Partida Rol por web

Los segundos caen uno tras otro y Gunnar observa paralizado por la sorpresa lo que está ocurriendo.

Ciertamente si el Sr. Kwon muerde a alguien y lo del brote de rabia africana es cierto, la epidemia podría afectar a MacFall, a Mike y a él mismo.

Cuando el científico observa como la sutura se abre en el pecho del paciente y el corazón sale al exterior, sale por fin de su estupor.

Da un paso decidido hacia el soporte del suero, lo agarra con las dos manos y dirige un golpe contundente a la parte trasera del cráneo, buscando el KO inmediato.

Todo sucede rápido pero a cámara lenta... Como en una pesadilla.

El golpe de Gunnar en la cabeza de Kwon resulta mas fuerte de lo que pensaba y le atraviesa la cabeza.

Kwon cae al suelo inmediatamente. No se mueve.

Lo ois.

Gritos por todo el hospital. Disparos. Una explosion fuera. ¿Que pasa? ¿¡Que demonios pasa!?

Joder... murmura Gunnar con la mirada clavada en el fallecido Sr. Kwon. Luego mira a Mike, que se desangra irremediablemente por la yugular en una muerte inevitable y agónica.

Mierda Lidia. ¿Qué coño está pasando aquí? ¿Crees que es la rabia africana? ¿Aquí, en el hospital, en nuestra ciudad?

El científico mira a la médica esperando respuetas a preguntas difícilmente posibles de responder.

Mike se desmalla... no tiene pulso... esta ... muerto.

En la sala no queda nadie mas que vosotros, el cadaver de Kwon y el de Mike...

Gunnar no se fija en Mike... Mira alternativamente a Lidia y al Sr. Kwon, cuando a lo mejor debería fijarse más en los cambios post-mortem que pudieran suceder en el cuerpo del interno.

Van de Kamp permanece atónito ante la situación mientras fuera el caos parece haberse desatado... Igual habría que salir de aquí, por patas...

Poned los seguros a las puertas, bueno ya los pongo yo, el botón debe estar por aquí; poneos también el cinturón por lo que pueda pasar, eso os lo tendréis que poner a mano, es una buena idea teniendo en cuenta que la gente conduce como loca.

Cuando veo el coche de la señora Van de Kamp me fijo en su interior, el cual está lleno de niños y de la propia Conila.

Irán a casa, vamos a seguirles...

Jim dice lo mismo, acelero el coche y cuando me coloco junto a ellos, toco el claxon varias veces...

Conducis por las avenidas a una velocidad moderada.

Entendeis que de nada sirve pisar hasta el fondo el acelerador (varios accidentes multiples y cadaveres alrededor avalan esta cruda realidad)

A vuestro alrededor parece haber estallado la tercera guerra mundial.

La gente esta tapiando las puertas de los bloques de casa.. y ... ¡Tiran cuerpos desde las ventanas! ¿seran "enfermos"? Son... son personas... pese a que traten de comerse a otros.

Estais llegando a vuestro barrio cuando los veis.

Cientos de personas, una masa de heridos de toda clase tambaleantes se encamina hacia vuestro barrio.

Conseguis esquivarlos con los coches pese a que os lleveis a algun por delante y recibir no pocos sustos.

Alrededor del barrio se ha desplegado dos docenas de vehiculos policiales, transportes blindados militares e incluso podeis ver un Hospital de Campaña. Y un trasiego incesante de personas

Estan levantando una barricada cuando os ven acercaros.

¡Alto! os grita un militar cuando estais a su altura. ¡Aparque ahi! te dice mientras señala un aparcamiento atestado d vehiculos.

Un grupo heterogeneo de soldados y tipos embutidos en trajes NBQ os piden que salgais de los coches.

Tenemos que examinaros rapidamente... no podemos permitir un brote dentro de este punto seguro...

Dios mio.... Es lo que exclama la mujer ante el caos que se esta desatando y lo que esta viendo. Niños mirad al suelo, no miréis por las ventanillas.

