Partida Rol por web

-Gracias Oliver. - dije, dedicandole a su cuñado una pequeña sonrisa, antes de terminar de ayudar a Patrick a incorporarse.

Mire entonces a Deirdre y sencillamente asenti, aun con el semblante preocupado, en un claro gesto de que podiamos marcharnos de alli.

-Nos vemos luego en la enfermeria. Diselo a Leo si lo ves, por favor - informe a Oliver de donde estariamos, por si veia a Leo o por si el mismo queria venir despues.

Y, acto seguido, me dirigi hacia el interior del castillo con mis dos hermanos, mucho más tranquila ahora.

-Menudo susto... - dije, una vez estuvimos los tres a solas, liberando gran parte de mi tension en aquella frase- ¿Te duele algo en especial, Patrick? - le pregunte, con intencion de ir más al grano cuando vieramos a nuestro hermano en la enfermeria.

Al menos todo quedaria en familia.

El chico rió agradecido exhibiendo una perfecta sonrisa mientras miraba a Eve nuevamente.

-  Si tú quieres, por mí estaría genial.-Apartó las manos para apoyaralas en la hierba y sin querer posó la derecha encima de la de Eve.- ¡Lo siento!- Apartó la mano al instante y la colocó al lado, sin dejar de sonreír pero sí algo más avergonzado.- Perdona, calculé mal la distancia.

No se lo creerá... pero es cierto.

- ¿Con quién irás a la fiesta entonces?

- Estoy bien.- comentó algo serio.

Deidre:- No te hagas el valiente. Un puñetazo así nos duele a cualquiera.

Le comentó con su típico tono serio y seco. Deirdre no miraba a ninguno de sus dos hermanos, manteniendo la mirada al frente, concentrada en sus propios pensamientos.

Una vez llegaron a la enfermería, Albert frunció el ceño, preocupado al ver la situación. Se llevó a Patrick aparte y empezó a curarle y a inspeccionarle mejor. Mientras, les dijo tanto a Kaitlin como a Deirdre que esperasen. Y ahí estaban, las dos hermanas gemelas juntas, apoyadas en el mismo lateral de la cama, idénticas pero al mismo tiempo tan parecidas. Kaitlin entonces pudo escuchar el suspiro de Deirdre a su lado. Parecía más tranquila.

En cuanto me quedé a solas con Deirdre noté de repente esa pequeña tension que solia haber entre nosotras, incluso cuando estábamos en casa, con nuestra madre. Sin embargo, en aquella ocasion habia sido distinto. Patrick era quien nos mantenia alli a las dos, unidas a pesar de todo.

-Ha sido muy valiente... Meterse asi a defender a alguien, a pesar de estar en minoria...- rompi el hielo, mirando a Deirdre de reojo. Y no pude evitar que las palabras de Oliver se me pasaran por la cabeza, haciendome sentir culpable en cierto modo- Papá... estaria orgulloso de el. - el recuerdo de mi padre seguia presente en mi mente desde aquel momento anterior, en el lago. Y sabia que, casi con total seguridad, tambien lo estaba en la mente de mi hermana. Habiamos vivido su muerte juntas y, por muy dura que se mostrara Deirdre, dudaba mucho que ella hubiera podido olvidarse de algo asi.

Y acabe por dibujar una diminuta y triste sonrisa en los labios que, sin embargo, tenia una enorme carga de orgullo. Por mi hermano. Por como se habia comportado.

Y mire a Deirdre, como esperando una reaccion por su parte. Una que, por surrealista que pudiera parecer, desconocia cual seria.
 

Deirdre permaneció con la mirada al fondo, casi perdida. Parecía como si no hubiera estado escuchando a Kaitlin y sin embargo, cuando habló, en tono algo más bajo pero igualmente serio, demostró que sí se estaba centrando en la conversación con su hermana:

- Se parece a él.- Terminó por comentar. En cierto modo era cierto. Tanto Albert como Patrick eran muy parecidos al padre de las gemelas. Albert en el sentido físico ya que como adulto se notaba su cuerpo, pero Patrick era el que más mantenía esa actitud valiente y al mismo tiempo dulce de su padre. El mero recuerdo del señor O'Hare producía en Deirdre dolor en su interior. El recuerdo y la rabia aún estaban vivos en ella que no dejó nunca de sentirse culpable por lo sucedido. Permaneció en silencio unos segundos, luchando en su interior por mantener la fría compostura. Y luego habló:- Pero hay un cambio importante en todo esto.- Deirdre apretó más los labios. La imagen de su padre sonriéndole permanecía en su mente y la tristeza, a pesar de intentar ocultarla, incrementaba. Entonces Deirdre finalmente giró la cabeza y miró directamente a Kaitlin a los ojos, viendo sus propias facciones en las de su hermana. Y por su parte Kaitlin pudo observar cómo una lágrima se desplazaba por la mejilla de su hermana:- Esta vez soy lo suficientemente fuerte para protegerle.

