Partida Rol por web

Debiste haber confiado en mi!...le recrimino a el mientras cierra la puerta...por si no lo recuerdas fui yo la que te beso apenas te vi...giro la vista ruborizada...¿crees que me habría sentido utilizada?...tengo tanta rabia por lo que ocurrió, me dejaste absolutamente de lado...cuando debí ser la primera persona en quien confiaras...y sigues haciéndome a un lado...recuerdo las palabras de mi tío...Si no sois uno solo, si no lo compartís todo, si hay cosas que él no puede contarte, entonces no sois nada y te está utilizando...vuelvo a clavar mi ojo en los suyos...Si no somos uno...no somos nada!...murmuro en un tono alto.

Mi mano en su pecho recién la noto...es cálido y fuerte, su cuerpo esta tonificado...¿que te han hecho?...¿que es lo que tienes bajo la piel?...¿por que lo has hecho?...¿por que te harás esa operación Miyabi?...mi vista se torna opaca y apoyo la frente en el pecho de Axel...Esto de los clanes y el sello terminara matándonos, lo puedo presentir...murmuro en voz baja...me siento tan perdida...

-Miyabi…- Lo digo en un susurro. Acaricio su mejilla. Y le doy un beso, sin poder soportarlo más. Pero no es violento, no es salvaje, es cariñoso y suave; es cálido y dulce, mientras la abrazo. La miro a los ojos.- No te ocultare nada de mí. De lo que quiero. Pero… ¿Me contarias tu un secreto de tu hermano? ¿De tu tío? No ¿Verdad? Esos son los secretos que no puedo contarte. Esto lo he hecho porque…- Sonrió un poco.- Siempre quise ser un superhéroe. Proteger a todos. Ser cosas de las que otros no son capaces. También, porque es necesario que lo haga, para que la lucha cese, para proteger a personas importantes como tú.

-No te estoy dejando de lado. Trato de cumplir tus deseos pero… entiendo tan poco de mujeres. Creí que os entendía, pero siempre es una impresión errónea. Yo quiero ser uno contigo Miyabi. No permitiré que la muerte se acerque, para eso lo hice.- Apoyo mi frente en la suya y respiro, impregnándome de su aroma, huele a dulces ahora. Tiemblo un poco, nervioso. Quiero quedarme asi, pero…- Siento si me he excedido.

¿Sabes que la vida de las personas pende de una delgada linea?...y lo secretos son parte de unos peligrosos filos que podrían cortarla...hago una pausa, respirando su aroma...he accedido a contarte cosas de mi familia, que ni yo conocía...no son muchos los detalles que conozco...pero te contaría todo lo que quisieras...me llevo la mano al corazón...esto me hace confiar ciegamente en ti, por eso defendí fuertemente el hecho que no me estabas utilizando para llegar a mi tío y me costo perder a mi familia...por ti...lo entiendes...su cabello aun continua húmedo...decidí perderlo todo por ti...¿que mas debo hacer para que tu confíes en mi y me hagas participe de lo que haces? y de tus planes.....siento que tiemblo...puedes pedirme lo que quieras y jamas te lo negaría...un secreto...algo material...incluso...susurro..._{mi vida..}.¿es esto amor?...

Yo…- La contemplo, de nuevo.- Miyabi… yo, no te pediré que me digas nada de ellos. No… no así, no por esto… Pero tampoco te guardare nada que debas saber, y te lo contare todo. Yo… sé cuánto sacrificaste por mí… Y yo… yo haría lo mismo por ti.- Acaricio su cabello, y contemplo su cara.- Te quiero a ti Miyabi, quiero darte todo de mí, y quiero todo de ti. Pero…- Pongo una mano temblorosa en sobre su mano, y la guio hasta mi pecho.- Detenme, por favor. Tu dijiste que no así, y… y yo… yo solo quiero…. Que tú estés feliz. Yo, Puedo espserar, pero debes recordarselo a mi corazón.

Acaricio su mejilla y la miro con deseo y suplica, vuelvo a sentir calor, y un impulso por no separarme de ella.

