Partida Rol por web

Lord Owen se encontraba en sus aposentos con una carta en su mano, la había leído ya mas de 10 veces y la volvía a leer otra vez. repasaba cada una de las palabras para ver si estas le daba una pista algún indicio que pudiera utilizar.

La misiva había llegado en la mañana y aun no se la había mostrado a nadie pero no tardaría en enseñarle el mensaje a su esposa y a su hijo, era su derecho también conocer lo que había escrito en ese rugoso pergamino, pero antes quería leerlo una vez mas y tratar de descifrar lo que parecía ser indescifrable

Ragnar se había quedado ofendido al ser excluído de una reunión con el Jefe de espías y el de asesinos. Claramente no era algo menor... y su padre lo había mantenido al margen. No estaba enojado, sólo dolido.

La Guardia Negra que custodiaba la puerta lo saludó con simpatía.

-Milord- hicieron con una reverencia exagerada.

-Ya caballeros, saben que no hace falta entre nosotros- dijo el heredero con una media sonrisa. Sí, lo habían logrado esos desgraciados, o lo habían notado o fue sin querer... de todas formas lo agradeció.

-¿Está mi padre? Necesito hablar con él...

-Sí, está adentro, ya le aviso que llegaste- dijo Ser Calahad y acto seguido golpeó tres veces la puerta. Era la "contraseña" para decir que estaba su hijo.

Dos golpes era su esposa; tres, su hijo; cuatro, su hija, aunque hace tiempo que no lo usaban; cinco, su hermano o cuñada; y si era uno solo, era peligro...

Lord Owen abrió la puerta, sabia que quien tocaba era su hijo así que se acerco a la puerta con la carta en la mano y antes de que su muchacho pudiera decirle algo le mostró el mensaje.

-Tu hermana escribió una carta.- Dijo dándole la misiva a su hijo no sabia el motivo por el cual Ser Ragnar lo buscaba pero en ese momento no le pareció que nada fuera mas importante que lo que contenía esa carta.

"Padre, no tenéis que preocuparos por mí. Yo estoy bien, cuando vuelva entenderéis muchas cosas. Los amo"
Decía la carta que ahora estaba en manos del caballero.

Ragnar se quedó helado ante las palabras de su padre. Ni siquiera atinó a entrar para leer la carta. Sólo tomó el pergamino y lo leyó.

¡Quiere regresar! ¡Está bien! pensó alegre Ragnar.

Al fin tenían noticias de ella, aunque no sabían dónde estaba... ojalá pudieran responderle...

-Padre- dijo mientras entraba y cerraba la puerta tras él -¿Quién te entregó esta carta? ¡Está bien! Pero, ¿dónde estará? ¿Llegó en un cuervo? ¿El Maestre no podría saber de dónde? Tiene que ser de un Castillo, por lo que eso reduce los lugares... hay alguien que la está alojando... ¿será el Fossoway?

Por un momento, por la emoción, se había olvidado completamente del por qué de su presencia allí...

-No, no es posible saber de donde viene el cuervo.- Dijo con pena Lord Owen -Si se trata de los Fossoway entonces tendremos oportunidad de averiguarlo, cuando ellos unan sus tropas con las nuestras no tendrá opción de decirme la verdad, cuando aplaquemos esta estúpida rebelión seguramente se nos nombre como grandes señores de la tierra de las tormentas y el no querrá estar enemistado con nosotros.- Dijo con seguridad. -Aunque no me entusiasma mucho encontrarla Ragnar, sabes que intento matar a uno de mis caballeros, si no le doy un castigo ejemplar entonces no seré respetado entre mi gente y no estoy en posición de perder ese respeto.
Aun no tenia planeado un castigo para la chica pero tendría que ser ingenioso para dejar conforme al populacho y no mancillar el nombre de la familia.