Lo primero que me sorprendio fue la respuesta de mi hermana, que consiguio arrancarme una diminuta sonrisa- Si, si que se le parece, mucho más de lo que imaginaria jamás... - dije, clavando mi mirada en mi hermana. Una mirada llena de cariño que contrastaba con la rabia que veia ahora mismo reflejada en la suya. Dos caras de una misma moneda que, en ocasiones, eran capaces de confluir.

Y fue mientras la miraba, antes de que pudiera decir nada más, cuando llegó su segunda revelacion. Y vi aquella lagrima surcando su mejilla, una lagrima que hacia mucho tiempo que no veia en su rostro, que más bien habia visto solo en ocasiones contadas.

Avancé un par de pasos hacia ella, parándome delante de ella, observándola, en silencio. Y, ante su ultima afirmacion solo pude hacer una cosa: asentir, mirandola a los ojos, con gesto resuelto y determinado - Las dos lo somos. Y lo protegeremos. Cueste lo que cueste. - acabe por decir, tendiendo mi mano en direccion a mi hermana, con intencion de sellar un pacto que solo quedaria entre ambas, pero que era más importante que cualquier otra cosa.

No, esta vez no volveria a pasar. Eso lo tenia claro.

Los ojos de Deirdre pasaron a mirar la mano extendida de Kaitlin. Al fondo, Albert continuaba con la exploración también observando lo que ocurría.

Deirdre parecía pensativa, luego se limipió la lágrima con la mano izquierda, aspiró y comenzó a levantar la mano para estrechársela a Kaitlin. No obstante, antes de que ambas manos chocasen alguien más entró en la enfermería. Un chico de Slytherin, joven, entró, identificó a Deirdre

- ¿Qué?- le dio una nota que la chica leyó para sí.- Me esperan. Ya sabes, Slughorn y sus citas.

En ese momento también llegaba Oliver. Deidre permaneció mirando durante pocos segundos a su hermana, directamente a los ojos, pero sin volver a hacer el intento de estrechar su mano. Después se fue por la puerta tras besar en los labios a su novio cortamente.

Me sobresalté casi tanto como Deirdre cuando aquel chico entro. De hecho, y en un gesto inconsciente, yo tambien retire mi mano, casi al mismo tiempo que mi hermana, com osi nos hubieran pillado haciendo algo que no debiamos.

Carraspee ligeramente, asintiendo al comentario de Deirdre, dejandola que se marchara. - Yo me encargo. - le dije, sencillamente, refiriendome claramente a Patrick. Y, acto seguido, justo antes de que saliera de alli, llame su atencion, coincidiendo con la entrada de Oliver a la enfermeria.

-Deir.... - la llamé, alzando ligeramente la voz. -Gracias.

Y entonces me gire parcialmente, dando intimidad a aquel beso. O quizas porque la conciencia volvia a culparme por no haber delatado a Oliver mientras Deirdre y yo habiamos estado solas.

Me rasco la cabeza meditabundo. La decisión es difícil, ya que los cuatro candidatos han estado muy igualados...

- Veamos...si hemos de ceñirnos a los hechos, Rose ha estado impresionante. Las dos primeras paradas han sido de campeonato y aunque después se ha relajado un poco, nadie se esperaba su última parada. Aunque, lo cierto es que ha estado muy reñido.- dejo de hablar durante unos segundos, pensativo.- Me da la sensación de que Ian se ha despistado un poco. Ha subido demasiado confiado a la escoba y el directo le ha jugado una mala pasada. Si os dais cuenta, en la primera prueba ha superado a Rose con creces.Por lógica, debería haber demostrado esa misma agilidad en la segunda. 

Hasta ahora mi mirada había estado moviéndose de Laura a Duncan y viceversa, pero con mis últimas palabras se centra en Laura. 

