Partida Rol por web

- priviet, kak dela? - lo saludo al percatarme del sujeto que atiende el mostrador creo ue vine al lugar correcto, el no encaja con el entorno... - kak tebya zovut? - vamos a intentar de romper el hielo mientras le hablo me hacerco al mesón - te importa si te hablo en ingles? Eventualmente tengo que aprender este idioma - lo miro a los ojos esperando a que me conteste - oh y podrias darme agua si no es molestia? -

Will llego a su casa donde todo estaba como siempre, era un lugar alejado del centro pero por fortuna tampoco estaba en una zona especialmente conflictiva de la ciudad y en cierta forma era una zona bastante tranquila y segura. Como esperaba no tenía nada especialmente suculento en la nevera aunque lo más suculento estaba en su pendrive, preparado para ser volcado en su ordenador.

Tras coger lo primero que vio pudo ver las carpetas

Por lo que pudo ver había una gran cantidad de documentos sobre el manicomio, según pudo ver era propiedad de los Wayne, concretamente de su fundación y parecía que estaba situado en un lugar con un fuerte interés económico para muchas personas, en todos esos documentos podía notar como había muchos compradores y muchas ofertas, algunas incluso incluían unas nuevas instalaciones en otra zona de la ciudad, sin embargo, parecía que el alcalde no había sido capaz de convencer a la familia de empresarios, esta parecía querer reformar el terreno para adaptarlo a los nuevos tiempos y cambiar su función de prácticamente prisión para dementes y manicomio a un lugar más limpio y con mejor aspecto, un autentico asilo para personas que necesitaban atención medica, pero no conseguían los papeles y documentos sin duda porque el ayuntamiento los paraba y retrasaba todo lo que estaba en su mano.

En la sección de los Yakuza aparece una fotografía de un grupo de jóvenes donde destaca una chica, en esta carpeta hay una gran cantidad de imágenes de esta chica y por lo que puede leer parece que es la hija del líder de los Yakuza que se han instalado en la ciudad, por lo que puede ver todas las fotografías son de Tokyo ya que se pueden ver carteles en japonés detrás de ella. La chica parece una chica normal salvo por el hecho de que se mueve en coches de lujo y que siempre hay algún hombre cerca de ella protegiéndola.

Según los documentos que son de alguna clase de investigador privado parece que la chica está a punto de viajar a Gotham para encontrarse con su padre en la ciudad, el informe también habla de que es una chica normal y corriente, que parece que puede en cierto momento ser algún tipo de garantía contra su padre.

En el apartado sobre la triada y la mafia rusa no hay apenas información, solo un par de documentos de lugares donde se sospecha que pueden estar, además de una aclaración que dice que las Triadas parece que no tienen mayor interés que la zona china de la ciudad y de la mafia rusa un texto muy corto del que apenas se puede decir que son más un grupo de matones de elite que una mafia propiamente dicha.

Los documentos sobre Falcone eran toda una variedad de documentos y órdenes para que realizase algunas acciones, intervenciones en la ciudad, cierre de locales, en general para favorecer los intereses de esta mafia. La cantidad de documentación en este sentido, realmente era inmensa.

La carpeta sobre los Wayne estaba vacia

Ciudad de mierda, esta es la mega de las putas megas corporaciones. Hay mucho trabajo por hacer.

Piensa mientras va recorriendo las calles, vestido con una chaqueta de gamuza color marrón, una camiseta manga corta de color blanco a la medida, una pañoleta de estilo indie de colores variados tendientes al verde, vaqueros de color azul marino y las zapatillas de color gris. Además de un sombrero estilo jockey color negro. La barba crecida de tres días y los lentes de sol marca Ray Ban color café con marcos dorados.

Ya llevaba un tiempo realizando los trabajos correspondientes como académico de microbiología en la universidad de Gotham. Su cuartada para comenzar a realizar su labor de instrumentalizar a las masas, como es de costumbre, a ingenuos universitarios que creen conocer todas las reglas del juego y no se percatan de cuan impresionables son realmente.

