Partida Rol por web

-Hola - Saludo a Jasu y a... le tengo que poner un nombre, "Eneas" no me gusta.

Tengo cogido a Chachito y acunado entre mis brazos, acariciando su lomo de forma inconsciente, tengo unas tremendas ojeras y puede verse preocupación en mi mirada.

El gato se debate entre Holden y Jaqueline. Emite un gemidito de incomodidad y salta al suelo para sentarse en la bota de Lukas.

-grrrrr-dice cariñosamente.

Jackie mira extrañada como todos los miran con alivio.

-¿Qué ocurre? ¿Tanto os alegrais de vernos?-Entonces recuerda por qué está en el hotel en ese momento, recuerda lo que tiene en la bolsa y se dispone a salir de ahí-Em...chicos, tengo que ir a la habitación un momento, ahora bajo y me explicais que es todo esto, ¿vale?

Va a coger a Chachito, pero ve que Holden lo tiene en los brazos y como el felino salta después a la bota de Lukas, así que se limita a sonreír tiernamente y le dice al pequeño:

-Cuídalo mientras yo no estoy, ¿ok?-le revuelve el pelo con ternura y se va a su habitación con paso muy acelerado.

Sonrío mientras Jasu me revuelve el pelo, le estoy cogiendo el gusto a que lo haga, asiento a su petición sobre Chachito y sigo sonriendo... pero me parece raro que tenga que ir con tanta urgencia a su habitación.

-¿Se estará haciendo pis? - Comento preocupado.

-Espera...- Digo a Jackie -Yo también quiero saber...- Miro al resto de los presentes, se me ha escapado. Me pongo rojo y me limito a subir las escaleras detrás de Jackie... a veces tengo una lengua demasiado larga.

Tampoco has dicho nada... no te comas la cabeza.

Mientras subo las escaleras tengo la sensación de mareo, como que me voy a caer como hice la noche que llegué debido a los nervios. Me sujeto a la barandilla para que no me tiemble la mano mientras sgo subiendo-

Miro al gato con cariño hasta que Holden abre la boca:

-Mierda - sacudo ligeramente la zapatilla quitándolo de encima de mis Converse.

Veo a Jackie y Eneas subir de nuevo. ¿Qué pasará?

-Si no no entiendo por qué tantas prisas... yo solo corro tanto cuando tengo muchas ganas de hacer pis, cuando mi madre ha hecho un plato que me gusta o cuando toca sábanas limpias en la cama.

Sube las escaleras trotando, y conforme va avanzando, aumenta la velocidad de sus pasos. Entra en la habitación prácticamente corriendo y deja la puerta abierta para que pase Eneas.

Mira hacia atrás, esperando al chico.

-Cierra la puerta y... espera.-va a entrar en el baño mientras se desabrocha el pantalón. Se asoma un momento y lo mira para añadir:-Ni se te ocurra quedarte esperando en la puerta. Espera sentado en la cama, o en una silla, o... donde sea. Pero aléjate de la puerta.

Finalmente entra y cierra con pestillo. Le había dicho todo eso porque saber que él pudiera estar esperando justo en la puerta le agobiaba demasiado, además... si traía malas noticias, estar sentado es lo mejor, ¿no?

Se apoya un momento en la puerta y suspira. Después de leer las instrucciones, procede a hacer el test que podía cambiar tantas cosas...

Tsk, preferiría no retrasarnos más, pero no tiene remedio

- Tenemos unos minutos hasta que bajen y después habrá que explicarles la situación, supongo que podemos esperar y comer algo.

-¡Comer! - Digo entusiasmado, aunque nunca he comido tampoco demasiado, goloso sí he sido, pero normalmente como más por los ojos que por la boca - Y tendríamos que guardarles algo de comida para cuando los encontremos.

Asiento y comienzo a atacar mi plato de comida.

Hagamos lo siguiente. Numero par Mala suerte, estas preñada. Numero impar, Te has salvado.

Y el resultado es.... Mala suerte amiga XD

El gato se aleja enfurruñado y se acerca a Holden mirandole fijamente.

-Ven aquí, chiquitín - Le digo al gato mientras bajo una mano para que pueda trepar por mi brazo.

El gato trepa con agilidad y frota su cabeza contra la mejilla del chico.

Hago caso a Jackie y me siento en la cama, aunque no tardo en tumbarme boca arriba, preocupado por la stuación y esperando que el test dijera que no.

Por favor... ¿mamá? También eras la diosa de la fertilidad ¿no? Por favooooooooor

La imagen resulta bastante graciosa, ya que mi atención está la mitad dedicada a comer y la otra mitad dedicada a frotar la cara contra el pequeño gato, de forma que, a cada bocado qeu doy, un trozo queda cerca suya y él también muerde.

Eso sí, he sido cauto y he cerrado el ojo del lado donde Chachito y yo nos restregamos para evitar que me entre algún pelo.

