Tras una noche de calma y descanso, llega por fin la mañana, calida y llena de ese inconfundible aroma a mar, que se mezcla con el olor del pan tostado y el café recién hecho.
Con un rugido en el estomago, llegas a la cubierta donde Juanjo esta preparando la mesa para servir el desayuno. Café, te, tostadas, y repostería variada, abundante pero no excesiva. Hasta se diría que el joven cocinero parece contento, o quizá sea la luz. Te sientas a la mesa, y diligente, Juanjo te pone delante una taza y una pregunta “¿Café o te?”. Tras llenar tu taza te indica que te sirvas a tu gusto de los platos que ha colocado en el centro de la mesa.
No es hasta este momento, que comienzas a fijarte en el hermoso día, y en el bello paisaje que se alza ante tus ojos. Cabrera, uno de los más hermosos y mejor conservados parajes de toda España. Escala de fenicios, cartagineses, romanos y bizantinos, refugio de piratas, y ahora parque natural.
Os encontráis a poca distancia de la costa, en lugar de utilizar el puerto natural que tiene la isla, Miguel ha fondeado en una zona al noroeste de la isla, a poca distancia de una cueva acuática. Juanjo indica que estará encantado de llevaros a hacer un tour por la cueva, con los trajes de buzo, y asegura que es una experiencia única.
Cuando preguntas por el capitán, Juanjo te indica que aun no se ha levantado, “llegamos hacia las 2 de la mañana, así que después de fondear la nave aquí, se acostó, y supongo que se levantara en un par de horas.”
Es Sábado, 12 de junio de 2.010, y son las 9:30 horas.
Os iré indicando, con mensajes en vuestros camarotes, el orden en el que os despertáis, eso quiere decir que de momento solo pueden postear aquellos a los que les indique que lo pueden hacer. Este mensaje podéis leerlo todos, sin embargo la escena solo la podrán ver aquellos incluidos en ella en cada momento. Incluiré en esta escena un mensaje para quien se haya despertado, según lo vaya haciendo, y desde ese momento estará incluido en la escena. No se si me explico, así que si tenéis dudas preguntad que es gratis.
-Bah, al menos he dormido un rato...
Me meto un momento en la cocina para sacar más platos frios.
-Como suele decirse, al menos la vista es bonita
Me distraigo un rato mirando la isla-parque natural.
Parece que Marina y Elena andan un poco desconectadas, asi que vamos a cambiar el orden en que os despertais para evitar que el resto sigais esperando.
Voy a pasar a informar a los jugadores correspondientes.
Después de una noche un poco agitada, llegó el día. Me desperté y enseguida me vestí y me peiné para salir de la habitación. Supuse que ya habíamos llegado al próximo destino y tenía muchas ganas de verlo.
Cuando llegué a la cubierta, la mesa ya estaba llena de comida para el desayuno. Me senté a un lado de la mesa con una sonrisa y empecé a hojear lo que nos habían colocado: café, bollería, tostadas... Todo parecía estar buenísimo, pero para no parecer descarada, solo me aparté una tostada y un poco de café.
Junto al agradable aroma y sabor, se presentaba una vista maravillos, donde solo se echaba en falta una cosa: Miguel.
Al preguntarle a Juanjo, me dijo que estaría durmiendo, y entonces pensé que el ruido del motor que oí, sería seguramente causado por él.
Estaba escuchando pasos arriba desde hacía un buen rato. Después de rodearme un par de veces, decidí levantarme. Me dí una ducha bien fria, me pusé una camisa blanca y un pantalón oscuro. Salí del camarote y fui hacia al comedor.
- Hola, buenos días...así que soy de los primeros?
Me quedé un rato contemplando el paisaje. No sabía muy bien donde estábamos pero aquello era espectacular. Me serví un café y una tostada.
- Así da gusto levantarse.
Marina se asoma a cubierta. Como Benjamín, se detiene ante el maravilloso espectáculo del mar mediterráneo en su luz y belleza.
Después se dirige hacia Benjamín y Elena, con una sonrisa fresca.
-Buenos días (Benjamín ), Juanjo. Elena, buenos días, has madrugado antes que yo…- su tono dulce refleja la frescura y energía de una noche ausente de insomnio-¿Qué tal han descansado? Es una maravilla dormir en este mar, no creéis. Sin interrupciones ¡Y qué preciosidad de vistas!¡Ahora mismo me encantaría un chapuzón! ¿A vosotros no?-
Hey ! Este es el mensaje para ir a cubierta que escribí.
Como has comentado que el orden va a ser diferente, ?debo hacer? Lo añado de todas formas?Espero tus instrucciones.
Aprovecho para re-explicarte que estaba de viaje ( ya lo sabías, n'est ce pas, mon cher ami?) Y que la descripición de la escena de Cabrera está hecha el Martes 14, a las 14:17 justo después de que termino el trabajo, y justo antes de que cogiera el bus para Madrid.
