Partida Rol por web

En la distancia obsero como mis hermanos avanzan por el pasillo. De repente todo se ilumina unos pasos por delante mía cuando estos entran en una sala.

- ¿Qué clase de Magia es esta? - pienso.

A lo lejos puedo ver un puerta de metal y observo divertido como Enok empieza a golpear tanto la puerta como unos cuadraditos pequeños que hay al lado de la misma.

Los golpes de Enok retumban sobre la puerta. Como si tras ella todo estuviese hueco y se amplifica bastante el sonido. Cuando golpea los extraños cuadros uno de ellos empieza a emitir una extraña luz. Pasado casi un minuto la puerta de metal se abre dando lugar a una diminuta sala iluminada. Una sala excesivamente pequeña y con espejos en todos los lados de ella, salvo en una zona que parece haber otros cuadros, solo que ahora mucho más y cada uno marcado con un número.

-Brujería.-Digo separándome de la sala.-Puede que tenga algún tipo de encantamiento. Alejaos y busquemos de una vez aquello por lo que estamos aquí. ¿Alguien recuerda alguna indicación?

Puck, fíjate en esta sala. No hay puertas, salvo por la que hemos venido. Parece una puerta secreta. Quizá nos lleve a lo que buscamos, ¿no os parece?

-Tiene muchos números. Puede llevar a muchos sitios, o pueden ser trampas, o incluso algo peor. Creo que lo más acertado sería buscar nuestro objetivo lo antes posible y salir de aquí.

Me temo que Xánatos no nos dio instrucciones. Nos dijo qué edificio era y que, una vez allí, sería nuestro trabajo encontrar su maletín

-Bien.-Respondo.-¿Alguno sabe al menos lo que es un maletín?

Sí. Se lo llevaron cuando atacaron a nuestro castillo. Era una caja extraña, de color negro con algo dorado en uno de los lados.

Miré y, con un leve puñetazo, golpee a ese lugar que tenía muchos números, apretando al que estaba el segundo por arriba

Tras  ver la señal de mi hermano me lance en picado hacia la azotea a toda velocidad por si ocurría algo grave.

- ¿Todo bien hermano?, ¿qué ocurre? pregunte en un susurro preocupado por la salud de mis hermanos que parecían haber entrado en el edificio por un pequeño hueco.

Finalmente os adentráis los cuatro en el interior de la diminuta sala. Estáis sumamente apretados y vuestros grandes cuerpos no encajan bien en el lugar. Enok, harto por no comprender el mecanismo decide dar diractamente a uno de los botones al azar. 

Instantes después las puertas metálicas se cierran y durante unos segundos notáis como si aquella sala descendiera de forma lenta y controlada, también notáis una pequeña vibración pero cuando os empezáis a alterar la vibración para, las puertas se abren y ante vosotros se abre una nueva sala.

Esta vez está repleta de los humanos que os atacaron el día anterior.

Salgo atropelladamente de la sala con mi ballesta en la mano. En mitad del camino resbalo, caigo al suelo y mi ballesta se dispara hacia ninguna parte.

Cuando se abren las puertas estamos en una sala llena de humanos armados con armas de esas de las que salen rayos.

- Maldición. - pienso.

Rápidamente me sobrepongo y salgo de la caja en la que nos encontramos. Dos pasos corriendo y abro las alas para volar directo hacia uno de ellos propinándome un puñetazo.

- Valor hermanos. - digo. Acabemos con ellos.

Un comité de bienvenida apareció ante nosotros cuando se abrieron esas placas metálicas

¿En qué momento nos han descubierto? ¿Nos estaban esperando aquí abajo? pensé evaluando la situación. Pero ese momento era para reducir los enemigos, no para pararse a pensar.

Con un movimiento ágil, me lancé a por el que más a mano tenía, golpeándole en la cara

Al tiempo que las puertas se abrieron conseguimos salir de aquella extraña jaula que ascendía y descendía…

Otra trampa, estamos perdiendo facultades pensaba mientras me echaba a un lado a toda velocidad para salir de su ángulo de tiro y me dirigía a toda velocidad a uno de ellos mientras en cuestión de segundos tenia la espada y escudo en diestra y siniestra…

Lance una estocada a uno de esos molestos humanos esperando esta vez sí resolver la contienda.

En cuanto salís de aquella caja una extra red cae encima de vosotros, todos tenéis la suerte de esquivarla excepto Puck que comienza a notar una descarga eléctrica que recorre su cuerpo con cada movimiento que hace. Aquella red de metal tendría que ser destruida si queríais liberar a vuestro hermano, o también podría hacerlo él, puesto que vosotros teníais una serie de enemigos muy peligrosos que no hacían más que dispararos.

El ataque sorpresa os causó algunos daños y ver a vuestro hermano enmarañado tampoco ayudaba pero decidisteis empezar a atacar vuestros enemigos, golpeándoles con acierto aunque no dejándoles inconscientes. Instantes después otra ráfaga de rayos rojos eran descargados contra vosotros y dos de ellos impactaban sobre Enok y Slink, por suerte Luthien se había librado de ellos.

Caigo al suelo al sentir el impacto de la red. Casi al instante intento liberarme como buenamente puedo mientras veo cómo atacan a mis hermanos.

Que sucios estos humanos pensé mientras los ojos se me iluminaban y rugía hacia los que portaban armas.

Volví a golpear con fuerza al hombre que tenía enfrente, esperando que esta vez cayera al suelo

El impacto del Láser sigue doliendo lo mismo que la última vez que recibí uno de ellos el día antes.

Me giro rápidamente y golpeo de nuevo al mismo individuo.

Puck logró romper la red en la que se había visto atrapado. Al romperse una descarga eléctrica pareció chispear en la propia red. De buena te habías librado de seguir ahí seguro que acabas chamuscado vivo.

Luthien clava su espada bastarda en el humano al que había dañado con anterioridad haciéndole que se desangre y caiga al suelo practicamente muerto. Slink continuaba enfrentándose al mismo rival, pero aún así no lograba noquearle. Por último Enok dejaba completamente inconsciente a uno de los soldados tras golpearle fuertemente en su cabeza.

Dos de los hombres se llevan a los dos caídos y los sacan de la habitación, seguramente querían curarles o algo. Se dirigen por una puerta de metal que había al fondo de aquella sala en la que os encontrabais.

Los cuatro hombres que había en aquellos momentos en la sala vuelven a lanzar sus pistolas de rayos rojos contra vosotros,  esta vez solo hiere uno de ellos a Slink haciéndole una grave quemazón en un ala.