Partida Rol por web

Confiaba en que Slavick pudiera abrirla.

Slavick se acercó al portón, estaba bien protegido. En primer lugar, inspeccionó los mecanismos de seguridad: un teclado numérico y también un lector óptico. Muy caro, muy protegido, muy interesante. Algo realmente importante había ahí dentro, si no no se explicaría tamañas medidas de seguridad.

Anton sacó su multillave y recordó su formación. Acto seguido comenzó con el teclado numérico, no fue excesivamente difícil de vulnerar, el tecnosacerdote tenía cierta experiencia con esos sistemas, desactivó los controles y finalmente acabó por dar con el número de apertura.

El lector óptico era otra cosa, alta tecnología al alcance de muy pocos. Para Slavick era algo nuevo, nunca antes había trasteado con un aparato así. En primer lugar, desactivó las alarmas -no deseaba que aquella zorra de AVINA volviera a aparecer en plan mandona para preguntarles si iban a robarle el DVD al tal Smith- y luego se empleó a fondo con el chip de memoria del lector. Acabó consiguiendo los datos que buscaba, los copió en su placa de datos y los volvió a enviar al sistema de reconocimiento del lector.

Premio: podían acceder a su interior.

- Confiaba bien doctor, confiaba bien.-

le dijo a Linus cuando se apartó de los sistemas de seguridad.

El tecnosacerdote descubrió la clave tras perder algunos minutos de tiempo. Linus se mantenía tenso con su arma en la mano y aferrando la traspaleta. Recogió algunos cartuchos de ella y repuso los empleados hasta el momento. Crairman y Nicodemus vigilaban el pasillo en penumbra. Podían oir algo arañando las paredes, se filtraban sonidos a través de los conductos de ventilación...la Ejulve aún tenía pasajeros, indeseables pasajeros. Se abrió la compuerta. La Cámara de los Horrores.

Aquí probamos mi gas -apuntó Davies- no funcionó.

El lugar estaba intacto, no había sufrido el menor daño, salvo algunos papeles desperdigados por el suelo y una quemadura láser en el techo. Había numerosas computadoras y archivadores electrónicos. Pero lo más llamativo de la estancia eran las cápsulas en las que permanecían xenomorfos en estado de criogenización, cientos.

Herejía. Los tiránidos, una raza con la que resultaba imposible vivir en paz almacenada, criada y estudiada por aquellos eruditos de Vesper sólo el Dios-Emperador sabía para qué fin. No puede decirse que les sorprendiera, llevaban mucho tiempo imaginándolo pero verlo...era distinto.

¿Qué es todo esto, Davies? -preguntó Linus- ¿Quién os dio permiso para...esto?

El Dr. Smith. A él se lo dio el Inquisidor Eisenhorn...bueno, eso dijo.

- Por el Trono Dorado de Terra...fue lo único que Nicodemus pudo decir al ver tanto mal en una habitación...y pensar que alguien lo ha hecho a propósito.

Avanzó con el bólter preparado hacia uno de los tanques y acercó la cara al cristal, estaba frío pero el movimiento de luces parecía indicar que tenía vida. Todo aquello era mucho peor que Sinophia Magna. Los terrores del pasado asolaron su mente de nuevo.

- Muy interesante. Creo que aquí se jugaba a ser Dios con estos bichos. Os recomiendo que no toquéis nada, solo nos faltaría que esos bichos salieran de los recipientes y armaran un desbarajuste.-

dijo el tecnosacerdote. Anonadado se había quedado ante la escena. Cientos de xenos eran almacenados para su estudio y experimentación en aquella sala, con el inherente peligro que eso acarreaba.

Y ellos estaban ahí, se habían metido en la boca del lobo.

Anton recogió uno a uno todos los documentos que había por el suelo y los fue guardando, a buen seguro serían útiles.

Bah, si eso fuera lo peor... Ando despacio entre todas aquellas criaturas pensando en quien habría sido el último responsable de todo ello. A finde cuentas, solo era investigación. En las naves negras tuvimos que buscar y encontrar a individuos que no solo violaron el Concilio de Nikaea, sino que emplearon sus habilidades para obligar a gente brillante a hacer cosas muchísimo peores que estas investigaciones. Aquellos bichos por ahora no presentaban ningún problema, aunque nunca se sabía cuando podía fallar el sistema de soporte vital de la crioestasis y ser liberados. ¿Bueno que? ¿A lo nuestro? Nicodemus parecía en la inopia mirando aquellas cosas, vagando en recuerdos. Al pasar junto a él le di con el hombro amistosamente. Despierta Nicodemus, pareces un poco ido.