Pensaba que me había expresado más claramente, y que justamente esta semana desde el 13 hasta hoy mismo, iba a ser imposible para mí siquiera entrar en Umbría. Mes excuses Monsieur le Directeur... Mis más sinceras disculpas.
Después de darme una ducha y peinarme y maquillarme con gran destreza, decidí que era hora de subir con el resto de personas que había arriba (por los pasos que escuchaba desde el camarote).
Llegué y allí estaban la señorita Fernández y el señor Ortega. Llevaba puesta una camiseta azul con escote y una falda del mismo color, pero con una tonalidad más oscura.
Sonreí a los presentes con simpatía- Buenos días a ambos, ¿Han pasado una buena noche?
Marina se asoma a cubierta. Como Benjamín, se detiene para saludar al mar en su luz . La isla recortada en ese azul le hace admirar todavía más la belleza del mediterráneo.
Este mar que me da vida...Qué calma...
Después se dirige hacia Benjamín, Ana y Elena, con una sonrisa fresca.
-Buenos días Benjamín, Ana. Elena, buenos días, has madrugado antes que yo, estás muy guapa esta mañana…- su tono dulce refleja la frescura y energía de una noche ausente de insomnio-¿Qué tal han descansado? Es una maravilla dormir en este mar, no creéis. Sin interrupciones ¡Y qué preciosidad de vistas!¡Ahora mismo me encantaría un chapuzón! ¿A vosotros no?-
Don Ernesto salió del camarote algo alterado y buscó con la vista a ver si alguno de sus compañeros de travesía había despertado ya y andaba por las cubiertas.
Cuando Ernesto subió a la cubierta pudo ver a Juanjo el cocinero, y a Benjamin, Elena, Ana y Marina, que están desayunando.
Señoritas, señores, creo que necesitamos la asistencia de un médico... mi esposa parece encontrarse gravemente indispuesta...
Marina se gira.
La freca sonrisa se ha transformado en una mueca de circunstancias.
Estará Julia acparando demasiada atención o...
Se recompuso un instante y dedicó a D. Ernesto una mirada fuerte y relajada. Por su profesión estaba acostumbrada a ser la portavoz en las situaciones que requerían una imagen.
- Disculpe, D. Ernesto, un médico ? Pero, realmente es tan grave D. Ernesto? No será un mareo...Dña Julia parece una mujer fuerte, pero nunca se sabe cómo se va a reaccionar en el mar...-
Al mencionar esta última frase, su confianza flaqueó.
Hacía dos años.
Un recuerdo de sí misma atravesó a Marina. Gélido. El escalofrío que sintió no era por la brisa que llevaba su nombre.
Marina será la "portavoz" hasta el momento en que otra persona asuma ese rol. Posiblemente Benjamín, aunque realmente como secretaria de Enrique, debiera ser Ana.
En cuanto eso suceda,tiene en mente ir a la habitación de Miguel, el Capitán para avisarle.
Al escuchar la noticia me levanto rápidamente, me sacudo la ropa y me dirijo hacia el señor Serrano.
- Quizás yo pueda ayudar, soy cirujana. ¿Qué es lo que le sucede? ¿Está mareada, ha vomitado o quizás es fiebre? Lléveme con ella y veré lo que puedo hacer.
Son las 9:50 del sábado 12 de junio de 2010.
Por comodidad cualquier visita a los camarotes la haremos dentro de esta misma escena, ya que los camarotes tenían como objetivo proveer de un espacio intimo.
Acompañeme señorita. Ernesto se pone en marcha hacia su camarote y le abre la puerta a Fernández Espinosa. El cuerpo de su mujer sigue inerte en la cama.
Estaba allí contando lo bien que había pasado la noche cuando apareció Ernesto. Para que el gordo apareciera allí así de alterado pidiendo ayuda para su mujer, es que había pasado algo importante. Cogí mi tostada y me encamine detrás de ellos. Estaba preocupado por mi entrañable Julia.
¿Indispuesta? ¿Le habrá sentado algo mal? Vayamos a ver qué pasa- Cuando vi que el señor Serrano empezaba a andar, seguí al resto de invitados hasta su habitación. Seguramente solo fuera una indigestión, pero la curiosidad me podía.
-Es...esperemos que no sea nada grave.
Marina se aparta a un lado después de las palabras de Elena y observa cómo Ana, Benjamín y Ernesto desaparecen siguiendo a Elena. Nota que el ambiente general es de preocupación.
Qué bien contar con alguien tan capaz como Elena.Sólo se debería tratar de un mareo...Eso será seguramente.
Se dice intentándo autoconvencerse.
Marina espera a que salgan todos para dirigirse a la cabina de la tripulación e informar a Miguel, el Capitán, del incidente. Me gustarái saber si en el camino de ida se tropieza con algunos de los invitados que faltan, incluido Juanjo.
Por cierto, la escena de llamar a la cabina del Capitán ¿debo hacerla aquí o en su apartado¿