Partida Rol por web

Zac escuchó a Carrie, atentamente y pensando que la chica tenía toda la razón. Quizás se hubiera dejado llevar por esos extraños sentimientos pero aún así él creía estar haciendo lo correcto. Al notar su mirada, su sonrisa y mucho más aún las palabras claras y directas, Zac terminó por sonreír y la besó de improviso.

Cuando se hubo separado le acarició la cara y le habló:

- Solo dime qué necesitas, y ahí estaré.- era extraño cómo su forma de ser cambiaba con respecto a Carrie. ¿Qué tenía? No sabria decirlo. Posiblemente eran tan parecidos que la atracción resultaba irremediable. Quizás les unía un vínculo especial que él jamás habría imaginado tener con nadie, siempre aprovechándose de su carisma, de su fama y de su atractivo; la diversión cruel y la manipulación habían sido sus compañeras desde hacía muchos años, y sin embargo con Lewis todo parecía diferente y nuevo. Le gustaba la persona protectora en que se transformaba cuando estaba a su lado- Sacas partes muy extrañas de mí, Lewis.- terminó por bromear y reir.

Los labios de Carrie se estiraron en una sonrisa al recibir el beso y las caricias de Zac.

- Necesito paciencia para tratar con Carrow, pero no creo que puedas darme de eso - su sonrisa divertida se amplió al oír el último comentario -. Tú despiertas mi parte femenina, es interesante saber que tengo de eso - y también fundía su frialdad habitual, lo cual era aún más extraño -. Me gusta la pulsera por cierto - y, acto seguido, se inclinó para devolverle el beso, uno corto, y se levantó, tendiendo la mano hacia él -. Toca seguir con el paripé.

Salgo al campo a poca distancia de Laura y Duncan y observo las gradas.

- Ha venido un montón de gente- les comento a Duncan y Laura. Sin duda la exigencia de Laura como capitana a llevado al equipo muy alto en las clasificaciones de años anteriores. Aunque no estoy del todo seguro de que ese sea el único motivo que ha llevado a tanta gente a congregarse para ver las pruebas. Observo a Laura, erguida sobre la escoba, impecable y reluciente. Creo que nunca la he visto nerviosa encima de una escoba. El pensar en nervios desvía mi mirada hacia los aspirantes. Laura está explicándoles la primera prueba. Aparte de Ian, quien parece bastante confiado- Si realmente ha entrenado tanto como dice, esto debería resultarle fácil-, el resto permanecen completamente serios, e incluso se diría que algo nerviosos. Miro a Eve y le deseo suerte en mis pensamientos.

Mientras observo las actuaciones de los aspirantes, respondo en tono solo audible para Laura, a una pregunta que me acaba de hacer, sin apartar los ojos del lugar de la prueba. Como había augurado, Ian la ha superado sin problemas. En cuanto a Sean, Eve y un chico que no conozco han quedado bastante igualados. La pobre chica que debe estar en segundo, pues parece bastante joven, no ha tenido tanta suerte, pero ha conseguido salvar el ejercicio. La verdad es que lo están haciendo bastante bien... Miro a Laura y a Duncan, intentando evaluar si coinciden con mis observaciones. 

Zac sonrió divertido ante el comentario de Carrie, la miró desde abajo y después sujetó su mano.

- Me alegro de que te guste. La esmeralda es de verdad aunque la tuve que hechizar para que pudiera cambiar de color. Venga, volvamos. 

Caminaron juntos y en ningún momento dejó de sujetársela con firmeza pero sin apretar en exceso.

Recorrieron el camino casi sin hablar pues todo estaba dicho y una vez llegaron a la salida Bolton se asomó ligeramente para asegurarse de que nadie andaba por las cercanías.

- Vía libre, Carrie. Supongo que ahora es cuando nos separamos hasta la noche.-  Le colocó bien el mechón de pelo tras la oreja.

La breve y escueta pregunta de Laura me desconcierta un poco. El hecho de no poder verle el rostro, pues sus ojos están concentrados en la prueba que se desarrolla ante ella, hace todavía más difícil que pueda discernir lo que le pasa por la cabeza. Guiado por un instinto y dado que ambos estamos en el campo de quidditch observando la prueba, respondo con mi impresión sobre las actuaciones de los candidatos. 