Al acercarse aquella persona tras quedar frente a un kiosko atendido por un adulto mayor caucásico, expresa esa hipócrita sonrisa de darlo a conocer. Demostrando ese histrionismo.

-¡Pero que acabas de tomarme desprevenido! ¿como has estado?-.

Extendiendo los brazos y abrazando de manera fraterna al desconocido por nombre pero que ha visto participar en muchas marchas por "los derechos del medio ambiente".

¿Y quien mierda es este sujeto?

Piensa mientras se aparta de él para mirarlo detenidamente con esa sonrisa de alguien carismático.

Como se imaginaba en su nevera no había nada del otro mundo, pero lo suficiente para calmar el estómago. De todas formas lo único que importaba ahora era descubrir el contenido de aquellas carpetas en las que había estado pensando durante todo el regreso.
Conectó el usb a su ordenador y comenzó a descargar la información para dejar de nuevo su llave-usb vacía. Tras eso subió la carpeta a un servidor seguro. Su ordenador estaba preparado para inutilizarse si alguien intentaba entrar en el o sacar alguno de sus discos duros así que tenía una copia de todos sus datos encriptada en un servidor. Una vez realizados los pasos se dirigió al archivo principal y lo escaneó en busca de cualquier virus, troyano o rastro de manipulación de seguimiento, Will podía llegar a ser un tanto paranoico con esas cosas pero era su única defensa posible pues si lo descubrían estaba muerto. Tenía algo de dinero escondido, lo suficiente para comprar un billete lejos de Gotham, pero sabía que iba contra gente muy poderosa y probablemente acabara muerto, que nunca nadie supiera quien era seguía siendo su mejor garantía.
Entró a las carpetas en orden y metódicamente, esa era la forma de no saltarse ningún documento o perderse algún detalle.

-Vamos con el manicomio.

El Arkham Assilum era conocido por casi todos los habitantes de Gotham y las historias sobre el circulaban como la pólvora. En los archivos descubrió que pertenecía a la fundación de los Wayne, una de las familias más ricas y poderosas de la ciudad, si no la más.

Aunque parece que, al contrario de la mayoría, estos son bastante legales.

Encontró distintas ofertas para comprar los terrenos de Arkham, parecía que ese terreno era muy cotizado para nuevas urbanizaciones, pero los Wayne no parecían tener la intención de venderlo, ni bajo la promesa de que la institución sería reconstruida en otro sitio de la cuidad. También parecía que el Alcalde estaba "mediando" entre algunas de las ofertas y la familia Wayne pero sin demasiado éxito.

Maldito cerdo, seguro que te llevarás una buena comisión si lo consigues.

Por desgracia no había ninguna prueba de aquello, aunque vista la información que tenía quizás podía "aliviar un poco la presión" sobre los Wayne publicando algo en su blog. Aquella familia seguramente no necesitaba su ayuda, ni el dinero que les ofrecían, pero si así fastidiaba al Alcalde podía merecer la pena.

-Vaya, así que quieren construir un verdadero asilo para gente necesitada y que deje de ser una prisión para psicópatas. Ojalá lo consigan.

Al contrario que él los Wayne tenían dinero e influencias para hacerlo, ni siquiera el Alcalde se atrevería a llevarles la contraria abiertamente, claro que si parecía que estaba haciendo todo lo posible para que se retrasara el papeleo.

-Veremos si sigues poniendo tantas trabas cuando esto se haga público Aubrey James.

