Partida Rol por web

 Tik pega un respingo hacia atrás asustado por lo que le dice Damarcus.

 -Rarararo, que quierez dezirzir  con rararo Damarmarcuz- le dice nerviosamente al labrador- ¿loz fantazmaz no ezizten verdad?

 Saca su pistola pequeña y la carga para estar preparado, despues se arrima al labrador sintiendose mas protegido.

 Tik empezó a observar el paísaje, el pequeño Gobo empezaba a asustarse un poquillo al ver la densa niebla que les cubría y el silvar del  viento azotando las ramas del pantano.

 *ezpero que ezte grandullón humano zea capaz de protegerme ... ¿habrá fantazmaz al final? ... ezpero que no.

Ya me hacía yo que la cosa no iba a estar tan tranquila.

Si los dioses te acompañan elfo, es el momento para ver tan cerca te siguen, este lugar no es muy acogedor. Dijo Unglar a su compañero de carreta en tono muy bajo.
Haciendo esto cargaba una piedra en una onda que llevaba en la cintura, para este momento ya la había empuñado con fuerza.

No se de donde podrán venir pero siempre es bueno estar alerta para un primer ataque a distancia.

Miro a mi alrededor nervioso, tanta niebla no me asustaba, pero como todo el grupo esta preparando sus armas la situacion me obliga a desenfundar mi espada larga y agarrar mi escudo de madera con firmeza, ahora parado en el carruaje miro a mi alrededor en busca de algo amenazador

Para nada acogedor... -responde a unglar- ...esten atentos y no pierdan los estribos

Repentinamente el caballo de cabeza relincha angustiado y la caravana se detiene. Podéis oir como Gunner y otros hombres maldicen mientras algunos proyectiles silban cerca de vosotros. La densa niebla se arremolina alrededor ocultando a vuestros atacantes.

Damaris en su asiento escucha claramente un sonoro "pum". Al parecer, algo está encima de su carreta.

 Tik al escuchar los ruidos pega una cogetada hacía atrás, despúes reacciona agilmente al llevar ya su pistola lista y cargada.

 -¿ezta bien amigo Damarcuz?...- le dice al labrador - ... al final zi ezizten los fantazmaz, lo zabía- dijo para su mala suerte.

 *Hize bien en cargar la piztola, menoz mal que ze me ocurrió - pensó.

 Tik sube al techo de su carabana, y al subir observa a su alrededor una densa niebla, que le provoca escalofríos, mientras observa la  niebla, ve a lo lejos, a la altura de la tercera carreta, una silueta.

 *¿zera el fantazma del bozque?... - pensó con temor- ... vah, vazta de patrañaz, ezoz zerez no ezizten, pero no puedo arriezgarme a  dizparar zin  ver quién o que ez, no valla a zer que maté a un compañero de viaje.

 Tik intentó agudizar su vista a ver si lograba ver algo.

Tik, al subirse encima de la carreta ve claramente 3 figuras que distingue claramente como... gobos. al instante Tik dispara, pero tal vez se deba a la sopresa que hierra su disparo. Desafortunadamente uno de los gobos saca su daga y se acerca hacia Tik con no muy buenas intenciones

Derepente el estruendo de un disparo saca a Garûhk de sus pensamientos y lo hace volver a la realidad, por un momento se queda totalmente desorientado al verse rodeado por la densa niebla por la que se cubría el bosque, de la cual no se había percatado por estar inmerso en sus ideas. La inquietud de los caballos y el ajetreo en las carretas adyacentes a él le es una señal evidente de alguna presencia hostil. Ante la impotencia de no ver el enemigo aferra fuertemente su hacha mientras un tremendo grito estrepitoso sale de su garganta con la intención tanto de atraer al enemigo como de intimidarlo.

...¡¡¡¡¡UUUAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRRRRRRRRRRRGGGGGGGGGGGGGGGGGG!!!!!...

Unglar se para allí en la carreta tratando de ver quienes son los que los atacan.
Allí parado comienza a girar la onda esperando por ver la cara de algún enemigo.
No gritaba ni se movía rápidamente solo esperaba el momento adecuado.

Damarcus se para asomándose por sobre el carruaje para ver mejor lo que sucede. En seguida, una rápida flecha rompe con la neblina, y el labrador da un respingo.
Maula!! 'Tan atacando el primer carro!

Cuando el disparo de Tik estalla, casi dejándolo sordo, Damarcus, descargando parte de su cuerpo sobre la afilada azada, comienza a girar sus boleadoras con fuerza por sobre su cabeza. Un par de figuras se dibujan en la blanquecina niebla, y el proyectil sale disparado, como buscando alcanzar en la carrera al sonoro proyectil de su compañero.
Las boleadoras se enredan en las piernas del primero de los atacantes, sin embargo el gobo no parece tener muchas dificultades para arrancarlas en segundos con sus manos y lanzarlas a un costado sobre el carruaje...

¡Mierda joputa! NOS ATACAN! Grita rápidamente dando la alarma y buscando cubrirse con el frente del carruaje. El acerado filo de su azada de labrador, parece absorber las partículas de oscura neblina, como preparándose para cambiar pastizales por sangre.

aun parado en el primero de los carros, intento localizar a nuestros atacantes que se esconden entre la densa niebla, mi vista no localiza a ningun enemigo, lo que me pone los pelos de punta y mas aun cuando escucho a Damarcus decir que atacan el carro donde estoy... ¡no puedo mas! tengo que actuar ... salto desde el carro hasta el fangoso pantano, poniendo casi todas los piernas bajo ese nauseavundo liquido y busco un enemigo a quien ajusticiar con mi espada

Damaris saca su cabeza para ver al enemigo.

