Partida Rol por web

Fogar de Breogan I: Cuatro Ahorcados

I. Docta Ignorantia

Cargando editor
05/11/2011, 13:07
Pelayo Ruiz

Ronda de tiradas:

-1- otear sobre la gente de la posada: nada

-2-escuchar ala gente de la posada por si hablan de nosotros: nada

-3- psicologia para el posadero: nada

-4- psicologia para los aldeanos de la posada: nada

- Tiradas (4)

Notas de juego

¡VIVA YO Y MIS TIRADAS!.

el nivel de tiradas ridiculas esta alto, a ver quien me supera.

 

ozu.

Cargando editor
06/11/2011, 17:28
Tabernero

El tabernero se acongojó. Ciertamente sus modales habían quedado en mala situación cuando presentaron sus monedas, y al punto le amenazaron por esa gran osadía de acusarlos de casi indigentes... Tragó saliva, dejó la jarra sin servir encima de la mesa y corrió a por unos vasos rápidamente. Consigo traía otra jarra y un plato que seguramente ya tendría preparado desde la mañana.

Lo... lo siento, forasteros -tragó saliva otra vez-. Al primer vino y mordisco os invita el negocio, que no quisiera yo impacientaros más... ¿Qui...quieren más vino?

Les comenzó a servir vino con una mano temblorosa mientras ponía cara de persona de buen corazón y bondadosa, de esas que ya apenas quedaban si no había un vellón de por medio.

Quisiera pedirles disculpas ya que los.... ¿Eeeh?

En esos momentos el tabernero se detuvo en seco al estallar en la sala un grave estruendo: la puerta del local había sido abierta con gran fiereza, dando un portazo al abrirse en toda su extension. En esa situación apareció un hombre con bigote, algo regordete y el cual venía como asfixiado, como si viniera corriendo (que es lo que parecía ciertamente) y comenzó a balbucear a todos los clientes del bar palabras en gallego mezclado con castellano, como sin sentido o coherencia.

Cargando editor
06/11/2011, 17:35
Anxio

Eh, lo, estaban,... estaban... -comenzó llevándose los brazos estirados a las rodillas y mirando al tabernero cuando cogía una bocanada de aire- ouf... ouf... el bosque, allí, el bosque, estaban, y estaba la hija del... era Ledicia, la de don... oh Dios... la don Ouxo... ¡¡ouff!! ¡Allí... po...po...por allí! Cua... cuatro... ¡no más! ¡Cuatro ahorca...ahoracados en el bosque!

Y señalaba la puerta de la taberna con su dedo.

Cargando editor
06/11/2011, 18:05
Pelayo Ruiz

Pelayo consciente de que no es bueno de suyo, llevarse mal con el tabernero, le sonríe y le guiña un ojo, para quitarle hierro al asunto.


Tras contemplar la escena :

Posadero, ¿quien es aqueste vecino y cúal es su congoja?


Al recién llegado:


-sosegase maese, fablé con paz y tiento, que aunque extranjeros semos amigos y duchos en desfacer entuertos, fable con calma.
 

Cargando editor
06/11/2011, 22:55
Antón Dapena

"Pero... ¿Es que nos van a dejar yantar tranquilos?..."

Miró al recién llegado con estupor, todavía con los carrillos llenos con gran pedazo de pan y queso, que devoraba, más que masticar.

"Ahorcados ha dicho...". Este pensamiento le hizo perder el apetito.

"Espero que esos malditos fráteres no estén por la zona"

Un mal presagio le encogía el corazón y cerraba el estómago. Llevaban muchos meses huyendo de los frateres y de los alguaciles enviados para encontarlos. Nunca se quedaban en una zona mucho tiempo, pero en esta perdida aldea, alguien estaba ahorcando gente. Si eran las autoridades o los malditos fráteres de la vera lucis, era lo mismo, sospechaba que no iban a quedarse mucho tiempo... Aun así nada dijo, ni expreso duda alguna y dejó que acabara de hablar el compadre Pelayo, que era quién se dedicaba a estos menesteres habitualmente. había que obtener más información antes de actuar.