Lo nuestro. Sí, los datos. Buscad todos los datos que podáis. Yo comprobaré esas cápsulas. Tal el fallo de energía haya acabado con los xenos...

El miembro del Ordo Xenos se aproximó a las cápsulas, consultando los datos de sus pantallas.

Faltan algunas cápsulas. ¿Se las han llevado?

¿Que faltan capsulas? Pregunté mirando a mí alrededor. ¿MMMM.... y eso que es? Dije señalando a una zona de la sala en concreto. Algo había llamado mi atención.

Nicodemus reacciona levemente a las palabras de Crairman y comienza a revisar al sala pero su mirada está ida y no parece concentrado en lo que hace.

- Mira tu por donde...-

dijo Slavick al encontrar un portafolios repleto de documentos con sello oficial. El tecnosacerdote los extrajo y comenzó a revisarlos uno a uno, para comprobar su contenido.

El psíquico  se fijó en que las cápsulas desaparecidas había sido arrancadas de sus anclajes por una cortadora láser.

Nicodemus encontró recipientes de cápsulas vacíos, con los xenomorfos muertos en el suelo, al parecer no sobrevivían fuera de la criogénesis, no sin el debido tratamiento.

Bajo el portafolios Anton encontró una computadora personal portátil, inmediatamente revisó la información del mismo dando con un interesante archivo audiovisual en el que aparecía Jeremy Davies, cansado y sin aspecto de loco.

Cuando terminó todos se giraron a Davies.

Ya me acuerdo -dijo, se llevó la mano a la quemadura láser que tenía en el cráneo, tras la oreja y una lágrima le corrió por la mejilla.

Fiuuuuuuuuuuuuuuu......... Solté un silbido entre dientes mientras arqueaba las cejas y me volvía lentamente hacia el agente Davies. Así que le echaste huevos ¿Eh? Tienes mis respetos caballero. Le dije aun con las cejas levantadas. No solo era un superviviente, sino que a demás era agente de la inquisición, como nosotros, y se había visto frente a una muy difícil situación cuando todo se fue al carajo. El había toquiteado la nave, había apagado el reactor, y había hecho todo lo demás. El solo había sobrevivido y luego se había metido un tiro laser al que también había sobrevivido. No parecía querer palmarla pese a sus esfuerzos, o alguien, quizás desde el propio Trono Dorado estaba intentando evitarlo. Vaya vaya, creo que tenemos cosas de que hablar. Pero tomate tu tiempo para recordar. Dejé que se recuperara poco a poco del aluvión de recuerdos que le estaban llegando, era un golpe duro eso estaba claro. Mirando a mis compañeros les pregunté. ¿La sala es segura? ¿Podemos estar aquí tiempo sin que nos interrumpan? ¿Estamos bien cerrados? Había que aclarar dudas cuando se terminara de despejar. Apoyé el rifle en mi hombro mientras me rascaba la cabeza a través del traje.

- Me temo que no, dice Nicodemus mirando hacia la puerta, parece que al forzarla para entrar hemos impedido el poder cerrarla, luego vuelve su mirada al "loco" esperando que se vuelva "cuerdo" otra vez.

- Bien hecho doctor Davies.-

se limitó a decir el tecnosacerdote. Las cosas se estaban poniendo muy pero que muy interesantes. D

De todos modos, no habría que perder de vista al sujeto en cuestión -en cualquier momento se le iba la cabeza y montaba una buena- ni a la posible existencia de tiránidos.

Un momento...¿estaba el Inquisidor a bordo cuando liberaste el gas?

No...no lo sé. No lo recuerdo. La nave estaba infestada. Smith había liberado a los xenos. Quería usar mi gas para controlarlos, pero los psíquicos habían muerto. ¡Me disparó! Quiso matarme. Claro...por eso se estrelló el vagón...nos peleamos y el tren se descontroló. 

- ¿Quién te disparó?

¡Smith! ¡Tenía un arma asari! ¡Ellas se lo dieron!

-¿Un arma asari?. Explíquese por favor.-

inquirió el tecnosacerdote. Nunca se sabía que se podía aprender por ahí. Y quizá arrojara algo de luz en todo aquel maldito embrollo.

¿Existen las asari? ¿Ellas son "ellas"?