Partida Rol por web

Corro hacia mis compañeros enarbolando la antorcha y lanzo un fuerte golpe, uso escudo y antorcha como si fueran mis armas habituales. no deja de ser un enemigo mas. es lo de siempre matalo y no dejes que te mate.

- ¡Volved! -gruñe para si decepcionado el chamán- Volved...

Swen dedica sus pensamientos a comunicar a sus espíritus que vuelvan a la ligadura que tienen en torno a él.

-¡¡¡Maldición!!! -exclamo al ver cómo la bolsa de piel llena de aceite o cerveza cae al suelo y su contenido se derrama por tierra.

Pero aún podemos incendiarlo. Sigo tratando de atraer la atención del roble andante situándome siempre al límite del alcance de sus ramas, esta vez para conseguir que el monstruo me siga y pase justo por encima del charco de líquido inflamable.

-¡Eh, ven aquí, montón de leña! ¡Ven aquí desgraciado! ¡Alcánzame si puedes! -grito mientras agito los brazos.

La tensión del momento me impide concentrarme en situar correctamente el escudo.

Con otro tronco en la mano me dispongo a intentar de nuevo prender fuego al arbol, en ese momento escucho la voz de Swen y me detengo mirandolo. 

-Crees realmente que puedes dormirlo?- lo miro dudando- Es un arbol, tal vez no se vea afectado por tu magia, si es asi lo unico que conseguiremos es que gane terreno- suspiro pensativa- Tampoco perdemos nada por ver que pasa, date prisa por favor, cuanto antes acabemos con el mejor- mantengo el tronco ardiendo en la mano y espero a que el chaman use su magia.  

Swen mira extrañado a la mujer mientras intenta mantener la concentración.

- No ha funcionado... ¡nada!

Ante la mirada de extrañeza de Swen lo miro a su vez con mas extrañeza aun. Debere acostumbrarme a sus delirios, encogiendome de hombros me centro en lanzar el tronco ardiendo que llevo en la mano al aceite que hay por el suelo. 

Ataco de nuevo con la espada.

La magia de Swen, definitivamente, parece no afectar al árbol, aunque si lo hace la de Kilder; aunque éste se resiste a la misma y no llega a arder, una mancha oscura aparece en su corteza, señal inequívoca d eque ha sufrido daños. La táctica del aceite y el fuego falla estrepitosamente y Crixus es el único capaz de dañar al árbol, dañando seriamente una de sus ramas más altas. A pesar de eso, el árbol no cesa en su ataque, aunque no logra alcanzar a ninguno de vosotros.

Decido cambiar de táctica, ya que empiezo a estar debilitado por el gran gasto de puntos mágicos, y agarro una de las astillas de Loranda para lanzarsela.

-Si no te gusta mi fuego, prueba este.

Le lanzo el palo, pero fallo, calledonle no demasiado cerca.

Mierda.

Swen sacude la cabeza tratando de volver a la realidad mientras guarda en un bolsillo interior de sus ropajes un pequeño cazador de sueños que según parece había sacado para intentar dormir al árbol.

- ¿Que hacer? Con mi el cuchillo le haría cosquillas...

Se acerca a Loranda mientras mira alrededor buscando alguna tela o algo similar que puedan prender y con ella rodear rápidamente el árbol.

- Permíteme -le dice mientras trata de hacerse con un tizón que lanzar al árbol-. Intenté algo más rápido y menos arriesgado pero no ha sido efectivo -musita decepcionado mientras sopesa la tea-. ¿Y si tuviéramos una tela, o algo similar, y lo rodeáramos con ella prendida?

Luego trata de lanzar el tizón.

Repito la operacion anterior procurando dar en el blanco esta vez. Apuntando a la copa del arbol arrojo de nuevo un tronco ardiendo. 

-No puedo creerlo, maldito roble! Es la segunda vez que fallo!- me muerdo los labios con rabia lamentandome de mi torpeza. 

Me preparo y ataco de nuevo con mas fiereza aun, tarde o temprano caera. Mis golpes son mas fuertes y mas rapidos agoto en ellos toda mi fuerza con un frenesi descontrolado..

-Muere maldito ser demoniaco!

Harto ya de que ninguna táctica funcione, suelto un gruñido de rabia y me lanzo contra el árbol blandiendo la espada con furia.

-¡Muere ya, leño maldito! ¡Voy a hacerte astillas, por todas las tormentas!

haciendo gala de gran habilidad, Erikand logra golpear con la antorcha a una de las ramas del árbol, prendiendo sus hojas casi al instante, momento que aprovecha Kenvent para sacudir un fuerte golpe que abre una brecha en la parte ennegrecida del tronco. El árbol cruje, trata d emantenerse en pié pero fracasa y cae al suelo con gran estrépito, mientras va quemandose lentamente.

Aparentemente, no hay más amenazas en los alrededores.

Swen suspira aliviado.

- Pienso que la gente del templo se metió en él  para protegerse de esto... pero no lo puedo asegurar.

-¡Sííí! -exclamo satisfecho al ver caer el roble. Me aseguro de que no se mueve más dándole unas patadas. Después le arranco una rama para prenderle fuego y extenderlo por todo el tronco y el resto de las ramas. Cuando ya arde por completo, me doy la vuelta y felicito a mis compañeros con una sonrisa de oreja a oreja-. Bueno, y ahora, si Crixus tiene bien esa pierna, vamos a registrar el poblado.

Al oír a Swen, hago una mueca de incredulidad. ¿Será capaz de ver a través de las paredes? Entonces me dirijo hacia el templo de Orlanth muy decidido, desenvainando de nuevo la espada.