Partida Rol por web

-¿Han dado ya comienzo las negociaciones? No sabía que hubiesen llegado emisarios.

-Tengo una pregunta inquietante Aiko-san.-hago una pausa para darle tiempo a resguardarse en los baluartes de su mente.-Dijisteis que el Escorpión es en realidad leal a la emperatriz, como ha hecho siempre.-en esa última frase vario un poco el tono.

-Si es el caso, lo cual sería muy beneficioso para la causa, por que motivo el asedio estuvo tan cerca, quiero decir, creo que las fortunas nos sonrieron ampliamente, no hubo instante en el que nos viesemos superados en todos los sentidos.-paro para evitar abrumar a mi amiga, no quiero que se lo tome como un ataque personal.-Lo que quiero decir es, ¿qué os hace estar tan segura de ellos?

- Con toda sinceridad puedo decir que no me ha llegado noticia o mensaje formal alguno del Clan Escorpión, ni durante el asedio ni en nuestra estancia aquí. Sin embargo, recapitulando y analizando las situaciones en que nos vimos atrapados en nuestra huída, estoy segura casi al completo de que el Clan Escorpión nos facilitó la salida de la ciudad en todo lo que pudo, sin verse comprometido en su tapadera. Por ejemplo, cuando dejamos mi hogar, una patrulla Escorpión fue la que dio el mensaje a los demás que nos dejaran salir, que éramos de los suyos. Y así en otras ocasiones en que por la calle nos cruzamos con patrullas y no nos detuvieron.

- Además, es conocido que, si bien el Clan Escorpión crea disputas entre clanes, es por el bien de mantenerlos separados y que no alcancen suficiente poder para oponerse al Imperio.

Hago una pausa, y espero sus respuestas.

-Jamás he dudado de ti, mi querida amiga. Es de nuestros clanes, y es de la Grulla del primero que dudo, pero confío en tu criterio, tanto que jamás dudaré en cumplir una orden que me puedas llegar a dar en el futuro.

- Confío en tus buenas intenciones, amigo mío. Y es un honor que en tales circunstancias estemos juntos elaborando un plan con el que mantener el Impero a salvo, confiando en que también nuestras familias se encuentren bien.

- Entiendo que habéis meditado profundamente al respecto de la situación. ¿A qué conclusiones habéis llegado amigos?

-No sabemos si intentarán negociar, si su jugada ha salido mal ahora solo queda la guerra o negociaciones. Quizás este fracaso ha sembrado la discordia entre nuestros enemigos. Podría ser que una facción intente negociar y otra desee impedírselo para continuar. Por si este fuese el caso, deberíamos apostar samuráis para que den escolta a posibles emisarios.

-Una vez más Nakamura demuestra una sabiduría propia de aquellos que están en comunión con los kamis. Es cierto que puede que se estén fragmentando y aquellos más belicosos no permitirán que lleguen los emisarios.

-Una cena maravillosa Aiko-san. Espero que las Fortunas tengan a bien permitirnos repetir esta situación, pero que vuestros hijos estén acompañados.

-Entonces ¿ese será nuestro consejo? proteger el terreno para mitigar el poderío del León yprocurar un salvoducto a los posibles emisarios.

-Si, pienso que deberíamos comunicarle esto a los daimyos dragón. 
Imagino que tus hijos estarán encantados de estar en las antiguas tierras de tu marido, ¿Verdad, Aiko-san?

- Gracias por dedicar vuestros pensamientos a Hikaru y Eiji. Están más que contentos, pues consideran que han de prepararse para la guerra, si bien sólo aprecian la gloria que ello conlleva, y no los peligros ni mi preocupación por ellos.

- Considero que vuestra reflexión Nakamura San es de lo más acertada, y que debemos comunicarla a los Daimyos Dragón. Así además, quizá les podamos devolver los favores que nos procuran. ¿Os parece adecuado que concertemos el encuentro para mañana, o para lo antes posible? Así no demoramos el plan, ni permitimos que se reorganicen los clanes traidores. Podemos pedir a nuestros sirvientes que se lo comuniquen a los Daimyos.

-Me parece bien, que avisen a los daimyos de que tenemos que hablar con ellos. En mi opinión, cuanto antes mejor. Pero puede esperar a mañana, así que cuando ellos lo consideren oportuno.

La cena finalizó tranquilamente y vuestros sirvientes os acompañaron a vuestros respectivos aposentos.
Finalizadas sus tareas, se aseguraron de transmitir vuestro mensaje al Campeón del Clan Dragón, Mirumoto Mareshi.

Al despertaros por la mañana os informan que los señores se reunirán con vosotros durante la cena.

Antes del amanecer te encaminas por tercera vez al taller de Kurumo-sensei en la séptima planta de la torre este, cuando llegas a la puerta oyes desde dentro:

-Sed bienvenido, Kakita Keita-sama. Pasad. Gracias por llegar tan pronto.

Frente a Keita se extiende una habitación no muy grande, aunque más de lo que se esperaba desde el pasillo; con grandes ventanas en lugar de paredes dando al este, unas mesillas alargadas dispuestas en cada lado y algunas baldas colgadas de las paredes interiores. Todos los muebles tienen encima algún tarro, papel, pincel, bolsa o frasco de forma ordenada.

-Sentaos, por favor. ¿Traéis el pergamino? -pregunta extendiendo la mano.

Una vez que lo recibe, lo abre rompiendo el sello, lo lee y te dice:

-Cuando la gente no entiende algo, considera erróneamente que eso es vacío. Este no es el vacío real; es una ilusión. -con un gesto de la mano te invitó a acomodarte. -Que mi modesta habilidad os aporte paz en futuras tormentas.