- Lo cierto es que lo están haciendo bastante bien...Parece que Ian se lo ha estado preparando.- Digo, con los ojos clavados en el campo y un tono audible sólo para ella, la capitana del equipo, y Duncan. Sólo entonces caigo en la cuenta de que quizás Laura no me estaba preguntando por la prueba. Me paso una mano por el pelo mientras intento recordar el tono que ha utilizado: ¿enfado?, ¿celos?, ¿interés?...No consigo recordarlo. Me había parecido un tono bastante neutro difícil de traducir en sentimientos. Mala señal. De nuevo recuerdo, la tarde entrenando en la que me había dicho que nadie le había pedido ir al baile. ¿Quería que se lo pidiera yo? No...pero, ¿y Cormac?. Sacudo la cabeza, pues mi mente se está convirtiendo en un confuso hilo de pensamientos y sentimientos que no sé como interpretar, y vuelvo a centrar mi atención en el juego. 

Laura aplaudió dos veces una vez terminaron de volar las tres vueltas.

- ¡Bien! Ahora los dos aspirantes a cazadores, Eve y Teo, lanzaréis tres veces a marcar gol. Primero a Ian y después a Rose que es la otra que se presenta al puesto de guardián. Os recomendaría que afinárais bien la puntería y que los guardianes sean rápidos. Esta prueba puede ser decisiva. 

Ian se puso en posición con la expresión de máxima concentración que pocas veces se le veía a excepción de cuando leía por primera vez un libro. Por su parte Teo cogió la quaffle. Él sería el primero en lanzar.

¡Y el primer lanzamiento es gol! ¡El segundo también! Solo el tercero es parado por Ian que no parece muy contento con su actuación. Ha llegado el momento de Eve e Ian la mira con algo de nerviosismo, consciente de que de parar los ataques de la chica depende su entrada en el equipo.

Laura, tras dar las siguientes instrucciones y continuar mirando a los aspirantes no dudó en responder a Kyle con su mismo tono serio y algo autoritario.

- Está claro que me refería a ti y a Liliana.- ¡Chicos...! E hizo el esfuerzo por no poner los ojos en blanco.

Mientras tanto Duncan miraba arriba con intensidad, parecía como si fuera él quien dependiera de entrar al equipo en vez de Eve.

Duncan:- Si Eve entra al equipo le pediré ir a la fiesta conmigo.- Parecía no escuchar la conversación entre Laura y Kyle.

Vale. Está molesta.- pienso al oír las palabras de Laura, que más bien han sonado como una orden. Dime lo que quiero saber.... No sé por qué, me esperaba esa aclaración. Es como si en realidad ya supiese lo que me estaba preguntando pero hubiese estado evadiendo la pregunta. 

- Pues... Liliana es guapa y simpática. Pero, no sé, nunca había pensado en ella como nada más que eso: una chica mona. Tampoco la conozco mucho. No sé...- iba a acabar la frase con un "supongo que sí se podría decir que me gusta. Al menos un poco", pero decido callarme, pues no estoy muy seguro de que Laura quiera ni necesite escuchar esas palabras. 

Oigo de pasada las divagaciones de Duncan sobre Eve y decido comentar algo más, aunque quizás esté metiendo la pata hasta el fondo en un pozo de arenas movedizas. 

- y, ¿qué pasa con Cormac?- adopto un tono pícaro pero procuro que la conversación no llegue a oídos indiscretos.- ¿Te ha pedido ir al baile al final? 

Claro que no Contestó Leo, en un clásico gesto impetuoso, mirando a Kaitlin, a la par que Oliver lanzaba su pregunta. Evidentemente, aquel compromiso era una locura que ninguno de los dos quería. Ni ninguno de los presentes tampoco. Carrie lo había dejado claro, y, debía añadir que, a pesar de todo, había sido divertido verla perder los nervios por una vez en su vida. Aunque fuera para una situación como aquella.

Por desgracia, era momento para ponerse serio, centrarse, y atender a lo que estaba sucediendo. La pregunta de su relación con Kath, era algo que él también deseaba conocer, y la respuesta de Oliver no se hizo esperar. Desde nunca. Podría haberme preguntado... Aquellas puñaladas el martes solo podían ser dos cosas, que le molaba, o que quería clavarle la varita en el ojo. ¿Y tú qué piensas de Kath? Acabó por lanzar la pregunta, torciendo el gesto de la boca, carente de la habitual gracia que le acompañaba.

