Partida Rol por web

-Conozco a Jackie... sé lo que puede dañarla y una crítica cariñosa no lo haría- Suspiro -Sé lo que me hago Johan ¿de acuerdo?- Pregunto mirándolo a los ojos con decisión...

-Y ahora... si no te importa quiero continuar con lo que me has interrumpido tan amablemente...- Termino.

Niego con la cabeza. Este tio no se da cuenta.

-Te has condenado. No me pidas que lo acepte como si nada. -Con gesto cansado cojo mis cosas y me marcho al hotel. 

Mira  atónita la escena. Sentía una gran responsabilidad sobre sus hombros, y no le gustaba. Ella no solía sentirse herida, ya que lo que pensara la gente de ella le daba igual. Pero era humana...¿Y si se sentía herida por Eneas algún día? no soportaría saber que ella es la culpable de su condena.

Suspiró y le cogió la mano a Eneas.

-Sabes lo que pienso de tu juramento y sobre lo "nuestro"-hace las comillas con los dedos-. Pero confío en ti y sé que no harías nada para dañarme.

Se pone de puntillas y le besa suavemente en los labios.

-lo hecho está hecho, Johan...ha sido su decisión- dice separándose de Eneas.

-Bueno... ¿Qué te parece si poco a poco averiguamos qué es lo que tenemos?- Pregunto cuando Johan se marcha, suspiro -No quería armar tanto revuelo, no he hecho ese juramento a la ligera y tú no debes cargar con su peso... por favor, vamos a seguir con lo que nos ha sido interrumpido...- Susurro por último abrazándola y mirandola a los ojos.

-Me parece bien...pero ya sabes que tengo mis "normas"-sonríe-. Primera, somos amigos, no novios...Amigos con derechos y que lo pasan bien juntos. Segunda, si alguno en cualquier momento quiere volver al estado original de amistad, tiene derecho a hacerlo y se seguirá como si nada hubiese pasado. Tercera, no se exijen explicaciones....ya sabes como me pongo cuando lo hacen. ¿De acuerdo?

Le sonríe tranquila y con seguridad. Podrían hacerlo, nada iba a salir mal.

-Mmm, si ese es tu deseo lo aceptaré...- Termino con una sonrisa, Jackie no tenía nada claro, necesitaba tiempo y no la iba a presionar... después de lo que había pasado... entendía que no se quisiera atar a nadie - Pero yo también tengo una condición...

Dejo un rato eso en el aire y me acerco a ella -Bésame.

Sonríe complacida y se pone de puntillas para darle un beso en los labios. Atrapa su labio inferior entre los suyos y le da un suave mordisco. Enreda sus dedos en su pelo y lo atrae hacia ella. Sellando así su pacto.

-Creo que  me podré acostumbrar a ésto-susurra en sus labios.

-¿Te tienes que acostumbrar?- Pregunto para después darle otro beso, esta vez jugando con mi lengua en su boca como el de antes mientras acariciaba su espalda, me alegraba haber ido a la playa, había sido sin lugar a dudas la mejor elección de mi vida -No me puedo quejar...

Se ríe y se separa de él.

-No sé tú, pero se me hace raro hacer estas cosas contigo-dice sinceramente. Nunca imaginó que Eneas sería quien le diese su primer beso, ya que hasta hace poco pensaba que no la veía como a una chica-. Siempre has sido mi amigo y aunque me parecía que eras el chico más guapo del todo el campamento...Pensaba que espabilarías con otra.

Vuelve andando hacia la toalla.

-Ah, y si tienes quejas, díselo a "la morena de anoche"- añade guiñándole un ojo mientras se tumba boca abajo en la toalla.

-Si te soy sincero... dudo que pueda cruzar palabra con otra chica... aún me da miedo, tú...- Suspiro -Tú eres especial en esto... como en todo.

Acaricio su espalda suavemente con mis dedos -Bueno, es la primera vez que me alegro de estar en mitad de una búsqueda- Concluyo.

-Mas que especial...yo diría paciente-comienza a reír.-. Seis años hacen mucho.

Entonces se pregunta...¿Si Eneas no tuviese miedo a las chicas, sentiría lo que siente por Jackie? La idea no le hacía mucha gracia.

Se dijo que la pregunta era estúpida...Eneas sin miedo a las chicas no era Eneas, y a ella le gusta el Eneas que está acariciando su espalda en ese momento, el hijo más raro de Afrodita, el duce y el ingenuo de Eneas. 

Además...así lo tengo en exclusividad -se dijo .

-Yo también me alegro de estar aquí.-le sonríe y se incorpora para darle un beso breve, y se vuelve a tumbar.

