Partida Rol por web

Realmente, no le suponía un problema ayudar a un compañero a estudiar, solían pedírselo, pero entre los halagos y la proposición, Scarlet se sentía algo cohibída.

-No, no-respondió-. Será un pla-placer a-ayudar a tu amigo...Suelo ha-hacerlo...Si-si quieres, ta-también te ayudaré a ti...a-aunque seguro que no t-te hace falta, sacas mu-muy buenas notas.-sonríe-Su-supongo que cu-cuando termines los es-estudios, llevarás el negocio fa-familiar, ¿no?

Realmente...Spencer había acertado, su tartamudeo se debía a su timidez, a que se ponía de los nervios cuado hablaba con alguien al que no conocía. Con suerte, con Alex lo había superado del todo, y con Logan le faltaba muy poco por superarlo. Spencer le parecía un chico muy agradable, esperaba poder trabar una buena amistad con él.

Si él no se aburría antes de mi tartamudeo y yo, y de lo poco interesante que soy... pensó con tristeza.

-Siempre se agradece la ayuda.-No sabía que afiliación tenia Scarlet al Nuevo orden, pero no parecía muy afín. Como casi todos los Ravenclaw valoraba el conocimiento, sin importar el envoltorio.- Si las cosas siguen como en los últimos cien años sí. El negocio es una manera segura de subsistir. Aunque cada vez da menos beneficios.

Las varitas en las islas Británicas eran principalmente de crin de unicornio o cola de fénix. En los últimos años el numero de unicornios había descendido brutalmente, el último de ellos fue avistado hace 5 años. Al recordarlo acaricio la varita.

-Como sabrás los fénix no abundan a día de hoy, y los unicornios son cada vez más escasos. Estos animales representan la vitalidad de la magia en estas tierras. Si la magia sigue fluyendo, si sigue viva y pura, los unicornios prosperan. Si no, se intoxican y ...- La carne putrefacta de la herida en su lomo era negra y apestaba, las moscas zumbaban. El paso de la una vez majestuosa criatura era errático. Sus ojos vidrioso le miraban sin verle, mientras babas negras fluían de su boca. La otrora sangre plateada que les caracterizaba, tenia un tono mate, y sin brillo.-.. lo siento.

Al haberlo recordado me habían dado nauseas, mientras me sujeto la boca con la mano izquierda aparto a Scarlet con la derecha, acercándola al lugar que yo estaba ocupando. De espaldas a ella vomito por la barandilla. 

Ver a Spencer vomitar hizo que se le revolvieran las tripas a ella también, sin embargo, aguantó y se acercó a él cuando terminó. Se le veía algo débil.

-¿¿E-estás bien?? Va-vamos...será mejor que te sientes...-colocó su brazo derecho al rededor de su cintura y ejerció un poco de presión suavemente con la otra mano en el hombro para que se sentase en el estrecho hueco, aunque con lo alto que era, tenía que encoger las piernas. Se sentó a su lado y le miró, muy preocupada-¿Qui-quieres entrar o pre-prefieres quedarte sentado a-aquí? Elijas lo que elijas, yo me-me quedaré con-contigo.-le sonrió, tranquilizadora y buscó en sus bolsillos un pañuelo de papel algo arrugado que tenía y se lo tendió para que se limpiase. Después, le apartó el flequillo de la frente, que estaba algo sudorosa. En circunstancias normales se lo hubiese pensado dos veces, pero en este tipo de ocasiones hacía lo que decía su lado más protector. Le volvió a sonreir de forma tranquilizadora.

"Dios que imagen más horrorosa estoy dando,soy patético"

-Aquí, mejor aquí. Gracias.- me dejo cuidar, aun nerviosa resultaba una compañía que le tranquilizaba.-Vi a uno, hace 5 años, antes de entrar a Hogwarts. Murió delante mío, tenía un estado deplorable. Mi tío me había llevado con él.-hablaba entrecortadamente, recuperando el aliento.- Esperaba encontrar algo de pelo en una de sus rutas migratorias. Pero nos encontramos al unicornio moribundo. Era muy desagradable. Todos los de nuestro año que tienen varitas de crin de unicornio están hechas con las de ese único animal. Con los de su cola. Ya no podíamos hacer nada por él, así que mi tío aprovecho todo lo que se podía sacar de él. Eso incluye cosas que no solo son el pelo.