-Sentaos a la mesa y bebed un vaso de vino para aclarar la garganta que teneis que contar esas noticias que tanto os afligen

 

Notas de juego

Le sirvo mi vaso lleno de vino personalmente y si hace falta, le ayudo a sentarse en nuestra mesa :D... Que bandidos más considerados somos jeje

Cargando editor
08/11/2011, 21:15
Aimar Jacetano

Aimar se llevó una mano al cinto nada más abrirse la puerta con semejante estruendo. Pero esta vez sí la llevó a la empuñadura del cuchillo. Esperaba haber visto a aquellos jodidos fráteres entrando en tropel a la taberna, dispuestos todos ellos a llevarse por delante lo que hiciera falta con tal de cogerles. Pero al ver que sólo se trataba de un hombre más bien entrado en carnes, se relajó visiblemente.

Llevó la mano ahora a la jarra que había traído el tabernero y llenó un vaso con el turbio caldo, que se llevó al instante a los labios. Estaba verdaderamente sediento, y nada le relajaba más el humor que un buen trago de vino. Más sosegado y con la boca bien remojada, observó al vecino y al tabernero alternativamente, a la espera de que cualquiera de los dos dieran una explicación coherente.

Sin embargo, algo había de interesante en todo ello: cuatro ahorcados. ¿Serían sus malvados perseguidores quienes habían sufrido esa suerte? Difícilmente, se dijo a sí mismo. Tanta buena suerte no era dada a tres pícaros malandrines...

Cargando editor
10/11/2011, 14:18
Anxio

Anxio bebió del ofrecimiento de Antón, sin reparar siquiera lo que bebía o de que un desconocido le ofrecía un vaso... Sin embargo, su tensión eliminó todas estas cuestiones.

Tras beber el vaso entero, pareció calmarse.

Era la hija de Brandán Ouxo y otros tres -repitió ahora con calidad-. Allí estaban... ¡colgados de un árbol! Aunque sólo sea por respeto, hay que darles sepultura.

Cargando editor
10/11/2011, 14:24
Brandán Ouxo

Tanta fue la insistencia de Anxio que el tabernero fue a buscar a Brandán Ouxo, el patriarca de la aldea*. Al llegar a la taberna, don Ouxo se escandalizó, y mirando de arriba a abajo a Anxio (el cual seguía bebiendo otro vaso que le puso previamente el tabernero y unido a su aspecto no demasiado bueno), envió dubitativo y asustado a dos vecinos del pueblo que había en la posada en esos momentos a comprobar la veracidad de la noticia.

Ciertamente, mi hija no ha aparecido desde anoche... ¡Hay Ledicia! -gritó-. ¡Aprisa, señores! ¡¡Ojalá que mientas Anxio!!

Notas de juego

*: patriarca de la aldea. Esta gente no tiene gobernantes, y se rigen, como años ha, medinte un patriarca que se ha ganado la confianza de los demás.

Cargando editor
10/11/2011, 18:44
Antón Dapena

Antón Escucha atentamente a todo el mundo y poco dice, pues sabe que por la boca muere el pez... Sin embargo, esta noticia es rara y despierta su instinto de que las cosas se pueden complicar...

"Ledicia... "Alegría" no creo que sienta mucha La pobre muchacha"

Después de escuchar al pobre Anxio, los recuerdos de la hoguera donde quemaron a su madre y otras mujeres de la aldea, brotan sin control alguno, llenando su mente.

"Quiero saber que ha pasado aquí y si fue obra de esos Fráteres, abrirles el cuello y sangrarlos cómo puercos que son..."

No se atrevió a levantar la voz, pues sabía que si habían matado a una moza del lugar y otras tres personas, los únicos forasteros y principales sospechosos a los ojos de esta desconfiada gente, eran ellos, y podían decidir que tambíén merecían pender de una soga, aunque no tuvieran nada que ver en estas muertes.

Se limitó a beber y mirar a la gente.

Cargando editor
10/11/2011, 22:46
Pelayo Ruiz

- Maese brandan, si la nueva es cierta,  grande es la pena que siento pues nunca un padre debe ver morir a los sus hijos. Si nuestras lanzadas, o nuestra vista de homines curtidos et bravos, puede ser útil a vuesa merced para desfacer este entuerto acá estamos, et si quiere que le acompañemos al lugar del ahorcamiento, vayamos pues también, pues cuando la pena es grande aun en otros, no es de cristiano permanecer bebiendo et yaciendo.