Déjame ayudarte a ti y a Ririko...déjame estar ahí para protegerte también...se que con la operación de mañana obtendré ciertas habilidades que pueden ayudarme...respecto a Bloody Rain, se que si encuentro a Eita, podremos lograr algo, yo no creo que mi primo sea tan malo como creen...me niego a creerlo...

Acaricio su pecho, le abrazo buscando sus labios...No me alejare de ti...lo prometo!...respiro un segundo y un nuevo beso...pero debemos cuidarnos mutuamente...otro beso y lo miro a los ojos...¿uno?...pregunto con los ojos humedecidos y una sonrisa tierna.

En lugar de alejarme, me besa. El calor se extiende desde mis labios. Todo mi cuerpo arde y ni siquiera reacciono cuando vuelve a hacerla, abrazándome. Le correspondo, la abrazo la cargo sobre mí, para acércala, para sentirla más. Un nuevo beso y una pregunta. Mi boca y mi respiracion tiemblan, me apoyo en la pared, mientras la sujeto. Mi cuerpo reacciona a su proximidad y sus besos. Soy… incapaz de pensar con claridad.- Miyabi… no… no voy a poder parar… no… si… si sigues yo…- Mi manos tantean sus costados, y la miro suplicante.- ¿un que?

¿Que es ese extraño cosquilleo en mi vientre?...siento ansiedad en una forma desesperada...no quiero parar de besarle, no quiero que me suelte...

Se apoya contra la pared y al alzarme mis piernas rodean sus caderas...¿No quieres ser uno conmigo?...un beso intenso y un susurro sensual al oído..._{yo si...}

Siento una explosión en mi pecho y mi corazón se acelera...no puedo parar de devorar sus labios...

Sin poder contenerme cargo a Miyabi, y vuelvo a besarla. Busco a tientas el pomo de la puerta y salgo del baño. Una urgencia animal me arrastra y ruge en mi pecho, y reclama todo el cuerpo de ella. Pero procuro no ser rudo, ni violento. Me acerco al sillón y me recuesto con ella.- Miyabi… te amo… yo…- Trago saliva.- Yo nunca…- Pero eso no me detiene. Acaricio su rostro y su pelo. Vuelvo a besarla con intensidad, mi cadera se mueve contra la suya.

Busco con una mano los botones de su camisa y los comienzo a soltar. Mi mano tiembla con cada uno, y la miro, nervioso. Vuelvo a inclinarme para besar su cuello, hasta que la última clavija se ha soltado. Aparto un poco la camisa y la miro, durante un rato.- Eres… eres muy hermosa Myabi.- Me acerque de nuevo a ella para besarla de nuevo su rostro, mientras recorría su piel expuesta con las manos.

Nerviosa sonrió, el peso de su cuerpo sobre el mio se siente bien, acaricio su torso y me asombra lo tonificado que esta...muevo la cabeza de un lado a otro complementando que yo tampoco lo he hecho nunca...entre la excitación del momento mas la inexperiencia de ambos, mas acelerada me siento, mi pecho se mueve arriba y abajo rápidamente...vuelvo a reír nerviosamente...Aishiteru Axel-san...susurro son suavidad, busco sus labios y desato el instinto en mi, intensifico el beso buscando su lengua dulce y cálida, de forma tímida al principio pero luego mas confiada...sus besos son deliciosos...el contacto de sus dedos, provoca pequeñas descargas eléctricas que recorren mi piel erizandola, despertandola por completo, el sonido se su respiración se intensifica, en ese silencio intimo que aporta su apartamento...es un locura!...mi mente debate entre los "correcto" y mis...nuestros deseos, acaricio su cabello, entrelazando en esa selva de finos hilos dorados mis dedos...quiero mas...me desconozco, siempre tan correcta y ahora...entregada a los deseos de quien provoca miles de sensaciones y sentimientos nuevos...es tan rápido...pero no me arrepiento...deseo continuar y esperar a que esta noche jamas termine.

