Partida Rol por web

Tras una breve travesía, llegáis a la sede de la Cofradía de Erekar.

Esta pequeña fortaleza se alza junto a la muralla norte de la ciudad, construida con una piedra de tono amarillo y rodeada de grandes olmos. Un enorme grabado de un libro y un ojo, símbolo de Erekar, dios del conocimiento, decora la fachada frontal. En su interior, protegida por paladines y clérigos, se encuentra una enorme biblioteca repleta de todo tipo de conocimiento.

Un guardia dracónido que porta un escudo con el símbolo sagrado, flanquea la entrada, con su postura imponente.

- No podeisssh pasar. - sesea el guardián, mientras os corta el paso. - El precepto sssholo atiende a los curiossshos por la mañana.

"Ya, bueno, esta piedra de aquí dice que nos atenderá aunque sea tarde", digo mientras le acerco el cristal de Xion oscuro, que cuelga de mi cordel. "Además -continúo explicándole, con un tono más conciliador-, no venimos por iniciativa propia. Nos manda Bethari Drakpa, la capitana de la guardia. Bueno, supongo que ya la conoces. Nos ha pedido que vengamos a hablar con el Preceptor para investigar sobre... Bueno, sobre ese follón", digo señalando al humo y a los fuegos que todavía no han sido apagados en la ciudad. 

Cuando el guardia dracónido nos cortó el paso yo me aparté hacia un lado para que pudiese ver el cristal que portaba Ayaka sujeto con el trozo de cuerda. Cuando Ayaka le contestó de manera tan impertinente, pudo verse reflejado en mi cara una expresión de sorpresa - Esa lengua puede traernos problemas-.

Me apresuré a interponerme entre el guardia y Ayaka - Mi nombre es Kresten, como bien ha dicho mi amigo venimos de parte de la capitana Drakpa, traemos una pieza del cuerpo de un constructo descontrolado que se ha dedicado a destruir media ciudad - digo señalando hacia la humareda que se ve a lo lejos- y también traemos este cristal que estaba en su interior y que como puedes observar tiene pinta de ser peligroso. Así que si te está prohibido dejarnos entrar, por lo menos manda a alguien para que informe al precepto de lo que ha pasado y de que estas piezas van a ser de su interés.

Salesh asiente ante las palabras de Kresten, bastante más diplomáticas que las de Ayaka. Sus intervenciones, sin embargo, le dan tiempo a pedir guía a su patrón para que la ayude antes de hablar.

-Yo misma reconocí la magia del cristal, y es algo que la cofradía seguro está interesada en ver. -Dice al guardia- Como bien ha dicho nuestro compañero, si no puedes abandonar tu puesto o dejarnos entrar manda a alguien que venga hasta aquí, te confirmará lo que te acabamos de explicar.

El guardián reacciona sorprendido ante el cristal y vuestras palabras. Aunque inicialmente se siente molesto por la actitud bribona de Ayaka, comprende la magnitud del problema y atiende vuestra explicación sobre los hechos por parte de Kresten y Salesh.

- Será mejor que paséis a hablar con el preceptor. - Se da la vuelta y os indica que lo sigáis.

Atravesáis una serie de pasillos, con bibliotecas gigantescas custodiadas por dracónidos a todos los lados, hasta llegar a una sala circular llena de libros y tomos a los que un anciano karasu ojea un libro con interés.

- Interesante. Habrá que investigar más sobre esta posible utilidad del Xion combinado con... - dice para sí mismo el que según parece, más por situación que por apariencia, es el preceptor de la Cofradía. - Entonces, si hago esto...

- Preceptor Neokazu, he traído a un grupo de personas que tienen algo que contarte. - Interviene el guardián, llamando su atención y haciendo que el hombre corvino se gire hacia vosotros con interés. Se acerca lentamente, sufriendo de espasmos corporales que le hacen sacudirse, como si tuviera frío. Entonces, mira el cristal y os dice:

- Será mejor que comencéis por el principio. Porque me gustaría saber de dónde ha salido ese Xion Oscuro. - su tono se ha vuelto mucho más serio que cuando hablaba para si mismo, respaldado en su voz grave de anciano.

La entrada y los largos pasillos eran dignos de admiración, no dejaba de mirar a un lado y a otro maravillado, hasta llegar a una sala circular, donde el guardián que nos acompañaba nos presenta al precepto.

