Partida Rol por web

Eve llegó hasta el resto del grupo, con Deirdre siguiéndole a pocos metros.

Eve:-Perdón por haceros esperar.

Zac comentó entonces, en respuesta a lo que estaban hablando hacía unos segundos:

Zac:- Yo me quedaré por aquí. Será mejor tener a Deirdre controlada, por el momento.- comentó antes de que la pelirroja llegara hasta el resto.

Jackie:- Os acompaño. Al fin y al cabo, Carrie está agotada y como habéis dicho también es mi labor.

No estaba segura de qué hablaban, sobretodo cuándo Carrie dijo que nos acompañaba, asíq eu supuse que Leo y Kaitlin se habían calmado en mi ausencia y les pedían ayuda para encontrar a Copérnico.

Tenía que poner en orden mis pensamientos. Esto afectaba todo y a todos, empezando por la misión de Copérnico. ¿Pero cómo hacerlo entre todos ellos? ¿No sería mejor tal vez, al haber perdido las pistas, separarnos para intentar recobrar nuevos rastros? ¿O habían hablado otra cosa en mi ausencia? ¿Era por lo de la acusación de robo antes de que me separase con Deirdre? ¿Iban a rellenar un formulario formal ante la directora por la desaparición de Copérnico? No estaba segura de que McGonagall se lo fuese a tomas muy en serio, sobretodo tras su comentario esta mañana en la reunión.

- ¿A dónde habéis decidido ir? - pregunté finalmente.

La última pregunta de Katherine me sacó una carcajada contenida. - Dejas de serlo... por el momento - respondí con seriedad, aunque mis ojos reflejaban que la situación me estaba divirtiendo. Sin darle tiempo a que volviera a hablar, me incliné sobre ella y dejé en sus labios un suave beso. - Sabes Kat, si querías verme, solo tenías que haberme esperado a la salida... - continué, con una sonrisa divertida. - Seguro... - con delicadeza juego con sus mechones de pelo - ... que encontramos un buen sitio donde emplear nuestro tiempo hasta la cena...  

Mientras todos hacian y deshacian y tomaban decisiones, Kait se quedó en silencio, totalmente agotada mentalmente con todo aquello. Por suerte, los ánimos parecieron calmarse, cosa que agradeció sobremanera.

Se quedó junto a Leo y Carrie, y, asintió a la explicación de Leo, con aquel gesto cansado y derrotado: Yo no estoy acusando a nadie, Carrie, me limito a seguir la conclusion mas logica: voy a buscar mi camaleon donde Zac me dijo que podia encontrarlo y, cuando los chicos me ven, se asustan. Y cuando descubren que tengo una hermana gemela me confiesan que ella habia ido a por el camaleon y que se lo habia llevado... ¿Cuantas gemelas tengo? ¿Qué pensaríais vosotros? - dije, cansanda de tener que estar justificándome pr haber salido perjudicada con todo aquello.

Deje escapar un largo suspiro y, de repente, algo se me pasó por la cabeza. Algo que, hasta el momento, habia pasado por alto: era exactamente lo mismo que habia sucedido cuando Bikkel desapareció. -Esperad un momento... dije, deteniéndome, frunciendo ligeramente el ceño- Esto es como cuando Bikkel me bufó al verme... Yo tampoco habia sido, pero se asustó de mi aspecto... En su momento pensé que habia sido Deirdre, pero Oliver me dijo luego que no... ¿Quién si no puede ser? No habrá nadie usando multijugos o algo asi, ¿no?

De repente, aquella idea no me parecio tan disparatada. Y con el intento de envenenamiento, me alegraba de haber dado parte a McGonagall de la desaparicion de Copernico. Ahora no tenia tan claro que aquello no pudiera meterme en algun lio.

Colocó la palma de la mano en el pecho de Oliver, sin apartarle la mirada y usando su típico tono de quien lo sabe todo:

- Te recuerdo que tienes una prometida, señor Carrow. ¿Quieres acaso que tu familia o la mía propia me termine de despedazar?- aquel comentario le soltó una nueva sonrisa divertida. ¿Realmente pensaba que podía ocurrir o simplemente estaba jugando?- Anda, ayúdame a buscar el camaleón de Kaitlin. Bonnie se asustó de que la relacionasen con algo malo y lo tiró por esta zona... Los camaleones son lentos, no debe de haber ido muy lejos si nadie lo ha cogido...

Y dirigió la mirada al suelo, dispuesta a retomar la búsqueda.

