Muy bien, ahora mismo se lo traigo.-decia con una cara muy alegre.
Volvió al momento con toda la comida en un carrito de varios pisos. Dejó el carro al lado de la mesa y se acercó a Edward.
¿Usted paga? Hoy estamos en dia de descuento, así que seran unos... ¡¡180 Berries!!-le decia a Edward poniendole la factura en la mano.
Hum... vale... Digo intentando no estallar de rabia. 180 berries por comer... maldito Yao. Ya se lo he dicho, como no se coma todo lo que ha pedido, se lo metere por las orejas hasta que estalle.
Toma linda, aquí tienes. Le digo a la camarera mientras le entrego el dinero con todo el dolor del mundo.
¡¡Muchas gracias!!-decia lo mñas feliz del mundo y saliendo de la habitación-¡Buen probecho!-dijo antes de cerrar la puerta.
¡AAAAA COMEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEER! Digo mientras empiezo a incarle el diente a lo que aparece dentro de mi campo de visión.
¡Ed, ten cuidado, te vayas a atragantar!-decia preocupado por su hermano.
Empiezo a comer antes de que Ed alcance a pagar, y para cuando la señorita esta saliendo ya han desaparecido tres platos de comida, cof cof ¡Muchas gracias! le digo casi atragantado, Y a ti tambien Ed... cof cof y sin mas sigo comiendo como si no lo hubiera hecho en la vida, en una mano pasan uno tras otro los palos de albondigas mientras que en la otra se turnan una presa de pollo y la botella de leche.
Despues de darle un trago largo estiro la mano con la botella a Ed, ¿Quieres?, dicen que es buena para el crecimiento. Mientras en mi rostro se cibuja una sonrisa con marcas de leche.
La chica de antes entró en la habitación apurada.
¿¿¡¡Edward Elric!!?? ¿¿¡¡Alphonse Elric!!??-decia mirandoos esperando encontrar a esas dos personas-¡Un hombre grande y fuertote viene pregunatndo por vosotros y una mujer morena! ¡La verdad dan miedo! ¿¡Quienes son Edward y Alphonse Elric!?-decia apurada. Se notaba que estaba asustada en cada una de sus gotas de sudor.
Armstrong se acaba su filete y pone una cara seria al oir las palabras de la camarera.
Edward, Alphonse, yo iré primero haber de quién se trata. dice con una voz bien firme mientras sigue a la camarera.
Eso me suena a problemas, hermanito. Le digo mientras trago un trozo de pollo. Estate atento.
¡¡Edward!! ¡¡Alphonse!!-gritaba abriendo la puerta de un puñetazo. Su marido iba detrás de ella.
¡¡Ahí va!!-decia Alphonse sin saber que decir. Estaba tan nervioso que su armadura chirriaba.
¡Eh, eh! ¡Oiga, mas cuidado, esa puerta la tendrá que pagar!-le gritaba a Izumi.
Toma el dinero de la puerta.-decia tirandole una bolsa a la camarera-¡¡Ahora fuera!!-decia echandola de la habitación de un empujón.
Edward... Alphonse... Os he buscado por todas partes.-les deia seriamente, mirandoles de arriva a abajo.
Er... estem... ¿sí? Pregunto con precaución sin enterarme mucho de la situación.
¡No te hagas el tonto!-le decia furiosa a Edward. Se intento calamr un poco y dirigió su mirada hacia Mustang, Armstrong y Ling Yao.
¿Serian tan amables de dejarnos a solas, por favor?-les decia educadamente.
Armstrong desconfiado se acerca a la mujer de cabello negro y se pone delante suya
Eh eh! Un momento! ¿Como sabemos que no eres ese tal Envy? Ya nos la han jugado, y no volverá a pasar.
Asi que danos una prueba de que no eres un homúnculo!
Izumi se quedó cavizbaja tras oir las palabras de Armstrong.
Vale, Izumi, no te pongas así. Que para una vez que puedo comer a gusto, ahora estos se zamparán toda mi parte. Le digo entristeciendo el rostro.
Al oir las palabras Armstrong y ver la expresion de su esposa, se dirigió a Armstrong y le propinó un puñetazo en la cara.
¡¡No se te ocurra volver a hblarle de esas viles criaturas!! ¿Acaso no ves lo afectados que estamos por lo que le ocurrió a nuestro hijo?
...Eso ha dolido un poco....
Mis más sinceras disculpas...dígame, ¿que le ocurió a su hijo? pregunta intrigado.