-¿para que me buscabas Hijo? pregunto entonces cambiando el tema de conversación

Ragnar escuchó las palabras de su padre y agradeció, por un lado, que tuviera tanta confianza en su causa, pero por otro lado, temió que eso fuera ceguera ante los hechos. Al heredero no le parecía una estúpida rebelión, es más, creía que tendrían que estar del lado del Rebelde por ancestrales lazos de lealtad... pero su padre tenía una deuda que cumplir en ese momento.

-Para nadie sería grato tenerla de nuevo si hay que castigarla de alguna forma, lo suficiente como para demostrar poder, pero no tanto como para deshonrarla o denigrarla... pero en el fondo agradecería que estuviera con nosotros- dijo Ragnar evitando por ahora el tema de la "estúpida rebelión".

-¿Puedo pasar? Creo que sería mejor conversarlo adentro...- sugirió el único hijo de Lord Owen, y cuando hubieron entrado y cerrado la puerta, continuó -Me gustaría saber el por qué de tu decisión de dejarme de lado en las deliberaciones con Álvar y Ezio. Habíamos hablado en el torneo de Harrenhal que me harías cada vez más partícipe de tus planes, y creo que eso no se cumplió en aquella mesa. Además, si te llegara a pasar algo, ¿acaso no vería mermado mi poder si no sé nada de tus relaciones con los asesinos y nuestro espía jefe? Digamos que ahora entraremos en guerra, y así como muchos de nuestros soldados morirán, tú también lo podrías hacer ya que quieres estar tan en la vanguardia como yo lo haría, por algo soy tu hijo, y yo quedaría con una Casa para gobernar que no sé ni qué relaciones tenemos con los demás o qué planes tenía en mente mi padre...

-Si pasa.- Dijo Lord Owen haciéndose a un lado para que su hijo ingrese. Cuando Ragnar estuvo ya adentro cerro la puerta y escucho lo que su hijo tenia para decirle.

-Alvar y Ezio tenían que hacer una tarea personal para mi.- Sentencio Lord Owen ante la queja de su hijo. -Se que quieras ayudarme en los asuntos de la casa pero eso no quiere decir que tenga que consultarte cada paso que doy o con quien hablo, sea esto personal o no.- Dijo poniendo su tono de papá serio.

-Ya tendrás tiempo para ser señor de la casa y cuando tengas tus hijos me entenderás, se que eres un hombre ya y que puedo confiar en ti pero hay cosas que es mejor no saber hasta que te toque a ti gobernar, y una vez que yo muera podrás seguir mis planes o no, nada te ata a la voluntad de un muerto.-

-Si es algo personal, entonces no necesitas decir nada, de acuerdo, aunque me podrías haber avisado antes de hacerme quedar frente a los sirvientes de la Casa como si fuera un niño- replicó sin dar el brazo a torcer... o al menos del todo ya que le concedió que no le dijera qué era lo personal.

-No me interesa gobernar la casa, al menos no mientras estés vivo- continuó el heredero -Pero aunque sí podría seguir o revertir los planes que tuvieras, creo que es necesario que sepa qué se está moviendo para que si llegara a tener que tomar el mando, tal vez por una enfermedad o vaya a saber uno por qué, no me encuentre con cosas que no sé cómo llegaron al punto que me las encuentre... ¿es que no entiendes mi postura? ¿Crees realmente que tengo que estar en la ignorancia total sólo para protegerme? ¿Cómo crees que podría llevar adelante todo si me encuentro de pronto con todo?

Realmente no entiende... tengo que hacerlo entender...

-No sé cómo habrá sido tu relación con el abuelo, y si hacía esto de no confiar ni informar de lo que se estaba haciendo en nuestra casa, pero no creo que sea una buena estrategia a seguir... y mucho menos en tiempos de guerra- continuó Ragnar con decisión y confianza en que lo que decía era lo correcto -Por ejemplo, por más que es personal lo que les vayas a encargar a Ezio y a Álvar, ¿puede tener repercusiones en la casa? No hace falta ser un erudito para saber que la vida de alguien está en juego en esa reunión y si algo llegara a salir mal entonces algo saltará frente a nuestro rostro... y así puedo continuar con un sinfín de posibilidades que sería bueno que no todo recaiga en ti, o tengas sólo tú la información al respecto.