- ¿Sería posible hacer una tercera prueba? Para decidir quién de los dos se queda con el puesto. 

Miro hacia la puerta intentando ver las gradas y a los aspirantes que, con seguridad, todavía se encuentran en el campo. En ese momento recuerdo al quinto de ellos: Sean.

- Por cierto,- digo, enarcando una ceja.- ¿qué pasa con Sean?¿Le damos el puesto de bateador?

Cinco metros antes de llegar a la enfermería me reacomodé el uniforme, intentando eliminar cualquier signo de lo que acababa de pasar en los terrenos. Me sorprendió ver la puerta de la enfermería abierta, que me limité a empujar con la llema de los dedos. Aun así, esa situación no me impidió entrar en la estancia como si de algo más que normalizado se tratara.

La escena con la que me encontré me bloqueó unos instantes haciendo que, sin ser realmente consciente de ello, correspondiera de forma automática al beso de Deidre. Un gesto que me compungiría ligeramente el estómago cuando esta retomara el paso y yo recordara lo que había sucedido hacía apenas una hora. En silencio me acerqué hacia Kaitlin, quedándome a una distancia prudencial de ella y de la cama en la que se encuentra Patrick. No estaba seguro de que mi presencia allí fuese lo que más necesitase la Gryffindor, pero algo me decía que era lo que debía hacer. - ¿Como está? - pregunté al final.

Kaitlin:-Menudo susto... - dijo mientras caminaban los tres hermanos a solas, una vez estuvimos los tres a solas, liberando gran parte de tension en aquella frase- ¿Te duele algo en especial, Patrick?

Patrick- Estoy bien.- comentó algo serio.

Deidre:- No te hagas el valiente. Un puñetazo así nos duele a cualquiera.

Le comentó con su típico tono serio y seco. Deirdre no miraba a ninguno de sus dos hermanos, manteniendo la mirada al frente, concentrada en sus propios pensamientos.

Una vez llegaron a la enfermería, Albert frunció el ceño, preocupado al ver la situación. Se llevó a Patrick aparte y empezó a curarle y a inspeccionarle mejor. Mientras, les dijo tanto a Kaitlin como a Deirdre que esperasen. Y ahí estaban, las dos hermanas gemelas juntas, apoyadas en el mismo lateral de la cama, idénticas pero al mismo tiempo tan parecidas. Kaitlin entonces pudo escuchar el suspiro de Deirdre a su lado. Parecía más tranquila.

Kaitlin:-Ha sido muy valiente... Meterse asi a defender a alguien, a pesar de estar en minoria...- rompió el hielo, mirando a Deirdre de reojo.- Papá... estaria orgulloso de el.

Y acabó por dibujar una diminuta y triste sonrisa en los labios que, sin embargo, tenia una enorme carga de orgullo. Y miró a Deirdre, como esperando una reaccion por su parte. Una que, por surrealista que pudiera parecer, desconocia cual seria.

Deirdre permaneció con la mirada al fondo, casi perdida. Parecía como si no hubiera estado escuchando a Kaitlin y sin embargo, cuando habló, en tono algo más bajo pero igualmente serio, demostró que sí se estaba centrando en la conversación con su hermana:

- Se parece a él.- Terminó por comentar. Permaneció en silencio unos segundos, luchando en su interior por mantener la fría compostura. Y luego habló:- Pero hay un cambio importante en todo esto.- Deirdre apretó más los labios. La imagen de su padre sonriéndole permanecía en su mente y la tristeza, a pesar de intentar ocultarla, incrementaba. Entonces Deirdre finalmente giró la cabeza y miró directamente a Kaitlin a los ojos, viendo sus propias facciones en las de su hermana. Y por su parte Kaitlin pudo observar cómo una lágrima se desplazaba por la mejilla de su hermana:- Esta vez soy lo suficientemente fuerte para protegerle.

Lo primero que le sorprendió fue la respuesta de su hermana, que consiguió arrancarle  a Kailtin una diminuta sonrisa- Si, si que se le parece, mucho más de lo que imaginaria jamás... - dijo, clavando mi mirada en su hermana. Una mirada llena de cariño que contrastaba con la rabia que veia ahora mismo reflejada en la suya. Dos caras de una misma moneda que, en ocasiones, eran capaces de confluir.

Y fue mientras la miraba, antes de que pudiera decir nada más, cuando llegó su segunda revelacion. Y vio aquella lagrima surcando su mejilla, una lagrima que hacia mucho tiempo que no veia en su rostro, que más bien habia visto solo en ocasiones contadas.