Su piel, suave y cálida, tiembla bajo mis dedos. Sus manos pidiéndome que continúe, acariciando mi cabello. Sus besos dulces y sensuales en una promesa de pasión. Respiro agitado, su olor me inunda, me vuelve loco. Todo en mi me pide que este con ella. Busco sus labios casi con desesperación, pero nuestros besos son dulces y apasionados, nuestras lenguas juegan cada vez con más confianza. Dejo que mi diestra vague hasta uno de sus senos aun cubierto, con timidez, lo palpo por encima del sostén. Observo su reacción, mientras me acerco a su oído para decirle, con el mismo tono de susurro.- I love you, Miyabi.- Beso su cuello, y luego su mentón, hasta llegar a su boca de nuevo. Dejo mi mano en su mejilla. Mi pulgar acaricia su piel.

Siento urgencia, y el calor en la parte baja de mi cuerpo reclama atención.- Mi… Miyabi… quiero seguir.- La rodeo con un brazo por la cintura, y dejo que mi cadera roce con la suya. El corto uniforme, deja al aire sus piernas.- Eres la chica más hermosa que jamás he visto. La más fuerte. Y… te deseo tanto.- Suena estúpido después de decirlo. Pero es lo que pienso.- Quiero ser uno contigo.

Con las mejilla ruboriza asiento con la cabeza para responderla...No te he detenido en nada, puedes continuar...si algo me incomoda lo sabrás...quito el broche del sujetador, una prenda en tonos blancos con el broche por delante, tomo su mano y la poso sobre mi seno para mostrarle que confió en él...susurro a su oído...intentare quitarte el pantalón...siguiendo el contorno de sus músculos, deslizo las manos hasta el botón de su pantalón y sin quitarle la vista de sus ojos observo su reacción al desabrochar el botón y bajar el cierre...necesito que me ayudes...

Instinto...solo eso, el deseo es el que nos guía y enseña a conocernos, junto a él la soledad desaparece y todos los temores también, me da fuerzas y tranquilidad, sus palabras seguridad...Es él...Seremos uno para siempre...

Nos separamos un poco y entre risas cómplices y miradas tiernas, nos ayudamos a quitarnos la ropa mutuamente, cada una de las prendas cae al suelo, en la primera reacción tras quedar desnudos es cubrirme con las manos, pero las miradas de Axel y sus caricias me dan confianza nuevamente, ahora soy yo la que se arroja sobre el para besarle...

Siento toda su piel y es suave, en un tono distinto al mio y sus formas despiertan una curiosidad especial... nuevamente mi cuerpo tiembla a su contacto y es una sensación que me encanta.

Trago salivo, y acaricio el pelo de Miyabi cuando me quita el pantalón. Estoy azorado y nervioso, ella es preciosa y cada movimiento, cada gesto y acción parecen naturales en ella. La ayudo y termino de quitarme la prenda. Mientras me levanto, comienzo a desvestirla a ella con su ayuda. Caricias y miradas, una a una la ropa queda en el suelo. Ella es hermosa, no puedo evitar acariciarla y viene a mí, de nuevo para besarme. La rodeo con los brazos y la siento temblar. Estoy nervioso y ella también.

Acaricio su talle, y me rio. Me rio, porque ambos nos queremos y queremos disfrutar del otro. Me rio porque la tengo conmigo y me quiere, y no podría ser más feliz.- si, seremos uno ahora y para siempre.- Le respondo. La guio a la cama, que tiene esta en una estructura de madera sobre un escritorio. Subimos y dejo abierto un escritorio, en el que tengo un par de condones. Me pongo un poco rojo al mirarlos.-Por…por si quieres.

La contemplo un momento de nuevo, tan hermosa, tan bella, acaricio su mejilla y tiro de ella para que venga sobre mí. Su peso es agradable, así como su aroma y su respiración. Dejo mi mano en su vientre y comienzo a bajar, buscando con los dedos su sexo.

Caminar desnudos hasta la cama me hace sentir expuesta, con un brazo cubro mis senos, aunque se que es absurdo, apretó fuerte la mano que me sostiene.