Aquella carpeta ya no tenía nada más de interés, así que salió de nuevo al directorio principal y entró en otra llamada Yakuza. Sabía que la yakuza eran mafias japonesas, pero desconocía que pintaba esa carpeta en el ordenador del Alcalde. Su sorpresa fue mayor cuando comenzó a ver un montón de fotos de una joven, tantas que empezó a pensar que el alcalde podía estar obsesionado con una joven nipona. El documento de un investigador privado lo aclaró todo, la chica era la hija del supuesto jefe de la Yakuza allí en Gotham y parecía que pronto viajaría a la ciudad con su padre. La chica parecía normal, una chica japonesa con dinero normal y corriente, eso si descontábamos los guardaespaldas con los que parecía ir siempre. Debía haber motivos para ello cuando en el informe se sugería que podrían utilizarla contra su padre, quizás con algún secuestro o algo.
Will se quedó mirando en la pantalla una de las fotos de la chica sin saber muy bien que hacer.

-Seguro que tu padre es un mal nacido y yo nunca ayudaría a una mafia, pero tu... probablemente solo tengas la culpa de ser su hija. Dijo resignado.

Intentaría averiguar más cosas sobre ella y sobre la yakuza de Gotham, si avisaba a su padre no recaería sobre su conciencia si algo malo le pasaba a la muchacha, pero lo hacía por ella y no porque su padre le mereciera ninguna estima.
Las siguientes carpetas apenas tenían información, tan solo confirmaban la presencia en la ciudad de las triadas chinas y de un grupo poco numeroso de ex militares rusos. Will no tenía ni idea de que hubiera tantas formaciones mafiosas o extorsionadoras en la ciudad venidas de tantos puntos diferentes.

-Como si no tuviéramos bastante con nuestros políticos...

La carpeta sobre Falcone resultó ser una auténtica mina de oro. Todo el mundo sabía bajo las órdenes de quien actuaba el maldito Aubrey, pero nadie podía o quería ni siquiera decirlo en alto sin temer consecuencias y mucho menos probarlo. Ahora Will tenía una carpeta entera de pruebas con las que dejarlos en evidencia, la gente tenía que reaccionar ante aquello. Los políticos, la policía, los jueces, por muy corruptos que fueran no podrían resistir la presión popular cuando aquello saliera a la luz.

-Ahora te tengo pillado maldito, vas a empezar a pagar por tus delitos.

No debía precipitarse. Comenzaría publicando uno de los casos, algo de "menor importancia" y que todo el mundo pudiera comprobar fácilmente lo que había pasado echando la mirada sobre el Alcalde. Después seguirían más, quería que no se pudiera recuperar de cada publicación y que la gente y las instituciones finalmente lo acorralaran sin más salida que la cárcel. Además debía hacerlo de tal manera que nadie sospechara de donde había sacado toda la información, una publicación periódica no levantaría tantas sospechas si no que dejaría una sensación de hallazgos más casuales.
Dejó la carpeta para estudiarla con mayor detenimiento más tarde y fue a la última, la que se llamaba Wayne. Por un momento pensó que aquella familia también podía tener trapos sucios pero se alegró al encontrarla vacía.
Lo único que le parecía claro es que el Alcalde tenía algún tipo de interés con los Wayne, aunque eso era normal, ¿Pero porqué tener una carpeta vacía con su nombre? ¿Habrían borrado su contenido o simplemente nunca había tenido nada? Por desgracia se iba a quedar con la duda.
Volvió de nuevo a la carpeta de Falcone y buscó algo llamativo dentro de ella para publicar.

-Parece que nuestro asesino sabía lo que hacía, fue capaz de acercarse a un hombre armado y el corte de su herida parece echo por un profesional...-Pienso en voz alta.

-Además nuestro asesino parece ser extranjero según cuenta la testigo, aunque puede que intentara imitar el acento, si es tan bueno como parece pudo haber pensado en eso también. En cualquier caso de poco nos valdrá todo esto hasta que no llegue el forense. Llama a la central y pide que venga un forense y nos diga si realmente la causa de la muerte fue su herida en el cuello, vigila también que nadie pase el perimetro y contamine la escena del crimen.-

Me pongo en pie y me alejo del cadaver dispuesto a investigar los alrededores. -Yo voy a echar un vistazo por aquí a ver si se nos pasó algo por alto.-

Mientras examino los alrededores en busca de alguna pista pienso en que mi turno hoy acabará más tarde de lo normal.