-Ese es tu problemas Ragnar, tienes una gran boca y no te contienes a la hora de hablar, ten presente que si tu señor padre pide desalojar la sala entonces la orden se tiene que cumplir salvo que diga algo diferente, el haberte expuesto ante el resto del consejo es completamente tu culpa.- Replico Lord Owen tratando de que con eso se le de cierre a ese punto.

De la única forma en la que quedarías completamente solo es si yo muero, si me enfermo o si resulto herido entonces podré hablar contigo para darte lo detalles de lo que tengas que saber a la hora de tomar mi lugar en mi temporal ausencia así que esa preocupación también la puedes descartar

-Ragnar, hijo cuando tu abuelo murió yo era incluso mas joven que vos y me encontré con mil cosas sin estar preparado y aun así logre llevar una familia adelante.- Dijo haciendo una pausa -Se que no he hecho todas las cosas bien, ya viste lo que ocurrió con tus hermanas pero eso es por que no estaba preparado, tu si lo estas y si yo llegara a morir en combate, y no digas que eso no es una posibilidad. Se que la casa quedara en buenas manos.

Ragnar hizo un gesto de cansancio cuando su padre le echó completamente la culpa por haber hablado.

-Padre, si mi culpa es intentar hacerte recordar algo que me dijiste y prometiste que harías, entonces sí, es mi culpa- zanjó finalmente el heredero para luego pasar a otro tema mucho más delicado -¿Entonces sólo me incluirías realmente si estuvieras por morir? Veo entonces la confianza que me tienes. ¿Quieres repetir lo que le sucedió a tu padre y a ti por heredar una casa con gran poder sin siquiera saber qué se maquinaba en la mente del abuelo? Tú mismo dijiste que la posibilidad de que mueras es una gran posibilidad, y también dijiste que sólo así sería un problema... ¿entonces qué debo entender? ¿Que hay una gran posibilidad de que la Casa se pierda en volúmenes de historia? ¿Que el cuervo se sepulte por falta de comunicación? Sería irónico que el cuervo no tenga comunicación...- rió el joven de manera poco natural ya que el enojo estaba presente y lo había tomado -¿Es que acaso no quieres que la Casa sobreviva? Primero dejar de lado completamente a tu hijo de tus planes. Después tomar vino como si así fueras a arreglar algo. Y luego... ¿Aliarte con la Casa Realista? ¿De verdad? Estamos rodeados, Robert es un gran guerrero y tiene grandes aliados... les debemos lealtad a ellos antes que a un príncipe que no tiene afianzado su poder. Te seguiría hasta los Siete Infiernos si hiciera falta, confío en tu juicio y por eso no discutí. Tú eres el Lord. Pero también eres mi padre, y si un padre no confía en su hijo y heredero, ¿entonces qué?- el enojo era mucho. 

En el fondo sabía que estaba siendo duro con su padre, pero también se daba cuenta que estaba sobrepasado porque él mismo no se dejaba ayudar. Y se lo diría.

-Entiendo que estés sobrepasado, pero si no compartes lo que te sucede, ¿cómo podemos ayudar los demás? Confías más en un espía y un asesino que en tu propia sangre- el rostro de Ragnar mostraba que el enojo comenzaba a decrecer, dando cada vez más paso a la tristeza y el dolor -Estaremos en guerra dentro de poco y necesitaremos estar más unidos que nunca.