Miro por encima de su hombro, asegurándome de que estamos solos.

-Desde el Nuevo Orden, la magia está muriendo. Lenta pero inexorablemente. Importamos las cosas de otros países y nadie se da cuenta. Pero es nuestro sistema, nuestro gobierno, no los hijos de muggles que resultan magos, el que la corrompe.

Scarlet abrió con sorpresa los ojos cuando le contó la historia tan terrible, tuvo que pasarlo muy mal...pobre chico...ver a un pobre unicornio en ese estado...Sin pensárselo mucho, pasó el brazo por el hombro de Spencer y lo atrajo hacia ella, en un extraño abrazo en el que él tenia que doblar bastante el tronco y ella erguirse un poco para que no estuviese tan incómodo. La cabeza de Spencer reposaba en su hombro.

-Yo...no-no tenía ni i-idea de to-todo lo que e-está pasando...con...la ma-magia y e-eso...-le reconfortó asegurarse de que no estaba a favor de la Nueva Orden.-Y...¿qué po-podemos ha-hacer para solucionar e-ese horror?-Sacó su varita y pronunció:-¡Muffliato!-volvió a mirar a su alrededor-Así...podremos asegurarnos de que nadie nos escucha-añadió.

La estrecho entre mis brazos agradecido. Inspiro tomándome mi tiempo, no me esperaba que el aroma de su cabello fuese a resultar tan embriagador.

Al oír que usa uno de mis hechizos favoritos, en un contexto similar a lo que yo había hecho con Henri momentos antes, no puedo contener una sonrisa.

Abriendo los ojos lentamente la veo de puntillas. La beso en la mejilla.

-Gracias, por todo.- Después la cojo por los hombros y la separo de mí, probablemente me estuviese excediendo y ella se volvería a sonrojar.- No sé que podemos hacer, ese es el problema. Por ahora tanto Henri, Ashton y yo, habíamos llegado al punto en el que íbamos a hacer lo que estuviese en nuestras manos por los niños magos. Se supone que hay formas discretas de salir de Hogwarts, encontrar alguna será todo un primer paso. Descubrir a donde se llevan los niños y que hacen con ellos, y hacerlo público, debería ayudarnos a hacer conciencia. Y si hay opositores al régimen ahí fuera, les dará algo con lo que empezar a actuar. Lo que esta claro es que estamos lejos de ser un escuadrón o una guerrilla, como para hacerles frente directamente.

Madelain era una chica rápida en cuanto a tus pensamientos, y no necesitó más que unas cuantas palabras para darse cuenta hacia dónde apuntaba la charla. Solo gracias a eso pudo guardar la compostura ante los comentarios y preguntas de Alana. La escuchó mirándola con tranquilidad, como fuera un tema cotidiano de charla. No quería demostrar su fastidio ante Alana por querer burlarse de ella, a la vez que no podía dejar que eso fuera más lejos.

_Jijiji muy graciosa, como si yo pudiera rivalizar ante nuestro señor. ¿Es que acaso me parezco a Albus Dumbledore? -rió y comentó tontamente, pasándose una mano por la cara como si buscara barba en ella-. Ahora comprendo por qué lanzaste el hechizo Muffliato. Nadie hubiera creído realmente que hablaras en serio, pero algún prefecto hubiese podido reprenderte de todas formas. Sin embargo debo admitir que haría todo lo posible para poder llegar a hablar al menos unos segundos con quien-tú-sabes, y si lo tuviera adelante le pediría piedad por mi padre y el resto de los magos de sangre sucia. Más ahora que he hablado contigo y veo que hay más gente que comparte mi pensamiento.

No era buena idea enemistarse con un Slytherin incluso antes de llegar a la escuela. Ni bajo los efectos del encantamiento podia permitirse hablar mal de Lord Voldemort y al mismo tiempo no quería quedar como una perfecta idiota ante la otra niña.

¿Pero que le pasa a este chico? Que tipo más raro

No le queda otra que resignarse a que permanezca allí, a esas alturas no habrán otros compartimentos libres. Y tiene la impresión de que las seguiría allá donde fuesen.