Miró con leve interés las botellas pero declinó con un gesto de la mano.

Mi médico me ha prohibido todo lo divertido dijo con una sonrisa Por lo que veo no ha hablado con mi ex-mujer... ella no pensaría eso. Por favor, continúe.

El hombre se queda mirando unos momentos a Yuri y sonríe, dice entonces en ingles aunque con un marcado acento ruso:

• Vaya un compatriota en la ciudad… no está mal, pero si lo que quieres es comprar agua me temo que te has equivocado de sitio…

El hombre mira unos segundos al ruso como examinándole, esa mirada ya la había visto antes, era la clara mirando cuando evaluaban a alguien, como tratando de ver más allá de su aspecto físico y tratando de evaluar qué clase de hombre era en realidad

- Da, eso seria un grave error - miro al ruso de la barra sera buena idea o no? Es probable que cualquier cosa ellos tengan todo a su favor para una pelea...pero no tengo nada que perder de todas formas, pongo mi mano derecha hacia adelante, mostrando los dos puntos negros en los nudillos del dedo indice y el mayor bien, veremos si esto ayuda en algo, era un punto por año en prision... lo paso a mirar a los ojo - (ruso) vine a este lugar, por que me dijieron que Ivranenko podria estar en este lugar - miro en sus ojos algun signo de sorpresa o de alguna intencion de ataque, bueno ya esta, ise lo que me dijiste viejo Brockovish, esperemos que esto no signifique mi muerte - (ruso )tengo un mensaje de Brockovish, "en siveria lo aprueban"

Anatoli había leido varias veces aquella misiva. Cierto era que la mafia no le intimidaba, pero que aquello fuera una encerrona tampoco le producia demasiada tranquilidad. Una encerrona, un par de ametralladoras, y tendrían a toda la gente encerrada en una habitación con los bolsillos a raudales de dinero.

- Jade... Yen - dijo Anatoli soltando una bocanada del humo de su cigarro - Esa tensión no te ayudarrrá. - Anatoli habia sobrevivido lo suficiente y en las situaciones más inverosímiles como para saber leer a una persona. Además, para bien o para mal, el hecho de que Jade estuviera alli, aprendiendo con él, no era sino otra razón más para que supiera como leer a su, digamos, aprendiz. - Si no quierrres levantarrr sospechas en las situaciones másss tensas, debes aprrrender a manejarrr mejorrr el lenguaje de tu cuerrpo.

Acarició el borde del sobre. Sabía perfectamente que Jade era consciente de todo aquello, el recalcar el hecho de su tensión era algo meramente formal, hacer obvio un error, una manera didáctica de dirigirse a ella. No era su amigo, nunca habia pretendido serlo. Tampoco pretendia ser una figura paternal. El amor era algo que no se daba con demasiada facilidad dentro de los soldados de la KGB, entrenados desde jovenes en las artes del espionaje y el asesinato. Sus compañeros normalmente eran herramientas. Aquella chica tendría que verle como una herramienta. Y por mucho que él fuera capaz de protegerla con su vida, ella no debería tener ese mismo sentimiento hacia él.

Expiró de nuevo aquel molesto humo. Se centró de nuevo en la fiesta. Tenia muy claras las opciones que tenian alli para realizar su misión, más bien ninguna. Sus hombres no le habian informado de ningún hecho demasiado relevante, ni de la presencia de ninguna de sus posibles victimas, por lo que aquella fiesta parecía ser más una prolongación de la tapadera que algo más. Y sin embargo, meterse en una trampa de cabeza, hacerse el débil, dejarse extorsionar...

- Perro, hay otrras cosas que me interresan más ahorra. Dime, ¿Qué opinas de esta fiesta? 