Lord Owen hizo silencio unos segundos y volvió a retomar el hilo de la conversación.
-Creo que tienes razón, ya me demostraste que no eres un niño y que puedo confiar en ti.- Dijo Lord Owen un poco apesadumbrado.
-En Harrenhall descubrí mucho sobre mi familia, tu no eres un niño, Constance no es mi pequeña princesa y Merida es incorregible.- Dijo recordando la conclusión a la que había llegado tras muchas horas
sin dormir.
-Te contare que es lo que hable con Alvar y con Ezio pero debes permanecer en absoluto silencio.- Dijo el señor de la casa.
-Se que la decisión de unirme a los realistas no fue bien vista por muchos y mas teniendo en cuenta que la mayoría de las casas de la tierra de las tormentas esta alineada con los Baratheon.- Comenzó diciendo.
-He hecho un pacto con Rhaegar para ayudarlo a asumir al trono una vez que termine toda esta locura, se nos premiara con una cantidad inmensa de tierras títulos y fortunas, tantas que hasta tu tío podrá ser señor de su propio castillo, este plan surgió antes de lo de Robert pero su rebelión atrasó las acciones que teníamos pensadas llevar a cabo.- Dijo explicando el por que de su unión con la facción realista.
-Ahora bien, se que mi decisión no fue bien tomada y que muchos piensan que estoy loco, algún hablan de cometer traición y han sonado alguno nombres, entre los que están: Mi hermano Ronald, Mi amigo Tuomas y hasta tu. Pero el nombre que mas me han traido mis informante es el de Tregar.- Hizo una pausa para que su hijo asimilara lo que le estaba diciendo y retomo el relato.
-La Tarea de Álvar será investigar a Tregar y la de Ezio encargarse del asunto si lo que dicen los rumores es verdad, no puedo condenar a un capitán a muerte en vísperas de la batalla por eso recurrí al gremio de los asesinos, esta tarea y la discreción con la que se debe llevar a cabo me costaran una buena cantidad de oro así que espero que todo salga bien.- Finalmente Lord Owen hizo silencio para ver que decía su hijo.

-Por supuesto- dijo simplemente cuando su padre le pidió silencio, y luego se quedó en silencio mientras escuchaba a su padre.

Lo que estaba diciendo su padre no era poca cosa. No sólo parecía que había más gente en desacuerdo de lo que pensaba, sino que además se lo había acusado de ello a él mismo. Era de esperar, después de todo él había sido claro en su postura en la reunión. Pero le sorprendía que su tío, Tuomas y hasta Tregar estuvieran en contra. ¿Cómo es que ellos sabían de la posición de su padre aún antes que él? Sino no hubieran hablado Álvar, Ezio y su padre luego de la reunión.

Ragnar no pudo ocultar su sorpresa.

-Padre, ¿habías hablado antes con ellos? Porque sino, ¿cómo sabías que estaban en contra si no conocían tu postura?- preguntó sinceramente el heredero ahora agradecido de poder contar con su padre sin tapujos -Yo expuse mi postura claramente, pero no por eso te traicionaría. Entiendo tu opinión, y como dije antes, la respeto ya que eres el Señor de esta Casa, pero creo que deberíamos ver realmente qué nos conviene hacer más que atenernos a un acuerdo que fue hecho antes de que saltara una guerra como la que vendrá... sino, ¿de qué serviría mi casamiento con una casa enemiga? Además, si tienes tanta oposición en tu propia casa, ¿no sería mejor atender esas voces? Tal vez a puertas adentro, y hacia afuera mostrar otra postura, pero para no tener enemigos en tu propio castillo...- aconsejó Ragnar más tranquilo ahora que su padre había sido franco con él, por lo que él lo sería a su vez.

-Mi postura era conocida desde hace tiempo, si bien la hice publica en la reunión todos ya habían sacado sus conjeturas tras descartar el llamado al levantamiento de Robert.- Contesto Lord Owen.
-Si tu me traicionaras entonces sabría que he hecho todo mal, no te eduque para la traición y por eso no desconfió de ti, el pueblo llano esta lleno de ignorantes y chismosos ellos hablan y dicen locuras, a veces dicen idioteces pero si el rumor se repite en mas de una voz es mejor investigar.- comento

-La respuesta al por que no cedo ante los que piensan en que debería unirme a robert es simplemente por que yo soy el Señor de esta casa y no ellos. Si les hago caso entonces pensaran que soy débil y no podre gobernar sobre esta roca nunca mas. Los Baratheon y los Nightwing han tenido buena relación durante años de hecho cuando Lyonel Baratheon se alzo en armas contra Aegon V y se corono como rey tormenta nosotros apoyamos su postura pero los tiempos cambian y además las oportunidades que se me ofrecen hoy son mas favorables si apoyamos a los targaryen. Los viejos amos o ninguno.- Dijo el señor explicando así su postura a su hijo.

