Partida Rol por web

 Luchando para que no se me vaya la cabeza, sigo intentándolo:

 - ¡Pereseiias!

 Una vez más repito, tratando de mantener la clama:

 - ¡Pereseiias!

Luchando por mantener la calma, respiré varias veces antes de relajarme y recordar como hacer el antimaleficio, paso a paso, tratando de entender lo que estaba haciendo mal. Finalmente, tras estar un par de minutos repasándolo con los ojos cerrados, los abrí y me dispuse a realizarlo, todas las veces que hiciera falta hasta lograrlo:

- ¡Pereseiias!

Finalmente, lo logré, logrando un grito de triunfo:

 - ¡Siiiiii!

Carak-Band permaneció en silencio viendo como gran parte de la clase se autotransformaba en estatuas de piedra. Solo unos pocos miembros de ambas casas lograron realizar bien el maleficio la primera vez. El problema llegó con el contramaleficio. De los pocos que quedaban la mayoría era incapaz de devolver a sus compañeros a su estado original y un par de ellos no paraban de repetir el contramaleficio. Pensó en detenerlos, pero al final decidió permitirles intentarlo hasta que desistieran... o lo consiguieran.

Carak-Band miró ceñudo a Gabriel cuando lanzó el grito de júbilo en medio de clase, mas no dijo nada.
Tocaba ver lo que la mitad "liberada" podía hacer ahora.

Alana volvió a recobrar su aspecto habitual, pero se tambaleo levemente, como fatigada por haber pasado algo mas de tiempo que el resto como piedra. No lo sabía, claro, y pensó que sería normal. Podría haber tomado un respiro antes de iniciar, pero cometió la insensatéz de no hacerlo.

-¡Estenea! -si, aquel simple detalle de no arrastrar un poco mas la "s" estropeó el desenlace del conjuro. Cayó en cuenta solo un segundo despues, cuando notó que algo iba mal. El conjuro no dio muestras de atravesar el arco, y solo tuvo tiempo de tensarse esperando la vuelta anunciada.

Sonríe a Alex al ver que ha conseguido pasar la prueba y que ha conseguido deshacer el hechizo para que ella pueda volver a la normalidad... tras eso, se prepara para realizar ella su parte del trabajo. Levanta la varita y hace los movimientos que le ha visto al profesor mientras repite el hechizo.

-¡Esstenea!

Dirige el hechizo a Alex y atraviesa el portal, convirtiendo a Alex en piedra rápidamente y a los que están a su lado. Parece que el hechizo ha sido demasiado potente.

-Oh, dios! ¿¡Qué ha pasado!? ¡Profesor!

Carak-Band vio como la alumna de Slitheryn restante recibía su propio maleficio reflejado. Entrecerró los ojos, ligeramente decepcionado. El número de fracasos parecía bastante equiparado entre las dos casas, pero un súbito estallido llamó su atención.

Con una mueca desconcertada se levantó de la silla a la llamada de la última alumna que quedaba por terminar. Esta no solo había hecho el maleficio correctamente sino que además había surtido efecto con una potencia sorprendente.

Se acercó junto a las estatuas del compañero de aquella chica y las otras dos, mirándolas con detenimiento.

-Buen trabajo, señorita... -comentó con expresión adusta- veamos si ahora eres capaz de revertirlos a los tres... solo un intento por estatua.

El subdirector rodeó la pantalla y se situó unos pasos por detrás de la Griffyndor con los brazos cruzados, impaciente. No pudo evitar lanzar una mirada de soslayo a la estatua de Alana. Tal vez la hubiera sobrevalorado.

 Después de comprobar sorprendido, y algo envidioso, de la demostración de poder de Woods, levanté la mano y le pregunté al profesor:

 - Señor, ¿me permite liberar a mi compañera?. Así podría volver a practicar el antimaleficio, que tanto me ha costado hacer antes...

 En realidad lo hacía porque me daba algo de lástima Alana, pero tampoco era cuestión de rechazar hacer un conjuro que se me había resistido tanto en primer lugar.

-El maleficio solo puede revertirlo el propio conjurador -explicó con un deje de molestia en el tono de voz- ¡ahora silencio!, y usted... Woods, ¿a qué espera?