Partida Rol por web

Alcander, jugadores honrados como tu hay pocos...

Recuerdame en el campamento que te debo una ¿ok? Te has ganado un detalle del master.

-Chicos...- Digo -Tenemos problemas...- Los monstruos nos estaban rodeando, al menos había cogido dos carcajs no sólo uno. No pierdo tiempo en poner una flecha en la cuerda.

-¿Pero cuantos monstruos ha soltado ese borracho?- Pregunto refiriéndome al Señor D.

Me giro para mirar a nuestro alrededor, ¿será esto a lo que se refería mi papi?

-¡ENEAS! SUBE AL PUTO ÁRBOL-grita tendiendole la mano desde arriba.

Se desquiciaba en esas situaciones, y más si no le hacían caso.

Sonrío al ver a la parejita de mi hermana y el rubito y digo a Jackie:

-Perdona, no sabía que tu novio fuera a reaccionar así si te ayudaba a levantarte.

Voy con Holden ignorando a la pareja feliz y digo:

-Amigo, ¿viste cuanta carne que atravesar?

Veo a mi hermana empezar a dirigirlos e intento ayudar:

-¡Los de cuerpo a cuerpo intentad proporcionar el tiempo suficiente a los arqueros para que se suban a los árboles y nos puedan cubrir!

-Maldita sea... no salio bien ¿a alguien le importa quitarme esta maldita cosa?

La indefensa hija de Afrodita se arrastra hasta el grupo aun pillada por las boleadoras.

-No encontraba a Clarisse... ¿Donde demonios esta esa hija de Ares?

No tengo tiempo de subir a un maldito arbol, se pueden abalanzar sobre nosotros en cualquier momento.

Desenvaino la espada corta y pongo el escudo enfrente mio en postura defensíva.

- Bueno amigos, ahora es cuando alguno debería tener un plan brillante

Envaina al ver que el perro ha muerto, y recoge de su cadáver la lanza. Poniendose de espaldas al grupo, mira alrededor, con media sonrisa

- Señoritas, parece que tenemos compañia...más nos vale irnos largando de aquí y juntos, a menos que querais servir de cena...

Tras ello mira a la que se arrastra, sin hacer nada por ayudarla (no son sus boleadoras ni su presa) - Igual te ha dejado en la estacada, quien sabe...¿Donde la viste por última vez? - Dice sin dejar de mirar a los monstruos cercanos, en guardia

Agarro a la hija de Afrodita la la lanzo bajo el arbol, donde aterriza con un quejido de dolor.

-BAJO EL ARBOL TODOS, ESCUDOS ARRIBA HIJOS DEL OLIMPO, VAMOS!!!- Recuerdos de la batalla de Manhattan inundan mi mente. Me coloco cerca de mi hermano de cabaña, Alcander, escudo con escudo y retrocedo hasta la base del arbol.

Los perros, Dracanae escorpiones y cosas peores nos cercan a todos, impidiendo cualquier tipo de huida.

-¡¡¡TU EL NUEVO, CORRE!!!

-Oigan, me perdi... contesto a la multitud de chicos mientras salgo de uno de los arboles, observo a las criaturas alrededor nuestro, son bonitas, me pregunto si alguna sera domesticable. Sonrei mientras apreciaba lo bello de aquellos monstruos.
¿Que? ¡ah si! Correr... Al grito de aquel hombre comienzo a correr.

Miro a Jackie arriba del árbol y me pongo blanco como la cera -No puedo...- Sabía de sobra que tenía miedo a las alturas... aunque fueran tan pequeñas -Lo siento- Añado avergonzado al no poder subir a un simple árbol. De repente escucho la voz de mi hermana.

Me giro, no es que me cayera muy bien pero ya había visto morir a una de mis hermanas, no podía ver morir a otra. Me acerco a ella que ahbía caido a mi lado y le ayudo a quitarse las boleadoras de Jackie de los tobillos.

Después tenso una cuerda en el arco con una flecha buscando un objetivo entre los monstruos.

-¡Uy perdona! - digo saliendo corriendo hacia la chica que parece estar apresada, deslizo la daga que tengo sobre la cuerda de las boleadoras, pero para cuando lo hago el chico rubio ya se las ha quitado. Me encojo de hombros, hubiese quedado mucho más chulo cortarlas.

