Partida Rol por web

Demonios para que los escuche, hubiera preferido quedarme en Inglaterra pero bueno mi amada, tendré que encontrarte de una manera u otro. Robert corre detrás de los nosferatu, A lo que hemos llegado, un trovador y dos nosferatu, quien diría a lo que a llegado esta miserable maldición,  Robert suspira y termina de unirse al par de nosferatus.

Creo que será mejor estar en un grupo que solo andando por una ciudad media desconocida, probablemente ya todo el mundo se allá enterado que e estado hay. robert piensa y se pasa la mano por la cabeza y cabello.

Las luces de la casa se encienden una a la vez mientras el nosferatu pasa. Antes de que Volgo llegue al portal, Ulrich esta saliendo de nuevo.

Pasando entre los dos vástagos no deja de mirar al suelo murmurando algo para si mismo. Mientras el nosferatu cambia de dirección varias veces en su trayecto notan como algunas personas salen de las residencias cercanas.

Ulrich!... ¿Se puede saber que coño pasa?

Volgo trata de calmar a Ulrich pero sin llegar a tocarle o resultar demasiado invasivo en ningún momento.

Lo que iba a ser una operación rutinaria ha acabado en un atacante sorpresa, un tipo medio descuartizado del que no quieres decir nada, y un niño bonito que se queja de que le toque bailar con la más fea.

Robert mira como los nosferatus discuten sin pronunciar palabra.

Ignorando a Volgo Ulrich se acerca al cuerpo, mientras se lo hecha al hombro sin dificultades notan como acerca su dedo a su boca mientras camina lentamente hacia los cainitas.

Teniendo éxito en su cometido las personas vuelven a sus casas mientras el nosferatu camina tranquilamente de vuela a la casa.

- ¿Recuerdas lo que dije de nuestro problema?- apunta al cadaver sangrante en su hombro - estos imbeciles se intentan aprovechar de la confusion. Suerte para nosotros que yo soy el sheriff

Con lo que quieren suponer que es una sonrisa Ulrich se detiene a solo 1 metro de los cainitas.

- Y tu, ¿quien diablos eres? - apuntando con su barbilla a Robert continua - aunque lo intentes no escaparas de mi, asi que no me preocupas.

Solo un Artista Ingles visitando a la única camarada que conozco, En el Hotel me dijeron que aquí vivía Lady celestin, Para pedir consejo y negocios, antes de presentarse ante el príncipe, pero nunca pensé que llegaria a esto, solo tengo un poco mas de dos horas en Francia. Robert se expresa de manera tranquila aunque se pregunta si es peor encontrarse al príncipe o al sheriff

Volgo escucha la conversación entre los dos cainitas y comienza a hacer sus propias suposiciones en su cabeza.

Al rato se dirige a Robert.

Creo que no hemos empezado con buen pie, muchacho. Parece que tenemos objetivos a corto placo similares. Puedes llamarme Volgo.

1 exito

Entiendes que robert no podra escapar si sale huyendo, y no presisamente porque Ulrich lo persiga

- Pasemos adentro.

Una vez que l los tres cainitas esan dentro de la estancia Ulrich sigue hablando mientras acomoda el cadaber desfigurado al suelo. El desorden en la casa es grande, mas sin embargo se nota una rapida "reparacion" de los muebles de la casa.

- Como es de notar, la ciudad esta pasando por problemas. Por esta noche no podremos salir de aqui, por razones de seguridad. En aras de o suedido tienen autorizacion mia para estar en la ciudad.No quiero tener problemas con ustedes dos, entendido.

La casa esta completamente desordenada, los espejos rotos, la tela de los muebles rajada en varios lugares. En la sala noo queda mueble en pie, mientras que se aprecian grandes manchas de sangre.

Es evidente que ninguno queremos problemas... aunque también es evidente que los hay. -dice Volgo señalando el cadaver en el suelo.

Ulrich... ¿Por que no me lo advertiste en cuanto llegué? Podría haber sido de ayuda.

Volgo se acomoda sentado en el suelo, y saca un cigarrillo. Se lo pone en la boca y pasa un rato hasta que decide encenderlo.

¿Qué sucede con la primogenitura? ¿Dónde podemos encontrarlos?

- La primogenitura es lo bastante orgullosa como para negar la ayuda del principe y la mia. Ademas este problema es nuestro, si quieren brindar ayuda sera bienvenida, pero no les podemos obligar.

Mientras el nosferatu habla, se acerca al telefono en el piso.

Despreocupadamente marca un numero, espera un momento y cuelga, repitiendolo 3 veces.

¿Que es lo que pasa en la ciudad por que tanta violencia?, Robert empiesa a mirar la sala una nostalgia al verla tan desarreglada, hubiera sido bastante interesante haberla visto en buen estado. Y ¿Lady Celestine que le paso, esta bien? Robert pregunta con una voz desanimada y relajada.

- A Lucile, la debieron raptar, de otra manera no habrian mandado al señuelo - apuntando con un dedo al cadaver en medio del salon

- Espero que ella este bien, pero debemos esperar ayuda, algo me dice que no estaremos seguros afuera, seamos 3 o 50 siempre nos pueden vencer.

Robert mira incrédulo, ¡pero a quien se han metido encima!, ¿una legión de antiguos?, como para que 50 no puedan… Robert no cree las palabras del Sheriff, que grupito podría sobrepasar a 50 vampiros, Robert tiene el presentimiento de que esto realmente es peor que la cara de los dos Nosferatus.

A la cabeza de Volgo venían recuerdos de otro tiempo. El enemigo puede ser cien veces más poderoso, o cien veces más numeroso, pero la guerra es un arte que muy pocos dominan en estas noches donde todo es caos y terrorismo callejero. Ya no quedan honores ni ideales en el campo de batalla.

El número no es lo importante.

¿Y quien va a venir a sacarnos de aquí? Cuanto más tardemos en salir de aquí, más se escapará esta situación de las manos.

- Espero por nuestro bien que nadie venga. Lo mejor que podemo hacer aqui es esperar que mi plan tenga efecto... suponiendo que este en lo correcto.

Mientras limpia su espada, Ulrich se sienta utno a la puerta con despreocupacion.

Podrías compartir tu plan con nosotros... así quizá sabríamos como actuar en caso de que la cosa se jodiera lo suficiente.

- Simple, esperar que los enemigos se muestren. Aunque no lo paresca, estamos mas seguros aqui que con en otraparte de la ciudad... esta noche.

Sin dejar de mirar su espada, las palabras que Ulrich pronuncio con seguridad, no lo parecen a sus oidos.

Despues de lo que parece una eternidad esperando a que termine la noche ninguno de los cainitas camiba de posicion Robert de pie sin hacer ningun movimiento, Volgo terminando su cigarro, el sheriff contemplando su espada y el cuerpo destrozado en el suelo.

Algo escapa de la perscepcion de los cainitas, mientras que por la ventana notan como una uto se detiene en la cera del frente.