Partida Rol por web

Sin decir nada, hago lo que me dice mi compañero e intento curar las heridas de las semielfas. Por el momento trato de no usar magia, si veo que alguna cae inconsciente uso alguno de mis conjuros para estabilizarla. 

Con la llegada del tipo que viene con el arco en la mano y que al parecer ha liberado a los que estaban encadenados en la columna, la cosa parece que se calma, a ello se unen las explicaciones de ambos y el quitarse la mascara contribuyente a que la tensión desaparezca completamente.
Amergin, consigues estabilizar a las chicas, aunque han perdido sangre y están lejos de poder salir andando de aquí, por su parte, los presos liberan a los otros que hay en las celdas, hay muchos que como Marcus han sido machacados a golpes, otros simplemente llevan tanto tiempo aquí que han perdido la mitad de lo que eran, lo hay que siendo relativamente jóvenes, parecen ancianos por la cantidad de trabajo realizado en las peores condiciones, podéis arreglar y acondicionar a esta gente, pero son un puñado de desarrapados famélicos, una treintena de hombres con mas ganas que aptitud y no sabéis cuantos guardias quedan aquí dentro.
Mirim ha aprovechado para ir y venir de un lado a otro y en uno de los viajes se acerca a Xhafer -He dado con un arsenal, armas, armaduras y de todo, pero si tengo que fiarme de lo que veo, como mínimo nos triplican en numero y no podemos volver por donde hemos venido- Luego se acerca a ver a las chicas y sacude la cabeza
-Puedo buscar una salida, pero no creo que sea fácil o que todos lo consigan-

-Llevanos hasta allí para poder pertrecharnos.-Digo una vez he estabilizado a las elfas.-Los que puedan deberán combatir y a nosotros nos vendrá bien estar equipados. 

Mensaje cortito, perdón que no me da para mas que llevo unos días locos.
-No, no lo se, no me importa…- Digo cuando uno de los supuestos “guardias” me quiere convencer de que el no es un guardia, claro que también dice que el puede curarlas!
-Muy bien, abrir la puerta, curar a ESA…- Señalo con el arco a Ira: -Esa delante de todas las demás, hacerlo y os sacare de aquí tanto si es verdad lo que decis, como si no… no me importa!-
En ese momento aparece ese otro “guardia” grandote, decidido y pragmático, Marcus, la verdad es que me alegra ver como alguien se deja de “parloteo” como dice el y poniéndole rápidamente una mano en el hombro, digo: -Gracias…- y Sin mas me pongo a hacer lo que mejor puedo hacer ahora mismo, empezar a disparar y liquidar a guardias que intenten oponerse a nosotros: -Tomar las armas de los caidos!- Grito a los presentes y trato de cubrir la retaguardia general hasta que llega Mirim y me da las noticias, asiento: -Si, que se equipe todo el que pueda… saldremos de aquí como podamos, los que sobrevivan libres son, no deseo mal a nadie de estos despojos humanos pero no podemos salvarlos a todos, asi que adelante…-
Mi plan es simple, saldré de aquí con Mirim y con Ira, si alguien mas carga con las chicas o es útil, tratare de que salga vivo, el resto… les deseo lo mejor siendo nuestra vanguardia.

Con un cabeceó correspondió el agradecimiento. -​​​​​​-Puedes llamarme Marcus- Se presentó llevándose el puño al pecho en señal de respeto.

-Llevame al lugar donde están las armas. Si logro conseguir una cadena armada puedo comprarnos algo de tiempo contra los que intenten acercarse.- Le hizo saber a los recién llegados. Parece que los Dioses estaban de su lado y justo en el momento de su escape habían dado con aliados valiosos.

-​​​​​​-Te sigo- Finalizó mientras se encaminaban al lugar donde guardaban el armamento.