¿Y si...?

Extraños pensamientos comienzan a formarse en su cabeza, pero los descarta

- Está bien, quédate - consiente finalmente - A ver si es verdad que nos ignora... - dice en susurros, y hace un gesto de disculpa, encogiendo sus hombros hacia Alyssia, por la situación que allí tenían

 - Como si necesitara tu permiso... - Pensé de manera sarcástica mientras Smith me daba "permiso" para quedarme, pero no levanto la vista del libro y continuo en silencio, mientras el tren acelera de velocidad, aparentemente ignorante de todo lo que pasaba a mi alrededor...

Me...me...me...ha besado...en la mejilla...Estoy acostumbrada a las repentinas muestras de cariño de Logan...pero...he de decir que esto me ha pillado por sorpresa...Ay, dios, ¿por qué me tiemblan ahora las piernas? ¿y este cosquilleo en el estómago? El corazón se me va a salir del pecho... que mala imagen debo estar dando...

Ante el gesto de cariño de Spencer, la cara de Scarlet empezó a tornarse de un color rojo intenso y brillante. Sin quererlo, sonrió. Su vista bajó de los ojos azules de Spencer al suelo, fijó su vista ahí y empezó a juguetear con sus propios dedos, nerviosa.

-...eeeh...no-no ha-hay de-de- qu-qué...-dijo nerviosa. Y se atrevió a añadir:-pa-para e-eso e-estamos lo-los a-amigos...¿no?-tal vez era demasiado pronto considerarle amigo...apenas se conocían realmente, ella apenas sabía cosas sobre él, ni él sobre ella...pero...con esta nueva amistad creciendo tal vez eso iría cambiando. Se imaginaba a él y a ella paseando por lo alrededores del castillo, en la biblioteca, riendo y bromeando y la idea hizo que volviese a sonreír.

No es momento para divagar, Scarlet, céntrate.

Scarlet pasó la mano entre su pelo y respiró hondo.

-Y...bueno...re-respecto a-a eso...Podeis contar conmigo.-dijo mirándole a los ojos. Aún seguía con el rostro de un rojo brillante, pero pensaba que la situación requería mirarle directamente a los ojos. La verdad es que nunca se había fijado en lo profundos que eran sus ojos...Céntrate, Scarlet-Y...si a-aceptais más a-ayuda...Creo que mis a-amigos Logan Andrews y Alex Blair es-estarían dispuesto a ayudar...

Alana buscó en su baul, momentaneamente, y de sorpresa salió con una caja de chocolatinas de las caras.

-Masticar cosas dulces suele ayudarme a pensar -comentó llevandose una a la boca con gusto. De forma extraña, también saco un rasquito de lo que parecía ser perfume, al que no le quedaban mas que unas pocas gotas de forma frustrante. Mojó los dedos con rapidez y paso los dedos por detras del cuello y las orejas con mucho cuidado. Había dicho que no le interesaba mucho el aspecto, pero aparentemente le gustaba estar arreglada, cuanto menos, aunque era un momento curioso para hacerlo.

Luego pareció reparar en que estaba siendo mal educada, tomó una chocolatina para si y se le ofreció otra a Madelain.

-Por favor, aceptame una al menos. Realmente son de mis preferidas, este chocolate no tiene igual.

Alana no tenía idea de si Madelain estaba siendo sincera o no. Si eso fuera totalmente verdad, sentía que le faltaba cierta malicia. Había intentado abordar el tema con una dosis de cuidado, y con otra de agresividad que necesitaba el asunto. Ahora le quedaba la confirmación. Junto con sus chocolatinas tomó el veritaserum que le quedaba, tan poco...pero contando que el uso era bastante vigilado, prefería crearlo ella misma a comprarlo. Tenía todo un año para preparar mas de todas formas. Quizá sacudiendo un poco el falso frasco de aparente perfume, consiguiera luego un último uso si era necesario.

Había leído que un buen sustituto para eso era la legilimancia, y podía contrarrestarse con oculmancia. Le hubiese encantado aprender alguna vez, pero era demasiado poco confidente con otras personas, incluso con su familia. No quería tener a nadie leyendo su cabeza aunque fuese para ayudarle a practicar. Tampoco tenía a nadie para practicar lo contrario. Tenía que solventar ese problema en algun momento.