Avanzó un par de pasos hacia ella, parándose delante de ella, observándola, en silencio. Y, ante su ultima afirmacion solo pudo hacer una cosa: asentir, mirandola a los ojos, con gesto resuelto y determinado - Las dos lo somos. Y lo protegeremos. Cueste lo que cueste. - acabó por decir, tendiendo mi mano en direccion a su hermana, con intencion de sellar un pacto que solo quedaria entre ambas, pero que era más importante que cualquier otra cosa.

Los ojos de Deirdre pasaron a mirar la mano extendida de Kaitlin. Al fondo, Albert continuaba con la exploración también observando lo que ocurría.

Deirdre parecía pensativa, luego se limipió la lágrima con la mano izquierda, aspiró y comenzó a levantar la mano para estrechársela a Kaitlin. No obstante, antes de que ambas manos chocasen alguien más entró en la enfermería. Un chico de Slytherin, joven, entró, identificó a Deirdre

Deirdre:- ¿Qué?- le dio una nota que la chica leyó para sí.- Me esperan. Ya sabes, Slughorn y sus citas.

En ese momento también llegaba Oliver. Deidre permaneció mirando durante pocos segundos a su hermana, directamente a los ojos, pero sin volver a hacer el intento de estrechar su mano. Después se fue por la puerta tras besar en los labios a su novio cortamente.

Kaitlin se sobresaltó casi tanto como Deirdre cuando aquel chico entró. De hecho, y en un gesto inconsciente, tambien retiró su mano, casi al mismo tiempo que su hermana, como si nos hubieran pillado haciendo algo que no debian.

Carraspeó ligeramente, asintiendo al comentario de Deirdre, dejandola que se marchara. - Yo me encargo. - le dijo, sencillamente, refiriendose claramente a Patrick. Y, acto seguido, justo antes de que saliera de alli, llamó su atencion, coincidiendo con la entrada de Oliver a la enfermeria.

-Deir.... - la llamó, alzando ligeramente la voz. -Gracias.

Y entonces se giró parcialmente, dando intimidad a aquel beso. O quizas porque la conciencia volvia a culparla por no haber delatado a Oliver mientras Deirdre y ella habian estado solas.

A los diez minutos después de que Carrie viese cómo Deirdre recibía la nota, la chica llegó a la habitación. Entró y cerró la puerta tras de sí.

- Recibí tu nota. - No preguntó nada más, pues todo interrogatorio estaba inscrito en la corta frase que le había dedicado.

Avanzó hasta sentarse en su cama, mirando a Carrie directamente. Si la había citado a ella seguramente tendría muchas cosas de las que hablar y Deirdre se sentía contenta de que la chica contase con ella para abrirse, algo que siempre le costaba.

Sonrei ligeramente a Oliver. Lo cierto es que no me apetecia estar alli, sola y, ante la imposibilidad de Leo de acompañarme, lo cierto es que preferia la presencia de mi cuñado.

Miré la camilla vacia, y suspire, cabeceando en direccion a la sala de curas de la enfermeria- Está con Albert. Lo está curando. No se ha quejado ni ha dicho nada, pero le tiene que doler mucho, eso seguro. Aun no nos ha dicho si tiene algo roto o no...

Torci el gesto, con cierta resignacion, pasando una mano distraidamente por la superficie de la camilla, como si mi hermano estuviera alli. Y luego me giré para mira a Oliver, clavando mi mirada en él- ¿Como te fue a ti con Slughorn? - le pregunté, con intencion de saber qué habia sucedido con aquellos cuatro matones.

-Gracias por hacerte cargo, Oliver. Patrick... es... nuestro hermano pequeño y... - curiosamente, Kaitlin parecio incluir a Deirdre en el pastel por una vez en la vida- Ya sabemos lo que es perder a alguien. Si a Patrick le pasara algo... - deje la frase ahi, cerrando los ojos un instante.

Obviamente, era algo exagerado comparar la muerte de mi padre con una paliza a mi hermano, pero lo importante, en realidad era el mensaje que habia tras ella: ese sentimiento de unidad y proteccion que sobrevolaba a los O´Hare. Y esa silenciosa promesa de que nunca, nadie, volveria a hacerle daño a uno de sus seres queridos.