Tras liberar y estabilizar a las semielfas, el recién llegado se hace cargo de la de piel tostada al tiempo que insta al resto a tomar las armas de los guardias y su compañera llega con el aviso de saber donde encontrar mas, así que tras un breve intercambio esta os lleva hasta un armero que haría las delicias de cualquier comerciante codicioso.
Claramente qui están las armas, no solo de los que hasta hace un instante ocupabais las celdas, si no que hay acumuladas armas de antiguos usuarios, con lo que podéis pertrecharos a consciencia, armas, armadura y algo de equipo para todos los que estáis.
Finalmente salís de allí, con la semielfa recién llegada en cabeza y os lleva por pasillos y recovecos que ninguno recuerda haber recorrido antes, todos escucháis ruidos de pasos o golpes de látigo, solo que todos parecen sonar a una distancia prudencial de por donde vosotros pasáis.
Tras un rato recorriendo los pasillos os llegan sonidos de alarma, parece que ya han descubierto vuestra fuga y os están buscando y parece que van cerrando el circulo cuando al salir a una de las galerías os están esperando unos tiradores que hacen llover flechas sobre vosotros y hace que salgáis en desbandada corriendo por vuestra propia vida.
Finalmente parce que os llevan hacia una especie de plaza subterránea donde os esperan una docena de humanoides de tamaño medio cargando armas de diversa índole y con aparentes ganas d daros muerte, por vuestra parte habéis llegado hasta aquí Argemin, Marcus, Xhafer, Mirim, Ira y tres presos de los que estaban mas enteros, los otros, junto a las mujeres han caído y desgraciadamente los habéis tenido que dejar so pena de haber muerto vosotros también.

(La verdad es que la situación es bastante confusa y además se ha avanzado, a mi manera de ver, demasiado ya que seguramente al suceder algunas de las cosas que suceden, se había actuado de otra manera)
Ya contaba con que tendríamos bajas, era inevitable y además los prisioneros, para mi al menos, eran mera carne de cañón, destinados a cargar, avanzar y morir por cubrirnos… con todo, resulta descorazonador ver caer a tanta gente que solo quiere su libertad, algo que a nadie se le debería arrebatar salvo si es una hembra de buen ver y es para ser parte de mi harem claro… pero bueno, no nos desviemos del tema. La parte buena es que Ira está viva y la parte aún mejor es que la hechicera ha caído sin que tenga que ser yo quien la remate. Todo lo demás ha salido bastante mal la verdad.
Pero no contaba con que cayeran tantos de los nuestros y encima acabar en una “emboscada” asi que posando a Ira detrás de mi, empiezo con uno de mis “trances” de disparos contra uno de los ballesteros mientras le digo a Mirim: -Dispara al mismo que yo, tenemos que abrirnos paso, en cuanto empiece la batalla y todo sea un caos o abramos hueco… nos largamos de aquí!-

La fuga se había salido de control. Al principio habían alcanzado a pertrecharse y Marcus había conseguido una buena cadena armada en la bodega de armas. Pero cuando sonó la alarma los presos en fuga empezaron a correr de forma desordenada. Durante su huída se vieron acorralados junto con los pocos que habían sobrevivido y que no se habían esparcido caóticamente. Era hora de ponerse serios.

-Bien muchachos... Mejor morir peleando que vivir esclavo, ¿No creen?- Dijo con una sonrisa algo perturbadora mientras apretaba los eslabones de su cadena.

Cuando Xahfer empezó a disparar a los soldades que tenían ballesta, Marcus avanzó unos pasos hasta mantenerse a un distancia prudente del enemigo más cercano. Cuando lo tenía a alcance (10') lanzó la cadena enrollando uno de sus pies jalándo con fuerza para derribarlo.

(Si lo derribo): Rápidamente giró sobre si mismo intentando golpearlo al encontrarse tendido en el piso golpeando el polvoroso suelo. -Mierda!- Exclamó al fallar.

Al llegar a la armería echo mano de una buena maza de armas y un escudo pesado. Me pongo una de las armaduras de cuero tachonado y cojo una ballesta pesada y un puñado de virotes. 

-Adelante.-Digo una vez me he preparado a conciencia. Lamentablemente la alegría dura poco y nos encuentran.

Abrazo el escudo y saco la maza.

-Quedaos cerca.-Susurro.-Podremos con ellos. 

Dicho esto, empiezo a entonar un ensalmo a Pelor, señor de la luz, para que bendiga a cuantos vamos a luchar por nuestra vida y libertad.