No era habitual ver a Leo serio, o tomándose algo en serio, pero nadie podía negar su entrega por una causa cuando este la consideraba importante. Lo primero es pensar con la cabeza fría. Debe haber alguna manera para anular el compromiso. Y sé dónde encontrar esa información: En la biblioteca.

Oliver. Le dijo, mirándolo a los ojos, serio, y alzando el mentón. Tenemos un grave problema. Los añadió al problema de Oliver. Así que... cuenta con nosotros.

Asintió, sin querer arriesgarse más estando ya en el castillo y se marchó sin despedirse, directa al baño, lugar en el que se limpió la sangre seca de las manos y arregló su imagen, refrescándose el rostro mientras pensaba en todo lo que había sucedido y su siguiente paso.

Primero estaba el tema del compromiso, en el cual no iba a volver a entrar durante un buen rato, a pesar de ser el más importante, puesto que regodearse en su desgracia le impediría pensar con claridad y resultar convincente, algo que desde luego necesitaba. Segundo, el asunto del beso entre Carrow y Lestrange era información importante. Si no estuviera prometida con él hubiera corrido a revelarle la información a Deirdre, pero la razón le decía que se descubriría si se lo contaba a su amiga, y en ese momento necesitaba que el chico se confiara. No que confiara en ella, por supuesto eso no sucedería nunca, pero sí que se relajara y dejara el exceso de celo. Lo cual le hacía suponer que si ella había pensado en acabar con él, esa idea también podía pasar por la mente de Carrow. Nota mental, hacerme con un bezoar. Aunque eso no sería suficiente para escapar de un ataque directo. Tal vez podría encantar objetos con el hechizo protego y el desilusionador para medidas desesperadas. Por otra parte, tenía que empezar a pensar en una vía de escape que no pasara ni por acabar con él ni por casarse con Zac, aunque sólo fuera por si todo fallaba.

Eran demasiadas cosas en las que pensar y que hacer y sin duda no le convenía andarse con prisas. Lo primero, decidió, sería ir a ver al profesor de pociones para averiguar qué quería de ella. Y, ya de paso, aprovechar la visita para su propio interés.

Acabé por meter a Bikkel en mi bolsa, dejandola con la cabecita y las patas delanteras fuera, para queja de Copernico, mi camaleon, que acabo por subirse a mi hombro, con aire contrariado. -No, no, no... Ni yo tampoco quiero... Quiero decir... Solo preguntaba... Por si acaso, ya sabes.. - dije, haciendo aspavientos con ambas manos, negando.

Y, cuando Oliver contesto de aquella forma a mi pregunta sobre lo de Kath, mi extrañeza fue en aumento- Entonces... Kath y tu... no...Pero... ¿A ti te gusta ella? - dije, mirándolo con cierta curiosidad, a pesar de su respuesta a una pregunta que aun no habia formulado.

Eso, ademas, me llevó a pensar en otra cuestion: dónde quedaba mi hermana en todo esto. Me moria de ganas por preguntarselo a Oliver, pero no queria atosigarlo más. Ahora habia problemas mucho mas graves que aquello- Si, tenemos que solucionar esto como sea, Oliver... Y, como dice, Leo, puedes contar con nosotros para lo que sea, ¿vale? No se lo digas a Deirdre si no quieres... Pero... Estamos contigo, ¿si? - le dije, con una sonrisa sincera y calida, mostrandole todo nuestro apoyo.

Y, cuando Leo hablo de la biblioteca asenti, señalandolo- Eso... Me parece una idea cojonuda. Deberiamos buscar informacion... Yo, puedo ir ahora, si quereis. O si no... Podemos quedar luego, lo que prefirais... - dije, mirandolos a ambos. Sabia que habia quedado con Eve en que pasaria por las pruebas, pero ahora mismo esto era mucho mas importante que cualquier otra cosa.
 

Observé al otro aspirante con mirada analítica y toda la seriedad que podía para esconder mis nervios. Era bueno, ya que Ian parecía cómodo en la escoba y en cambio el cazador había marcado dos seguidos. ¿Sería tal vez bueno volando oero no tan buen guardián? ¿Era eso acaso posible?

