuestros compañeros. Por ejemplo del cocinero, o del propio Benjamín. No es que sospeche de ellos exactamente...Un comportamiento demasiado desordenado....Se trata de deducir al culpable por eliminación.

Hay un minuto de silencio gélido que se hace eterno. Elena debe de estar meditando cómo tomarse la atrevida propuesta de la periodista.Marina relaja su rostro, recostándose contra la pared.

-...Y para que compruebes que mi intención es sincera, te propongo que antes de empezar la investigación de nuestros compañeros, comiences por mí...Puedes mirar en mis cosas...

Marina se incorpora, ladeando la cabeza. Un mechón de su abundante cabello deja entrever su delicado cuello y las pecas de uno de sus hombros.

-Regístrame si quieres...yo te dejo- dice con una dulce y atrevida sonrisa.

La preocupacion y la desconfianza desaparecen del rostro de Elena.

- No es necesario, no dudo de tus palabras, y aunque puedo equivocarme nunca he sospechado de ti. El problema es que no se que pensar. Todos los demas me parecen igual de sospechosos, pero a la vez me cuesta ver a ninguno de ellos como el asesino... O asesina... Me parece buena idea registrar los camarotes, pero deberiamos hacerlo con cuidado, o nos oirán. Por donde quieres empezar?

 Marina sonríe abiertamente. Se siente mucho más aliviada de poder contar con la ayuda de alguien, y más de alguien capaz como Elena. Hace mucho que, a parte de su amigo especial de la redacción, Luis, no siente complicidad con otra persona. Pero Luis viaja mucho. Y ahora está lejos. Nota que le echa de menos...

Si Luis estuviera aquí...todo sería diferente.

No obstante, confía en Elena. Tiene que hacerlo.

- Gracias Elena, yo también confío plenamente en nosotras. Comenzaría por registrar el camarote de Benjamín y del cocinero, si estás de acuerdo.

- De acuerdo. Cuando quieras vamos. ¿A donde vamos primero?

Tras decir esto me pego a la puerta, para tratar de oir si hay alguien fuera.

Observa el movimiento de Elena, pegándose a la puerta en actitud sigilosa, y asiente. Tal como preveía Elena es una mujer sensible, pero inteligente y práctica como su profesión indica.

- Empezaría por el de Benjamín...Pero debemos ser cuidadosas.-

Estas palabras las dice en voz baja.

Entreabre unos centímetros la puerta y observa.

-¿Te parece bien que salgamos ya?- añade ecasi en un susurro junto al rostro de Elena

Escuchais el rumor de voces en el pasillo, es facil reconocer la voz ronca de Antonio, y suponeis que los otros dos son David y Ana, parecen estar decidiendo a donde ir para buscar a Ernesto.

 -Elena...parece que el resto se dirige a buscar a Ernesto, sin embargo, yo creo que sería de más utilidad averiguar algo más...¿contínuamos con el plan?

Ok, cuando los demas se alejen yo os aviso.

Escuchais como los tres habren la puerta de un camarote cercano, no sabeis cual. Pero aun les escuchais en el pasillo, lo que hace suponer que solo estan asomandose a mirar.