Partida Rol por web

Al ver cómo el hombre se disponía a lanzarse contra mí supe que estaba en problemas. Todo mi interior gritó de repente, haciendo que mi instinto y mis reflejos actuasen por mí. Si ese golpe me alcanzaba probablemente terminaría herido de gravedad, y entonces sí estaría todo perdido.

Con una rápida exhalación salté de lado, aprovechando la inercia de ese mismo impulso para rodar sobre el suelo. Esperaba haberme apartado de su trayectoria. Continuando el mismo movimiento me puse en pie, sin detenerme en ningún momento: Un golpe fuerte solía implicar una guardia baja un instante después.

Poniendo un pie sobre el mostrador que apenas unos minutos antes había saltado para tratar de pillarle por sorpresa me di la vuelta, quedando por encima de él. Acto seguido salté en su dirección: Sabía que sólo tenía una oportunidad. Traté de darle más fuerza a mi golpe imprimiendo un giro a la acrobacia, lo que resultó en un salto mortal. Al alcanzarle le golpearía con ambos palos, cada uno en un oído. Era mi mejor movimiento en toda la noche: Si de esta no caía, ya podía ir pensando en un plan b.

Cain reaccionó pero no con la suficiente rapidez como para esquivar el ataque de Nightwing. Los ojos del asesino abiertos por la sorpresa de semejante golpe de su adversario reflejaron el exceso de confianza que le habia traicionado. El golpe encajado fue terrible y le llevó a hincar la rodilla en el suelo. Se llevó las manos a los oidos. Los timpanos le iban a explotar.

- Aun no has acabado conmigo.- limpió la sangre que brotaba de su nariz con la manga y adoptó, de nuevo, una posición de ataque. No parecia que fuera a rendirse asi como así pero, Nightwing, observó que en sus movimientos no habia la misma seguridad de antes y que intentaba recuperar el aliento perdido tras el golpe encajado.

Tras golpearle me aparté con la respiración contenida. Sin duda el hombre estaba aguantando, pero el combate empezaba a equilibrarse a mi favor. Durante un instante estuve a punto de asestarle otro golpe de inmediato, pero el temor a dejarle inconsciente me detuvo. Necesitaba que me dijera para quién trabajaba y dónde había colocado los explosivos. Eran muchas las molestias que alguien se estaba tomando para cazarme, y no me gustaba nada.

Al ver cómo trataba de recomponerse no pude reprimir una pequeña sonrisa de medio lado. Por mucho que sus movimientos se asemejaran a los de Bruce, Cain no estaba a la altura.

Esperé a que viniera a por mí caminando lentamente hacia atrás, buscando tomar contacto con el mostrador. Necesitaba cansarle aún más, tanto que no pudiera hacer otra cosa que rendirse. Entonces esperé hasta el último momento, hasta que su golpe pareciera inevitable. Sólo entonces me apoyé en el mostrador y salté por encima del mercenario, cayendo con una voltereta y girándome de inmediato para volver a encararle cuanto antes.

- Pero no falta mucho. - Dije entonces, haciendo un gesto para señalar la sangre que había salido de su nariz. - Dime quién te ha contratado. - Exigí al final, a punto de lanzarme una vez más a por él. Mi intención era clara: deslizarme por el suelo para golpear sus rodillas y, una vez estuviera tendido, dejarle claro lo que le sucedería si no comenzaba a colaborar.