Ian consiguió para el último y me alegré por él. Sin embargo, sabía que no debería ya que ahora era un cara a cara entre los dos y el hecho de que yo marcase le podía costar su entrada, pero si yo fallaba más que Teo era mi entrada la que se tambaleaba.

"Lo siento Ian, quiero entrar tanto como tú. Voy a darlo todo."

Me subí a la escoba y atrapé la quaffle qye me dieron. Respiré hondo y alcé el vuelo. Volé unos metros buscando algun punto flaco y cuando vi la oportunidad lancé. ¡Gol! ¡No podía creelo! Hice lo mismo con el segundo intentando mantener la calma y entra también por el aro, aunque Ian estuvo más cerca de atraparlo.

Miré la quaffle antes del último lanzamiento y luego a Ian.

'"Lo siento, pero tengo que entrar..."

Y cin eso en mente lancé la última vola, con cierto miedo a ver el resultado.

La reacción de Kaitlin le hizo sonreír. Ver a una persona idéntica a Deidre siendo tan espontánea, transparente y sincera le resultaba tan conmovedor como extraño. - No lo sé - le contestó, reforzando su respuesta con un giro de cabeza. - Por todos es conocida nuestra mala relación. Simplemente un día, empezó a haber algo más. No estoy seguro de que ni siquiera fúesemos conscientes de ello.

- Tenemos un grave problema...

Por un momento, lo único que su cabeza pudo retener fueron las palabras de Leo. Sabía que su relación con los gryffindors era buena, pero no estaba acostumbrado a ese tipo de gestos. Ni siquiera con los de su casa. Y menos, teniendo en cuenta que cómo se portaba, o se había portado Oliver, con algunos de los amigos de los leones. - Es buena idea ir ahora. Con suerte, todavía no habrá empezado ella a hacer nuestro trabajo - continuó, con tono divertido. Se podía imaginar a Carrie rodeada de sus secuaces, intentando buscar una solución para la su amada princesita. Entonces, echó a andar hacia el colegio. Con algo más de entusiasmo que hasta hace unos segundos. Podía estar saliendo todo mal, pero contaba con el respaldo de alguien para soportar los golpes. Algo a lo que Oliver no estaba acostumbrado y que, por lo general, nunca permitía. Pero en esa ocasión era diferente.

- Gracias - se limitó a decir. Podía parecer una respuesta demasiado fría, pero era sincera. Hasta el fondo. 

Eché a andar justo a tiempo para poder esconder mi reacción.

- Tenemos un grave problema... Sí Leonard, tenéis un gran problema.

Habían pasado más de seis años, y todavía me sorprendía lo estúpidos y manipulables que podían llegar a ser los Gryffindors. Ellos, que tanta gala hacían de su valentía, y acababa siendo el talón de aquiles que les cegaba ante todo enemigo. Con Katherine, tras cuartos de lo mismo.

La única cosa en la que Kaitlin había acertado era en tener dudas sobre la reacción de Deidre. Aunque su hermana era una versión mejorada de la pelirroja, por desgracia seguía siendo demasiado visceral. Tendría que hacer un gran esfuerzo para convencerla de que atajara el plan. Por suerte, eso era lo que a mí se me daba bien. Convencer.

Justo entonces el reloj de la torre marcó la hora justa en la que Leonard debía de estar en el castigo y justo en ese momento una chiquilla de primero de Gryffindor apareció corriendo, agotada y jadeante delante de los dos prefectos y el premio anual.

Chica:- ¡Kaitlin! ¡Ka...itlin! ¡Se...se... se trata de Patrick! ¡Se ha metido en un buen lío! ¡Le están pegando! ¡Ti-tienes que seguirme!

Y sin más echó a correr sin esperar una respuesta que consideraba obvia.

Leonard:- Claro que no. ¿Y tú qué piensas de Kath?  Lo primero es pensar con la cabeza fría. Debe haber alguna manera para anular el compromiso. Y sé dónde encontrar esa información: En la biblioteca. Oliver.- Le dijo, mirándolo a los ojos, serio, y alzando el mentón.- Tenemos un grave problema.  Así que... cuenta con nosotros.