También me ruborizo al ver los pequeños paquetes cuadrados...eto...no se, ¿que opinas?...yo...vamos Miyabi, no te hagas la desentendida, no querrás...si...si...ok...ok...un pequeño debate en mi mente...esta bien cuidarnos...pero...una mirada felina...es que Axel despierta pasiones en mi desconocidas, quiero sentirlo por completo, quiero nuestro primer contacto sea puro de cierta forma...que te parece si probamos como nos va al inicio, luego ya usaremos uno...eeemmm...miro en distintas direcciones, poso el dedo indice en mis labios...así aprendemos juntos a...eto...a...¿ponerlos?...sonrió ladeando la cabeza.

Me rió a carcajadas pero suaves...No me pongas mas nerviosa de lo que estoy...le doy un golpecito suave en el pecho con el puño...Ven dame un beso...y dejemos que fluya.

Trago saliva y retiro la mano.- No quería… yo… se muy poco.- Pero tomo su rostro y la beso, una vez, solo un roce, otra vez, pero más largo; una tercera y en esta me inclino sobre ella. Sujeto su mano con la mía, enlazando nuestros dedos. Con dulces y apasionados besos, dejo que quede bocarriba, poco a poco me situó sobre ella, con mis manos a su lado. La miro, con el pelo sobre mi almohada, el rostro levemente ruborizado, parece pequeña y delicada, pero yo en su mirada esta la determinación, así como el deseo y el cariño que yo mismo siento.

Vuelvo a descender, la envuelvo con mi cuerpo. Besos sus hombros y acaricio su pelo, no puedo estarme quieto, quiero mas pero no quiero forzar nada en ella. Además, estoy disfrutando mucho esto, su mero contacto hace que me estremezca. Mi cuerpo se frota contra ella, y yo la miro con dulzura y la toco con pasión. Es cierto, no tengo experiencia, pero mi amor por ella parece guiar mis manos y su cuerpo reacciona al mío.

Mi miembro descansa erecto entre sus piernas aunque las sabanas nos cubren puedo notarlo y estoy seguro que ella también. Besos sus labios, y apoyo la frente contra la suya mientras cruzo nuestras miradas. Me muevo, para hasta colocarme, siento calor y deseo por ella, pero… tengo entendido que para ellas es doloroso la primera vez. Así que siento una cierta aprensión. Aprieto su mano y vuelvo a besarla. Esperando el momento en que ella me pida que siga.

Axel me besa y acaricia con demasía, noto su ansiedad pero también la inexperiencia que ambos compartimos, siento su cuerpo buscando acunarse entre mi piernas, sus besos en el cuello y hago lo propio, le lleno de besos y caricias mientras termina de acomodarse entre mi, el tacto es nuevo, deseado y anhelado con pasión y curiosidad.

No te preocupes...tomo su rostro entre mis manos para que me mire...beso la punta de su nariz y le acaricio con los pulgares...nada nos apura...esta noche es nuestra...susurro un "hazlo" sellándolo con una beso, mis manos rodean su cuello aferrándolo mas a mi, no quiero que se vaya, no quiero que se separe...puedo sentir como suavemente, cuidando no dañarme presiona intentando entrar... 

Reacciono inmediatamente, apenas el tacto inicial tiene provoca miles de sensaciones nuevas, algunas controladas, otras buscando desatarse en un mar de pasión...

Recibo su beso y comienzo a moverme, suave y lento, puedo sentirla envolviéndome. La sensación es… algo nuevo, y  tan placentero. Ella me recibe, cálida, rodeándome, su interior es suave aunque me cuesta entrar. Aprieto un poco su mano, afianzo las rodillas y sigo empujando, deteniéndome para no abrumarla. No dejo de besarla, y cuanto más me interno más se apodera de mí una sensación de plenitud.