Notas de juego

Pelayo tambien teme ser tenido por el causante del acto, por lo que se pone a disposición del patriarca, mitad por piedad, mitad por picardia.

Cargando editor
10/11/2011, 23:35
Antón Dapena

-Eh.. Si... Cierto amigo Pelayo, de buen cristiano es ayudar al atribulado y mostrar compasión. Cuando ordenéis partimos, que la congoja de un padre puede ser mucha.

Este comentario lo dijo cuando se acercaba un bocado de queso a la boca, que plantó de vuelta en el plato, mirándolo con ojos lastimeros.

"A este rapaz le va a traer problemas esa boca algún día.."

Cargando editor
14/11/2011, 16:43
Aimar Jacetano

Aimar esperaba pasar desapercibido en mitad de todo aquél desaguisado local. Tenía la esperanza de llenar la tripa, calmar la sed, descansar un poco la espalda y partir de nuevo con viento fresco mientras aún pudieran. Por eso, y porque era costumbre suya, nada dijo. Sólo se llevó la copa a los labios y el queso a la boca. Y cuando escuchó a Pelayo dándole otra vez a la maldita sinhueso, los ojos fríos del jacetano se posaron lentamente sobre aquél. 

Reprimió la fugaz ansia de romper los dientes al rapaz, sobre todo cuando Antón habló detrás de él. Dejó que sus humores internos se enfriasen lo bastante como para dejar paso a un poco de pensamiento civilizado, de ese que tan poca costumbre tenía de pasear por su sesera. Quizá la intención de Pelayo era la de apartar al grupo de toda sospecha. Y no era, entonces, mala idea el ofrecimiento de ayuda... Mas aquí estaban olvidando algo sus nada ilustres amigos: seguían siendo perseguidos. Y precisamente venían del bosque, así que volver a él sólo recortaría terreno entre ellos y los fráteres de los cojones. 

Con todo, merecía la pena echar un vistazo, no fuera que los ahorcados fueran precisamente aquellos que intentaban darles caza. Volvió a echarse un pedazo de curado a la boca y esperó la respuesta de Brandán, mirándole a él ahora. 

Cargando editor
15/11/2011, 22:30
Anxio

Fue en estas que Brandán agradeció el gesto de los forasteros ante una empresa que, en realidad, "ni les iba ni les venía", pero inteligentemente y para no levantar sospecha, fue su ofrecimiento quién le dio alas para que los habitantes del pueblo, posiblemente, les vieran con buenos ojos, sin miramientos...

Don Ouxo envió a dos aldeanos junto con el regordete Anxio, acompañados de los tres viajeros perseguidos, al lugar donde el cazador de pelo enmarañado les indicaba: el bosque cercano. Cuando llegásteis al claro en cuestión, no vísteis nada más que cuatro viejos perros perdigueros colgados de una gran rama de roble que soportaba sus pesos. Sus cuerpos estaban medio podridos.

Pe... pe... pero estaban aquí... ¡aquí! -dijo Anxio girando de un lado la cabeza de los allí presentes hacia los perros.

Continuó perjurando unos minutos, diciendo allí había cuatro cadáveres de personas... una de ellas la hija de don Ouxo, Ledicia.

Cargando editor
15/11/2011, 22:46
Pelayo Ruiz

- Ese gañan, aunque iletrado, sabe diferenciar un galgo de un podenco, ergo más aun un galgo de una persona. Esto padeceme cosa de bruxas et meigas, o de su jefe el diablo.

-Abrid pues los oxos, a cualquier pisada o restro de bruxeria et hechiceria, pues esto no es opera de homine santo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Tiro una de OTEAR (15) por si veo algun  resto DE ALGO DE INTERES . ACIERTO

 

tambien quisera un rastrear (45) por si hay alguna huella o marca que poder seguir. FALLO

Cargando editor
16/11/2011, 20:42
Antón Dapena

-Sólo cuatro canes, y por lo visto llevan tiempo muertos... Estoy vos, don Pelayo, un campesino no será culto, pero sabe distinguir un can de una moza, y no puedo imaginar el motivo para disgustar al cacique del pueblo de manera tan ridícula y estúpida. 