Ragnar se había quedado en silencio. Nunca se le había cruzado traicionar a su padre, pero cada vez más estaba en desacuerdo con sus decisiones: debía sacarle casi con tortura la información -¡a su propio padre!-, se estaba alcoholizando como nunca, apoyaba causas perdidas, no hacía nada por recuperar a Constance... y tal vez podría seguir.

-Padre, si algo he aprendido contigo y con mis lecciones, es que no es de débil dejarse aconsejar- replicó el heredero -No creo que se te vea débil escuchando las opiniones de tus subordinados, es más, creo que sería un gran ejemplo. Pero si de todas formas crees que lo mejor es apoyar la causa realista, está bien, claramente se hará lo que tú quieras- dejó un momento de silencio -¿Crees que podrás gobernar tranquilamente cuando tus sirvientes de mayor confianza están en tu contra? ¿En quién confiarás cuando hayas ejecutado o enviado al Muro a todos los que te servían? Me gustaría saber quién es tu informante y conocerlo... ¿confías en él ciegamente?- preguntó finalmente el hijo.

-Los Targaryen se mantuvieron en su puesto por más de 200 años y no solo por los Dragones.- Dijo Ser Owen. -Ya repelieron 3 rebeliones Fuegoscuro y en la primera el reino se vio dividido de igual forma que en esta oportunidad.- Agrego con confianza.
-Rhaegar es un caballero increíblemente hábil y un estupendo gobernante mejor de lo que será Robert alguna vez en toda su vida. Además antes de ser vasallos de los Baratheon lo somos de los Targaryen, ellos son nuestros reyes y si apoyamos la rebelión seremos los rebeldes. Además si ganamos serás el heredero de la casa que controlara toda la tierra de las tormentas, tal vez nos tome un tiempo en ganarnos la fidelidad de los señores pero cuando los Targaryen ganen entenderán su traición y nos serán fieles, les guste o no. El que nos amen será cuestión de tiempo.
 La pregunta del informante descoloco un poco al señor de la casa.
-Tu sabes quien me informa a mi y para aplacar tu curiosidad no, no confió en nadie mas que en mi familia.-
 

Ragnar lo escuchó, y asintió ante las palabras de su padre. No coincidía totalmente con él, pero entendía su postura. Él hubiera preferido una postura más cautelosa y abierta a las posibilidades, pero su padre era más un soldado que un diplomático.

-Entiendo tu postura, padre, y en cierta forma la comparto... pero yo hubiera obrado de una manera más... cautelosa- opinó Ragnar -Tú eres el Lord y esto es sólo un consejo, si me permites darlo...- esperó un momento y continuó -Lo mejor sería estar presentes, pero estar atento a cómo se desenvuelva todo ya que tal vez, podríamos alinearnos en el bando que más posibilidades tenga de ganar, ¿no crees? A ambos bandos les debemos lealtad: a unos por tradición y casamientos, y a otros por promesas y realeza. A ambos deberíamos responder de igual forma, pero sólo podemos hacerlo por un bando. Elijamos el que mejor nos convenga.

El Heredero estaba siendo sincero, quería serlo con su padre, aunque él lo hiciera a medias o sólo cuando su hijo lo empujara a ello.

-Y en cuanto al informante, sé que es Álvar, pero pensé que tal vez podría haber más de uno, como si fuera Ezio o algún otro- respondió el heredero, quitándole importancia con el tono.