- Y para asegurarse de que nadie le señalaba no se le ocurrió otra cosa que deshacerse de las pruebas frente a la casa Slytherin, ¿no es así? - Solía pasar. Las serpientes siempre eran las primeras en ser culpadas. Sin decir nada más, empezó a buscar a su alrededor. Realmente el comentario de Katherine no le había molestado, tenía muy clara la opinión que todas las casas tenían de ellos. Algo que, en realidad, nunca le había molestado. - ¿No es esa cosa de allí? - señaló finalmente, estirando el dedo en la dirección en la que apuntaban sus ojos. 

- ¿Dónde?- preguntó sorprendida mientras se ponía de cuclillas para ver mejor en la dirección que Oliver le había señalado.- Llevo como media hora buscando por toda esta zona y... ¡es cierto! Míralo. Lo raro es que aún no haya muerto con tanta oscuridad. Los camaleones necesitan de mucha luz.

Se levantó y se acercó hasta el reptil. Levantó la mano para cogerlo pero paró a medio camino.

- No sabía que los bichos estos fueran tan repugnantes... mírale los ojos. Dan... puagh.-se levantó y apartó la mirada del animal mientras miraba a Oliver. Ni ella misma se imaginaba que tendría asco a algo alguna vez. O al menos no tanto como para no ser capaz de cogerlo- ¿Te importa cogerlo tú? Además así quedo fuera de la ecuación "robo + camaleón = Kath". - siempre tan directa y sincera.- Y así... podré esperarte donde quieras, Carrow. A no ser que decidas no devolver el camaleón aún y que vayamos directamente.

En cuanto Kyle paró de la pared de enfrente surgió una gran puerta de madera de varios metros, robusta y con grabados indescifrables. Duncan sonrió al comprobar que había tenido efecto y se colocó al lado de su amigo, tirando de él hacia la puerta:

- Venga, veamos qué hay dentro.

El interior era extraño. No parecían encontrarse dentro de castillo pues daba la impresión, por el techo y las paredes, de que se encontraban en una cueva; no obstante, lejos de parecer incómoda, esta resultaba confortable. Una mesa redonda, tal y como la había imaginado el chico, se hallaba en el centro de la estancia, con sillones confortables y cogines esperando. Además hacía calor gracias a un alto fuego controlado levitando a un metro de la mesa. En vez de velas había pequeñas esferas luminosas blancas que añadían a la estancia sensación de encontrarse en un lugar mágico, distinto de cualquier otro donde hubieran estado.

- No está nada mal. El sitio está chulo. ¿No crees?
 

La reacción de Katherine provocó una divertida sonrisa en Oliver. No estaba acostumbrado a ver esa parte de la gryffindor, y la verdad es que le gustaba. - ¿Que todos los dedos apunten hacia mi como cumpable? No, por supuesto que no me importa - contestó siguiéndole el juego mientras echaba a andar hacia el animal. Se agachó con cuidado para no asustarle y, con agilidad, lo rodeó con su mano. - Creo que será mejor que se lo devuelva a su dueña. Si me ven con él por el colegio estallará la guerra - entrecerró los ojos pensativo, con un brillo divertido en los ojos. En realidad, la circunstancia podía ser más que interesante. En el fondo, se trataba de una oportunidad más para demostrar la superioridad de la casa Slytherin. Se obligó a apartar esos pensamientos de su cerebro, asegurándose de que su acompañante no pudiése comprenderlos. - Espérame en el puente, como siempre. - Tras un suave beso echó a andar en busca de Kaitlin O'Hare.

Según iban intentando trazar un plan de búsqueda con el que quedar satisfechos, Oliver Carrow se fue acercando por el pasillo de la derecha de las mazmorras con su elegante y recto caminar. Se escuchó susurrar a Deirdre un:

Deirdre:- El que faltaba...

Entonces, ante la pequeña luminosidad de una vela, se pudo vislumbrar que llevaba algo entre las manos. Era tan pequeño que resultaba poco perceptible, pero sin duda era de color verde:

Jackie:- ¿Qué lleva en las manos? No me digas que...

Sin lugar a dudas, era un camaleón.

- Tienes el don de la oportunidad, Carrow - dijo con sequedad a la par que se apoyaba contra la pared para descansar un poco el peso de su propio cuerpo -. ¿Has encontrado al camaleón o la providencia te ha dicho que hoy era el día idóneo para devolverlo?

Al menos aquello suponía un alivio para ella pues no tendría que pasar las próximas horas buscando; por fin podría irse a dormir un rato y alejarse de las tonterías insulsas que acostumbraban a marcar el día a día de los estudiantes de Hogwarts.