Conoce a tu enemigo, era un dicho popular. Por la información que circulaba libremente, Voldemort era un gran legilimante, y no le agradaba demasiado la idea de estar vulnerable en algún aspecto. Si quería tomar su lugar, tenía que superarlo en todo.

Pero volvió la cabeza al vagón en ese instante. Masticó el primer chocolate con gusto mientras con sumo cuidado fingía rozar su piel, esmerandose en no desperdiciar ni un ligero roce de la poción en sus dedos. Rapidamente, tomó dos chocolates mas, uno con la mano opuesta, que era para ella. Y otro con la mano que había usado para "perfumarse". Se aseguró de, discretamente, frotar bien los dedos en la base para dejar impregnadas las 2 o 3 gotas que había podido adherir. Era hora de confirmar que tan sincera estaba siendo. Hablar de aquel asunto era demasiado riesgoso como para ser imprudente. Tenía que confirmar si realmente podía ser alguien con quien contar, o simplemente hacer un borrón y cuenta nueva con la chica. Tenía ventaja, aún su varita estaba en el regazo. En el peor de los casos, podía lanzar un rápido conjuro desmemorizador.

-Disculpa, no pretendía, es que nadie se había preocupado por mi así antes...-Mis palabras se quedan colgando al oír que me llama amigo y se ofrece a ayudar. No se como encajarlo. ¿Realmente me había hecho ilusiones como para esperar algo diferente? Sinceramente ni yo lo sabía. Era demasiado nuevo, demasiado espontáneo. Pero ya no eramos meros compañeros de trabajo, y esa mejora me hizo sonreír.

Sigo con la mirada el movimiento de sus manos, mesándose el cabello. Después juguetea nerviosa. Sus manos son frágiles, cuidadas, tan delicadas como lo es el resto de si misma."Un Ravenclaw razona antes de actuar, contente idiota, bastante has hecho." Las palabras de mi padre resonaban en mi cabeza, una lección bien aprendida. 

"Andrews y Blair... Cuantas más manos mejor, supongo. Esos dos chicos no me caen en gracia precisamente. Son demasiado efusivos...como lo he sido yo.". En momentos como este me daba envidia su comportamiento, actuando antes de pensar. Ahora estábamos solos, cerca, y ella se había sonrojado, pero no se había apartado de mí. Su mirada es intensa, como si me estuviese sondeando o estuviera esperando algo. No sabía nada de ella, pero los misterios de sus pensamientos y los secretos que escondía solo la hacían aún más atractiva, a niveles más allá del físico.

-Sí, toda la ayuda es bienvenida ¿Estas segura de que no están cómodos a día de hoy?-Refiriéndome al Nuevo Orden, solo faltaba, que introdujéramos en nuestros planes a alguien que esté a favor.- Puedo presentarte a los otros dos, aun hay sitio en el compartimento. Con suerte adelantaremos algo de trabajo.

-No...no...no tienes por qué dis-disculparte...-respondió desviando la mirada y sonriendo tímidamente-Y sí...es-estoy segura de que Alex y Logan se o-oponen al nu-nuevo régimen.

La idea de irse de ahí no le agradaba demasiado, significaría que iría a conocer gente nueva...y eso le ponía nerviosa...Además...ya no estaría a solas con Spencer y la compañia del chico le agradaba mucho. Le sorprendía  y a la vez le asustaba (a una parte de ella incluso le gustaba) que tuviese tanta afinidad con el chico, diría que había alcanzado un nivel de confianza comparable a la de Logan, al que conocía de hacía un año ya. Aún no se comparaba con la de Alex, ya que lo conocía desde primer curso y había hecho mucho por ella...además, aún no tenía claro lo que sentía por él...y la entrada de Spencer en su vida tan repentinamente la confundía. Eran dos chicos tan diferentes...

-De...de acuerdo...Pre-preséntame a tus amigos.-sonrió tímidamente-Después de ti...-dijo apartándose un poco para que el chico pasase por la puerta, intentando demorar un poco la salida.