- Precepto Neokazu, mi nombre es Elhander y es todo un honor conocerle -dije haciendo una leve inclinación - Con la ayuda de mis recientes compañeros  -digo señalando al resto del grupo - conseguimos neutralizar la amenaza de un autómata descontrolado y de dimensiones descomunales, que acaba de arrasar la zona sur.
En nuestro afán de prestar ayuda a la ciudad y con el consentimiento de la capitana Drakpa, extrajimos este cristal .... o Xion Oscuro como se ha referido usted -  digo dubitativo al ser la primera vez que escuchaba ese término - del cuerpo del autómata, así como una de las piezas de su engranaje interno con la marca de la cofradía. - le explico mostrando la pieza extraida-

Me quedo durante unos segundos mirando al precepto, intentando averiguar como se está tomando toda esta información de golpe - sería por tanto un honor y siguiendo el consejo de la capitana Drakpa, que nos pudiera dar  su opinión al respecto de este inusual acontecimiento-
 

El anciano Neozaku le quita la placa de las manos a Elhander, demasiado rápido para su vejez. La observa con preocupación, antes de dirigirse al guardián.

- Será mejor que salgas y no dejes pasar a nadie. - El guardián obedece a sus ordenes y antes de que podáis hacer nada cierra las puertas tras vosotros, quedándoos a solas en la biblioteca. - Os habéis metido en un lío, jóvenes...

Un escalofrío os recorre el cuerpo a la vez que el Preceptor también se retuerce. Se da la vuelta, de espaldas a vosotros y sigue hablando.

- Reconozco esta placa. Pertenece a uno de los gólems de la Cofradía. Pero ninguno abandona la fortaleza. Salvo uno...

Se gira mientras os observa.

- Este asunto requiere de discreción. Nuestra reputación está en juego, y apostaría todo a que es culpa de Akalis. Ese mago... fue el que se llevó el gólem, vete tú a saber si es él al que se le ha ocurrido la brillante idea - pronuncia con sarcamo estas últimas ideas. - de cargar un autómata con Xion corrupto. Qué locura. Espero que, en contra de mis predicciones, no haya sido culpa suya...

Se dirige a la mesa donde deja la placa del autómata y agarra un papel donde empieza a escribir, y luego se lo entrega a Elhander.

- Esto es un cheque por valor de 25 monedas de oro. Luego el tesorero os recompensará adecuadamente con el dinero prometido. Y sé que es mucho pedir, pero no me gustaría tener que solicitar esto a otras personas. ¿Investigaríais por mí lo que ha pasado con Akalis y el autómata? Hace varios días que no aparece, y sospecho que tiene algo que ver con esto...

-Vine a esta ciudad buscando a la Cofradía, pues esperaba que su sabiduría me ayudase en la interpretación de unas señales... proféticas, podrían clasificarse así. Supongo que no habrá problema en que la ayuda sea mutua. Dice Salesh.

-Sin embargo antes de aceptar creo que sería prudente algo más de información. La mayoría somos nuevos aquí y aunque tengamos ganas de colaborar siempre es bueno saber en qué nos estamos metiendo, no sea que la tarea resulte demasiado para nuestras habilidades.

Aquí mi compañera tiene toda la razón- dije mirando al trastornado precepto. - Antes de que decidamos si aceptar nos gustaría que nos diese toda la información que pueda sobre ese Akalis. ¿A que se dedica Akalis? ¿Que interés tendría en provocar este estropicio? ¿Donde podría estar? Entiendo que son muchas preguntas, pero somos nuevos en la ciudad, y yo por lo menos no conozco las funciones de la Cofradía.

El anciano Neozaku atiende todas vuestras preguntas y, con su bastón, golpea el suelo para interrumpiros y responder.

- A ver, a ver, por partes. Que no dejáis ni respirar a un pobre viejo. Y no dudéis que cuando todo este asunto acabe, podremos hablar de cualquier cosa que necesitéis. - se queja en tono jocoso ante las peticiones, para luego volver a un semblante más formal.

- Akalis Krovo es uno de los miembros más antiguos de la Cofradía, y muy para mi pesar, uno de los magos que más saben sobre el Xion en el mundo. Akalis profundizaba en la materia del Xion. Y este Xion Oscuro es una de las cosas que habíamos descubierto. Aún nos falta ahondar un poco más. Si no conocéis la Cofradía, somos recolectores del conocimiento que ha habido, hay y habrá. En la sagrada misión de nuestro Dios Erekar preservamos todo, por el bien de las personas. Si no fuera por nosotros, muchas cosas se perderían. Incluído el conocimiento de los Peregrinos. - carraspea. - Pero esa no es la cuestión.

- ¿Dónde puede estar? - se pregunta casi a sí mismo, mientras piensa. Su cuerpo entero vuelve a temblar, y levanta un dedo señalando que ya tiene una idea. - Akalis no vive en el Santuario, sino en una casa en el distrito sur de la ciudad, sí que posee un despacho en la Abadía. Si queréis, os daré la llave para que podáis entrar. Aunque hace varios días que no pasa por aquí.