Llega un momento en el que la resistencia es mayor, se lo que significa, me lo han explicado, y sé que este momento le dolerá más que antes. Me retiro un poco y vuelvo a mirarla.- Esto dolerá. Dime cuando deje hacerlo y volveré a moverme.- Dicho esto le doy un beso, hago que me rodee con los brazos, y en un empujón fuerte pero corto, noto como su himen se rompe. Algo cálido comienza a gotear, pero me quedo quieto, en esa posición, esperando que su dolor pase y para continuar. Ser el primero, ser yo quien hace esto me llena de felicidad, y se lo demuestro, manteniéndome firme, dentro de ella, y besándola para conjurar el mal trago.- Te amo Miyabi.

Mi respiración es entre cortada, pero pausada, el temblor es mas continuo, lo siento buscando entrar, presionando y abriéndose paso, una pausa y la voz de Axel que me envuelve, asiento con la cabeza, tengo un poco de calor y siento la cara enrojecida, casa caricia y beso de Axel va dejando una pequeña huella imborrable sobre mi piel, me gusta...

Un dolor punzante pero placentero, un gemido se escapa de mis labios mientras cierro los ojos echando la cabeza hacia atrás, mis manos casi se funden en la espalda de mi querido Axel...esta dentro...y se siente tan bien...arde, pero no importa...quiero mas, mas de sus besos, mas de sus caricias, mas de el en mi...Es-estoy bien...le sonrió y beso para que no se preocupe...no te preocupes...varios besos mas de forma infantil, los últimos como pequeños lenguetazos, busco sus manos para entrelazar nuestros dedos y ponerlos a la altura de mi cabeza apoyados en la cama...sonrió.

El "maestro" te toma de la barbilla con un dedo y asiente sonriente al alzarla y ver que vuelves a elevar la mirada. Os separais, él adentrandose en las tinieblas y tú siguiendo una senda acompañada de los tres hombres con pasamontaña. Caminais durante varios minutos, en silencio y a tientas en la oscuridad; poco a poco las luces en la lejanía de la aldea de los Haniji se vuelven más nítidas y cercanas, hasta que agachados, en una zanja a pocos metros, podeis llegar a ver a sus habitantes. Un trío de ancianos sentados alrededor de una mesita, frente a una de las chozas, una madre llevandose a tirones a su hijo al interior de otra, y lo más llamativo, llegas a contar hasta media docena de guardias patrullando, hombres vestidos con kimonos azul marino, bastante distraidos. El último de ellos está "acampado" en lo que parece la puerta del edificio más grande en un lateral de la aldea, imaginas que debe ser el templo, por la arquitectura. Los demás aldeanos están en sus casas, es tarde y deben estar cenando o apunto de irse a dormir.

- ¿Que diablos es esa cosa?

Pregunta uno de tus acompañantes con pasamontañas, y tú también puedes verlo, un enorme zorro blanco, tres veces más grande que uno convencional, dando un salto de un tejado de una choza a otra, deslizandose lentamente, como si planeara y el viento lo meciera. Se posa sin ejercer aparentemente ningún peso sobre la estructura, y se queda mirando hacia donde estais. Sus ojos parecen estar fijos en ti, pero pronto desciende de nuevo, bajando a ras de suelo y desapareciendo entre las chozas. A los aldeanos no parece importunarles lo más mínimo la presencia de tal criatura.

- ¿Creeis que nos habrá visto?

- Lo dudo, aún así, tú decides, muchachita, ¿Seguimos adelante?

- Podriamos rodear la aldea y entrar al templo por detrás, siempre será mejor que atravesar la aldea y encontrarnos de frente con esa cosa.

- Y podríamos encontrarnos con algo peor si hacemos eso. Dejad de quejaros, las órdenes las da el "maestro" y, ahora ella.

- Aquella aldea no eran unos edificios ahora hechos ceniza, eran las personas, mi familia, Hiroto.

Le responde el sensei, abrazando a Ootanashi-san y mesandole el cabello con suavidad.

- Mi padre y yo, tuvimos nuestras diferencias, y ya apenas nos hablabamos tras mi exilio, pero nunca le deseé algo como esto.

Estrecha con fuerza a su alumna.

- Así que voy a cuidar de lo poco que queda de la tercera aldea, y hacer justicia con los responsables. Se que con vosotros a mi lado, podre hacerlo.