Partida Rol por web

LLegas hasta la única puerta que hay con algo que puedes reconocer. Es el montaje de un CPP, tamaño real. Colganto a 4 metros sobre el quicio de esta.

- Deber ser aquí.

Es una puerta de chapa, en un callejón sucio y oscuro, donde el único decorado que predomina son los cubos de basura y las exhaustaciones de cocinas, aparatos de ventilación y cosas así, y por si fuera poco, todo está cubierto, paredes, contenedores, puertas, aparatos y ventanas (que son ventanucos traseros, los de aseos y cosas pequeñas), de una patina de carbonilla y mugre, como si no hubiera llovido ni limpiado nada allí en muchos años.

No hay timbre, y la puerta, que tampoco es muy grande, dispone de una "ventanita" de menos de un palmo, a la altura del cuello.

Antony se acerca a la puerta, en ese momento receuerda la pieza de madera pintada que le diero el palacio, la coge y llama a la puerta.

Por la ventanita asoma un arma. Es el cañón de un fusil de asalto. El típico lirano. Lo has usado varias veces y sabes perfectamente que si dispara ... no te daría tiempo ni a protestar.

Unos dedos se mueven en la penumbra, y una voz, de un tipo que imaginas rapado, grande y musculoso ordena: - Pase.

No tardas en darte cuenta que se mueve y que ha mirado el trocito de madera, mientras la puerta se abre. Además, suena pegajosa. Como si fuera la de una cocina que hace años no se molestan en limpiar.

Accedes sin pensártelo. Como si te hubieran empujado. La veredad es que si te paras a pensarlo, en aquel tugurio no entraría nadie inteligente. El olor a tabaco viejo y a orín de aseo de discoteca venida a menos te sienta peor que una patada en la cara y la idea de tomarte algo desaparece en ese mismo instante. Te cachean y no tardan en dar con tu arma, pero una voz, que se te hace conocida ordena: - Dejadle pasar. Yo respondo por él. 

No te se habían adaptado los ojos aún, pero aquello era lo que pensabas. Un tugurio. La parte de atrás del bar más cutre y peligroso de la zona. El que había hablado no vestía "listo para el combate" como el portero y sus tres amigos. Parecía que portaba un traje que necesitarías 4 meses para poder pagar la entrada. La misma voz ordenó amablemente: - Sígueme.

El portero y su cuadrilla regresó a lo que estuvieran haciendo antes de tu injerencia, pero la voz de tu técnico les perturbó la tranquilidad. Tu acompañante comentó amablemente: - No preocupes, la tratarán bien. Ya saben quién es ella. No lo dijo, pero sonó como si fuera a decir: - "Y ella también saben quienes hay tras la puerta". El pasillo por el que te conducía era largo y oscuro. Tanto que te recordaba a alguna película de terror.

En la distancia, unos pasos, de unas botas militares se escuchaban. Además, había rumor y jaleo, pero no te recordaba a ninguna discoteca. Parecía más bien el sonido que escucharías en un taller.

Antony se dirige hacia donde se escuchan las voces con precaucion, con la sensacion de estar metiendose en la boca del lobo a ciegas y de que la unica manera de echar algo de luz sobre la situacion es meterse aun mas profundamente en esta.

Al llegar al "taller", donde esperabas ver un montón de mecánicos, te encuentras dos tipos grandotes, con llaves grifa sobre el hombro. Si antes tenías la sensación de estar en la boca del lobo, ahora sentías la humedad de la lengua en los pies.

Tras eso, el que te hacía de guía, te señaló una caja de madera con el logo de una empresa de tecnología militar kuritana. Te sonaba, pero no sabías de qué. LexaTech Industires. 

El cajón tenía unos dos metro treinta de largo, y unos setenta centímetros, tanto de alto como de ancho. Tenía más pinta de ataúd que de algo relacionado con armamento.

-¿A parte de firmar un recibo por el cajon, hay algo mas?- le dici Antony al hombre con tono tremendamente respetuso mietras comprueba que el cajon esta en buenas condiciones y se pregunta que hace un cajon con el distintivo de una empresa kuritana (aparte de ser la unica fabricante de LAMs que queda) en una planeta liriano.