Conilia intenta pasar lo mas rápido posible entre la multitud de enfermos incluso llega a atropellar alguno, pero intenta guardar la calma y empieza a cantar una canción infantil para que los niños no se pongan mas nerviosos.

Tras llegar a su barrio y ver que hay control y que los militares les piden bajar del coche para un reconocimiento, Conilia acepta al igual que los niños.

Disculpe pero llevare mi maletín medico con migo. Conilia se gira coge el maletín y mete dentro de el su bolso. Después mira al militar de nuevo.  Soy la doctora Van de kamp y no puedo dejar mi material de trabajo en el coche. Quizá ya no pueda regresar por el, en cualquier momento puede llegar la masa de infectados que viene en esta dirección.

Conilia se aferra fuertemente al maletín y con la otra mano coge a la niña intentando dar lastima y que no le pongan ningun problema.

Al Fakid saca el coche de la plaza y pone direccion al punto seguro de tu barrio.

Creo que alli estaremos mas seguros te dice con un deje preocupado en su voz mientras conduce.

Parece que a tu alrededor ha estallado la tercera guerra mundial.

La gente esta tapiando las puertas de los bloques de casa.. y ... ¡Tiran cuerpos desde las ventanas! ¿seran "enfermos"? Son... son personas... pese a que traten de comerse a otros.

Estas llegando a tu barrio cuando los ves.

Cientos de personas, una masa de heridos de toda clase tambaleantes se encamina hacia la zona.

Al Fakid consigue esquivar a la mayoria  pese a que se lleve algunos por delante.

Alrededor del barrio se ha desplegado dos docenas de vehiculos policiales, transportes blindados militares e incluso podeis ver un Hospital de Campaña. Y un trasiego incesante de personas

Estan levantando una barricada cuando ven venir vuestro vehiculo.

¡Alto! os grita un militar cuando estais a su altura. ¡Aparque ahi! te dice mientras señala un aparcamiento atestado d vehiculos.

Un grupo heterogeneo de soldados y tipos embutidos en trajes NBQ os piden que salgais de los coches.

Tenemos que examinaros rapidamente... no podemos permitir un brote dentro de este punto seguro...

Gunnar se queda atonito ante el curso que toman las cosas cuando lo ve...

...Mike...

...Mike...

...Se esta levantando...

...Alza los brazos mientras emite un debil gemido...

... va hacia Gunnar...

...parece que tiene hambre...

¿¿Medico?? te dice gratamente sorprendido, como si hubiera visto al Mismisimo ¡¡Tenemos una nueva medico!! grita hacia el enorme cobertizo desplegado al que llamarias Hospital de Campaña.

¡Corra hacia ese lugar! te dice indicandote el lugar y pregunte por el Capitan Medico Ramirez... la necesitamos urgentemente.

Y por ese grupo... rece por que no vengan mas... susurra mientras se santigua y revisa a los demas.

¡Bajense uno a uno! ¡Y caminen por la fila para su inspeccion! ¡se aplica la Ley Marcial! ¡ordenes del Presidente!

En ese momento llega un nuevo coche detras vuestra.

Del mismo, se baja el Guardaespaldas de Thomas Finley y su señor... ambos con sintomas de haber sobrevivido a un gran accidente por las variopintas heridas que muestran...

Gunnar apenas ha visto el movimiento de Mike? hasta que casi lo tiene encima. De manera torpe esgrime el soporte de suero para usarlo contra el ataante al igual que acaba de hacer con el Sr. Kwon. Pero el científico se ha visto sorprendido y se muestra torpe en la maniobra.

Mierda Lidia! Que está pasando aquí! ¿Cómo es esto posible? CUIDADO!!!

El pánico llena las venas de Van de Kamp mientras retrocede tropezando con el cuerpo del Sr. Kwon y aplastando con sus pies el trasplantado corazón.