Nunca me había fijado en lo bonita que era la sonrisa de Ian. Era tan perfecta que me hacía pensar que mis dientes estaban completamente torcidos (cuando sabía perfectamente que no había nada raro o fuera de lugar en ellos). 

Aparté un poco la mano cuándo él la rozó, no porque me diese asco o nada así, por supuesto que no, pero fue algo más cómo un acto reflejo incosciente. Sin embargo el apartó la suya tan rápido que no creía que hubiese llegado a notar el movimiento de la mía. Le hice un gesto de "no pasa nada" con la otra mano cuando se disculpaba algo avergonzado. Ni que me hubiese tocado el culo, o algo así...

Entonces llegó el momento de la pregunta que no había llegado a contestar en el comedor, o eso me pareció a mí, aunque fuese de una manera mucho menos directa que la de Kaitlin y compañía.

- No con Nixie. - dije mientras me ponía a jugar con la hierba. No estaba preparada para la propuesta de la chica, aunque de todos modos aún no había pensado en quién querría ir conmigo y yo con esa persona. - ​Aún tengo que pensarlo, sólo hace un rato que han dado el anuncio y queda mucho tiempo hasta la fiesta. Primero decidiré mi disfraz y tal vez haya alguien que quiera ir a conjunto. No me gustaría disfrazarme de gatita sexy. - dije bromista pensando en la clase de disfraces que se ponían la mitad de las chicas en esta clase de oocasiones. - Tiene que ser un disfraz de algo que asuste o imponga respeto, esa era la idea de Halloween en sus inicios, ¿no? - de repente me golpeó una imagen de mi disfraz. ¡Claro! So era perfecto - Oh, ya sé de qué disfrazarme. Ahora solo espero tener el tiempo y la habilidad suficientes para hacer algo así. - dije mientras hacía plantillas mentalmente de las piezas del disfraz.

Tras casi una hora de limpieza a mano de cada uno de los trofeos e insignias de la sala y bajo la mirada de Filch, sentado en su silla mientras comía un bocadillo, Leonard finalizó el castigo. El conserje le había hecho limpiar tres veces diez de las medallas que consideraba más bonitas.

La buena noticia era que ya había terminado y que por fin era libre el resto del domingo. Peter fue a buscarle, tapándole los ojos por detrás y diciendo con una forzada voz de mujer:

- ¿Quién soy?
 

Carrie le sonrió y con aire misterioso se dio unos toquecitos debajo del ojo.

- Lo vi - respondió escuetamente antes de ponerse en pie -. Las paredes tienen ojos y las puertas oídos, Deirdre - repitió como tantas otras veces hiciera ante su amiga -. Conozco un lugar mejor donde hablar sin interrupciones.

Sin decir nada más la guió hasta el lugar del que se había apoderado, quitó el impedimenta del ladrillo y penetró en la estancia en la que hervía la poción. Se aseguró de que la puerta estuviera inaccesible ante visitas indeseadas antes de tomar asiento a un lado del caldero e indicar a su amiga que tomara asiento en el otro. Su sonrisa misteriosa había vuelto.

- Tengo varias cosas que contarte Deirdre pero, antes de nada... ¿a qué hueles?

Ian volvió a reír, divertido.

- ¡Quá rápida! No esperaba menos de alguien tan inteligente y lista.- dobló las piernas y apoyó los brazos entonces en ellas. Al no estarse quieto resultaba fácil identificar que estaba nervioso.- Bueno, no tendrás problemas en encontrar alguien con quien ir. Yo aún tampoco tengo a nadie. Estoy esperando a ver si me lanzo o si aguien se decide por pedirme ir. ¿Estás esperando a que te lo pida alguien en especial?

- Si. Quizás con una prueba adicional más será suficiente para decidirse. Ambos, Kyle y yo lanzaremos dos tiros a cada uno. Eso será suficiente. Nuestros lanzamientos son más potentes que los de los aspirantes ya que tenemos más entrenamiento.- Salió seguida por su compañeros.

Duncan:- ¿Por qué no tiro yo?

- Porque eres capaz de fallar a propósito con Rose.

Duncan sonrió desde atrás.

Duncan:- ¿Por qué haría algo así?

- ¿Crees que no me he dado cuenta del pique que tienes con Ian? ¿Quién llevará a Eve al baile? ¿Quién será el valiente que demuestre que es mejor y así pueda declararse? Por favor... soy una chica, me doy cuenta de esas cosas.