- Me disculparé cuando encuentre al camaleón, Carrie. - Contestó Leonard, mirando a la Slytherin. Después, miró a Jackie que se ofrecía a acompañarlos, y a Zac, que se ofrecía a controlar a Deirdre. -Gracias, espero no tardar demasiado con este tema- Se cruzó de brazos, pensando durante unos segundos cuando Carrie le preguntó sobre hacia donde marchar para buscar. Lo cierto era que no le quedaban muchas opciones, pero Leo estaba dispuesto a jugársela con una teoría.

- A la Clase de Pociones - Contestando, de paso, a Eve y Carrie. - Porque hay algo que se nos está escapando. Carrie preguntó a Deidre si tenía el camaleón. Si lo tuviera, alguien lo habría visto... Y no habría hecho la pregunta. Asintió las palabras de Kaitlin, sobre lo sucedido con Bikkels. - Si le sumamos aquello al testimonio de los Hufflepuff, solo se me ocurre una alternativa. Alguien se está haciendo pasar por Kaitlin o por Deidre. -

¿Pero por qué? ¿Qué sentido tendría? Y lo peor, es que Carrie ahora se pone a colaborar. ¿Y si se pone a colaborar de verdad? ¿Y ahora qué? ¿Y si decide ponerse las pilas cuando hay un marrón? ¿Ahora qué? ¿Qué hacemos? Céntrate, Leonard. Primero el Camal...

La pregunta de Jackie, y que mirara tras él, hizo que Leonard se diera la vuelta, frunciendo el ceño al ver a Oliver. ¿Y este que hace aquí? ¿Ese es... Copérnico? Abrió los ojos de par en par, sorprendido. Qué casualidad... Justo en el momento oportuno. Al menos a aparecido. ¿De dónde lo habrá sacado? Sintió cierto alivio al ver el animal.

Lo que Leo no esperaba fue aquel comentario envenenado de labios de Carrie hacia Oliver. ¿Tan mal estaban las cosas entre ellos? Llegados a este punto, no sabía si desconfiar y pensar que todo aquello era la mayor obra de teatro representada en el colegio, o que por contra, se había equivocado. Le pareció imposible que Oliver estuviera metido en el ajo. Y eso por extensión exculpaba a los demás.

- Por fin apareció. - Soltó, con alivio. Llevaba un mes escuchando la frase "¿Donde estará Copérnico" y lo cierto era que aquello fue lo mejor que pudo ver en todo el día. - ¿Dónde lo has encontrado, Oliver? - Preguntó Leonard, dejando que fuera Kaitlin quien fuera a por el animal. -Cógelo antes que vuelva a escaparse- Le susurró a Kaitlin. Por su parte, de lo que acababa de darse cuenta era de que tenían un problema mayor. 

No tiene más explicación. Alguien ha usado una poción multijugos para hacerse pasar por Kaitlin o Deidre. Ahora si la hemos liado parda. Al César lo que es del César.

- Nos hemos equivocado, lo lamento - Dijo, sin problemas. Leo no tenía problemas en reconocer cuando se había equivocado, y en solventar una injusticia, sobre todo si la había cometido él. La disculpa fue para los Slytherin. - Pero ahora tenemos un problema más grande. - Soltó, negando con la cabeza.

Y miró a Eve con cara de "¿Estás segura de esto?" y para rematar el mensaje, miró a Carrie, para que lo entendiera. Cogió aire, pensándoselo dos veces y finalmente, a sabiendas de lo que diría Eve, se dirigió a Carrie. - ¿Podemos hablar un momento a solas? -

Tenía la sensación de estar jugándoselo todo a una carta.

No tardó en diferenciar de quien se trataba, una mezcolanza que no dejó de sorprenderle. No era normal que Deidre y Carrie estuviesen con los gryffindors (ni siquiera con la ravenclaw), y el hecho de que la escena se produjera después de todo lo ocurrido entre las slytherins y él no le resultaba en absoluto tranquilizador. Se trataba de su exnovia y su prometida, ¿podía salir algo bueno de allí?

- ¿Tiene sentido que responda a esa pregunta? - preguntó de forma irónica. Sin dar pie a más conversación, se colocó frente a Kaitlin y, con cuidado, extendió la mano. Entonces, justo antes de que la chica lo cogiera, una pícara sonrisa apareció en sus labios. - ¿Mi recompensa?

Kaitlin había llegado a la misma conclusión que yo, lo que no me convertía en una paranoica.

- Yo he pensado lo mismo, Kait. No sé quién puede ser pero... - dejé la frase en el aire aunque miré de reojo a Deirdre, justo para verla susurrar con disgusto. 