El chico sonríe ampliamente y dice:

- La verdad que ahí ando, un poco liado con un par de cosas... tío esta ciudad es una mierda, el otro día había una mani para pedir que unos terrenos de una antigua industria se4 convirtieran en un parque y no veas la que se monto, por lo visto dicen que llegaron unos tíos con bates y empezaron a pegar a la gente, incluso a los niños, y te digo que eso mañana no va a pasar.

El chico sonríe, se notaba que tenía algo planeado y estaba un poco nervioso, de nuevo añade:

- Mañana vamos a ir preparados por si esos tíos mierdas les da por pasarse, si hace falta vamos a quemar lo que pongan en esos terrenos porque esta ciudad necesita más verde tío, que ya es bastante gris como para meterle mas todavía

Will estuvo un rato escribiendo en su blog, cuando se dio por satisfecho con el resultado decidió investigar más a fondo los documentos de la carpeta de Falcone, encontró un documento que le podía servir, no era especialmente comprometedor pero ya era algo con lo que empezar, una concesión de unos permisos de obra excepcionalmente rápida para empezar estaría bien si quería ir aumentando la intensidad de las acusaciones poco a poco.

Entre los documentos que hablaba de la japonesa encontró el numero del vuelo, tras comprobar las fechas pudo ver que llegaría el próximo medio día al aeropuerto de la ciudad. Tras una corta investigación pudo ver que el padre de la chica tenia la tapadera de ser un respetable empresario de Gotham en una empresa puntera en tecnología que esa misma noche acudía a una fiesta organizada por el ayuntamiento para la alta sociedad de la ciudad, el nombre de ese hombre era Gendo Shinoda

El joven agente de policía asiente mientras dice:

- Pero señor quien querría matar a este chico, no parece realmente importante y no creo que sea un robo.

Mientras John observa los alrededores escucha como el agente llama a la central siguiendo sus ordenes, tras esto dice:

- Señor, mira este es un tatuaje de las triadas

El policía señala una pequeña marca que no había llamado mucho la atención de John ya que para él era un tatuaje normal, un pequeño dragón:

- De las triadas se algo y ese tamaño y es forma es porque es un simple matón de las triadas, nadie que tenga realmente importancia en ellas

Falcone sonríe ante el comentario de Michael y da un trago, el hombre le mira y dice:

- Me gusta señor Kelly, como le he dicho me gustaría contar con sus servicios y bueno, necesito a alguien que me de toda la información posible de cierta señorita que llegara mañana al medio día a nuestra ciudad en un vuelo desde Tokyo

El hombre deja caer unas fotografías de una chica y añade:

- Como puede suponer no será una jovencita fácil de abordar por lo que necesito al mejor de la ciudad para ello

El hombre se queda mirando intensamente a Yuri y extiende un brazo, este puede ver que tiene un tatuaje de3 puntos y uno del ejército ruso, le extiende la mano y dice en su lengua materna en un tono más alegre:

- Así que tu eres el que decían que vendría... bien, los camaradas están en el sótano, sin duda nos vendrá bastante bien contar con alguien más de los nuestros en esta apestosa ciudad

Saca una botella sin etiqueta y dos vasos de chupito, los llena de lo que por el olor sin duda es Vodka artesanal y ofreciendo un trago dice:

- Por el nuevo camarada...

Tras bebérselo de un trago indica una puerta que lleva a algún tipo de sótano

La llamada de atención de Anatoli no cayó en saco roto. Jade se esforzó en relajar su mandíbula, estiro los dedos de sus manos y trato de poner sus piernas en una postura más relajada. No era difícil, pero requería concentración. En cuanto se centraba en otra cosa, su tensión volvía al punto de ebullición, visible como el sol a medio día.