Después de verla libre la dedico una amplia sonrisa y vuelvo junto a  mi amigo colocándome a su derecha, al ser más pequeño que él podrá seguir golpeando a la perfección, y como él sostiene el escudo con la izquierda nos dará protección por ese lado, mientras yo me encargaré de la derecha.

-¡Sí! ¡Ya lo veo! ¡Esto es la mejro aventura que he vivido! - Me giro hacia él, le sonrío y alzo la espada - ¡Que todos los monstruos teman a Holden Meyer! ¡Y a Ku... Lukas Odiseo! - Después bajo el arma y me coloco en posición de luchar - Por cierto, no creía que se me diese tan bien pegar con la espada, me pregunto si lo haría igual de bien con un palo o un albaricoque. -

-Vamos Holden - digo - si nos colocamos todos espalda contra espalda hacia la dirección de los monstruos y mantenemos esa formación hasta que lleguen puede ser efectivo - explico - los arqueros podrían situarse en o entre los árboles, en un sitio donde no les tapemos el tiro.

Con el escudo en la mano izquierda, sopeso mi espada en la derecha como si un palo de béisbol se tratara, y pensando como Holden me pregunto qué pasaría si bateara una cabeza.

Se planta junto a Johan, escudo por delante, y la lanza lista para resistir la carga de los bichos que se acerquen

- Venga, vamos, los que sepais tirar con el arco ya podríais ir empezando si podeis, lentos ¡¡A ver si esos monstruos tienen cojones de plantarnos cara!! Y quien sabe. Son muchos, con suerte alguno tiene el puñetero pañuelo

Sonrió con ganas, esperando impaciente junto al hijo de Hefesto a que empezase la batalla

Pone los ojos en blanco ante el miedo de Eneas. A veces se olvidaba de esas cosas, pero situaciones desesperadas necesitan medidas desesperadas.

Ve como el niño pequeño, el acompañante de su hermano, iba a romper las boleadoras:

-¡EH, ENANO! ¡Esas boleadoras son mías! ¡¡¡Que se hubiese apañado la zorra sola!!!

Vuelve a poner los ojos en blanco, pero ponerse nerviosa en esos momentos no servía. Cierra los ojos y respira hondo. Carga el arco encaramada a una rama y lanza la primera flecha a uno de los monstruos que se acerca, que acierta en una de las patas.

Empieza el juego...

Me situo al lado contrario que Johan y Damian, al fin y al cabo concentrar todos los escudos en un lado solo nos dejará más descubiertos por otro.

- Deja al chaval en paz, ahora necesitamos todos los brazos que podamos reunir, y si tienes algo contra la otra chica dejalo para cuando salgamos enteros de esta

Antes de que las flecha impacten se oye un sonido de descorche de botella, uno a uno los monstruoes empiezan a hacer cosas raras, dos perros del infierno dan vueltas uno tras otro, buscando olerse ciertas partes, dos dracanae se ponen a bailar un balls, y un gigante empieza a deborar escorpienes con una sonrisa de deleite máximo.

-Y luego dicen que soy antipático...- El señor D surge de entre los monstruos desvaneciéndolos con una especie de cetro.- Al parecer a algunos dioses aburridos y diosas chismosas les parece demasiado extremos estos pequeños monstruos que os e lanzado y me han... ehhhh invitado a finalizar el juego ademas las desapariciones no han ayudado mucho la verdad...

-En resumidas cuentas, vamos, en fila de a uno y detras mía... ¡Vamos, que es para hoy! y eso te incluye a tu muchacho- Dice señalando a Noah

-Si, solo me quede mirando a ver que pasaba.
Al final el gordo había detenido todo y pude volver al lugar sin peligro de que las criaturas atacaran, tome las indicaciones de Mr D y me forme en la fila para seguirlo. Bostezo un poco, pero me tapo la boca cuando lo hago.
Algunas de esas criaturas eran fascinantes y me deban ganas de ver mas de ellas.

Tsk, al menos podría haber esperado un rato, habernos dejado cargarnos a cinco o seis....

Damian guarda su escudo y lanza, y se saca el casco, algo decepcionado y con visibles ganas de seguir luchando un rato más

- Buen tiro, rubia. Casi le quitas una pezuña al perro- Murmura con sorna, lo bastante alto como para que Jackie se entere, y va hacia donde mr. D indica