Partida Rol por web

El muchacho se gira hacia la esfera, nota las cosas que estaban apareciendo en esta, cada vez más parecía un juego de video, mientras iban apareciendo uno por uno el muchacho iba pensando en las cosas que decía, cuando apareció la imagen de Raúl, al muchacho se le nota una pequeña gota en su frente mientras pensaba.

Esta mierda esta bromeando...

Parecía ser como si la esfera tuviera vida y cuando apareció su imagen y las cosas que decía el muchacho se cabreo bastante aunque la verdad era cierto no había tenido oportunidad de cojer nada, se sentó frente a la esfera y comenzó a pensar.

-13 puntos...Esfera de mierda.

Pensó en quedarse allí esperando a que algunos se fueran, no tenía nada que perder hasta ahora ni tampoco nada que ganar, al fin y al cabo muchos habían visto como partió al hospital y si de verdad estaba muerto quizás su cuerpo estaría aun en aquel lugar o quizás desapareció.

-jajajajajaja -estalló en una carcajada mientras iban pasando las imágenes, especialmente cuando apareció la de Leonardo- JAJAJAJAJAJAJAJA. Empieza a caerme bien esta máquina.

Se quedó de pie junto a la ventana. Volviendose a reir en alguna ocasión al recordar lo que ponía en la esfera. Le daba lo mismo los puntos. Tanto los suyos como los del resto, pero aquellas frases se le quedaron grabadas en la mente.

-Jodida máquina -volvía a reirse- voy a hacer lo posible por sobrevivir, todo sea para leer frases como esas.

Samantha ya mas o menos recompuesta se echo en la pared sentada, agotada y aun con un poco de frio. Cojió su mochila pues era la que allí dejo y la abrio lentamente, como sus fuerzas le permitian, cojió su MP3 y se puso a escuchar una canción, cerrando los ojos para no gastar mas energía por ahora.

Su respiración era entrecortada, hasta que lentamente se fue calmando a una mas regular y sosegada.

Despues de ello empezó a reir hasta que se calmó, y esa, fue la única respuesta tajante que pudo articular actualmente hacia aquella propuesta.

Vaya mierda de juego, prefiero pirarme a mi casa a jugar al WOW o al Halo.

Cojo una de las pistolas X y me disparo a mi mismo varias veces.

Despues de un buen rato se levanto y se acerco a la esfera, esperando a que esta se abriese para cojer el traje y el rifle X, con paciencia se puso contra la pared para noe star mucho tiempo depie

Cojió el traje, el rifle y el radar y con tranquilidad se fue a una habitación a parte, donde tranquilamente se empezó a quitar la ropa, primero fueron sus zapatos los cuales quedaron en una esquina, seguido de ello fueron sus medias negras que quedaron sobre una comoda, a continuación cayó su falda, que quedo igualmente encima de las medias. Despues su gran chaqueta, que la dejo apoyada en una cama, y despues y unicamente su camiseta, que al igual que la chaqueta quedo en la cama.

Seguido de ello lo unico que tubo que hacer fue cojer el pack en el que venia el traje, abrirlo y ponerselo con tranquilidad hasta que este quedó ajustado a su cuerpo. Cojió sus botas y se las puso con total normalidad, su camiseta con una calavera emo y listo, su atuendo quedó allí, tranquilamente. Abrió la puerta y salio con paso un tanto dificultoso, hasta acercarse a su mochila, abrirla y sacar un guante a rayas blancas y negras que le llegaba a más de la muñeca. Cojió la mochila y de ella colgó su Pistola X, y llevó en mano su Rifle X, cerro su mochila y puso alguna que otra canción en su MP3 a volumen bajisimo.

El joven iba saliendo de la sala junto a los demas, pero decidió no hacerlo, antes de salir el muchacho giro hacia atrás, llevaba el traje puesto y sus ropajes en la mano, la verdad no era casi nada simplemente un pantalon corto, llevo el pantalón hasta su hombro y se devolvió caminando hacia la esfera, estaba curioso de saber las cosas que sucedían allí y lo mejor que podía hacer era investigar, camino hacia la esfera con tranquilidad mientras miraba vario de los sectores de la sala.

-Esta mierda parece irreal, hace poco estábamos peleando por nuestras vida.

Al estar a un costado de la esfera el rubio miro hacia adentro, pudo notar un sujeto que se encontraba sentado con los ojos cerrados, estiro su brazo para tocarlo sintiendo lo real que era, quizas estaba con vida.

-He tío, ¿Quien mierda eres?...¡Eres el encargado de estas cosas!...¡Hey respondeme!