-Oh no! Debo hacer algo.

Damaris empieza a hablar en voz baja.

Tik falla el disparo, el gobo saca su cuchillo y se dispone rebanarle el pescuezo a Tik, sin embargo...unas boleadoras se enredan en las piernas del gobo, el cual cae sin remedio al suelo.Tik, extrañado mira a su lado y allí se encuentra Damarcus con su azada. Otro de los gobos ataca a Damarcus sin exito. El otro gobo que queda salta de la carreta hacia el suelo.

Mientras tanto, Garuhk con su grito ensordecedor, nota como su aura le rodea, mientras escucha a Damaris entonar una oración a Morrow. No se lo que es esto- piensa Garuhk- pero me gusta. Volviendo a gritar se dirige hacia la parte trasera de la carreta cercenando la cabeza de un gobo. El otro de los gobos intenta inutilmente darle una cuchillada, pero se encuentra en su camino la armadura de Garuhk.

Unglar mira a su alrededor. Enfrente suyo ve como los caballos de su carreta han caido en un foso de estacas, la trampa estaba bien preparada. Hacia el otro lado distingue la elfo que se dirige raudo hacia la parte trasera de la carreta, Unglar dirige inmediatamente su atención allí y distingue varias figuras, una de ellas el elfo. Rapidamente se encamina hacia alli.

Por último, Eliader, con un movimiento rápido y certero mata a uno de los gobos, el otro de los gobos trata de golpearle, pero Eliader lo esquiva con facilidad.

Garûhk cercenó con un limpio corte la cabeza del desdichado primer gobo que tuvo a su alcance, para acto seguido volver a alzar su gran hacha para asestar un brutal impacto a otro gobo adyacente, entrando la hoja entre el hombro y el cuello, diagonalmente y separando a la inmunda criatura en dos. A continuación levantó su mirada buscando su siguiente adversario para combatirlo con firmeza.

 Al ver como un Gobo salta de la carreta  le apunto desde arriba y abro fuego contra él.

 -Chupate eza ezcoría ... ¡No me llegaz ni a la zuela del zapato!- le dice haciendole una burla al fallecido Gobo.

 *Ziempre han zido ladronzueloz zarnozoz, he de reaccionar ezta vez no puedo fallar como la anterior, me niego, he de ayudar a  Damarcuz el ha  zalvado mi vida.

 -¡Damarcuz ¿eztaz bien? ... ¡voy en tu ayuda!- le grita a su compañero.

 Corre hacía el Gobo que está enzarzado con Damarcus y le pega con la llave de Mecániko en la cabeza.

 -¡Muere zerdo! ... ¡Muereee!- dice ilusionadamente hasta darse cuenta que su ataque no ha surtido demasiado efecto y el Gobo le mira  con caras de pocos amigos - ups... hola ¿como te llamaz? - le dice al Gobo  al ver como le esta mirando, mientras le guiña el ojo a  Damarcus con complicidad

Equivo el ataque de uno de los gobos dando un pequeño salto hacia la derecha, totalmente concentrado en el combate examino a mi enemigo en cuestion de segundos y veo un punto debil, un punto el cual esta desprotejido y aprobechando este, lanzo una feroz estocada con mi espada

Cuando uno de los gobos se acerca para tratar de apuñalar al labrador, descubre demasiado tarde el filo de su azada, y con un golpe certero al cuello cae, con ambas manos tratando de detener la hemorragia. En segundos, el gobo queda sumergido en su propia sangre, con los dos brazos rígidos en el cuello.
Damarcus, se abalanza por el techo del carruaje, y salta encima del gobo derribado. La pobre criatura no logra quitarse a tiempo las boleadoras, y no puede más que alzar sus manos tratando de detener el afilado acero.
La hoja del arma del labrador corta dedos, manos, tendones y carne, y se hunde profundamente en el pecho de la moribunda criatura.

Ya el enemigo había aparecido y al parecer Eliader se había encargado fácilmente del enemigo que tenía a su lado.
Unglar sabía que debía golpear así que corrió decidido contra uno de los enemigos que quedaba en pié.
En su carga desenfundó su espadón momento en el cual todos sus músculos se tensaban.
El semi orco no gritaba, sólo dio un leve resoplo cuando golpeo a su enemigo.

El gobo salta de la carreta, cree que no va a tener problemas, pero una bala en la cabeza es un serio problema. Antes de llegar al suelo ya estaba muerto. Mientras tanto, arriba el gobo en pie intenta defenderse inutilmente de los ataques de damarcus y tik, pero no tiene ninguna posibilidad. Acto seguido, Damarcus destroza al otro gobo que trata de desenredarse de las bolas. El "pobre" no lo consigue.

Eliader y Gunglar se deshacen de sus enemigos con facilidad, al igual que Garuhk.

Tan rapido como ha comenzado el combate, ha terminado. Se oye pequeños pasos y gritos de los restantes gobos que huyen hacia el bosque. Poco a poco la niebla se disipa.