Abres tu haori y te apoyas en un makura mientras Kurumo trabaja en tu hombro izquierdo.
Pasadas unas horas tras observar el frío amanecer de verano entre las montañas, Kurumo-sensei cesa en su labor limpiando con cuidado las agujas y cubriéndote el tatuaje con una suave gasa.

-Incluso un bonsai termina por regirse bajo los edictos de la naturaleza si se le abandona. -hace una afirmación indicando que ya ha terminado. -No os retiréis esta tela hasta dentro de dos o tres días.

A través de la blanca gasa se vislumbra vuestro tatuaje.

Togashi Kurumu realiza una profunda reverencia a modo de despedida.
Te diriges a tus aposentos, donde te espera tu sirviente con la comida preparada.

Al atardecer se os conduce a la gran sala de recepción donde os espera el Campeón Dragón acompañado de la Daimyo Togashi Maya, el Daimyo Tamori Shimura y la Togashi Satsu-sama.

-Adelante, por favor. Acomodaos. -os indica Mirumoto Mareshi. -A pesar de las circunstancias espero que vuestra estancia en el castillo sea de vuestro agrado.

-¿En qué podemos ayudaros? -pregunta tras vuestras respuestas.

-No permitiré que su arte se malogre.-respondo al comentario del bonsai de Togashi sama.

.

Escribo la carta a Ide Yui

A Ide Yui de Keita

Espero que este mensaje os llegue gozando de buena salud.

A la recepción de está carta ya estará al corriente de la situación actual, yo me encuentro defendiendo en la medida que me permite mi condición, al trono de los traidores.

Esta misiva tiene dos motivos, el primero, por su naturaleza inmediata, es daros a conocer mi situación. El segundo, y personalmente más importante, es rogar conocimiento de mi querida esposa Sayoko y de mis hijos.

Termino de escribir la carta, no me gusta que sea tan corta, pero no quiero cometer el error de divulgar más de lo necesario.

Antes de que caiga la tarde me acerco a las dependencias del responsable del carteo.

-Espero que haya comido arroz hoy, aquí le dejo la carta que le comente hace tres días, comprendo que actualmente la información debe brotar con cuidado y que los caminos son peligrosos por ello dejo a su competente criterio el envío de la misma.

Después de ello, paseo un poco para serenar mi mente antes de la reunión de esa noche.

...

-Las circunstancias no han afectado a la hospitalidad de Shiro Mirumoto.-respondo con una reverencia.

-Hemos tenido tiempo para discutir entre nosotros, y tenemos una propuesta que hacerles, Nakamura-san tendrá bien a exponeros sus conclusiones al respecto.

-Nuestra estancia esta siendo muy grata, a pesar de las circuntancias. Gracias por tratarnos tan bien, Mirumoto-sama-digo haciendo una reverencia.

Lo que dice Keita es cierto, hemos estado hablando entre nosotros y hemos tenido una idea. Es pura especulación, pero tiene lógica, o no os habríamos molestado. Actualmente no tenemos información del enemigo, pero existe la posibilidad de que, tras fracasar el asedio, y con el su herramienta de presión, el enemigo se encuentre dividido. 
Cabe la posibilidad de que los más sensatos traten de negociar, mientras que los más belicosos traten de impedirlo. Por eso, deberíamos poder proteger a los posibles emisarios para asegurarnos de que nos lleguen los mensajes.

Por otro lado, desearíamos conocer más acerca de los líderes a los que nos enfrentamos. Dudo que el Fénix desee la guerra, pero tampoco conozco a los actuales maestros elementales lo suficiente para garantizar sus decisiones. Y, si el Shogún es Shiba, es otro candidato.

Esto es lo que deseábamos comunicarle, Mirumoto-sama.

Concluido mi discurso, hago una reverencia al Campeón del Dragón y espero su respuesta.

-Puede que esos emisarios tengan dificultades para abandonar sus ejércitos, no para cruzar nuestras tierras. Deberían llegar de aquí a diez días. No subestimaremos vuestro consejo y apostaremos guardia y escolta en los caminos. -dice tras dejar su taza de sake. Entonces mira a Satsu-sama y espera.

-Nos enfrentamos a las Campeonas Bayushi Miyako, Doji Domotai, Shiba Tsukimi y al Campeón Akodo Shinjiro; además de al Concilio Elemental. Todos ellos líderes natos que, por si fuera poco, cuentan con el apoyo del Shogun y las legiones bajo su mando. ¿A qué os referís con que es un candidato? -pregunta a la espera de una respuesta.

-En cuanto lleguen nuestros aliados volveremos a reunirnos. ¿Algo más que queráis compartir? -os pregunta la Daimyo Togashi vacíando su taza.

Cuando escucho las palabras de la voz de la emperatriz, le respondo:

-Si logramos encontrar al eslabón mas débil de la cadena, podríamos debilitar mucho a nuestros enemigos. Solo sugería la posibilidad de tratar de lograr que los menos propensos a la guerra se pongan de nuestro lado, o al menos intenten evitar una guerra, como nosotros deseamos.

Sugerí como candidato a los miembros del Fénix por ser poco propensos al a guerra, lo cual les convierte, en mi humilde opinión, en los primeros candidatos para entablar negociaciones.

-Siendo un clan pacífico se han unido a semejante locura. Esperemos a oírles para conocer sus motivaciones y entonces comprenderemos su mutabilidad. -dice Shimura con tono áspero.