Kaitlin terminó por meter a Bikkel en el bolso haciendo que el camaleón de Kaitlin saliera de él y terminase en su hombro mientras el gato sacaba la cabeza y las patas:

Kaitlin:- No, no, no... Ni yo tampoco quiero... Quiero decir... Solo preguntaba... Por si acaso, ya sabes.. - dijo, haciendo aspavientos con ambas manos, negando- Entonces... Kath y tu... no...Pero... ¿A ti te gusta ella? Si, tenemos que solucionar esto como sea, Oliver... Y, como dice, Leo, puedes contar con nosotros para lo que sea, ¿vale? No se lo digas a Deirdre si no quieres... Pero... Estamos contigo, ¿si? - le dijo, con una sonrisa sincera y calida y cuando Leonard dijo lo de la biblioteca ella asintió- Eso... Me parece una idea cojonuda. Deberiamos buscar informacion... Yo, puedo ir ahora, si quereis. O si no... Podemos quedar luego, lo que prefirais...

Oliver:- No lo sé - le contestó, reforzando su respuesta con un giro de cabeza. - Por todos es conocida nuestra mala relación. Simplemente un día, empezó a haber algo más. No estoy seguro de que ni siquiera fúesemos conscientes de ello. - en respuesta a lo de la biblioteca el chico comentó- Es buena idea ir ahora. Gracias.

Justo entonces el reloj de la torre marcó la hora justa en la que Leonard debía de estar en el castigo y justo en ese momento una chiquilla de primero de Gryffindor apareció corriendo, agotada y jadeante delante de los dos prefectos y el premio anual.

Chica:- ¡Kaitlin! ¡Ka...itlin! ¡Se...se... se trata de Patrick! ¡Se ha metido en un buen lío! ¡Le están pegando! ¡Ti-tienes que seguirme!

Y sin más echó a correr sin esperar una respuesta que consideraba obvia.

Cuando Carrie llegó el profesor Slughorn se encontraba en su despacho haciendo una lista de ingredientes que quería pedir a la profesora McGonagall.

- Sí, también debería pedir ojos de sapo...- al notar la presencia de alguien miró a la puerta encontrando a la chica.- ¡Ah! ¡Carrie! Pasa, pasa, ¿qué tal estás? ¿Todo bien?

La mirada que Carrie le devolvió carecía de vida, pero es que la pregunta le parecía absurda. ¿No había visto la escena del comedor? En ese caso imaginaría que algo le sucedería. De todas formas, no iba ella a empezar un diálogo profesor - alumna sobre sus inquietudes ni problemas, así que lo dejó pasar y tomó asiento sin que la invitaran, paseando la mirada por la sala abarrotada de frascos de formol e ingredientes.

A pesar de la primera impresión, Carrie tenía asuntos personales que tratar en aquel despacho así que se esforzó por parecer algo más animada que de costumbre, sentándose recta en su silla y borrando la expresión de aburrimiento de sus facciones mientras se inclinaba sobre la mesa, apoyando los brazos en ella.

- ¿Quería algo, profesor?

Ian consiguió parar el último lanzamiento de Eve de manera que encajó cuatro tiros y paró dos. No parecía muy contento consigo mismo. Desde luego si actuación bien podía mejorar. Ahora había llegado el turno de Rose y Teo se dispuso a lanzar. Marcó el primero como era de esperar, pero por sorpresa Rose paró el segundo adivinando la dirección de la quaffle y en el último lanzamiento su parada fue impresionante, lanzándose incluso con una difícil acrobacia. Había parado dos, justo las que había conseguido interceptar Ian entre los dos posibles cazadores.

Ahora era el turno de Eve. No solo debía marcar por ella, sino también por Ian.

Ian:- Vamos Eve... marca los tres...

Todos observaban espectantes la resolución de aquella prueba.

Laura frunció el ceño cuando Ian paró el lanzamiento de Eve, concentrada en la consecución de los acontecimientos. Aún así la pequeña Rose estaba haciendo una gran actuación de momento, mucho mejor que Ian.

- Ya se lo pediré luego yo.- terminó por contestar a Kyle- Tienes razón en que debería darle una oportunidad.

Duncan:- Vamos Eve... tú puedes... tú puedes...