Partida Rol por web

Tras pasar por la puerta del señor Prometeo os encontrais en una zona verde. Enfrente hay una pequeña y solitaria casa llena de hiedra y plantas, pero bien cuidadas.

-Ala, que chulo moverse así, me pregunto si no podría enseñar a los del telepizza a hacer esto, ayudaría muhco y creo que mucha gente lo agradecería.

- Tambien puedes proponer a Hermes poner un puesto de comida rápida

Me giro y echo un vistazo por la zona, buscando otras casas, un camino, o algo similar.

-No - Me quejo - A mi no me gustan los puestos de comida rápida, me gustan las pizzas del telepizza.

-Yo mientras sea comestible... - digo, encogiéndome de hombros y volviéndome hacia la casa.

No veis nada extraño. En el aire se desprende un dulce aroma a jazmín. De dentro de la casa sale una dulce música.

-Bueno, pues vamos hacia la casa, ¿no?

- Parece lo más adecuado, vamos pues.

Asiento, mirando a mis compañeros para echar a caminar hacia la casa.

Llamo a la puerta de la casa cuando llegamos

- Aún no sabemos como es esta tal Pandora pero estad atentos a cualquier cosa.

La puerta se abre y os llega un intenso aroma a galletas recién echas. En el vestíbulo veis a una agradable señora de unos 60 años con el pelo castaño y la mirada algo perdida.

-¿Si?¿quien es?

-¡Hola buenas tardes señora - La digo mostrando mis dientes en una sonrisa - ¿Eso que huelo son galletas? - Digo con tremenda ilusión por ello, normalmente mi madre no hacía galletas, y a mi me gustan mucho.

- Hola, ¿disculpe las molestias, es usted la señora de la casa?

Al tiempo que lo dice intenta observar disimuladamente el nombre del buzón si esta a su alcance, pensando en su estupidez por no hacerlo antes de llamar.

La anciana sonrie al pequeño y os hace un gesto para entrar.

-Vaya no será una encuesta ¿verdad?- Os señala con un dedo sonriendo- Estoy muy contenta con mi religión mi factura de gas y electricidad y mi aspiradora. 

Luego mira sorprendida a Holden y le sonrie.

-Si no tratais de venderme algo podeis entrar y probar alguna. La gente dice que le gustan pero no se si lo dicen enserio o solo para darle coba a una señora mayor.

Sonrío agradecido a la señor y agradezco tener a Holden con nosotros, con gente mayor es más fácil si hay chicos jóvenes.

-Muchas gracias - me dirijo con una sonrisa a la señora, observando con interés los alrededores.

Ves una acogedora sala de estar con una chimenea encendida. Un señor mayor con mono de trabajo está sentado en un butacón saboreando un copazo de whisky. Tiene sus ojos clavados en vosotros. Su cara esta surcada de cicatrices y golpes antiguos su barba gris humea ligeramente. Tiene poco pelo.

Niego con la cabeza.

-Yo no quiero vender nada, no se me da bien vender, una vez pasé la tarde en un puesto de limonada tratando de vender pero al final me la bebí yo toda, por lo que no vendí nada. - Tomo aire - Por cierto, me llamo Holden, Holden Meyer, encantado de conocerla, señora.

- No, no es nada de eso. - Digo sonriendo a la señora

- Estabamos por la zona buscando a cierta persona y un conocido nos dijo que tal vez usted pudiera decirnos donde encontrarla. Por cierto, creo que no nos hemos presentado, me llamo Alcander. - Alzo la mano para estrecharsela a la señora

-Yo me llamo Lukas, Lukas Parker.