Se volvió hacia Anatoli cuando este volvió a hablar. Con una pizca de rebeldía sus ojos se encontraron con los de él. Aquella ojos profundos, tranquilos y cargados de fuerza le sostuvieron la mirada hasta que ella, como en tantas otras ocasiones cedió. Acto seguido asintió en silencio, y volvió a concentrarse en parecer más relajada de lo que estaba.

Apenas unos instantes más tarde, Anatoli hablo de nuevo barriendo la tensión de la habitación. Jade respondió de forma automática, sin pensar en lo que realmente le preguntaba Anatoli.

- Una excusa para que un grupo de cerdos capitalistas alardeen del dinero que obtienen explotando a los débiles, oprimiendo a la clase trabajadora, y del abuso imperialista del corrupto gobierno de esta ciudad.

-A ver un momento...-.

Dice mientras lleva la mano derecha al bolsillo de su vaquero mientras que con la otra gesticula, correspondiendo a esa sonrisa de alguien que se mueve en el histrionismo.

-Para que cuentes conmigo tienes que contarme todos los detalles de la situación, especialmente de la golpiza que les dieron esos hijos de puta-.

El tema resulta de su total interés y si bien pronto se instalaría dentro de la universidad, tal vez este chico para él sería su nexo para comenzar a realizar los trabajos correspondientes a ese activismo a favor de las corporaciones sin que se percataran.

-Hey...¿te parece que vayamos a tomar un café irlandés y me cuentas todos los detalles?-.

Anatoli sonrió. Parecía que habia sacado la respuesta calcada de alguno de los libros que leía de pequeño.

- No te he prrreguntado eso - se esforzaba en hablar el inglés*, para que ella no perdiera la costumbre. Tenian que pensar como ellos si querian pasar desapercibidos.

Tendría que cambiar la pregunta, hacerla más evidente. Ella no era tonta y a estas alturas ya sabria a lo que se estaba refiriendo, pero aún así, no estaba de más el recalcar la evidencia.

- ¿Crrrreesss que debemos ir armadosss, tenerrr algún plan de escape, o hacernos pasarr porr idiotas? - El ruso se puso en pie y se acercó a la estantería, donde descansaba un viejo gramófono. Colocó la aguja y puso algo de música, algo que le recordaba sus viejas fiestas juveniles soviéticas.**

solo esta vez, solo como una muestra de hermandad... tomo el vaso y pego el shot, luego de tomarmelo miro  al ruso - (ruso) gracias camarada - miro hacia la puerta que seria el sotano, lo saludo una vez antes de irme y bajo por la puerta.

La respuesta espontanea que había dado, no le gusto demasiado a Anatoli. Era de esperar en realidad, el entrenamiento había acabado, y todo lo que la joven tenía que demostrar para acabar allí ya lo había demostrado con creces.

Sopeso la idea de ir armada. Se sentiría mas cómoda, menos vulnerable, pero Jade se había colado en algunos lugares durante sus años de juventud, y era suficientemente inteligente como para saber que en una fiesta como aquella sería muy difícil entrar con un arma. Por otro lado, la experiencia también le había enseñado que las armas no lo son porque se fabriquen para ello, sino por el uso que se les da. Cualquier cosa podía convertirse en un arma, era solo cuestión de tener la necesidad, la oportunidad y sobretodo la voluntad de hacerlo.

Creo que deberíamos ir desarmados, pero entrar en cualquier sitio sin una vía de escape es muy mala idea. - Bien lo sabía. Las vías de escape no eran una prioridad en sus incursiones con la guerrilla, y en varias ocasiones el grupo lo había pagado caro. - ¿Debería arreglarme?

No espero respuesta porque en realidad no era una pregunta. Jade se levanto, y con las manos cruzadas en la espalda, en una pose marcial, aguardo a que Anatoli confirmase que iban a ir. Necesitaría al menos media hora para lidiar con toda esa algarabía de ropas, complementos, joyas y pinturas que utilizaban en este país. Un montón de basura consumista para lograr ese aspecto artificial tan apreciado por los capitalistas.