Uno de los "grandullones" da un paso adelante y se da un sonoro puñetazo en su otra manos.

- Demuestre que es el elegido … O muera. No se escuchó lo último, pero se le podía leer en el rostro que era lo que por su mente corría. De inmediato recordaste el comentario que hizo el noble, con el taquito de madera. Se parecía mucho al trocito que tenía rota la caja, justo en el borde del color del logo.

Antony coloca la pieza de madera en el hueco que tiene con su forma, asegurnadose que coincidad las marcas, una vez echo eso le dice a los fornidos caballeros con tranquilidad y respeto -¿esto vale como prueba?-

Una inmensa explosión os puso alerta. Gritos del bar que antecedía a esta "rebotica" se entremezclaban. Dolor, miedo, carreras, y otros muchos, acompañaron al derrumbar de parte de la pared.

No lo podías creer. Sabías que eso era una explosión de un obús de artillería. Pero algo te sorprendió más aún. En los laterales había tres hornacinas para mech. Las lonas que hacían de cortinas se habían desprendido, unas más, unas menos. Lo que de podía vislumbrar era un Archer (ARC-2S) con medio, un Griffin (GRF-1S) y un Stinger (STG-10 LAM). Las dos primeras máquinas se le veían la mitad de las tripas. Incluso el Griffin, que era el que más montado estaba, la cabeza le colgaba de una grúa. El extraño híbrido entre caza y mech era la máquina que parecía estar en mejor estado.

Corriendo por el pasillo que habías llegado, y mientras los presentes se levantaban del suelo por el susto, todos indemnes, ordenó: - ¡¡¡Moveros!!! Fuera hay una guerra y no es hora de tomar una siesta.

Antony se sacude el polvo mientras se pone de pie, a la vez que dice -¿pero que diablos esta pasando y quien puñetas nos esta tirando encima un obus de artilleria?- con un tono ahogado por el polvo, mientras trata de ver que sucede a su alrededor.

- Mi pádre. Te contesta el hijo del "mandamás" planetario, de manera tácita y cortante.

Había sonado a: "El hijodeputa-traidor de mi padre". Pero no habían salido esas palabras de sus labios.

No tardaron los hombre en empezar a moverse. Había un cajón, como los demás, con más pinta de ataúd o de valija para el tráfico ilegal de alcohol que un "armero"; de allí empezaron a sacar el típico fusil lirano. Además, repartían tres cargadores.

Wayanina … estaba llegando por el pasillo y comentó:

- Jefe, creo que se ha liado. Tenemos que ayudarles. Soltó por lo bajo, dejando el petate de ambos en el suelo. También se acercó a tomar un fusil y los cargadores que le dejasen. Uno fue al lugar correspondiente, y tiró de la corredera como una luchadora experta. Los demás los repartió entre sus múltiples bolsillo. Ya tenía puesto el mono de trabajo como técnico.

-¿Como? tu padre es...- dice Antony mientras su cerebro trata de enteneder antes de que se de cuenta que eso puede esperar -alguin me va a tener que explicar que esta pasando aquí cuando esta batalla termino, pero antes habra que ganarla- a lo que añade -lo primero es neutralizar la artilleria, ¿el LAM es plenamente operativo o solo esta de adorno?-.

 Justo en ese momento entra, de entre la zona afectada por el impacto y hombre que te pone los pelos de la espalda de punta. Además viene con un rifle como los que se están repartiendo, ya en la mano, y chorreando sangre por la cabeza. Viene apoyándose en los escombros, y más agachado que erguido: - Hijo. Tose. - Está de adorno,porque nadie tiene pelotas a usarlo. Tose otra vez y se desploma. Ya su voz no era fuerte, pero, igual, al estar herido, su fuerza se está evaporando por momentos.

-Tomare eso como que puede que funcione- le responde Antony mientras se dirige a la cabina del LAM -¿cual es clave de activacion de esta trato?- dice mientras se prepara para subir a la cabina.

- Si está sin estrenar, no tendrá. Pero enseguida la interrumpió el noble y ella le dejó hablar.