- Hmmm, la capitana dijo que el gólem había salido del sur de la ciudad, así que puede que viniera de casa del tal Akalis. Sin duda, sería útil echar un vistazo por allí. Pero, ya que estamos aquí, me parece bueno husmear primero un poco por su despacho. Quizá encontremos algo interesante. No obstante, creo que antes que nada deberíamos saber qué hacer con esto -digo alzando el cristal de Xion-. No sé mucho del  Xion, más allá de que vino con los Peregrinos, que tiene cualidades mágicas y que es muy, muy caro. Y según dices, esto es Xion oscuro. ¿Qué diablos es eso? ¿Es seguro tocarlo? ¿Sería bueno que lo guardarais vosotros o nos será útil llevárnoslo?

Tras decir todo esto, me quedo callado, con el cristal alzado por la cuerda, esperando a que el Preceptor nos explique más detalles. 

- Ah, el Xion... tiene mucho que ver con los Peregrinos. Su cultura se basaba en este curioso, cómo llamarlo... mineral. Para explicarlo de una forma poco técnica, digamos que son una especie de cristales que acumulan energía mágica. Se utilizan, por ejemplo, como fuentes de energía para distintas máquinas. Entre ellas, los gólems de trabajo que tenemos en la Cofradía.

Entonces, toma el cristal de Xion Oscuro con las manos y lo deposita en su mesa de estudio, dando a entender que no es especialmente peligroso. Lo observa, a la vez que os habla.

- Si bien una cantidad tan insignificante de Xion Oscuro no es peligrosa, sí es cierto que tiene ciertas cualidades... corruptoras. Y un nivel de descarga de Xion inestable. Se utilizaba en las profundidades, donde no podían cargar los cristales con la luz del sol, y para ello utilizaban métodos... poco ortodoxos, porque era necesario para su imperio subterráneo. La procedencia de este Xion, sin duda, no es natural sino extraída de los seres que moran la más profunda oscuridad. Yo me haré cargo de destruirlo.

Luego abre el cajón y coge algo de él. Se acerca a Ayaka y le proporciona una pequeña llave dorada.

- Sirve para abrir el despacho de Akalis. Salid por el pasillo y tomad la tercera puerta a la derecha. Esa es.

Abrumado por toda la información recibida, guardo el cheque por valor de 25 monedas de oro, de nuevo vuelve a llover dinero del cielo, será esta ciudad mi oportunidad para el retiro?...
Meneando la cabeza salgo de mis pensamientos y vuelvo a centrarme en lo que estaba sucediendo -Gracias por confiarnos esta investigación Precepto Neokazu, puede contar con nuestra discreción -
Ya teniamos la llave del despacho del mago Akalis, un buen sitio donde comenzar a recabar datos.

No obstante, por mi desconocimiento sobre este mineral, digo-Sin querer importunarle más de lo debido, si durante el transcurso de la investigación, necesitáramos nuevamente de sus conocimientos sobre este tema, podríamos encontrarle en este mismo lugar?

- Creo que no he abandonado la sede de la Abadía ni una sola vez en los últimos 25 años, y la última vez que recuerdo fue porque no quedaba pan. Ahora, con los nuevos guardianes eso no pasa, los tengo bien enseñados. - comenta entre risa seca. - Así que lo más seguro es que volváis cuando volváis, seáis bien recibidos. Además, como apenas duermo, podré atenderos a casi cualquier hora. - os confirma.

-Muchas gracias por todo, precepto Neokazu, Salesh acompaña sus palabras con una ligera reverencia elegante, algo que desentona mucho con su aspecto salvaje.

-Es buena idea el empezar por las habitaciones de Akalis. Mejor recoger cuanta más información mejor antes de hacer nada.

-Supongo que no habrá trampas o sistemas de seguridad que nos intenten detener, ¿verdad? No sería bueno que nos estallase algo en la cara cuando abramos la puerta de su despacho. Su tono de voz es medio en broma medio en serio.

- No lo creo. Akalis era muy patoso y si hubiera usado magia lo hubiéramos sabido. Además, ¿para qué instalar una trampa? Estas instalaciones son de la Cofradía. Yo creo que podéis entrar bien tranquilos. Ahora, si me permitís... - empieza a atosigaros sacándoos poco a poco de la sala, mientras se sacude el plumaje. Cuando menos os dais cuenta, os ha sacado de la estancia y las puertas se cierran de golpe.

El guardián de la puerta ríe al ver como os expulsa de la estancia su maestro.

- No osssh lo toméisssh a mal, no esssh nada perssshonal. No le gussshtan lasssh charlassshhh largasssh cuando tiene algo en la cabeza.

Tras la conversación con el prefecto, el cual ya se le veía asqueado de tanta pregunta, nos "echa" de sus dependencias.

Mirando a Ayaka digo .-Porque no probamos si es cierto que podemos entrar en el despacho de Akalis con esa llave? - indicando la llave que le había dado el prefecto. -La tercera puerta a la derecha, no?