Los salmos de Amergin os llenan de energía a mediada que estos se producen, con lo que al llegar al punto culminante podéis golpear con plena confianza a unos enemigos que a pesar de mostrar dos estrategias distintas, si muestran un ímpetu distinto ahora que os tienen a mano.
Los primeros en reaccionar son los arqueros del grupo que lanzan una salva sobre uno de los ballesteros al que le caen un par de flechas bastante bien ubicadas, que lo hieren de gravedad y lo hacen caer de espaldas.
Por su parte Markus consigue derribar a uno de los soldados con espada corta y le golpea dejándolo fuera de combate, al ver esto solo uno mas se acerca directamente a él para tratar de reducirlo, mientras los demás tratan de esquivar la terrible arma a distancia.
Por su parte los usuarios de hacha reciben el ataque de dos de los liberados que vienen con vosotros, enzarzándose por parejas en sendos combates.
El hombre recién liberado ha herido profundamente a su rival, mientras que este le ha conseguido colocar el hacha para una corte apenas superficial.

Viendo lo que nos sale al paso y como se maneja Marcus, yo empiezo a disparar como un loco, literalmente como un loco, soltando una lluvia de flechas: -Gracias Pater!- Digo al sacerdote para luego gritar: -Ira! Mirim! Detrás de mi, vamos!- Y es que mi plan es simple, moverme para situarme “mas o menos” detrás de Marcus cubriendo asi su espalda y de paso, si alguien quiere atacarme a mi primero tiene que pasar por el… y si quiere atacarle a el, se expondrán a una lluvia de flechas por mi parte!

El de la espada corta se había lanzado peligrosamente contra Marcus, quien hábilmente lo evadió girando sobre su eje, aprovechó el movimiento para hacer un barrido con la cadena y enrredar algunas piernas de paso, con tan mala suerte que sin darse cuenta pisó su propia cadena perdiendo el equilibrio, quedando expuesto ante los enemigos que se le abalanzaban encima, como pudo dió una salto lateral intentando alejarse de ellos.

Una vez he entonado la plegaria a mi Dios, cojo mi maza y me lanzo contra uno de los guardias asestándole un mazazo con todas mis fuerzas. 

Como en el turno anterior, Mirim dispara al mismo que Xhafer y entre ambos consiguen hacer caer a uno de los que se acercaban a Marcus, es cual a pesar de no conseguir golpear a su adversario directo, es buen uso de la cadena, hace que los que quedan cerca se lo piensen dos veces antes de meterse en la zona en que la cadena puede alcanzarles.
Por su lado Amergin después de apoyaros, se acerca a uno de los liberados y junto a el consiguen acabar con el guardia al que se enfrentaban, pues su mazazo consigue abrir la defensa de este, para que el luchador aseste un golpe fatal con su espada y tal como sale esta, sale corriendo hacia el ballestero que hay al fondo de la sala, que lo refrena con un virotazo, que a pesar de no ser letal, si consigue frenar su carrera.
Al otro lado de la sala, los otros dos hombres que habéis liberado, se enfrentan a uno de los guardias, que a pesar de la desventaja parece mostrar un nivel de competencia superior al resto de sus compañeros.
Han caído cuatro de los guardias, uno esta trabado, los otros dos mantienen la distancia con Marcus, dos mas mantiene la posición en la puerta contraria y el ballestero está recargando.

Marcus mantenía girando la cadena de un lado a otro, parecía que por ahora su estrategia de cobertura estaba funcionando. -​​​​​​-Rapido, detrás de mi- le indico al confiable tipo que se presentó como Xhafer, la letalidad de su arco era de admirar. Entonces, cadena en ristre, avanzó en diagonal manteniendo la distancia con los soldados de espada larga, con una ágil maniobra se deslizó manteniendose agazapado y lanzó su cadena al tipo que intentaba recargar su ballesta.

Al ver al de la ballesta recargar, trato de darle un golpe con mi maza, pero sale desviado y no consigo atinarle. Algo falla. No estoy acertado. Necesitaré comer y dormir apropiadamente.