Partida Rol por web

Me quedo mirando a Alcancer.

-No me gusta el humo, si hay humo es que hay fuego, y el fuego quema.

Jackie pone los ojos en blanco y le lanza a Eneas una mirada que dice: "Calladito estás más guapo" y suspira, exasperada.

-Tranquilo, Holden, no ponía nada más.-dice aún algo tajante, pero más tranquila. Escucha a Alcander y sonríe agradecida; así seguro que el chico se olvidaba. Pero finalmente parecía que ni por esas.-Bueno, entonces pégate a nosotros.-su tono se vuelve algo más dulce, pero sigue aún en tensión.

Toma los hombros de Eneas y le ayuda a levantarse lentamente, una vez el chico está sentado, ella se levanta y le tiende el brazo para que se levante.

-Anda, vamos.-le dice levantándole.-Si te cuesta andar, puedes apoyarte en mi.

El viento comienza a soplar en vuestra dirección trayendoos el olor de la dirección del humo. Podeis notar el olor a caballos y animales.

La tarde empieza a decaer.

Huelo el olor a animal tras echar a caminar junto a Holden por si necesita ayuda.

¿Será ese humo de la granja?

Al ver que poco a poco va oscureciendo incito a mis compañeros a ir más rápido:

-A ver si podemos llegar antes de que sea de noche.

ME pongo de pie en un salto y me pego a Lukas.

-Vamos Kulso - Le digo cogiéndolo de la mano para que no se pierda.

Jackie va a andando al lado de Eneas, por si necesita ayuda. Al darse cuenta de que está anocheciendo, frunce el ceño ligeramente; no convenía ir de noche por una zona que no conocian y sin lo necesario para acampar.

Pero el olor a animal que se potenciaba era, en parte, un alivio, ya que significaba que se estaban acercando al rancho. Aún así, lo que ponía en la nota sobre el mal genio del dueño la inquietaba.

-En el caso de que no lleguemos antes de que anochezca, ¿qué haremos?-pregunta-¿Seguir avanzando o acampar como podamos?

- Si nos vemos obligados yo acamparía. Pero prefiero que no lleguemos a eso, asique si aún tenéis fuerzas para hablar usadlas en las piernas.

-Venga, Kulso - Lo insisto tirando de su mano para que empiece a andar.

A medida que os acercais mas y mas al punto del que sale el humo el olor se va intensificando... Al igual que la oscuridad y el frío. Pronto os encontrais con que andais con muy escasa luz en una pradera de delicioso color amarillo trigo salpicado de grandes rocas y un conjunto de arbolitos. La temperatura es suave con un fino viento que sopla de tanto en tanto.

Ois a mucha distancia el gemido de un coyote.

Holden me insiste que haga algo que desconozco, repitiendo un "vamos Kulso". Cuando escucho el gemido de lo que parece un coyote se me pone la piel de gallina, aunque en parte es por el frío y me pongo una chaqueta.

-Ya queda poco, chicos.

Jackie se estremece cuando siente el viento frío y escucha a lo lejos al coyote. Instintivamente acelera el paso, sin darse cuenta de que aún lleva a Eneas cogido por los hombros. 

-¿Vas bien?-le pregunta. 

No quería acampar ahí, menos aún después de escuchar al animal... si había uno, podían haber más. 

-Sí, será mejor acelerar, no me gustaría pasar la noche aquí...

-Sí... más o menos...- Respondo a Jackie caminando... podría haber dicho que estoy bien y caminar por mí mismo, puedo hacerlo, pero es una excusa para estar abrazado a Jackie, y no quiero desaprovecharlo.

-Sí... será mejor que continuemos, aunque dudo que un grupo de coyotes intenta algo con nosotros... Si es que son coyotes...- Termino, ya que en ese mundo y con la Niebla, nunca puedes estar seguro de lo que oyes o ves.

Desde el interior del bosquecillo el humo sale de forma cálida. Tirad percepción dificultad 50.

Veis que entre los árboles hay una figura recostada sobre una piedra. Parece ser una excursionista por la tienda de campaña y la cacerola del fuego. Una larga trenza de cabello castaño adorna su cabeza. Parece que no os a visto.

Ves que entre los árboles hay una figura recostada sobre una piedra. Su figura indolente y las pronunciadas curvas de cuerpo hacen que la identifiques como una mujer joven y hermosa (una tia buena). Parece ser una excursionista por la tienda de campaña y la cacerola del fuego. Una larga trenza de cabello castaño adorna su cabeza, cayendo graciosamente por su pecho, decorado con una guirnalda de flores silvestres. La luz del fuego baña su bronceada y atlética piel.

Tras ella atisbas lo que en principio parece un saco de dormir. Pero luego ves que sube y baja como si respirara... Hasta que ves la cabeza del inmenso felino no te das cuenta que es un puma. Parece que ninguno os a visto.