Examina el terreno buscando huellas bajo el árbol o rastros de algún maleficio o conjuro mágico.

-Compadre Anxio ¿Hace mucho que visteis los cuatro colgados?¿Que os traía por estos lares? ¿Os tropezasteis con alguna otra persona antes antes de llegar a este lugar, o bebisteis o comisteis algo?

 

- Tiradas (3)

Notas de juego

Busco restos de un Aquelarre o invocación, hierbas o objetos alrededor del árbol. También trato de averiguar datos sobre las huellas que hay bajo el arbol: Si eran muchos y su procedencia.... Y a ver que contesta el asustado campesino.

Cargando editor
17/11/2011, 21:03
Aimar Jacetano

A Aimar, a decir verdad, le impactó la escena mucho más de lo que parecía haberlo hecho con sus compañeros. Por estúpido que pareciera, él esperaba encontrar cuatro cuerpos ahorcados, dadas las palabras del tal Anxio... Por eso, encontrar en su lugar cuatro perdigueros medio podridos... 

No, ahí había algo fuera de sitio. Algo terriblemente malo. Pero no podía saber qué... Su sencilla mente ni siquiera se aproximaba a la idea que, desde el fondo de su alma, rascaban las afiladas garras de la intuición. 

La mandíbula del jacetano se tensó terriblemente, como si fuera a restallar como un látigo de un momento a otro. Sus nudillos se pusieron blancos, cerrado el puño en torno al mango de su coltell. Y sus fríos ojos azules no se despegaban de aquella extraña escena. Nunca había sido un cobarde. De hecho, no se podía decir que tuviera miedo en ese momento... Sencillamente estaba impactado. 

Lanzó a un lado un esputo copioso y, a continuación, pasó la mano con fuerza por su rostro. Sólo eran cuatro perros muertos. Cuatro perros, como Anxio había visto cuatro personas, tres hombres y una mujer. 

-Tres y una... -masculló, para sus adentros, a un lado de donde Antón y Pelayo observaban posibles rastros. Pero al muchacho le había despertado otra clase de inquietud. Se acercó con paso lento hasta el árbol, hasta los cadáveres. Extrajo el coltell y, ayudándose de su filo para no tener que tocar, echó a un lado las patas de cada uno de los animales. Uno por uno. Observando, en todos los casos, el sexo de aquellas criaturas. 

Cargando editor
17/11/2011, 21:40
Anxio

¡Que va, muchacho! -dijo respondiendo a Antón-. ¡En cuanto v...vi a esos muchachos colgados, donde. oh Dios, donde ahora hay perros... corrí a la taberna, a avisar al primero que viera! Yo soy cazador, y no le... no le hago mal a nadie. ¡Una broma! ¡Esto parece una nova...vatada!

Estaba alterado, no por miedo o tensión, sino por... incerteza y dudas. Yo había visto lo que había visto y desde luego no eran canes.

Cargando editor
17/11/2011, 21:43
Aldeanos

¡Serás tarugo! -le dijo uno de los aldeanos-

¡Para esto nos has hecho venir aprisa, gañán! -dijo el otro. ¡Deja de beber, Anxio! ¡Deja el vino de una vez!

Entonces este último se giró hacia vosotros.

Saben, señores, ésta no es la primera vez que este cazador ve cosas en el bosque, por la tontuna y los pájaros que tiene en la cabeza... será estúpido...

Anxio y los tipos comenzaron a discutir acaloradamente en un gallego muy rústico, de forma rápida y poco inteligible... Aimar comprobó, junto con el resto de los presentes, que aquellos perros eran machos. Los cuatro.

Cargando editor
17/11/2011, 21:46
Director

Ambos veis que, bajo los canes, al lado del árbol, como una especie de agujero circular, de cinco centímetros de profundidad. La tierra ha sido removida y hay dos o tres piedras como formando una círculo. Parece que allí ha habido una hoguera recientemente.

Cargando editor
17/11/2011, 21:48
Director

Sin embargo tu... tu viste que en aquella hoguera había rastros muy característicos: un ritual o alguna acción parecida pudo haberse hecho en ese lugar.