-Hijo no quiero ganarme el apodo de cobarde, ni entre amigos ni entre enemigos.- Dijo Lord Owen. -La cautela de la que hablas no es una idea nueva, lo hizo Lothston en su momento así como cientos de casas que no se definían por ningún bando y terminaron aliándose al bando ganador al final de la guerra, esos señores fueron recordados por los ganadores como falsos fieles y gente sin honor.- Un dejo de sonrisa de autosuficiencia se asomo en el rostro del señor de la casa.
-Soy el hombre que derroto a casi toda la guardia real en los torneos no dejare que me tomen como cobarde, aprecio tu preocupación por la casa, si bien es un fin noble el medio por el que quieres llegar a ese fin no es el correcto.

-Tengo mas de un informante, seria entupido de mi confiar solo en el gremio de espías, ellos son los mejores pero hay otros que informan también muy bien, como sugieres Maese Ezio tiene su propia gente y venden los rumores a un precio razonable.

-Creo que nadie podría tomarnos como cobardes, porque si hiciera falta podríamos demostrarlo tanto en un combate singular como en una verdadera batalla si lo valiera la afrenta- respondió Ragnar -Creo que no vale la pena morir por una causa que no es la nuestra y en cuanto a las lealtades, estamos en un lugar que pocas Casas se podría decir que estén...-

Ellos estaban especialmente en un lugar de total división en cuanto a lealtades... inclusive dentro de la misma Casa.

-No mates a Tregar... ponle cadenas y cuando termine todo dale la oportunidad de juramentar nuevamente, pero ha sido fiel siempre y ahora aparece un momento poco común y es entendible que no piense igual- aconsejó el caballero -Así no tendrás que invertir gran cantidad de dinero en algo que puede estallarte en la cara si llegase a filtrarse que ha sido asesinado por orden tuya.

-No es la forma de proceder, no se puede golpear y amenazar a quien te dice algo que no te gusta.- Dijo soltando una pequeña carcajada mas por la sorpresa de la respuesta que por el contenido en si.
-La política tiene sutilezas y esas sutilezas son la que te pueden hundir o levantarte, por más que machaques la cabeza de quien quieras en los salones se seguirá hablando de lo "cobarde" que fuimos y que además somos salvajes.

-La situación es complicada pero tengo más que ganar con los Targaryen que con los Baratheon, además no soy entupido, no llevo la bandera del dragón en mi corazón, si tengo que cambiar de bando en su momento lo haré resignare tierras y pagare multas, pero no voy a dejar que la casa se hunda, nosotros somos cuervos y los cuervos somos astutos. Nunca olvides eso.-

-En cuanto a Tregar la decisión ya fue tomada, si se me informa que estuvo conspirando contra mi lo haré ejecutar por el gremio de Asesinos. Tu todavía no lo comprendes pero no puedes mover al gremio por nada, si los espías me hablan de que Tregar es traidor y yo no ejecuto al Enemigo el Gremio de Asesinos lo puede tomar mal mas habiéndolos incluido en el plan inicial, pensaran que no confiamos en ellos o que tal vez intentemos removerlos de su posición.- Parecía entupido pero varios gremios actuaban así y era bueno que Ragnar supiera lidiar con ellos.

Ragnar sonrió ante las respuestas de su padre. Al final, parecía que no era tan impulsivo e irreflexivo como pensaba en un principio.

-Por supuesto que no sería la forma, que hay otras, me extraña que pienses que sólo respondería de esa forma, pero ante algunas afrentas, un duelo ante los Dioses es la mejor forma disuasoria- dijo Ragnar acompañando la risa de su padre, para luego volver con la misma sonrisa de orgullo -¿Entonces tienes un plan llegado el caso de que las tornas cambien?-

El Gremio de Asesinos... tendría que revisar eso en algún momento. Tal vez alguien que sea totalmente fiel a la Casa y que no tenga tantos problemas como parece que tiene ahora mismo ese Ezio.

-Entiendo, padre, qué bueno que me lo estés explicando para yo saber cómo tratar con ellos llegado el caso- dijo en tono sosegado -Espero que se los pueda controlar bien, porque tener unos asesinos que se crean mejores que sus señores puede ser contraproducente, a pesar de lo buenos que sean en lo que hacen-