Me giré y vislumbré a Oliver con aparentemente el camaleón de Kaitlin. ¿Cómo...? ¿De dónde...? Eso era lo más inesperado de toda la tarde. Bueno, tal vez no, pero casi. Miré un poco ofendida ante la "no respuesta" de Oliver al susodicho. ¿Qué si tenia que contestar? ¡Por supuesto que tenía que contestar! Estábamos investigando un suceso rarísimo que empezaba con la desaparición del camaleón. ¡Claro que era importante saber de dónde lo había sacado! Sin embargo me mantuve serena.

- Sería muy útil si nos dijeras dónde lo has encontrado, y te lo agradeceríamos, Oliver. 

Fue entonces cuándo vi a Leo mirarme...raro. Cuándo pasó su mirada de mí a Carrie creí entenderlo y el hecho de pedirle un momento a solas a la Slytherin me lo confirmó. Sin embargo Carrie parecía increíblemente exhausta. 

- Tal vez podemos hablar antes de cenar. - propuse pensando que Carrie preferiría eso aunque tal vez me equivocaba y prefería despacharnos ya. Y tal vez era oportuno ir a ver a Kyle y Duncan y discutir lo ocurrido, ya que podía estar relacionado. Además se me había ocurrido otra persona a la que preguntar pero necesitaba encontrar cómo proponer el tema. Si cuando propuse preguntárselo a Carrie casi me toman por loca, como dijese el nombre de la otras persona sin saber cómo colocarlo podían meterme directamente en San Mungo. Sin embargo yo estaba pensando de manera fría, objetiva y racional (como buen Ravenclaw) y visto así era la mejor opción.

Y entonces llegó Oliver. Al principio, cuando lo vi, no reparé en que llevaba algo entre las manos. Sin embargo, en cuanto escuché a Jackie me centré en las manos de mi ex-cuñado.

-¡Copérnico!- exclamé, justo cuando Leo me sugería ir a por el camaleón, abriendo los ojos de par en par. En mi rostro, una mezcla de sorpresa y el más profundo alivio. Copérnico estaba bien, sano y salvo. Oliver lo había encontrado.

En el caso de mi ex-cuñado, obviamente, ni se me paso por la cabeza que hubiera podido hacer nada a mala leche. Tenía que haberlo encontrado, eso era segurísimo.

Así pues, en cuanto me tendió a Copérnico y preguntó por su recompensa, le sonreí ampliamente, recogiendo al animal para, acto seguido, abrazarlo, con fuerza, y con un agradecimiento eterno- Gracias, Oliver, gracias, gracias. - dije, casi con los ojos rasados en lágrimas por la alegria de ver que estaba bien.

Tras algunos segundos, acabé por separarme de el, yendo esta vez directa a los brazos de Leo, a los que acudi con la más radiante de mis sonrisas- Leo, esta bien... Miralo... Está bien... - dije, incredula aún, alzando al animal a la altura de nuestros rostros. - Hola canijo.... ¿Donde te habias metido? - acaricié la cabecilla del camaleón, apretándolo acto seguido contra mi.

Menos mal.

En cuanto me calmé de la sorpresa y la alegria iniciales, y aun junto a Leo, miré a Oliver de nuevo, con una risilla nerviosa- ¿Dónde estaba? - pregunté, intrigada con ese asunto. Lo que me llevó a otro: Había sido injusta con Deirdre.

La miré, con un infinito aire de culpabilidad, dedicándole una intensa mirada que destilaba arrepentimiento- Lo siento Deir. He sido injusta contigo. Espero que me perdones.

Al César, lo que era del César.

Todavía con los brazos extendidos esperando a que Kaitlin recuperara a su animal, Oliver observaba a los presentes. Su mirada era aséptica, hasta que escuchó las palabras de Eve. Sin molestarse en contenerla, una mueca de desaprobación se dibujó en su rostro. Estaba claro que no le iban a dejar en paz.

- Junto a las mazmorras - desveló por fin, encogiéndose de hombros y recogiendo sus manos dentro de la túnica. La efusiva reacción de Kaitlin le cogió por sorpresa y no pudo evitar relajar la seriedad de su rostro. Aun así, ninguna sonrisa apareció en sus labios. - Lo he encontrado por casualidad, aunque parecía llevar allí bastante tiempo. - No le pasó desapercibida la disculpa de Kaitlin a su hermana, aunque no dijo nada. Se limitó a observar durante unos segundos a su exnovia, fija e intensamente. En silencio. Entonces, volvió a recorrer la vista entre los presentes. - ¿Puede saberse qué hacéis vosotros aquí... juntos?
 