Me bajo tranquila y lentamente con claro animo de colaborar, no conviene soliviantar a gente armada --Soy James Madox, guarda forestal en la reserva de las Addirondacks, mi casa está en este barrio, me gustaría yegar a ella para recojer mi equipo. Por lo que puedo observar desde aquí creo que les vendría bien un par de brazos más para ayudar-- en ese momento veo llegar a Finney y su guardaespaldas, con claros signos de haber tenido un accidente --"desde luego te lo tienes merecido por dejarme tirado cabronazo..."-- y mi cara muestra una breve sonrisa sarcástica.--Disculpe ¿podría decirnos que es lo que está pasando?-- le digo al soldado. 

Esquivo un par de coches estrellados de los que sale algo de humo, nada serio. Me coloco detrás del coche de Conila, que parce no habernos visto y veo como un cuerpo es atropellado por él lanzado por encima de su coche y acaba en mi motor.

¡Dios, espero que ya estuviera muerto! Me ha abollado el coche...joder ¿está gente no se preocupa de su propia salud? Ahora hay dos tipos de personas, los psicópatas esos y los que se salvan.

Acelero el coche y me apresuro en llegar a mi calle, hago giros bruscos y quemo rueda.

¡Lo del cinturón iba en serio!

Llego hasta la entrada de lo que debiera ser mi barrio, ahora convertido en una especie de cuartel militar improvisado, donde gente armada y con trajes de protección biológica nos "invitan" a abandonar los vehículos. Cojo el móvil del manos libres y mi CD de Grandes Éxitos junto al portátil que pido a Jim que me lo devuelva.

Ya verás cómo me roban el coche.

Bajamos de mi BMW y cierro con llave, detrás nuestro llega el político de turno, que aprece haber recibido una dosis de conducción temeraria, y eso que iba en coche blindado. Me pongo en al fila como lso demás, pero lo que veo es una ratonera, a esta velocidad no conseguiremos llegar a casa antes de que lleguen los dichos infectados.

¡Clive Brown! ¡Vivo en esa casa! ¡La de la chimenea blanca! ¡Déjenme pasar! ¡Jim ven conmigo! Tengo un armero en casa y creo que si te voy a dejar algo...

Le pego un codazo a mi hombre para que se quede detrás mía, sin molestarme. Con seriedad, escudriño al militar que está delante de mí.

Soy Thomas Finney, del Ministerio de Economía. Mi hombre y yo hemos sufrido un accidente pero hemos conseguido llegar aquí. ¿Cuál es la situación? Exijo una respuesta.

Me giro levemente y veo llegar a dos de los hombres que estaban en mi conferencia. Vaya, espero que no me recuerden.

Ante la insistencia del militar por que acuda al puesto medico Conilia asiente la cabeza. Disculpe yo iré ayudar pero necesito que manden a los niños a un sitio seguro, los encontré viniendo aquí y no tienen a nadie en estos momentos. Justo en ese momento escucha la voz de unos hombre a los que conoce, Conilia sonríe al ver gente conocida. Niños quedaros aquí ahora vengo. Conilia se dirige en dirección a Jim.

Hola señor Madox, disculpe, pero sabe usted que esta pasando....fui al hospital donde trabaja mi marido y era un caos me toco marcharme de allí a toda velocidad... y en estos momentos....bueno estoy sola y.... si no le importa podría venir a mi casa hasta que regrese mi marido.

Mientras esperaba la contestación de soldado, apareció la señora Van de Kamp visiblemente angustiada.-- Señora Van de Kamp, puede llamarme Jim, no estoy muy acostumbrado a que me hablen de usted-- la digo con una sonrsa tranquilzadora. --Por supuesto que no tengo inconveniente en ser su compañía hasta que regrese su marido, y más aun conociendo lo buena anfitriona que es usted... no obstante antes me gustaría pasar por mi casa a recojer cierto equipo, además Clive y yo ya teniamos pensado permanecer juntos hasta que esta situación se aclare-- la digo haciendo un gesto con la cabeza hacia Clive Brown --ya que los soldados no dan demasiada información al respecto. Así pues si no le importa que pasemos por mi casa primero podemos dirigirnos a su casa cuando quiera.--