Sonrío -¿A qué esperabas si no sabes lo que sientes por mí?- Pregunto sin poder evitarlo -Perdón, no debía hacer esa pregunta, no tienes porqué contestarla- Termino mirando al mar. La verdad es que siendo como soy... me preguntaba qué pasaría si al final Jackie decidiera que no sentía más que amistad.

Que decidiera irse con otro, de lo cual no podía culparla, pero tan sólo pensar en ello...Jackie era la única chica con la que podía hablar sin ponerme rojo, me animaba y me infundía valor y además era hermosa. No obstante a veces pensaba que era poco para ella, habían chicos más abiertos y mejores... tanto con las armas como dando besos y con el cerebro... quizás al fin y al cabo, no fuera más que un hijo de Afrodita raro... que sólo tenía un cuerpo que le avergonzaba mostrar.

No había hecho el juramento a la ligera, sabía que probablemente co existiera nadie para mí si no era Jackie, tenía diecisiete años... pero si sólo te habías relacionado con una chica al cano de ese tiempo y odiabas o huías de las demás... no tenía don de gentes.

Sin embargo Jackie había hecho buenas migas con el resto del grupo, sólo era cuestión de tiempo que averiguaran como era de verdad y entonces con casi total seguridad... volviéramos a ser simples amigos.

Suspiro levemente, no Jackie tenía que quererme... si no ¿or qué iba a hacer todo eso? si hubiera querido hacerlo lo podría haber hecho con cualquiera, me había esperado a mí...

-Sé lo que siento, pero no cuanto.-se limita a contestar.

Estaba claro que Eneas le gustaba mucho, confiaba en él y sabía que era la mejor persona que había conocido y conocerá jamás...Pero no estaba preparada para una relación seria, no por ahora. La idea la afixiaba. 

Si quería salir con Eneas, primero tenía que estar cien por cien segura de que le quería de verdad.

-Deberíamos ir ya al hotel...-dijo desanimada-¿Un último baño antes de irnos?

se levanta y le tiende la mano a Eneas.

-No debí haber preguntado...- Reitero con un suspiro, escucho su proposición y tomo su mano para levantarme -A cambio de, que dibujes tu sonrisa en esa cara- Digo cuando me levanto.

La verdad es que no quería presionarla pero a veces me salía sólo y sin pensar, debía andar con más cuidado si no quería asustarla... parecía mentira con la de veces que yo había estado en esa misma situación...

-Eso está hecho, rubito-le guiña y sonríe.

No le suelta la mano y lo conduce al agua con ella. En la orilla, con el agua en los pies,  se estremece. Estaba mas fria que antes . 

Sonríe y suelta la mano de Eneas para correr mar adentro unos metros y zambullirse de cabeza, bucea un poco y saca la cabeza a superficie. El agua estaba limpia y cristalina, podía ver a la perfección la arena del fondo. Saca una mano del agua y le hace un gesto a su amigo para que se acercase.

Con una sonrisa de oreja a oreja me adentro en el agua con una zambulida y una vez al lado de Jackie la abrazo tiritando -Está fríaaaaa- Digo como excusa mala para apegarme a ella.

La miro y se me ocurre una pregunta -Por cierto... respecto a los demás ¿te da igual o prefieres que no se enteren?- Pregunto ladeando la cabeza.

Sonríe cuando el chico la abraza. Ella rodea su cadera con las piernas y le abraza fuerte.

-¿Mejor?-le sonríe con picardía.

Se queda pensativa. Realmente le daba igual lo que pensasen, pero tampoco le parecía bien decirlo a los cuatro vientos, ya que no habían dejado de ser amigos.

-No sé, seamos discretos, pero tampoco nos escondamos...¿no?

Antes de que respondiese, le da un beso suave. 

-Mucho, mucho mejor- Respondo acariciando sus piernas por debajo del agua. Iba a contestar hasta que me da un beso al cual respondo antes de contestar yo.

-Me parece bien, sin escondernos pero sin presumir... sí, creo que esto funcionará... sea lo que sea- Termino riendo más alegre de lo que había estado nunca.

Su risa contagiosa hace que Jackie se ría también. 

-Claro que funcionará. Es idea mía, ¿cómo no va a hacerlo?-bufa con fingida fanfarronería. Aunque realmente creía que funcionaría, seguía teniendo miedo, ya que cabía la posibilidad de que no lo hiciera... Pero decidió no pensar demasiado en eso. 

Carpe Diem, Jackie -se dijo. 

Entonces se acercó lentamente a Eneas, a sus labios. Cuando apenas le quedaba un centímetro para tocarlos dijo:

-Coge aire, rubito.

Y dicho, tomó impulso y presionó los hombros de su compañero, hundiéndolo en el agua. En cuanto lo soltó comenzó a nadar rápidamente a la orilla. Al llegar, se quedó de pie mirando la cara que se le había quedado, riendo a carcajadas.