Partida Rol por web

Arbahin ignoró el intercambio entre Linnet y Neokazu, pues no creía que discutir con el anciano fuera beneficioso. Por otro lado, el laboratorio que tenia ante si le era mucho mas interesante. Parfemius podría sacar mucho mas en claro que clase de experimentos hacían allí, por lo que le dejó espacio para obrar.

-Mencionó a un ayudante, Malisa- dijo lentamente-. ¿También marchó con Akalis?- miró por medio segundo a Threkor, sabedor de que si alguien podía encontrar algo "oculto" por allí, era ese hombre-. Ten cuidado Parfemius, a ningún mago le gusta que otros revisen sus cosas... podría haber alguna trampa- eso le hizo pensar en algo-. Supongo que nunca mencionó para que necesitaba el constructo.

Hablar tanto le era ligeramente molesto, pero sentía la necesidad de acabar con ese nuevo mal que se mostraba ante sus ojos. Los magos solían ser inteligentes, por lo que debería haber supuesto que la bestia les llevaría a allí. Quizás nunca pensó que alguien pudiera acabar con ella.

Me calmo un poco cuando el anciano cuervo se disculpa, y le miro mientras una extraña expresión aparece en su rostro, creo que está sonriendo, si, me parece que si.

- Bueno, hago un gesto con la mano restándole importancia, y bajando la voz y cubriendo la boca con la mano le susurro al anciano acercándome, - ella es así, no se lo tengáis muy en cuenta, si es algo brusca, nosotros ya estamos acostumbrados, no le deis importancia.

Me enderezo después y trato de centrarme en el asunto que nos ha traído aquí al tiempo que paseo la mirada por la habitación. Seguro que lo mas interesante está escondido, tiene que tener algún escondite secreto, mas si estaba haciendo cosas de las que el cuervo no podía enterarse, o la mesa tiene algún doble fondo o algún tablón o ladrillo medio suelto, en las vigas del techo no debe haber nada, siendo anciano no podría alcanzarlo fácilmente, así que tiene que estar a mano y ser accesible.

Rebuscando entre los libros y pergaminos que hay sobre la mesa, encuentras un cuidado trozo de papel que muestra un recibo firmado por Akalis. En él se especifica que el almacén de la cofradía prestó al mago un conjunto de espejos arcanos.

- ¿Malisa? - pregunta el anciano sorprendido. Está claro que el dracónido ha interrumpido su hilo de pensamiento - Ah, sí, sí, la ayudante mida* de Akalis - Neokazu se acaricia, pensativo, su plumífero mentón durante unos instantes - La verdad es que hace ya un par de días que no viene por el santuario. Puede que esté en su casa... o en la de su maestro...

- Sinceramente, no sé dónde pueden estar ninguno de los dos y tampoco mencionó Akalis en ningún momento para qué quería el constructo - reponde, al fin, el karasu, tras un largo rato de divagaciones.

Avergonzada por las palabras del karasu, me dirijo hacia donde está Parfemius y, cuidadosamente, comienzo a buscar algo que pueda sernos de utilidad.

- Dejame que te ayude - le digo - Así acabaremos antes y podremos marcharnos de aquí -

- Y perder de vista a ese viejo cuervo - sonrío ante este pensamiento.

La habitación era un autético caos. Sería difícil encontrar algo entre los pergaminos y libros dejados encima de la mesa. Caminé lentamente por la habitación, levantando papeles y mirando libros de las estanterías.

No entendía nada de libros y de magia, pero los frascos de las estanterías atrajeron mi atención. En estos laboratorios podían crearse pociones interesantes y cosas útiles.

Iba a tocar uno de los frascos cuando las palabras de Arbahin me detuvieron.

Trampas, claro. Probablemente haya alguna. O pasadizos secretos. Eso es mucho de magos y alquimistas.

Investigué las paredes y estanterías en busca de resortes o palancas.

Me giro hacia Arbahin cuando el anciano habla de la ayudante, - estaría bien saber donde viven para poder hablar con ellos, y asegurarnos de que se encuentran bien, claro está. Miro nuevamente al anciano córvido - si pudiese facilitarnos la dirección, le estaríamos muy agradecidos, miro al anciano sonriendo de oreja a oreja aguardando que nos de la información.

Después de dedicar una considerable cantidad de tiempo a inspeccionar cualquier cosa que pueda parecer una trampa y a buscar minuciosamente algún posible pasadizo secreto, no encuentras nada de interés.

