Jajajaja, ¿Cuántas tiradas has hecho? Eso ya te vale para todo el día, no? jejeje...
Tirada: 1d100
Motivo: Recoger mesas
Dificultad: 35-
Resultado: 18 (Exito)
ostia nada que sume dos veces, da igual tiro de nuevo
Comienzas a trabajar ante la atenta mirada de Gunther que no te quita ojo, no sabes si será porque es un jefe maniático que quiere que lo hagas todo a la perfección o porque te sienta bastante bien el delantal.
El caso es que de todas las veces que cargas vasos y bebidas en la bandeja, solo consigues hacerlo bien en algunas ocasiones. El resto te tropiezas, se te cae algo, le manchas los pantalones a algún cliente.
Aun así, Gunther no parece estar disgustado contigo.
Da igual Rachel, nos quedamos con la primera tirada, eso vale para toda la jornada y así sabemos cuántas veces se te cae la bandeja.
En uno de mis ratos me acerco a Gunther - ¿Lo estoy haciendo bien? - pregunto con la cabeza algo agachada sabiendo que he roto un par de cosas por ahí, pero bueno, es mi primer trabajo.
Como desees.
Gunther mira a Rachel. Parpadea varias veces. Observa los ínfimos trocitos de cerámica que aún están por el suelo.
- Para ser la primera vez... podría ser... - la mira de arriba a abajo y ladea la cabeza algo sonrojado cuando su mirada se cruza con la de ella y de nuevo titubea - ... esta muy bien Rachel. Un par de días y lo tendrás dominado - suspira sintiendo como las miradas del resto de camareras se le clavan en la nuca pidiendo su cabeza.
El día pasó sin demasiadas novedades, a Rachel se le cayeron unas cuantas cosas que tras romperse, iban directamente a la basura. Los clientes del bar estaban completamente alucinados con su hermosura y de vez en cuando le miraban el escote o las curvas que la ropa le hacían. Ni siquiera les importó el que derramara algún líquido sobre ellos en alguna ocasión.
Tras 8 horas de trabajo, llegó la siguiente camarera para relevarla en su turno y que ella se pudiera ir a casa.
Bueno, ha llegado la tarde, Rachel y Gunther......
Rachel, si te vas a algún lado dímelo y te cambio de escena.
A Rachel le pagarás 50 dólares por cada jornada laboral que haga, ok? Ya se lo dices tú mismo.....
Me desprendo de mi delantal y me acerco a Gunther - Espero que no estes muy enfadado y me dejes volver mañana - le digo con una dulce sonrisa.
Gunther de nuevo la mira, y suspira.
- Puedes volver mañana Rachel... si este turno te va bien.
Observa la pila de trocitos de tazas que se acumulan en el cubo de la basura, pero la expresión de su cara cambia cuando de nuevo sus ojos vuelven a posarse sobre los de Rachel.
- Todavía no hemos hablado de tus honorarios...
- Cualquier horario es bueno - digo con una sonrisa - Y siento lo de las tazas - digo cabizbaja - Pero prometo mejorar y no romper más - digo sonriendo de nuevo.
Llegaste al Central Perk después de un día de trabajo y cobros. Era ya por la tarde y al entrar viste a Gunther hablando con Rachel, ella tenía puesto un mandil de trabajo.
Solo están Gunther y Rachel.
Cada vez que la chica sonríe parece que Gunther se descompone y se sonroja.
- No te preocupes por lo de las tazas...- aún mira los restos que abundan en el cubo de la basura - tal vez deberías dejarme tu teléfono por si te necesito por alguna urgencia...
Se encoge de hombros.
- Por cierto, te abonaré 6,25 la hora, que es lo que cobran las demás ... más propinas claro - dijo esto a sabiendas de que para bien o para mal ese par de ojos azules iban a traer un aumento considerable de consumidores masculinos claro, y claro como no intentarían llegar a ella a través de una generosa propina.
Le doy el número de mi móvil comprendiendo que puede necesitarlo algún día que le falle alguna camarera y tras escuchar el dinero de mi sueldo asiento - Me parece bien, espero que me den muchas propinas.
Tras esto me despido de mi jefe y vuelvo al apartamento.
¿Qué hora sería la de mi salida del trabajo?
Gunther se despide de Rachel. A su salida del bar suspira de nuevo mientras contempla como la chica se marcha del Central Perk. Otra camarera parece decirle algo a Gunther pero éste parece ensimismado.
Lo del horario lo dejo a discreción del director.
- ¡Ey! ¿Cómo va eso? -preguntó Joey al ver a Rachel con la indumentaria de camarera -¿Qué tal el primer día de trabajo?
- Creo que bastante bien - le dije a Joey con una sonrisa - Aunque mi turno ya acabó. Me iba a casa a descansar un poco.
- En realidad le preguntaba a Gunther ¿Qué tal el primer día de Rachel? ¿Queda algún vaso entero?
Joey se mostró intimidado ante la mirada de Rachel y se justificó.
- ¡Ey, ey! Era de broma ¿No podías servir a un último cliente? -le preguntó Joey -Sería genial que me sirvieras tú.
Joey mostró un rostro inocente y suplicante mientras se sentaba en uno de los sillones de siempre.
Gunther sonríe a Joey, se encoge de hombros y su sonrisa delata que está encantado con tener a Rachel en el bar. Acto seguido se queda en un segundo plano.
Le serví el café a Joey para complacerlo y me despedí de ambos para ir a casa.
Rachel se fué a casa después de una dura jornada de trabajo y Joey se quedó en el bar un tanto solo ya que ninguno de sus amigos estaba allí. Solamente Gunther se encontraba presente, algo muy normal ya que practicamente vivía allí.