Partida Rol por web

Jackie otea el bosque en busca de monstruos cercanos, sin embargo, no ve nada.

Chasquea la lengua con fastidio y susurra hacia abajo:

-¿Cómo va la trampa?

-¿Has visto algo? - pregunto, después no encontrar nada en los alrededores.

Tenso el arco en la dirección que estaba señalando Johan y observo atentamente, por si veía algo en esa dirección, sin embargo sólo veo ramas aunque no bajo el arco...

Con rapidez intento interponer el escudo en el ataque del monstruo, manteniendo la espada atras para descargarla sobre él cuando sea capaz.

-¡Estoy en ello!- Presionado logro montarla de forma brillante- ¡Lista!

-¡Bien hecho, herrero! Ahora escondete o vigila con Eneas. Atentos a mis silbidos, ¿de acuerdo?

Siguió mirando con el arco en alto y cargado. Entonces ve un monstruo acercándose por la derecha. Efectua el silbido que significa que hay una bestia y señala la dirección una vez que sus compañeros la ven.

Tensa el arco y apunta a la bestia, esperando si hace falta disparar.

La dracanae sisea furiosa y retrocede, quedando ligeramente expuesta.

Jaqueline logra divisar a un inmenso perro del infierno que ronda por las cercanias.

Descarga un golpe sobre ese ser con la espada para retroceder inmediatamente, intentando enfrentarlo junto con Damian

Me giro hacia la derecha y sujeto con fuerza la mano.

-Oh, nada, no te preocupes, solo un escorpión gigante ahí delante. ¿Vamos a matarlo o lo dejamos para otro?

Al ver al monstruo apunto con el arco, éste chasquea, la flecha silva. No me costó mucho, era una estia inmensa y le dí de lleno.

-¡Zás!- Exclamo.

- ¿Qué se supone que es esa cosa? - Gruñe levemente mientras trata de rodear al ser, intentando ganarle la espalda o al menos, separarse lo bastante de su compañero como para que solo pueda prestarle atención a uno al mismo tiempo. Avanza con el escudo por delante, listo para protegerse y la lanza a punto

-Veamos si tiene una bandera roja - digo, con una sonrisa, deseando probarme.

Sigo a Holden hacia la criatura a medio trote, con la espada en la mano derecha.

¡Buena, Eneas!

Jackie decide que es momento de que actue también, así que tensa algo más el arco e intenta disparar a la cabeza del perro. Dispara y acierta, aunque no le da en la cabeza, le hiere en la columna.

Recarga otra flecha y espera a ver como se desarrolla el resto del combate.

El perro lanza a correr hacia el arbol con decisión, malherido como está, no tarda en alcanzarla cuando... ¡Un hilo mágico se enreda en sus patas y lo deja maniatado colgando patas arriba!

La dracanae sisea herida, trastabillando trata de alcanzarte con su lanza. Pero obviamente no es su dia e incrusta la lanza a medio metro de ti, quedando expuesta a tu siguiente golpe.

-Este no se parece a la señorita O'Leary- Comento acercándome ahora que estaba maniatado, aunque aún tenía que cuidarme de sus poderosas mandíbulas que podrían partirme en dos de un buen bocado.

-Johan, pon más trampas por favor... funcionan realmente bien- Me pongo justo en frente del perro y cargo el arco, no tenía sentido dejar que se desangrara hasta convertirse en polvo.

Y que me llegan a dar hasta pena...

En realidad, los perros del infierno eran criaturas salvajes y se había demostrado que si los criabas podían ser grandes compañeros. No me gustaba que sufrieran más de la cuenta -Vuelve con tu amo...- Le digo al perro apuntándole entre los ojos, acaricio las plumas de la flecha y dejo que la cuerda la dispare hacia el perro.

Al ver el error del monstruo trata de ensartarla con su lanza y acabar cuanto antes con su problema, para poder seguir en la búsqueda de la bandera

El monstruo se desvanece en un polvillo dorado. No deja botín.

Jackie baja un par de ramas y se asoma para mirar al monstruo.

-¿Hay bandera?-pregunta esperanzada.

Al ver que no había dejado nada, bufa disgustada.

-¿Nos movemos o repetimos?-preguntó a los chicos.