Duncan, desde detrás de Laura, miró a Kyle e hizo gesto de "me ha pillado" y sonrió. Luego Laura se dirigió de nuevo a Kyle:

- En cuanto a Sean... no me gusta para el equipo. Se reirían de nosotros y es lo que menos necesitamos. Prefiero jugar sin un bateador a que se rían de nosotros. Ya veré cómo lo soluciono. ¿Estás preparado para lanzar en condiciones?

La chica siguió a Carrie en silencio, consciente de que no hablaría hasta que alcanzasen la zona a la que se dirigían. Recorrieron las mazmorras, algo que a Deirdre mantuvo intrigada pues no sabía por qué iban por aquella zona tan poco transitable, hasta que su amiga le descubrió un lugar secreto. Deirdre no pudo evitar sonreír ligeramente.

No pierdes el tiempo.

Una vez dentro y tras observar la oscura sala en que se encontraban, Deirdre hizo caso de Carrie y se sentó frente al caldero apoyando las manos en el suelo cuando la sala se cerró tras ellas. Miró el contenido pero no supo acertar qué era lo que había. Ante la pregunta extraña de Carrie alzó las cejas.

- ¿Qué huelo?- No se había parado a pensar en ello, concentrada como estaba tan solo en el color y espesura del líquido; y para satisfacer a Carrie, la pelirroja se centró en ver qué percibía, acercando la cabeza nuevamente al contenedor, cerrando los ojos y concentrándose en algún aroma. En efecto, su amiga tenía razón en que allí olía de una manera curiosa pero claramente familiar. Aspiró lentamente y cuando supo a qué olía lo comentó sin saber si la respuesta sería acertada o no.- Hay una especie de aroma afrutado. Dulce pero no empalagoso. Y fresco, muy fresco.- Abrió uno de los ojos para centrarlo en Carrie.- ¿Te has fabricado champú o algo por el estilo?

La chica soltó una risa fresca y agradable mientras negaba con la cabeza.

- Ni por asomo, Deirdre. Es amortentia, aunque algo diluida - la sonrisa de regocijo de Carrie se ensanchó mientras guardaba aquella información para sí misma, sabiendo que ese olor no era, ni mucho menos, el de Oliver. ¿Por quién se sentiría atraída su amiga? -. ¿Acaso pensabas que iba a ir a la fiesta con el amiguito de tu cuñado porque sí? Es parte del plan. Todos oísteis como le decía que no intentara besarme. Pero esta claro que lo hará - dijo señalando el contenido del caldero -. Y yo se lo haré pagar montando alboroto en los jardines y atrayendo la atención de cuanta gente pueda.

Guardó silencio y paulatinamente su rostro se tornó serio y grave e incluso se podía entrever un profundo disgusto.

- No tenía tanta urgencia para hablar contigo de esto, claro está. Lo que tengo que decirte te incluye - Carrie miró directamente a los ojos a su amiga, y a pesar de que intentaba volver a su expresión indiferente, ésta pudo ver la ira en sus ojos -. Mi padre me ha prometido con el estúpido de tu novio, Deirdre. El cual, por cierto, te dejo enteramente para ti - aclaró con un tono desdeñoso y falsamente despreocupado -. He ido hablar con mi padre pero se niega a cancelarlo, a no ser que le substituya por otro marido claro - no se molestó en mencionar cuál era el otro marido, aunque no creía que la chica cayera en ello en esos momentos. Sin darle más importancia, sacudió una mano frente a sí como si intentara apartar una molesta mosca -. Tengo otro plan para preservar mi libertad que pondré en marcha en el momento oportuno, aunque no me iría mal una colaboradora - le dirigió una mirada calculadora a su compañera antes de gatear hasta su lado -. ¿Hasta qué punto te disgustaría deshacerte de tu propiedad? - la interpeló con voz ronroneante y persuasiva, sin apartar la mirada -. Y no para dejarle en mis manos, ni en las de nadie. Ni siquiera para darle la libertad. Hablo incluso de deshacer al mundo de su presencia... Debes admitir que no se perdería mucho - entonces, tras guardar silencio apenas cinco minutos mientras la chica asimilaba lo que decía, concluyó con la guinda del pastel, lo que sabía que ayudaría a la pelirroja a decidirse -. Hace un rato se estaba besando con Lestrange, y no parecía hacerlo precisamente a disgusto.