Tras hacer la prueba, deja el test sobre el lavabo, esperando a obtener los resultados. Da vueltas en el baño, recogiendo las cosas que hay con nerviosismo. Le tiemblan las piernas y las manos, siente nauseas por los nervios, un gran nudo aprieta su estómago. Se muerde el labio y las uñas mientras recorre una y otra vez el pequeño cuarto de baño del hotel. Si ayer mismo le hubiesen dicho que estaría en esa situación, seguramente le hubiese pateado el culo a quien se lo hubiera dicho.

Abre el grifo y se echa agua en la cara y en la nuca, intentando despejarse. Se mira en el espejo y la chica feliz y despreocupada que estaba ahí hacía apenas unas horas no estaba. La sustituía una chica increíblemente parecida, pero con una expresión de angustia y miedo que la asustaba a ella misma.

En ese momento mira el test.

Y se le cae el mundo encima.

¿Qué? no no no no... tiene que ser una broma... no no no...

Instintivamente, arroja el predictor a la otra punta del baño y retrocede hasta la puerta hasta que su espalda choca con esta. Nota como derepente le falta el aire y como en el estómago se le forman miles de nudos a la vez. Sus piernas le fallan y tiene que sentarse en el suelo, abrazándose el vientre con un brazo y las piernas con otro. Todos esos nudos se deshacen y el aire vuelve a sus pulmones, haciendo que se transformen en lágrimas que caen como torrentes por sus ojos. Hacía varios años que no lloraba.

¿Qué le iba a decir a Eneas? más bien... ¿Cómo? No quería que él se preocupase demasiado ni que lo pasara mal por ella. Esto iba a ser un golpe muy duro para su relación, ¿podrían sopotarlo?

Tras un rato de llanto silencioso en la puerta, se levanta y se seca las lágrimas como puede. Abre la puerta del baño y toma aire. Sale arrastrando los pies, aún con un brazo sobre el vientre... Llega hasta donde está Eneas y lo ve tumbado en la cama, mirando al techo. Carraspea para llamar su atención y a la vez para aclararse la garganta.

Abre la boca para decir algo, pero no puede. En su lugar solo salen lágrimas y no le queda más remedio que asentir con la cabeza lentamente.

Me incorporo al escuchar que Jackie sale y veo su mano abrazándose el vientre, su expresión de angustia. Como arrastra los pies y como no puede ni pronunciar palabra. Me quedo blanco como la cera, parece que por mi cara no corre ni una gota de sangre.

Pero... no puede ser, es prácticamente imposibe, las posibilidades eran de una entre cien ¿cómo ha podido pasar?

Me levanto, o lo intento porque al principio las piernas me fallan ya que estoy temblando, no de miedo... de pánico ante la posibilidad. Agarro con las manos los bordes del colchón, apretándolos debido al miedo, tanto los aprieto que no corre sangre por mis nudillos.

Finalmente me levanto apoyándome en él y camino hacia Jackie, más inseguro de lo que he estado nunca. La abrazo, temblando y aprieto su cuerpo contra el mío -Lo primero de todo ahora es, saber si queremos o no queremos tenerlo- Es muy complicada esa decisión y no hay que tomarla a la ligera.

-Y lo más importante, pase lo que pase estaremos juntos. Lo hemos estado como amigos durante toda nuestra vida y ahora lo estaremos como pareja... no voy a separarme de ti Jackie, te lo prometo- Termino con un beso suave sobre sus labios.

Jackie se deja abrazar y llora sobre el hombro de Eneas mientras le escucha y con sus brazos rodea la cintura de él y estrecha su cuerpo contra el de ella. Se siente como una niña pequeña que tiene demasiado miedo y necesita protección, y odia con todas sus fuerzas esa sensación.

Tras calmarse, se separa ligeramente de Eneas para poder mirarle a la cara y sonreírle con agradecimiento. Sabía que él estaría ahí si lo necesitara, que no iba a abandonarla en caso de que...

Un momento...

Le mira algo extrañada... ¿Por qué se planteaba el querer tenerlo? Si no quisiera, lo diría directamente, ¿no?... Eso quiere decir que sí que ha barajado la posibilidad de tenerlo. En ese momento, Jackie desde luego no quería tenerlo, para ella lo que tenía dentro no era más que una especie de parásito que había decidido quedarse ahí dentro...

Pero también era cierto que tampoco podían tomar esa decisión a la ligera... Al fin y al cabo era una vida que se estaba formando muy lentamente en su interior.

Dichoso Eneas, ¿por qué ha tenido que preguntar eso siquiera? Si se hubiese callado iríamos a por la píldora y ya está... Ahora... joder, ahora no sé qué coño hacer...

En esos momentos no se encontraba con fuerzas para tomar ninguna decisión. Se sentó en la cama y suspiró.

-Tú...¿qué crees que deberíamos hacer?-le preguntó directamente. Sabiendo lo que Eneas realmente quería, tal vez pudiese verlo todo con más claridad.