Sabedor de que hay cristales de Xion implicados en este asunto, tus amplios conocimientos en diferentes campos del Arte te hacen intuir que Akalis podría utilizar los espejos arcanos que tomó prestados para hacer incidir la luz solar sobre dichos cristales, y así potenciar sus capacidades energéticas durante una pequeña cantidad de tiempo*.

Buscando entre los libros que Akalis tiene distribuidos por la mesa, te percatas de que varios de ellos tratan sobre el mismo tema: Chraunnus, el Extinguido*.

Dentro de uno de dichos libros encuentras la siguiente nota escrita a mano:

Sobre los cristales oscuros:

Chraunnus, el Extinguido, gobernó un extenso territorio en lo que hoy conocemos como el oeste de Vadania gracias a su amplio conocimiento mágico y nigromántico. En algún momento, descubrió un plano de energía controlado por una entidad inconsciente, pero de enorme poder, que bautizó como la Extraña Oscuridad. Descubrió también que almacenando fragmentos de la criatura en cristales de Xion, estos tomaban un tono azulado y sus capacidades energéticas se veían incrementadas
Desgraciadamente algunos de sus compañeros, cuya identidad todavía no he podido descubrir, le obligaron a abandonar la investigación al considerar que la criatura era un peligro y no podía ser controlada. Hasta donde he podido comprender, Chraunnus estaba convencido de lo contrario, pero se vio forzado a dejarlo y enterrar su laboratorio.
No cabe duda de que los cristales oscuros que encontré son los cristales de Chraunnus, que sorprendentemente aún conservan su energía. Encontrar su laboratorio debe ser nuestra prioridad ahora

- En circustancias normales, pequeña, las normas de nuestra orden no me permitirían poder proporcionaros esa información... - responde el karasu ante la petición de la mediana - ...pero desgraciadamente estas no son circustancias normales, asi que estaré encantando de deciros dónde viven ambos. Concedeme unos segundos para poder recordarlo...- el anciano cierra los ojos y baja la cabeza mientras intentar encontrar en su mente la información que busca.

- Sí, sí, eso es. Akalis tiene una pequeña casa en el distrito sur de la ciudad, junto al mercado de carne, y Malisa vive en la calle de los Artistas, en una buhardilla - vuelve a deciros Neokazu pasado algo más de tiempo que unos simples segundos.

Parfemius agradeció la ayuda de Daphne, pues había allí gran cantidad de documentos, y seguramente no dispondrían de demasiado tiempo para examinarlo todo como era debido. 

El mago había descubierto alguna información, pero siguió buscando posibles pistas de interés.

Repaso mentalmente la información para no olvidarla,  Akalis en el distrito sur de la ciudad, junto al mercado de carne, y Malisa vive en la calle de los Artistas, en una buhardilla. - Muchas gracias, digo acompañando mis palabras con un breve asentimiento de cabeza.

Me acerco después a una de las mesas y levanto un par de papeles con escaso interés para decir sin perder un segundo, - por aquí parece que no hay nada, deseando salir de este lugar. - Creo que lo mejor será que nos dividamos, unos a buscar a Akalis y los otros a... chasqueo los dedos pensando el nombre, - ¿Malizia? bueno la ayudante esa.

Recuerdo entonces las plantas del exterior. - Por cierto, si me permite la pregunta, ¿quién es el encargado del jardín?, tienen unas azaleas, creo que eran azaleas, realmente preciosas y me gustaría saber que es lo que hace para tenerlas tan bonitas.

-Muchas gracias- dijo el paladin bajando ligeramente la cabeza. Entendía que dar información sobre los miembros de su orden era algo peligroso y que solo por la supuesta participación de Akalis en el ataque les permitió acceder a ella. Los demás se encargaron de registrar el lugar, buscando pistas mientras el y Linnet interrogaban al karasu. Dejó a Linnet plantear esa "duda" sobre los arboles, aprovechando eso para acercarse a Parfemius-. Estaba pensando en intentar localizar señales de esa energía necrótica. Al ser algo malvado, me seria fácil localizar algún objeto imbuido en su poder... pero viendo que este lugar esta lleno de paladines, seria raro que Akalis tenga algo así tan cerca sin levantar sospechas.

​Seguramente su hogar o el de su aprendiz, de estar involucrada, serian lugares mas propicios de un examen detallado y utilizando todas sus habilidades.