Cuando veo aparecer la puerta ante mí, mis mandíbula se queda colgando del estupor. Ha funcionado. Dejo que Duncan tire de mí hacia el interior y sonrío satisfecho cuando veo que gran parte de lo que había pensado se ha materializado ante nuestros ojos. Por un momento casi parece que hayamos abandonado los terrenos de Hogwarts y hayamos viajado atrás en el tiempo hacia momento en los que la magia era mucho más rudimentaria y todavía se practicaba de manera completamente clandestina. 

Llevado por la necesidad de comprobar que lo que estoy viendo es real, me dejo caer en uno de los acojinados asientos situados alrededor de la mesa redonda. No sólo parecen cómodos sino que además lo son. Levanto la vista hacia Duncan cuando habla. 

- Sí, está genial.- sonrío. El asunto que nos lleva a buscar esa sala en realidad es de lo más serio pero no puedo dejar de sentir excitación por lo que la sala representa y los intensos momentos que nos esperan dentro de ella. Lástima que lo de utilizar el veritaserum en Carrie no haya cuajado como idea, bromeo para mí mismo. Habría sido una buena manera de estrenar la sala. - A estos les va a encantar. - Por el momento hemos conseguido crear un lugar de reunión e incluso de interrogatorio, pero estoy seguro de que la sala se acomodará a nuestras necesidades en caso de que cambiasen. 

- Deberíamos ir pensando candidatos para entrar al "club", o como lo quieras llamar. O al menos gente para ser interrogada. ¿Tienes a alguien en mente? Aparte de los nuestros, claro. 

Tenía la certeza de que Oliver ocultaba información; al fin y al cabo, ¿el camaleón habría sobrevivido solo durante a saber cuánto tiempo y sin que nadie lo viera? Le parecía de lo más improbable y seguía siendo demasiado oportuna la aparición de Carrow con el animal. Sin embargo no iba a ser ella la que indagara en un asunto que desde el principio no le había importado nada o menos.

Inclinó la cabeza ante la disculpa de Leonard, aceptándola con elegancia, aunque su gesto quedó congelado a medio camino cuando le pidió para hablar. Sus ojos se entrecerraron con curiosidad. ¿Qué querría decirle? Sin embargo Eve se apresuró a posponerlo hasta la noche y ella asintió en señal de conformidad, sin sentirse demasiado capaz de mantener la cabeza clara durante mucho más tiempo.

- Antes de cenar - repitió. Entonces su mirada barrió la escena hasta Oliver, el último en hablar, esbozando una sonrisa torcida -. Lanzarnos dardos envenenados y colaborar juntos pero por suerte no será necesario nada más ya que el motivo de ambas cosas está ahora en manos de su propietaria. Y ahora, si me lo permitís, me voy a dormir.

Lógicamente era una forma de hablar, no esperó a que le dieran permiso para alejarse de la escena con un nada disimulado bostezo y cogerse del brazo de Jackie para encaminarse en dirección a su sala común.

Ante la disculpa de Kaitlin, Deirdre se la quedó mirando fijamente, en silencio y tan seria como antes. Al parecer sus ánimos se habían apaciguado tanto como los de su hermana y ya no llameaban ganas de estrangular a nadie.

Muy al contrario, la Slytherin soltó un suspiro, se descruzó de brazos y dio un paso. Entonces abrazó a su hermana sin importarle el hecho de estar rodeadas de gente.

- Como vuelvas a perder al camaleón seré yo quien te vaya a patear el culo.

Tras el susurro que todos pudieron escuchar, pues no había tenido intenciones de decir nada en secreto, se separó y siguió a Carrie, Jackie y Zac hacia el interior de su sala común tras soltarle un:

- ¡Quedas advertida!

Y el muro se cerró, dejando a un lado a Carrie, Jackie, Zac y Deirdre, y en el otro a Oliver, Leonard, Kaitlin e Eve.

- Sublime - le dijo a Deirdre nada más cruzar el umbral, mostrándose por vez primera tan cansada como realmente se sentía, perdiendo su postura erguida y elegante -. Yo también he estado a punto de perder los papeles ahí fuera con tu hermana, ahora entiendo muchas cosas, Deirdre - suspiró sin querer y al darse cuenta del gesto intentó erguirse un poco -. Jackie, quiero que te quedes aquí para hablar con Carrow si entra, a ver de dónde ha salido el camaleón. Zac, ve a tu habitación, Deirdre y yo iremos inmediatamente pero antes iremos a la nuestra y nos desilusionaremos. Tenemos que hablar.