Partida Rol por web

- ¿No øs han enseñædo que si sois pequeñös no hay que jugãr con perrøs? Son los juguetes fævoritos de Løki!- El enorme noruego sacude la cabeza, creando un bonito efecto pantene para gatos^(TM). Pero, igualmente intrigado y con el desprecio racial a flor de pelaje, sigue a sus compañeros. Eso sí, siempre con cuidado de no mancharse su lustroso manto.

Azrael puso mucho empeño en no llamar la atención. Trató de andar lo más sigilosamente posible buscando todas las coberturas que se le presentaban a su alcance...

Mordisqutos camina con cuidado intentando camuflarse en cada hierba, matorral, caja, cubo y adoquín que se cruza en su camino con la cabeza agachada y la cola baja... Solo levanta la cabeza de vez en cuando para comprobar si su aproximación es detectada o no...

Satisfecho sonríe maliciosamente al llegar a la verja Soy un gato ninja! y escruta a ver que puede oír y ver de lo que pasa en el patio...

Gato-bomba de gato-humo! Pensó Peludo y acto seguido desapareció.

En verdad no, simplemente se mimetizó como sólo un gato descendiente de conquistadores felinos nórdicos sabe hacer.

Como teloneros de su actuación, un par de pelusas de pelo quedaron en primer plano, con una representación de Casablanca.

Sin duda la imagen os deja sin palabras. Uno de los perros está corriendo en círculos intentando seguir un objeto que no deja de perseguirle. Su cola.
No para de gritar, ayudame!! ayudame!!!, ¿porqué me sigues? ¿ Que es lo que quieres de mi?
Mientras el otro ladra incomprensiblemente. Más rápido, Más rápido!! Creo que quiere hacerte algo malo, corre Snuffly, huye!!!
De repente Snuffly se gira y se encara con el otro perro. Scrumply,¿ porque no dejas de decirme lo que tengo que hacer y me ayudas? ¿Crees que voy a morir?
Los perros se giran al unisono hacia donde estáis vosotros, gatetes ninja, movidos por un olor que hace que sus babas caigan como goterones al suelo. Aunque sin embargo no os ven. Pero ¿ Os pueden sentir?

Azrael mira a Ragnar y a mordisquitos mientras el pelo de su lomo se eriza...

¿Y si nos han descubierto? ¿Que hacemos ahora? Pensaba Azrael...

Mordisquitos se agazapa y se queda muy quieto... Puede que los perros hayan percibido algo, pero si no le ven... Además con la verja por en medio no hay motivo para alarmarse... Por ahora...

Peluso siguió en completo y felino silencio al resto de su compañeros. En efecto, ahí estaban esos perros. Los mejores amigos de su enemigo: por tanto, sólo encajaban en un sitio para él; también eran el enemigo.

Pero, algo había pasado. No podía ser. Habían caminado con agilidad y sigilo gatunos y, sin embargo, esos hijos de perra habían detectado algo. 

No, no podía ser. A no ser que... Claro!! El olor!! Esos idiotas nos estaban detectando con el hocico. Rápidamente buscó en los alrededores a ver si había algo que enmascarara el olor.

Al ver a Peluso rebuscando por los alrededores. Azrael se puso a su lado y empezó a imitarle.

Quizá Peluso sepa cómo despistar a los perros...

Oye Scrumply, ¿hueles eso? Me parece que huele como a algo rico, delicioso, huele a gaaaaato.

¿Que si huelo que? Pues no, Snuffly, no huelo nada.

Claro, como vas a oler nada si te pasas el día con el hocico metido en tu culo. Te digo que aquí huele a gato, a gaatos, parece que hay varios.

Justo cuando los dos perretes se estan acercando a vosotros, una figura humana, rapado, y regordete, con porte señorial, pero que a cada paso se tambalea de lado a lado como si fuera un punching hinchable, aparece, y les llama.

Venga chicos, es hora de vuestro paseo matutino, y no me hagáis correr que mis rodillas no etan para muchso trotes.

Echando una última mirada atrás, los dos perricos se marchan con su dueño por la puerta de la calle del otro lado de la casa.

Mordisquitos se queda muy muy quieto e intenta no hacer ningún ruido... Pero al ver como se marchan los perros no puede por menos que emitir un bufido de entre alivio y superioridad...

Azrael se queda quieto, casi petrificado al ver cómo los perretes se acercan hacia donde estaban todos los gaticos. Sin embargo, al verlos irse ladeó la cabeza de un lado a otro en espera de lo que hiciesen sus compañeros. Al fin y al cabo Azrael sólo había oído rumores sobre cómo eran los perros. Jamás había tenido oportunidad de ver uno tan de cerca...

- "Uffff!!! Nos fue por un pelo" - Piensa el gato atigrado. Por un memento temió que los descubrieran. Pues para tener un olfato tan desarrollado, parece que se pasan la vida oliendo las deposiciones de otros animales, los culos de sus congéneres y los cubos de basura. Esto último sí que no lo entendía. Mira que buscar comida ahí!! Si todo el mundo sabía que la comida salía de los platos que te ponen junto al arenero. Igual que el agua y la leche!!

Ragnar se puso en guardia cuando se dio cuenta que los perros los habían descubierto. Pero no estaba aterradamente preocupado, símplemente muy preocupado. No podría vencer, cierto, ni aún siendo uno solo, pero sí podría dejarles unas cicatrices gatunamente hermosas. Se mantenía con el pelo erizado y las uñas listas...

Quizá fue suerte o quizás las Moiras habían tejido el hilo del destino por otro lado, pero el humano apareció e hizo marchar a los canes.