Dijo algo encabronado esperando a que la cosa respondiera.

-¿Quien eres?, ¿Que es esto?

Pregunto esperando una respuesta, quizas se había vuelto loco para estar hablando con algo así pero era lo mejor que podía hacer...Averiguar.

Se acerca a mirar al tipo dentro de la esfera y luego mira a Leonardo.

-Bah, pégale un tiro, lo mismo todo termina con su muerte -se retira sin mostrar demasiado interes por el tipo de la esfera-.

Se retiró a un lado y se puso a observar la pistola X, intentando adivinar como podría disparar, si ni siquiera tenía cargador.

-Esto es demasiado diferente a las 9mm -se dijo-

Apuntó a una pared que estuviera vacía y empezó a toquetearla y a mirarla por distintos ángulos.

ven a un montón de personas asustadas y confundidas

estaban siguiendo sus vidas, pero ahora... todo ha vuelto a empezar

-Otra vez aqui, no esperaba volver tan pronto-dice Raúl mientras observa como llegan otros que le acompañaron en la anterior ocasión, con algunas exclusiones y con nueva gente en la sala.

Raúl se acerca hacia la esfera y dandole la espalda se dirige a los recien llegados esperando poder resolver alguna de las dhudas que el mismo tuvo al llevar a la habitación.

-Hola, mi nombre es Raúl. Seguramente os preguntareis donde cojones estais, pero no os preocupeis para algunos no es la primera vez que estamos aqui e intentaremos responder vuestras preguntas. dice con una voz firme mientras en su interior vuelve a sentir miedo de la situaciñon

Dolor. Sangre.

Eso fue lo que sintió Sonia mientras caía de rodillas, perdiéndo la visión poco a poco. Se la habían jugado. No, mejor dicho, la habían traicionado, con un tiro por la espalda, en mitad de una pelea limpia.

Todo por un puñado de euros...

Cuando la oscuridad se la tragó, pensó que ese era su fin.

Gran error.

Al despertar, se encontró con que estaba en mitad de una habitación completamente desconocida. Y no estaba sola. Instintivamente, llevó la mano a la parte de atrás de su pantalón, buscando su fiel cuchillo, guardado en la funda, sin dudar un momento en sacarlo, aguardando. No iba a atacar directamente a nadie sin provocación previa.

Eso sí, cara era de muy, muy pocos amigos ya de antemano.

Examinó a cada uno de los presentes con mala cara, jugueteado con el cuchillo entre los dedos, sentada en un rincón. Se había percatado de la presencia de la misteriosa pelota negra en medio de la habitación, pero le importaba una mierda.

Al menos, pensó para sí, no sólo había capullos masculinos. Había unas tres chicas más... Y la que parecía más jovencita le llamó la atención. Le gustaba, vamos.

No prestó demasiada atención al tipo que le habló. De hecho, lo único que hizo fue fulminarle con la mirada, de reojo. Estaba claro que, al menos con los hombres, no era nada amigable.

- Eh - se dirigió hacia la chica de color rubio claro que parecía más jovencita. La que le había llamado la atención, vamos -, ¿puedes decirme qué coño es todo esto?

todos ven como una persona aparece poco a poco, parte por parte, desde los pies hasta la cabeza, viendo sus tripas y todo su interior

hola chicos :P

La chiquilla ya armada aferró bien su Rifle X y miro a todos los presentes.

-Caras nuevas- fué lo único que pudo exclamar al salir de la habitación ya armada con la armadura, sus zapatos y demás. Despues de ello se acercó a la bola que habia y se agachó mirandola. Esperando a que volviese a salir los blancos y demás, puesto que ya se habia descuidado en la anterior misión y esta se lo tomaria mucho más en serio, ya habia sufrido las consecuencias.

Aun en sus orejas resonaba un molesto pitido que le impedia en gran modo escuchar todo tipo de cosas, cosa que la hacia ponerse aún más en alerta.

-Pajaritos nuevos -dijo mirando a los recien llegados-. Si sabeis usar un arma, todo irá bien. Sino, es más sencillo de lo que pareces. Apuntas a lo que quieras disparar -apunta a una pared donde no hubiera nadie- y aprietas ambos gatillos. Sencillo, fácil y para toda la familia -muestra una sonrisa tras terminar de hablar-. Yo soy James, o Malkov, o James Malkov, como querais.

Cogió las gafas de sol y se las resfregó contra la chaqueta, para limpiarlas un poco.

-Tendreis demasiadas preguntas, pero no tenemos respuestas para todas.